32. Frozen
✣ Capítulo XXXII ✣
La calma antes de la tormenta.
Así describiría los meses que han venido después de la batalla de la playa: sin ataques, días tranquilos. Entreno con Milosh todo el día para mejorar mi vinculo con la naturaleza con la ayuda de Calum a veces y por la noche Shadow me ayuda a practicar mis habilidades físicas.
El 90 % de las veces nuestro entrenamiento termina con una pelea entre él y yo para medir mi avance y también en sexo ardiente después de eso, ¿Qué puedo decir? Esto de tener un vinculo me ha vuelto insaciable.
Ian ya ha superado su molestia porque no le conté mi verdadera identidad, creo que todo mi clan lo entendió cuando los senté a todos y les conté desde el principio como había sido todo y como ni siquiera yo sabía mi verdadera identidad hasta hace poco.
Una parte de mi sabe que estos días tranquilos, sin novedades no serán eternos pero que los disfrutaré igual junto a mi clan, junto a Shadow y a Milosh.
—¡Ah!— se queja Luke mientras Lyla le echa alcohol en una herida en el brazo.
—¡Quédate quieto!— Lyla le regaña.
Estamos todos sentados alrededor de una fogata en la parte de atrás de nuestra cabaña.
—Te lo mereces,— Drake bufa, —te dije que han mejorado sus armas.
—¿Mejorado sus armas?— Ian pregunta, confundido, —No me digas que has vuelto a ir al territorio de los humanos.
—Solo quería cazar un poco... ¡Ah!— Luke gime en dolor cuando Lyla extrae algo metálico de su brazo.
Aidan esta recostado a un árbol, sus brazos cruzados sobre su pecho, esa fría expresión sobre su rostro.
—Eso es contra del tratado de Gulch, y lo sabes.— le recuerda Aidan.
Hayden Gulch, el primer Purasangre en reunir a todas las especies y llegar a un acuerdo después de décadas de derramamiento de sangre en el mundo, por batallas entre los humanos y otras especies.
El tratado de Gulch, firmado hace más de 7 siglos entre la humanidad y los seres sobrenaturales, dividiendo territorios donde solo habitan humanos y otros libres para las criaturas de la noche. En la primera década, el tratado falló por muchas razones pero la principal fueron las desobedientes criaturas de la noche, era imposible controlar a tantos, obligarlos a no acercarse a esos territorios así que los altos de mandos de cada especie se unieron y crearon los escudos Gulch con magia y poder antiguo.
Estos escudos rodean los territorios humanos, y son imposibles de cruzar para las criaturas sobrenaturales y lo eran hasta hace menos de un siglo, la magia no ha sido reforzada así que se han debilitado, dejando algunos puntos en algunos escudos vulnerables y a Luke le encantaba encontrarlos, para lo que no estaba preparado era para lo armados y preparados que están los humanos para cualquier tipo de ataque.
Por supuesto, parte del tratado incluye que los humanos envíen suficientes de los suyos para mantener a nuestras especies, ya que los convertidos se alimentan de ellos. La humanidad no envía a los mejores, envía criminales, delincuentes y otros de los que necesitan deshacerse. A los convertidos les da igual, sangre es sangre.
—Solo quería echar un vistazo, ver como ha avanzado su tecnología, la última vez que visité territorio humano tenían tantas cosas nuevas. Además, la chica que me disparó,— Luke suspira, —era jodidamente hermosa.
Yo alzo una ceja.
—¿Amor a primer balazo?— bromeo, sabiendo que eso lo hará reír mucho, el humor de Luke es fácil de copiar.
Él se ríe a carcajadas y Lyla me da una mirada reprochante.
—No lo alientes, Morgan, esto es serio, mira,— me muestra el brazo de Luke, la herida sana lentamente, —no se que clase de metal o bala estén usando que causa tanto daño que nos toma tanto tiempo sanar.
—La próxima vez no lo cuentas.— le dice Drake, meneando su cabeza.
—Es culpa de los altos,— me encojo de hombros, —¿Cuánto tiempo más van a esperar para reforzar los escudos?
