Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21. Kissed

"En el caso del vampiro que nos ocupa, todas las fuerza ocultas de la naturaleza, profundas y poderosas, deben haberse unido de alguna forma monstruosa." 

Bram Stoker

XXI

Me quedo quieta mientras Aidan me abraza desde atrás. Aidan tiene su barbilla en mi hombro; ese gesto de afecto me parece tan poco característico de él, que suele ser tan frío. ¿Por qué el cambio? ¿De dónde viene este afecto?

Su voz es un susurro.

—Morgan.

—¿Sí?

—Lo lamento. —Sus palabras me toman por sorpresa.

—¿Qué? —Me giro en sus brazos para enfrentarlo, encontrándome con el azul de sus ojos.

—Lamento mucho lo de tus padres.

Sus palabras me aturden, es la primera vez que alguien me dedica unas palabras de consuelo después de haber descubierto mi pasado. Sin embargo, esas palabras me dan ganas de llorar; es como si volvieran real el hecho de que fui testigo de la muerte de mis padres. Bajo la cabeza y limpio una lágrima rebelde rápidamente.

—No —me reprende Aidan, sosteniendo mis manos—. No. ¿Por qué siempre intentas contener tus sentimientos?

No puedo llorar frente a él, mostrar mi vulnerabilidad no es fácil para mí.

—Estoy bien —miento. Él sostiene mi cara con ambas manos y me da un beso en la frente.

—No estás sola, siempre recuerda eso.

Da un paso atrás y, por primera vez, veo calidez en sus ojos, y también un gran aire de tristeza en su expresión, como si él sintiera lo mucho que todo ese recuerdo me dolió.

Me doy la vuelta y me voy a la guarida.

Sola... No estaba sola...

¿De verdad?

Cuando llego a mi compartimento, me acuesto y cierro los ojos con fuerza. Ya no quiero pensar ni recordar nada más, así que caigo en un sueño inerte y profundo.

Sed

Sangre...

Necesito sangre...

Mi sanguinaria sed me despierta. Aprieto los dientes, luchando contra el impulso de alimentarme. Mis colmillos se extienden por sí solos, cortando la piel de mis labios.

Algo me está llamando. Algo que palpita. Necesito encontrarlo.

Me pongo de pie de un salto, respirando pesadamente. Salgo corriendo del escondite y me meto en el bosque.

«Sangre... Sangre... Sangre...». Esa es la única palabra en mi mente. Necesito esa sustancia roja llena de poder.

Salto varias veces para ir más rápido. La sed domina cada parte de mi ser. Veo una figura en la distancia y la reconozco como la fuente de esa sangre palpitante.

—Has venido.

Su voz está llena de sorpresa. Esa voz... Conozco esa voz, pero no me importa. Necesito alimentarme.

Salto sobre él, haciéndolo caer de espaldas. Entierro mis afilados colmillos en su cuello. La poderosa y deliciosa sangre se derrama dentro de mi boca. Destellos de sus recuerdos pasan por mis ojos. Él es...

Milosh.

Sé que debería detenerme. Estoy a punto de parar de beber cuando un recuerdo viene a mí; lo veo como si yo fuera mi hermano.

—¡Milosh! ¡Despierta! Estamos bajo ataque —exclama Jelsias, mi compañero vampiro, desesperado. Me levanto tan rápido como puedo.

—¿Quién es?

—La organización Nhyme.

Esos patéticos bastardos otra vez. ¿No podían entender que no tenía nada que ver con mi hermana? Salgo de la cabaña abandonada que estamos utilizando como nuestro escondite

—¿Qué estás haciendo? —Jelsias me persigue.

Cuando salgo, todos los vampiros que peleaban frente a mí se detienen. Escaneo a la multitud, buscándolo, y lo encuentro apoyado contra un árbol. Destaca en la oscuridad, su altura lo hace muy visible. Tylos, la mano derecha del líder de la organización Nhyme, me sonríe.

