✣Capítulo XXVII✣

—¿Qué? ¿Todavía está vivo? — Pregunto totalmente confundida —Dijiste que si había un Purificador vivo, no nacería otro.

—Lo que quise decir es que si hay un Purificador capaz de realizar la Purificación del mundo, no nacerá otro.

—No entiendo.

—Ok. Palabras simples, Kain logró su misión, él hizo la purificación y luego siguió viviendo. Los Purificadores solo pueden hacer la Purificación una sola vez, esa es su limitación.

—Entonces, ¿Estás diciendo es que voy a seguir viviendo después de purificar el mundo?

—Nunca dije que morirías después de que lo hicieras.

—Lo sé,— todo esto es muy confuso para mí —¿Dónde está él?

—Nadie lo sabe.

—¿Por qué lo vi en mis sueños?

—No lo sé. Tú eres el primer Purificador vivo después de él, tal vez quiere contactarte.

—No se veía amistoso en mi sueño.

—¿Qué quieres decir?

—No lo se, no se si es posible pero creo que de alguna forma desactivó el poder de mis ojos.— le explico.

Vincent se queda callado, con una expresión preocupada.

—Hace unos años, hubo rumores sobre él, pero nunca tuve la oportunidad de confirmarlos.

—¿Qué rumores?

—Algunos Purasangres dijeron que Kain se había unido a la Organización Nhyme.

—¿Te refieres a la organización que mató a todos los Purificadores antes que a mí?—Vincent asiente, —No tiene sentido. ¿Por qué un purificador se uniría a la organización que mató a todos los de su especie después de él?

—No sé.

Tomo una respiración profunda, esto es mucha información por el momento. No puedo creer que haya alguien más como yo allá afuera. No puedo evitar sentirme menos sola, tal vez Kain ha pasado por las mismas cosas que yo, y tenga una idea de como manejar nuestros poderes o entenderlos.

Aunque él no se veía amigable en mi sueño, se siente bien saber que hay alguien como yo, de mi misma especie. He estado tan segura de que nadie me entendería porque no hay nadie como yo, de que estaba sola.

Kain...

La curiosidad me invade, al querer saber más sobre él.

—¿Morgan?— La voz de Vincent me saca de mis pensamientos.

—¿Si?

—Deberías irte, sabes que no puedes quedarte por mucho tiempo aquí. Es peligroso.

Abro la puerta lentamente y salgo del estudio de Vincent. Shadow me espera en la sala de estar, con la espalda contra la pared. Noto que se ha cambiado la ropa desgarrada que llevaba puesta por otro uniforme negro con detalles rojos. Al verme, se endereza para enfrentarme y yo recuerdo a la vampiresa que es su alimentadora.

No es de mi incumbencia, ¿no? Él puede hacer lo que quiera con quien quiera, él ni siquiera ha establecido un vinculo conmigo así que supongo que no somos exclusivos.

Necesito salir de aquí.

Shadow bloquea mi camino, —Puedo llevarte de regreso.

—No gracias.— digo, la amargura en mi voz es clara y le paso por un lado pero Shadow me agarra del brazo, deteniéndome.

—Estas enojada.— no es una pregunta, es una afirmación, —¿Por qué?

Me suelto de su agarre, —Estoy bien.

Shadow no se rinde y me toma del brazo de nuevo, tirando del mismo hasta que salimos de la casa.

—¿Qué estás haciendo?— Pregunto tratando de liberarme de su agarre pero funciona. Me arrastra al bosque y antes de que pueda decir algo, me carga y me lanza sobre su hombro, —¡Shadow!— él me ignora, y nos desvanecemos en el aire.

Aparecemos frente a una pequeña cabaña en medio de la nada, Shadow me baja y yo me alejo de él.

—¿Dónde— él me interrumpe, jalándome hacia la entrada de la cabaña, abre la puerta y me empuja hasta que ambos quedamos en una pequeña sala.

—¿Dónde estamos?— me giro hacia Shadow, quien esta apoyado contra la puerta y se quita su mascara, si cree que su rostro atractivo va a distraerme, esta equivocado.

—Esta es mi guarida.