—Están trabajando en eso,— la voz de Shadow me sorprende, Ian se tensa y Shadow se nos une, quedándose de pie al lado de Aidan, —Se necesita mucha magia para eso, estamos hablando de cientos de muros esparcidos por el mundo, tomará tiempo.
Luke levanta su brazo mientras Lyla lo envuelve en un vendaje.
—Me tomó por sorpresa,— Luke comenta, —Ni siquiera sabía que los humanos estaban desarrollando armas contra nosotros.
—Armas y guerras son la especialidad de esa especie, Luke.— Drake le replica, —su temor a lo desconocido, a lo que no pueden controlar, entender o destruir, siempre ha estado ahí.
—Ella era muy joven, no podía tener más de 18 años humanos, y manejaba esa arma con mucha experiencia, me tomó desprevenido por completo.— Luke cuenta, bajando su brazo y dandole las gracias a Lyla.
—Debió ser una cazadora, en el mundo de los humanos, existe un grupo táctico especial, — Shadow habla de nuevo, captando nuestra atención, —son entrenados desde pequeños, alimentados con un poco de sangre vampirica, lo suficiente para aumentar habilidades físicas aún sin convertirlos y son los responsables de las armas anti-vampiros que desarrolla la humanidad.
—¿Eso no rompe el tratado de Gulch?— Milosh pregunta, sentado en una roca a unos pasos de nosotros.
—No, los cazadores solo están desplegados cerca de los puntos vulnerables de algunos escudos, en caso de que alguna criatura,— Shadow mira a Luke, —decida cruzar a su territorio, son principalmente una unidad de defensa, no de ataque.
—¿Cómo sabes todo eso?— Luke lo observa con curiosidad, —pensé que solo los altos estaban al tanto de cosas como esa.
Shadow le da una sonrisa de boca cerrada pero la arrogancia en sus ojos esta tan presente como siempre.
—Oh,— Luke se da cuenta, —claro, olvido que eres uno de los altos.
Ian voltea los ojos, aún no es muy fan de Shadow.
—No deberías acercarte a los escudos,— Shadow le recomienda a Luke, —Sus armas de verdad están muy avanzadas, en especial, contra los convertidos.
—Claro porque somos inferiores.— bufa Ian de mala gana.
—No, porque ustedes son los que se alimentan de los humanos, son su amenaza directa,— le explica Shadow, —los Purasangres no tienen interés en esa especie.
—Porque se alimentan de nosotros.— Ian le dice con ese tono acusador.
Shadow le da una sonrisa torcida.
—Yo no creé la cadena alimenticia, convertido.
Lyla, Luke y yo compartimos una mirada. La tensión entre Shadow e Ian tan palpable. Mis ojos se encuentran con los de Milosh y siempre me sorprende lo parecido que son a los míos.
¿Qué pasa entre esos dos?
Su voz suena distante en mi mente.
Me encojo de hombros.
No es personal, Ian perdió a muchos compañeros vampiros en manos de Purasangres antes de unirse a nuestro clan.
Milosh suspira y sus ojos caen sobre Lyla quien esta revisando el vendaje de Luke con mucho cuidado. Entrecierro mis ojos porque veo algo en sus ojos cuando la ve pero no digo nada para no incomodarlo.
Calum sale de entre los árboles, sin camisa, solo en shorts, su torso delgado y definido a la vista. Ese cabello blanco que resplandece en la oscuridad desordenado alrededor de su rostro.
—Tenemos un problema.
Su voz mantiene esa calma y paz que él trasmite, creo que no hay nadie más conectado a la naturaleza que Calum.
—¿Tiene que ver con el montón de presencias que estoy sintiendo?— le pregunta Shadow.
Calum asiente.
Luke deja salir una bocanada de aire.
—¿Y ahora que?
—No se el número exacto porque aún están lejos pero son más de trescientos: Purasangres y convertidos.— Calum informa, —todos vienen hacia acá.
—Mierda.— murmura Drake por lo bajo.
—¿Por qué ahora?— mis ojos buscan los de Shadow y él me da una mirada tranquilizante.