—Milosh, nuestro Protector furtivo —dice, despegando su hombro del árbol.

—¿Qué quieres? —pregunto, incluso cuando sé la respuesta; pero mi clan no puede seguir perdiendo miembros por mi culpa. Yo no soy un cobarde, no iba a esconderme detrás de ellos.

—Sabes exactamente lo que queremos —responde un Purasangre rubio.

—No sé dónde está mi hermana —es todo lo que puedo responder.

Tylos camina hacia mí.

—Puedes sentirla, lo sé, así que no me mientas, Milosh.

—No sé dónde está —repito.

—Está bien. —Tylos me da la espalda. ¿Se va a rendir con tanta facilidad?

—Tylos, ¿qué estás haciendo? —pregunta el Purasangre rubio.

—Nos llevará a su hermana tarde o temprano. Además, admiro su valentía. Vámonos. —Y, sin más, se marchan, sus figuras demoníacas desaparecen en la oscuridad.

Dejo de beber y levanto la cabeza. Estoy encima de Milosh, quien está acostado sobre su espalda. Miro sus ojos verdes por un segundo y bajo la cabeza, avergonzada.

—Yo... lo siento —murmuro—. No sé lo que me ha pasado, yo...

—No te disculpes. —Su tono es serio.

No entiendo lo que ha sucedido. Echo un vistazo a su pálido cuello y me congelo cuando noto que tiene la marca de Purasangre en él. Me aparto, poniéndome de pie.

—Tú...

—Sí, soy una especie de Purasangre —explica, levantándose.

—Pero... Cómo... —Estoy extremadamente confundida. En mis recuerdos de Milosh no hay señales de esa marca. Mi hermano no nació como un Purasangre.

—¿Sabes lo que eres, Morgan? —Asiento—. Entonces sabes lo que soy.

—Sí, pero ¿Cómo es que te convertiste en un Purasangre? Pensé que los Purasangres nacían, no eran convertidos.

—Nací para protegerte. Se me dieron habilidades especiales para cumplir esa misión. Pero también tenía que ser tu alimentador, y como te alimentas de Purasangres, me convertí en uno hace algunas décadas. —Contengo la respiración—. Ninguna otra sangre en este mundo será tan deliciosa como la mía para ti, fui hecho para ese propósito. Es por eso por lo que perdiste el control cuando traté de llamarte a través de mi sangre.

Me quedé sin palabras; Milosh no solo nació para ser mi protector, sino también mi alimentador.

—Ellos te están buscando.

Frunzo el ceño.

—¿Ellos?

—La organización Nhyme. Ya sabes sobre ella, ¿verdad?

—Mi padre pertenecía a esa organización, ¿no?

El gesto de Milosh se transforma en una expresión dolorosa ante la mención de nuestro padre. Hay un profundo silencio entre nosotros.

Estoy frente a mi hermano, al que amé profunda y honestamente durante los dieciocho años de lo yo creía era mi humanidad; pero él no es el mismo, y yo no soy la misma. En su expresión hay cicatrices no visibles de las cosas que ha vivido. He pensado estúpidamente que él sería el mismo niño rebelde y juguetón con el que crecí.

Estoy tan equivocada.

Él es un adulto ahora, un Purasangre, alguien que nació por una razón, con un propósito; alguien con una misión que cumplir. Ahí frente a mi, de ropas negras y cabello desordenado, está Milosh; pero aunque lo estoy viendo claramente, no puedo ver a mi hermano. Lo miro a esos ojos que se parecen tanto a los míos, una pregunta en mi mente: «¿Quién eres tú?».

—¿Morgan? —Su voz me trae de vuelta al momento.

—¿Dónde has estado los últimos ochenta y cinco años, Milosh? —Mi voz es baja y triste. Él no dice nada—. Solo háblame, por favor.

—No tendremos esta conversación.

—No hemos hablado durante años —hago una pausa—. Necesito saber, quiero saber de ti.

Él me da una mirada resguardada.

—¿Qué quieres saber?