¿Él me ha traído a su guarida? Shadow, el Purasangre más reservado de la Tierra me acaba de traer a su guarida. Sin embargo, eso no opaca la rabia que siento cada vez que recuerdo a esa vampiresa.

—¿Por qué estamos aquí? ¿Qué es lo que quieres?— cruzo mis brazos sobre mi pecho.

—No te irás hasta que me digas por qué estás enojada.

—No estoy enojada, estoy bien.

—Estas mintiendo.

—Solo quiero salir de aquí.— doy un paso hacia a la puerta pero él sigue ahí, bloqueandola con sus casi dos metros de altura.

—Dime que te pasa, no quiero usar mis poderes contigo pero no dudaré en hacerlo si no me dices la verdad.

—Tal vez tus poderes ya no funcionen, soy un Purificador.

—Aún no eres más fuerte que yo.

Bufo, —Eres tan arrogante.

—Solo digo la verdad,— se encoge de hombros, —¿Quieres ponerlo a prueba?

Mi silencio hace que sus labios se curven en una sonrisa engreída.

—¿A dónde se fue tu valentía?

Su arrogancia incrementa mi rabia, porque esta aquí haciendo bromas y retos tan tranquilo cuando tiene a una vampiresa con la que hace quien sabe que en casa de Vincent. Le doy una mirada fría, Shadow ladea su cabeza, esa estúpida sonrisa permanece en sus húmedos labios.

Debo admitir que es difícil mantener mi rabia al estar a solas con él, sin su mascara y viéndose tan guapo en ese uniforme negro con detalles rojos que hacen juego con sus ojos.

Estamos solos en medio de la nada.

Mi respiración se acelera ligeramente al caer en la realidad de la situación. Shadow no despega sus ojos de los míos como si estuviera tratando de leer cada expresión.

Bajo la mirada, evitando la suya. Necesito pensar con la cabeza fría.

—¿Es por Rea?

Su pregunta me hace volver a mirarlo, me molesta que diga el nombre de esa vampiresa pero jamás lo admitiré.

—Por tu reacción, si lo es.

—No se de que hablas.

—Solo me alimento de ella, nada más.

—Claro.

—Tu también has tenido una variedad de alimentadores en toda tu existencia y yo no me he quejado, ni los he asesinado, créeme que soñaba con romper sus pequeños frágiles cuellos.

—No es lo mismo.

Shadow se cruza de brazos, —A ver, ¿Cómo no es lo mismo?

—Yo no busqué a uno que se pareciera a ti para liberar lo que sea que quería liberar.

—Tú no me recordabas, Morgan.— él da un paso hacia mí, —Décadas de observarte desde las sombras, sin poder aparecer frente a ti, ¿Crees que fue fácil para mi?

—¡No recordarte no fue mi culpa!

—¡¿Crees que no lo se?

—¡Lo que sea! No tengo porque reclamarte nada, puedes hacer lo que quieras con quien quieras.

—¿De verdad? Entonces supongo que me divertiré con Rea.

Aprieto mis puños para golpearlo directamente en la cara. Pero antes de que mi mano pueda tocarlo, él la agarra en el aire. Utilizo mi otra mano para golpearlo pero también la detiene en el aire. Trato de usar mi fuerza para liberar mis manos, pero él simplemente tira de ellas y me empuja contra la puerta.

El cuerpo de Shadow pronto esta contra el mío y él sostiene mis manos a ambos lados de mi cabeza contra la puerta. Me retuerzo pero él refuerza su agarre en mis muñecas, estampándome contra la puerta.

Mi pecho sube y baja rápidamente con mi pesada respiración. Me atrevo a enfrentarlo, los ojos de Shadow están llenos de deseo y necesidad. Su cálido aliento acaricia mis labios.

—Suéltame.— Intento sonar molesta pero mi débil voz me hace fallar.

—¿Eso es lo que quieres?— Pregunta presionando su cuerpo un poco más contra el mío.

Él se inclina hacia mí, sus labios acercándose a los míos con una lentitud provocativa, es como si él esperara que yo cerrara el espacio entre ambos y lo besara primero. No me rendiré.

