Tercera Persona P.O.V.

Pasan pocos días y todo vuelve a ser normal para los niños Pevensie y su amiga, no volvieron a hacer mención alguna de Narnia ni faunos ni brujas blancas. Ahora se encontraban en el exterior de la casa los tres mayores Pevensie estaban preparándose para jugar al béisbol, Lucy leía sentada a los pies de un árbol sobre el cual Andrea estaba tumbada en una de sus ramas

Peter: venga Ed, atención -advierte a su hermano menor y este alza el bate esperando la bola. Pero cuando el rubio le lanza la bola este la pierde por varios centímetros y Susan la atrapa en sus manos- la función del bate, Ed es que golpees la pelota con él -se ríen los otros cuatro del varón menor de los Pevensie

Andrea: mi abuelita la golpeaba mejor que tú pequeño -se ríe de este

Ed: por qué no lo intentas tú lista? -le reclama

An: será un placer -se agarra de la rama y desciende del árbol

Lucy: venga, Drea! -anima a la chica Labonair

Peter atrapa la bola que Susan le pasa mientras que Edmund entrega el bate a Andrea y se retira para darle el lugar a la chica. Peter se estira para poder tener efecto en el lanzamiento, Andrea agarra firmemente el bate con las dos manos y alza un poco más el codo derecho. Peter acaba por lanzar la bola y ven como esta lleva un efecto curvo hacia la izquierda, Andrea logra en el momento apropiado girar el bate y ven como golpea la bola y la lanza hacia la derecha del campo abierto

S: wow! 

L: eso es Drea! -animan ambas hermanas a su amiga quien se gira hacia ambas y hace una reverencia divertida

A: así amigo es como se hace -le sonríe amistosamente a Edmund quien se ve entre admirador y enfadado. Este asiente dejando pasar su segundo sentimiento

Volviendo a agarrar el bate se queda pensando mientras todos regresan a sus posturas originales, Edmund mira hacia la mansión pensativo sin darse cuenta de los movimientos a su alrededor

P: Peter se dispone a eliminar de nuevo al bateador -lanza la pelota y esta acaba por golpear a Edmund en la cadera

Ed: au! -se queja sobándose la zona del golpe mientras las chicas sonríen divertidas

P: uy vah! jajaja despierta que estás en las nubes -regaña divertido a su hermano menor mientras se ríe y Susan le regresa la bola

Ed: por qué no volvemos a jugar al escondite? -pregunta haciendo que Lucy deje de mirar a sus hermanos mayores y vuelva a leer su libro ahora sentada en el regazo de Andrea

An: no decías que era un juego de niños? -le pregunta sarcásticamente mientras Peter vuelve a su postura pasando la bola de una mano a otra

S: además... así nos da un poco el aire -intenta cambiar el estado de ánimo de su hermano menor

Ed: como si dentro no hubiera aire -se queja malamente

A: ed! -le regaña desde su lugar y Edmund mira ambas mientras suspira levantando el bate de nuevo

P: estás preparado? -le pregunta mientras quita algo de hierba en la bola

Ed: y tú?! -golpea el lugar con el bate fuertemente

Peter coge carrerilla y lanza la pelota esta da un bote en el suelo y Edmund ahora si la golpea esta se desvía hacia la derecha y ven como atraviesa una ventana adornada con un escudo y escuchan un fuerte estruendo provenir de ahí. Lucy mira a los tres mayores asombrada por lo que acaban de hacer mientras que Andrea se divide entre la diversión por las caras de susto de estos o la preocupación a cuando McGrady los encuentre

Todos comienzan a correr de regreso dentro de la mansión mientras corren por los pasillos lo más silenciosamente que pueden hasta llegar a la habitación donde se encuentran con cristales de la ventana en el suelo y una de las armaduras históricas derrumbada por piezas en el suelo. Peter observa fijamente la ventana y se gira a su hermano

P: oh genial, Ed -le reclama

E: la has lanzado tú! -se defiende

A: chicos! no es el momento -se mete entre ambos niños

Mc: qué demonios está pasando ahí arriba? -le pregunta 

A. vamos! -les alerta a los demás y los insta a correr por la puerta contraria a la que se escuchó al ama de llaves

Los Pevensie y la Labonair corren por los pasillos de la gran mansión mientras pasan habitación por habitación escuchando los pasos del ama de llaves acercárseles

Ed: no, no. Atrás, atrás! -los gira hacia el camino contrario

Corren de nuevo hacia las escaleras de la entrada mientras intentan entrar a una de las habitaciones pero desde esta Susan los frena pues se oyen mucho más fuerte los pasos de alguien. Volviéndose hacia el pasillo contrario llegan hasta el final cuando Andrea los frena al escuchar más pasos acercárseles, Peter los guía hacia las puertas del pasillo a su derecha, este intenta abrir una de las puertas solo para encontrarla cerrada. Edmund los empuja hacia la puerta de la derecha de esta y se abre los niños se agolpan intentando entrar para escapar de los pasos. Sin haberse dado cuenta de que Edmund los llevó directos hasta el polémico Armario. Edmund corre hacia este y abre la puerta y se gira hacia sus hermanos y amiga que lo miran indecisos

Ed: venga! -los inste a entrar

S: supongo que estarás de broma -los otros tres la miran sorprendidos pues comienzan a escucharse los pasos mucho más cerca y se giran hacia la puerta

Andrea empuja suavemente a Susan para que se mueva hacia el armario mientras Peter hace lo mismo con Lucy y todos corren a esconderse entre las pieles del armario

A: rápido -se queda la última y deja una pequeña rendija por la que escucha que los pasos se detienen frente la puerta- hacia atrás -empuja con la cadera a Peter que estaba el siguiente

L: ay mis pies!

E: yo no te estoy pisando

L: ay, ay,  ay

S: quietos

P: iros más al fondo

A: queréis dejar de empujar

Al final sin saber cómo Susan y Peter son empujados los últimos y con un tropezón con los abrigos del armario acaban por caer de culo. Y quedándose tensos en su lugar cuando notan la nieve bajo sus manos y las ramas pinchando su espalda