—¿Dónde has estado? ¿Qué has estado haciendo?

—Eso no es asunto tuyo.

—Sí, lo es. Eres mi hermano.

—No lo soy, solo soy tu protector —bufa.

—¡Eres mi hermano! Sin importar lo que digan esas profecías, eres mi hermano y me importas.

—No debería.

—¿Qué diablos te pasó? ¿Por qué estás actuando así?

—Solo olvídalo.

—No, Milosh, necesito saber. ¿Qué te cambió?

—Déjalo.

—No, no seas un cobarde ahora.

—Solo déjame en paz.

—Milosh, necesito...

—¡¿Realmente quieres saber?! —me espeta.

—¡Sí!

—¡Mataste a nuestros padres!

«¿Qué?».

—Sabes que no lo hice.

—Lo sé ahora, después de ochenta y cinco años de pensar que lo habías hecho. Después de pensar en miles de formas de matarte en venganza. No es fácil imaginarme que todos esos años llenos de ira e impotencia fueron en vano porque tú eres inocente. Quería matarte, lastimarte tanto. No tienes idea. —Puedo sentir la frustración en su voz—. Y luego, un día, apareciste como si nada hubiera pasado y me llamaste «hermano» y no pude matarte. Estaba tan decepcionado conmigo mismo. Pasé mi existencia planeando mi venganza, y cuando finalmente estuve frente a ti..., no pude lastimarte.

—Milosh...

—He cambiado. —Esas palabras me rompen el corazón.

—Lo sé.

—No esperes que sea tu hermano.

—De acuerdo.

Él luce intrigado por mi fría respuesta.

—¿Morgan?

—He sido muy ingenua al pensar que podrías ser el mismo. —Tomo una respiración profunda para continuar—. Sí, tienes razón: has cambiado, te has vuelto egoísta.

Sus ojos se agrandaron.

—¿Qué?

Y entonces, mis emociones reprimidas explotan.

—Acabas de hablar solo de ti, de tu dolor y de lo que has pasado todos estos años, pero ¿qué hay de mí? ¿Qué hay de lo que sufrí, Milosh? ¡Fui torturada por mi propio padre desde que era una niña! —Tomo otra bocanada de aire—. Tuve que vivir siendo tratada como una criatura y no entendí nada, y luego, en mi cumpleaños número dieciocho, mi padre trató de matarme, pero mi madre se puso en su camino y él la asesinó. Vi a mi madre morir. ¡Dar su último aliento de vida! —Mi voz se quiebra—. Yo... Estoy destrozada por dentro, esas imágenes siguen repitiéndose en mi mente aunque he intentado bloquearlas y estoy tan sola... —Me quedo sin aliento, me dejo caer de rodillas—. Estoy luchando por ser fuerte y continuar, pero a veces siento que no puedo. Es solo... demasiado. —Me ahogo en un sollozo—. No puedo perderte ahora que te he encontrado. Eres mi hermano, y no importa cuánto hayas cambiado, todavía te amo y te necesito. —Es la primera vez que me permito ser tan vulnerable frente a alguien.

—Lo siento. No sé qué decir.

—Entonces no digas nada. —Lo agarro de un brazo y lo abrazo, enterrando la cara en su hombro, y lloro. Necesito dejar salir el dolor; me está quemando desde dentro hacia fuera. Mi hermano me acaricia la cabeza un par de veces con gentileza.

Después de desahogarme, lo suelto y me levanto, limpiando mis lágrimas.

—No estoy seguro de si puedo ser lo que esperas que sea.

—Solo sé tú mismo. Aprenderé a amar tus cambios —digo, sincera.

Milosh me sonríe.

—¿Me odias?

—Eres mi hermano mayor, por supuesto que no te odio. —Le devuelvo la sonrisa.

Pasamos las siguientes horas hablando sobre las cosas que hemos hecho todo este tiempo de separación. Noto algunas reacciones de incomodidad en Milosh mientras me habla de sí mismo, parece que no está acostumbrado a conversar así con alguien.