—Podríamos correr.— Luke recomienda, no lo culpo, su brazo aún sana, —tenemos ventaja.
—Ellos cubren bastante camino y por cualquiera de los dos lados que nos vayamos, nos encontraremos con escudos de Gulch que no podremos cruzar. Creo que esperaron que llegáramos hasta aquí para acorralarnos así.
Y entonces los siento.
Calum esta equivocado, no son más de trescientos, hay más de quinientos, pero muchos Purasangres están camuflajeando su presencia entre todos.
Estamos en problemas.
Shadow se queda en silencio, evaluando la situación al igual que Aidan.
—¿Vamos a hacer algo?— Ian pregunta, su mirada viajando por cada uno de nosotros, —Quedarnos aquí es una muerte segura.
Drake mira a Aidan, Shadow y Calum.
—No estés tan seguro, Ian. Si hay la mínima oportunidad de sobrevivir un ataque de esa magnitud es con ellos.— señala a Shadow, Aidan y Calum, —Los tres son los más antiguos de cada especie.
Milosh se pone de pie, sacudiendo sus manos.
—¿No se te olvida algo, convertido?— le dice en esa voz fría que tiene, y me señala a mi, —Un Purificador y un protector también están aquí, de hecho, estamos por encima de ellos.— le da una sonrisa de boca cerrada a Calum, Shadow y Aidan.
Lyla murmura por lo bajo 'Arrogante.' Y Milosh le da una sonrisa divertida.
—Trescientos sigue siendo un número alarmante.— les responde Aidan, —por fuerte que seamos, son demasiados, podemos pelear un número limitado a la vez.
—Además,— Shadow intercede, —no es nuestra seguridad la que me preocupa,— se que se refiere a ellos tres, a Milosh y a mi, —es la de ustedes, los convertidos, de una u otra forma, tendremos que pelear y también protegerlos a ustedes. Hacer ambas cosas puede ser una desventaja y una distracción que podría costarnos mucho.
Ian aprieta sus puños.
—Yo no necesito tu protección.
Lyla pone su mano sobre su hombro.
—Ian, no es momento para hacerse el orgulloso, Shadow tiene razón.— ella lo calma, —somos débiles frente a ellos, ¿Has olvidado la batalla de la playa? La única razón por la que estamos con vida es gracias a Morgan y a Milosh.
Ian aprieta sus labios pero no dice nada.
Aidan se pasa la mano por la cara antes de hablar.
—Creo que la única forma de mantenernos a salvo es los escudos.
Drake arruga sus cejas.
—¿Los Escudos de Gulch? ¿Los que no podemos cruzar y tienen un montón de humanos armados al otro lado?
—Se los riesgos pero Luke encontró un escudo debilitado que pudo cruzar.— Aidan explica.
—Y también se encontró con una cazadora y una bala que aún no le ha dejado sanar.— Lyla dice lo que estamos pensando todos.
—Shadow, ¿Podrías razonar con ellos?— Aidan se gira hacia Shadow.
—¿Qué te hace pensar que los humanos nos dejarían entrar en su territorio y no nos atacarían en seguida?
—Es como si estuviéramos escogiendo entre dos muy malas decisiones.— hablo honestamente.
Calum ha estado en silencio hasta ahora y decide dar su opinión.
—Incluso si no nos escuchan y nos atacan, sus armas están especializadas en convertidos. Y aunque hayan desarrollado algunas contra Purasangres y Lobos, estoy seguro que no tienen nada contra un Purificador y un Protector porque nunca se han enfrentado a uno.— él termina, observando nuestra reacción.
—Eso tiene sentido,— estoy de acuerdo, —Milosh y yo podríamos ir al frente para intentar razonar con ellos y si nos atacan, no creo que sus armas funcionen mucho.
—No.— la respuesta de Shadow es corta y fría.
—Shadow.— le observo porque entiendo su preocupación.
—No vas a ir al frente.— me dice, —estamos asumiendo muchas cosas, no sabemos que tipo de armas y trampas tienen.
—Estaré bien.
—No.
No quiero ser directa con él pero no tenemos mucho tiempo.
