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Tercera Persona P.O.V.
Esa misma noche Lucy que no consigue dormir se gira en su cama y ve la sombra de Aslan pasar por la tienda
Lucy: Susan -llama a la mayor en un susurro quien se despierta y al ver la misma sombra ambas se alistan rápidamente y con daga y arco en manos se marchan tras Aslan siguiéndolo en lo profundo del bosque detrás del campamento. Cubriéndose con los árboles observan al león en la oscuridad
Aslan: no deberíais estar acostadas?
Lucy: no podíamos dormir
Susan: por favor, Aslan. Podríamos ir contigo?
Aslan: me gustaría algo de compañía esta noche -de este modo los tres se adentran más y más en el bosque guiados por el viejo león y las humanas agarrando y acariciando la melena de este- llegó la hora, desde aquí he de continuar solo
Susan: pero Aslan
Aslan: debéis confiar en mí -les dice a ambas niñas que lo miran con temor y tristeza- gracias Lucy, gracias Susan, y adiós -se despide de ambas con pesar y continúa su camino por el bosque
Susan con decisión avanza tras Aslan por otro camino seguida por Lucy y al llegar a la cima de la colina pueden observar a las criaturas del ejército de la bruja rodear lo que parece un antiguo altar de piedra. Al alcanzar la cima Aslan se enfrenta cara a cara con Jadis
Jadis: he aquí el gran león -dice tras poner delante de ella un cuchillo ceremonial. El general minotauro pincha el cuello de Aslan y este le gruñe, mirando en confirmación a su reina quien asiente el minotauro tumba de un golpe a Aslan
Lucy: por qué no se defiende?! -le grita a su hermana nerviosa
Jadis: atadlo bien -les dice a su ejército y como uno solo se lanzan contra Aslan y atan su boca y patas- esperad! -todos se detienen- hay que... afeitarlo primero -dice con burla a lo que Ginabrikk se adelanta con su cuchillo y comienza a cortar la melena y pronto muchas criaturas lo siguen y con cuchillos o simplemente con sus propias garras lo arrancan de raíz- traedlo ante mí -arrastrado por cuerdas Aslan es llevado ante Jadis y tumbado en la mesa de piedra. Jadis alza una mano silenciando a todas sus tropas, y pronto lo que parecen ser unos sacerdotes horrendos comienzan a golpear sus bastones contra el suelo marcando un ritmo y todas las tropas siguen el ritmo con sus pies- sabes Aslan -dice mientras se arrodilla sobre él- ahora me has decepcionado. De verdad creías que haciendo esto salvarías al traidor humano? Me has entregado tu vida y no has salvado a nadie. Y todo por amor -se burla y se alza para mirar a sus tropas- esta noche la magia insondable será aplacada, pero mañana nosotros vamos a tomar Narnia para siempreeee -les grita a todas sus tropas que se vuelven locas y gritan a su reina- sabiendo eso desespera -le dice al león y alza el cuchillo, Aslan ve en la distancia a Lucy y Susan y conecta sus ojos con la más joven- y muere! -se agacha y clava su cuchillo en el corazón del león- el gran gato, ha muertoo! General prepara las tropas para la batalla, aunque vamos a acabar rápido
Todas las tropas se movilizan por el mugido de su general y comienzan a marchar. Mucho después de que se haya quedado desierta la zona, Lucy y Susan se adelantan y caminan hacia el cuerpo de Aslan. Lucy en un intento comienza a descorchar su botella de elixir
Susan: es muy tarde -le dice a la pequeña. Ambas se abrazan llorando al cuerpo de Aslan, cuando escuchan el chillido de los ratones que roen las cuerdas- dejadle en paz, marchaos de aquí todos -les grita y espanta con las manos pero no le hacen caso
Lucy: no -se fijan que roen las cuerdas- mira -señala las cuerdas que son desatadas y apartadas del cuerpo del león
Susan: hay que decírselo a todos
Lucy: pero no podemos dejarlo aquí
Susan: Lucy no tenemos tiempo hay que decírselo -la menor mira hacia el bosque
Lucy: los árboles -dice a sabiendas y ambas corren y susurran la bosque un mensaje las hojas se mueven y viajan por el bosque de árbol en árbol
En el campamento de Aslan, los chicos y Andrea duermen en una misma cabaña. Un pétalo acaricia la cara de Andrea que sonríe en sueños pero luego reacciona y saca su espada del suelo y apunta a la figura de pétalos ante ellos.
Árbol: atención mis príncipes, mi princesa. Os traigo un mensaje de vuestras hermanas -les dice decidido y escuchan atentamente sus palabras narrando lo acontecido
Al amanecer el campamento comienza a movilizarse a las órdenes de Oreyus y de Andrea, las criaturas comenzando a armarse y acorazarse. Los humanos se adentran en las tiendas de las chicas y de Aslan
Andrea: es verdad -sale de la tienda de Aslan- se han ido -se centra en la mesa ante los Pevensie y Oreyus
Peter: entonces dirígenos tú
Edmund: Andrea, hay un ejército esperando
Peter: listo para seguirnos
Andrea: no puedo
Peter: Aslan creía que sí, y yo mismo también. Tú eres quien nos ha mantenido con vida mucho mejor de lo que yo solo habría hecho, eres tú quien tiene que guiarnos a todos nosotros
Edmund: y yo también creo en ti -ambos Pevensie se miran entre ellos y luego con admiración a Andrea
Oreyus: el ejército de la Reina, se acerca mi señora. Qué ordenáis?
Andrea mira las figuras en el mapa y comienza a moverlas y cambiarlas de lugares a lo largo del gran prado en el que enfrentarán a la Bruja. Más allá del gran río, un grifo se adelanta en alto y veloz vuelo y grazna en advertencia al ejército de Aslan que se extiende desde un lado al otro del prado, el grifo se alza más allá de la colina y grazna a los arqueros preparados. Se detiene al lado de Peter que está a la derecha de Andrea, en su unicornio blanco, quien está por delante de él, en su unicornio negro, y Oreyus.
Grifo: ya vienen altezas, y nos superan en número y armamento
Oreyus: los números no ganan las batallas -les dice decidido
Peter: no -concuerda con él- pero seguro que ayudan
Andrea: ten algo de fe, Peter. Después de todo, este es el final de esta gran aventura. Y estoy muy segura de que saldremos ilesos -le da una sonrisa y este la devuelve, una vez que miran al frente ven al minotauro general llevar la delantera
El ejército de Aslan gruñe y grita contra el de la Bruja que se adelantan y ven a las horribles criaturas que la siguen. Haciendo que cada vez más y más tropas se adelanten y minen la moral del ejército de Aslan. Andrea traga nerviosa y mira a Peter que le asiente y luego se gira a mirar a Edmund quien también le asienten. Andrea saca una de sus espadas y la alza marcando la marcha del ejército, quienes gritan animando a su señora
Jadis: no me interesan los prisioneros que mueran todos -le dice a su general quien asiente y muge fuertemente dando comienzo a la marcha del ejército enemigo y la batalla final
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