Él me besa con una delicadeza que me sorprende, y me hace imposible no responderle. Shadow profundiza su beso, sus labios reclamando los míos con una creciente pasión. Él libera mis manos para poner las suyas sobre mi cintura y luego bajarlas hasta mis muslos. Sin parar de besarme, él desliza su mano debajo de mi falda, tocándome.

—No...— Susurro débilmente contra su boca.

Sus dulces labios dejan los míos, y bajan por mi barbilla hasta mi cuello. Él deja pequeños besos sobre mi piel, sus colmillos rozándome. Su mano aún dentro de mi falda acariciándome. Un leve gemido escapa mis labios.

Sus labios encuentran los míos otra vez desesperadamente. Nos besamos con deseo, él desliza su mano libre debajo de mi camiseta para acariciar mis pechos desnudos; Me arqueo de placer para él. Así que levanto mis piernas y las envuelvo a su alrededor. Él me carga y en una velocidad borrosa, me lleva a una habitación.

Paramos de besarnos, él me sienta en la cama y se queda de pie frente a mí. Ahí, luce tan alto, tan perfecto con la luz de la luna que se cuela por la ventana reflejandose sobre él. Sus ojos oscuros se encuentran con los míos por un momento y me sonrojo sin control.

Él se quita la parte de arriba de su uniforme por encima de la cabeza, revelando un abdomen pálido y definido, quedando solo con esos pantalones negros que hacen contraste con su blanca piel. Me lamo los labios, disfrutando la vista.

Nerviosa, levanto mis manos para deslizarlas por su pecho, bajando a su abdomen sintiendo sus músculos firmes con la punta de mis dedos. Shadow cierra los ojos, echando la cabeza hacia atrás y me atrevo a bajar mi mano para desabrochar sus pantalones y dejarlo desnudo frente a mí. Lo tomo en mi mano para sentirlo y masajearlo.

Shadow vuelve a mirarme, sus labios mojados se abren, su pesada respiración escapando de ellos.

—Desnúdate.

Su orden no me sorprende, me enciende pero no quiero dejar de tocarlo.

—Morgan.— Shadow regaña, —Desnúdate o voy a arrancarte la ropa.

Cuando dudo, Shadow agarra mis muñecas y me levanta, él me arranca la ropa, volviéndola tirones de tela en segundos, pasa tan rápido que solo puedo sentir el frío contra mi piel desnuda y expuesta frente a él.

Caemos en la cama, y volvemos a besarnos con una pasión primitiva, no hay delicadeza, solo deseo carnal. Nuestros cuerpos desnudos se frotan, se sienten. Sus húmedos labios chupan mi cuello y bajan por mi clavícula, terminando en mis pechos.

Él sube para enterrar su rostro en mi cuello y siento sus colmillos rozando mi piel una vez más. Lo jalo más cerca de mí, quiero que me muerda. Abro mis piernas para dejarlo meterse entre ellas.

—Te quiero.— él susurra en mi oído, y lo siento dentro de mí de golpe. Apenas, me estoy recuperando de la sensación cuando sus colmillos perforan mi piel. No puedo describir lo que sentí, todo lo que podía sentir era él, dentro de mi, sus colmillos enterrados en mi piel.

El vinculo entre nosotros comienza a formarse lentamente, electrificando cada parte de mi cuerpo.

Mio, suya.

Puedo sentir lo que él siente por un segundo y eso amplifica mi placer porque soy capaz de experimentar lo mucho que esta disfrutando esto, más mis propias sensaciones.

Ambos nos entregamos por completo entre placer, caricias, gemidos y deseo. Supe que desde ese momento sería solo suya, sin importar lo que pasará. 

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Nota de la autora: ¡Saludos, Almas perdidas (Están claras que después de leer este capítulo ya no son puras) Ja, morirán en la purificación conmigo, igualadas. 

Aquí abajo les dejo un trailer que hice para Almas perdidas con escenas de videojuegos y ¡LO AMÉ! Espero que les guste tanto como a mi, y sino, ps, igual morirán en la purificación así que que más da. 

https://youtu.be/vmaLXjSw6mk

Muakatela,

Ariana G.