—Shadow,— le digo frente a todos, —no soy algo que necesitas proteger, soy un Purificador, la criatura más fuerte entre nosotros, si alguien va a poder sobrellevar ataques o trampas sorpresas seré yo.
—Aún no eres más fuerte que yo.— Shadow me da esa respuesta usual y yo sonrío.
—Calum.— le llamo, pero mantengo mis ojos sobre Shadow, sonriéndole con arrogancia.
—Hace semanas que te dejó atrás, Shadow.— Calum confirma porque él me ha entrenado y él puede sentir el poder de los demás con mucha facilidad, —Ella es mucho más fuerte que tu ahora.
Me acerco a Shadow y tomo su mentón con gentileza, mirándolo a los ojos.
—No te preocupes, yo te protegeré.
Shadow tuerce sus labios pero la curva de los mismos se levanta como si quisiera sonreír conmigo. Pero se lo que significa, él me demostrará quien es más fuerte en la cama cuando tenga la oportunidad. Sus ojos rojos brillan con ese desafío.
Alguien se aclara la garganta y yo retrocedo.
—Muy bien, vámonos.— Milosh comienza, —Luke, ¿Puedes guiarnos a donde esta el escudo debilitado?
Luke solo asiente y se pone al frente, como si la naturaleza quisiera complicarnos aún más las cosas, comienza a lloviznar. Las frías gotas de lluvia caen sobre nosotros ligeramente mientras comenzamos nuestro camino hacia los escudos.
Tal vez sea una mala decisión ya que nada nos garantiza que los humanos nos escucharan pero es eso o esperar un ataque de más de quinientos seres sobrenaturales. Sin importar el desarrollo del armamento humano, dudo que puedan igualar eso.
Corriendo a toda velocidad, echo vistazos a las criaturas a mi alrededor: Ian, el vampiro convertido que ha sido como mi hermano que ha mantenido con vida mi lado sensible y humano aunque nunca haya sido humana. Lyla, que es como esa hermana mayor que nos cuida a todos y sana nuestras heridas. Drake, tan frío como Aidan pero él que no dudaría en eliminar lo que sea por protegernos. Luke, ese vampiro bromista que le trae alegría al clan.
Y luego, veo a Milosh, mi hermano, el que he extrañado tanto aún cuando no lo recordaba. Aidan, él que creí mi creador por mucho tiempo y al que me sentí atraída muchas veces. Calum, aunque nuevo en nuestro grupo, le tengo mucho respeto por sus ideales pacifistas y siempre teniendo la naturaleza presente.
Y Shadow.
Mi Shadow, ese Purasangre que parece intocable y helado a los demás pero que siempre estuvo a mi lado, protegiéndome, haciendo mi vida enjaulada por mi padre más llevadera. Y sin mencionar lo sobrenaturalmente hermoso que es.
Este es mi circulo, mi clan, por los que haría cualquier cosa y defendería hasta mi último aliento.
Apresuro el paso pero entonces pasa.
Mi pecho se aprieta, una corriente fría se extiende desde mi pecho hasta mis extremidades, deteniéndome de golpe.
La lluvia para, sus gotas paralizadas en el aire a mi alrededor.
Ojeo a todo mi clan, todos, completamente paralizados, luce como si a mi alrededor se hubiera detenido el tiempo pero es solamente el area donde estamos nosotros porque un poco más allá puedo ver la lluvia caer con normalidad.
Respirando agitadamente, me giro, confirmando que todos están bajo lo que sea que es lo que esta pasando, incluso Milosh. La única que se mueve y puede notar esto soy yo.
¿Qué esta pasando?
La luz de la luna se refleja en las paralizadas gotas de lluvia a mi alrededor y me atrevo a tocar una, la cual cae al suelo después de tocarla.
—¿Fascinante, no es así?
Esa voz fría y cargada de antigüedad me congela porque la reconozco, la he escuchado muchas veces en mi mente.
Kain.
>>>>>>>>>>>>>> Vaya y lea el siguiente capítulo, se que quieren, no olviden votar por este, o Kain irá por ustedes y congelará sus traseritos. >>>>>>
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