«¿Has estado todo este tiempo ahogándote en rencor y soledad, Milosh? Lo siento»..

—Debo irme —dice cuando ya es medianoche.

—¿Vendrás a verme mañana?

—No puedo, es peligroso para ti. Estoy siendo observado por la organización Nhyme, como has visto en mis recuerdos.

—Entiendo.

—No te preocupes, nos veremos pronto.

Milosh desaparece en la oscuridad y camino de regreso hacia el escondite. No tengo ganas de correr o saltar; solo quiero caminar, disfrutando el bosque y los enormes árboles a mi alrededor. Percibo un movimiento detrás de mí, pero al voltearme no hay nada allí. Cuando me giro al camino de nuevo...

—¡Ah! —grito de sorpresa al ver a Aidan justo enfrente de mí.

—Tus sentidos avanzados no parecen estar funcionando —dice con arrogancia.

—Estaba distraída —me defiendo—. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Te seguí desde que saliste de la guarida con tanta prisa. Pensé que algo estaba mal.

¿Siempre actuará como si fuera mi padre? Me encojo de hombros.

—Bueno, como puedes ver, no pasa nada.

—No puedes confiar en él, Morgan. —Sé a quién se refiere: Milosh. Aidan parece encantado de intervenir en mi vida.

—Creo que esa es mi decisión y no la tuya.

—Ha vivido soñando con matarte por más de ocho décadas, no pueden simplemente hablar un rato y ya todo queda atrás.

—Él es mi hermano.

—Él era tu hermano.

—¡Todavía es mi hermano! Deja de tomar decisiones por mí. Pensé que lo había dejado claro cuando te dije que no eres mi padre para decidir por mí.

—Eres tan terca.

—Orgullosamente lo soy.

De repente, Aidan envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me jala hacia él.

—¿Qué...? —musito. Sus labios están sobre los míos antes de que pueda terminar la frase.

Me sorprende por unos segundos. Me quedo con los ojos abiertos, mirándolo sorprendida, pero luego mis párpados se cierran por sí solos y le devuelvo el beso. Sus labios se sienten suaves contra los míos. Es un beso suave pero lleno de anhelo; escalofríos me recorren la espalda, aunque no siento la misma necesidad y deseo que sentí cuando besé a Shadow. Aidan desliza su mano debajo de mi camisa, acariciando mi espalda suavemente, y profundiza el beso.

—Morgan —susurra en mis labios en su voz ronca.

—Shadow —murmuro en voz baja. «¡¿Qué?!». Aidan detiene el beso abruptamente—. Aidan... Aidan... —digo rápidamente, tratando de arreglar mi error. Puedo ver la tristeza y decepción en la expresión de mi líder. Retrocedo, completamente avergonzada—. Lo... lo siento mucho. —Probablemente no tiene ni idea de lo avergonzada que estaba.

—Morgan...

—Tengo que irme.

—Morgan —me llama nuevamente, pero puedo percibir la tristeza en su voz.

No puedo darme la vuelta y enfrentarlo o mirarlo a los ojos. Corro hacia el escondite. «¿Qué demonios estaba pensando?».

Entro a mi compartimento, liberando mi frustración.

—¡Mierda! ¿Qué pasa conmigo? —golpeo la pared rocosa. ¿Cómo podía decir el nombre de Shadow en lugar del de Aidan?—. ¿En qué demonios estaba pensando? —me pregunto en voz alta.

—En mí.

Me quedo helada. Esa voz... Contengo la respiración. «Esto no puede ser posible».

Me doy la vuelta y encuentro a Shadow apoyado contra la pared al otro lado. Un brillo petulante en sus ojos.

—Estabas pensando en mí.

No puedo moverme, así que desvío la mirada, avergonzada. Pero él tiene razón. Estaba pensando en él cuando Aidan me besó. ¿Por qué?

Tengo mucho miedo de la respuesta a esa pregunta.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro