verdades dolorosas
¿Mamá? -Preguntó el pequeño junior mientras se dirigía al pasillo largo y oscuro, con el suelo repleto de vidrios rotos y palabras de dolor y perdones no correspondidos volando en el aire- M-Mami, tengo miedo. -Susurró el pequeño Junior con temor en sus palabras mientras que todo su cuerpo temblaba con ansiedad- A donde te fuiste? Te quiero conocer...
El pequeño junior se adentró en el pasillo oscuro, con el corazón latiendo rápido como un tambor. La luz parpadeante de una bombilla colgante iluminaba apenas unos pasos adelante, y la sombras danzaban en las paredes. La soledad lo envolvía, pero un eco de lamentos suaves lo guiaba, un sonido que parecía llamar su nombre.
-¿Mamá?- preguntó con una voz temblorosa, apenas un susurro que se perdió entre los murmullos y lamentos. El eco le respondió como un susurro, pero no había ninguna respuesta clara. A cada paso que daba, la curiosidad se mezclaba con el miedo, sus pequeños pies apenas hacían ruido en el suelo frío y duro.
Las sombras a su alrededor parecían alargarse, y el aire estaba cargado de un sentimiento que no podía entender. Pero los lamentos eran cálidos, como brazos que lo esperaban. -¡MAMÁ, VEN, POR FAVOR!- gritó, su voz resonó en el vacío, pero solo recibió el murmullo del silencio.
El pequeño se detuvo un momento, con la esperanza palpitando en su pecho. -¿D-Dónde estás?- La oscuridad lo envolvía, y el sonido de la mujer parecía más cercano, más fuerte. Un leve soplo de aire frío hizo que se estremeciera, pero no estaba dispuesto a dar la vuelta.
Avanzó, cada paso lo acercaba a la fuente del sonido. ¿Podría ser ella? Aquella voz cargada de tristeza que parecía llorar en la noche. Con el pecho lleno de valor, giró la cabeza hacia el final del pasillo. -Mamá, soy yo, ven a buscarme.- Las palabras fluyeron de sus labios, llenas de una esperanza que no sabía si era real.
Los lamentos se intensificaron, envolviéndolo en una sinfonía de anhelos. El niño cerró los ojos por un instante, deseando que al abrirlos, todo cambiara. Pero la oscuridad seguía ahí, sólida y fría. Sin embargo, no iba a rendirse. -Yo te quiero, mamá- dijo, y sus palabras flotaron en el aire, como un susurro perdido buscando su camino.
Con determinación, siguió caminando hacia adelante, cada paso resonando con el eco de su esperanza. Quizás, solo quizás, en algún rincón de esa oscuridad, habría una respuesta, un abrazo que lo envolviera y lo llevara a casa.
El niño avanzaba por el pasillo oscuro, con el corazón latiendo fuerte en su pequeño pecho. No sabía qué había más allá de esa penumbra, pero había algo en esos lamentos que le llamaba, algo que lo hacía sentir que debía seguir adelante. La voz de la mujer sonaba lejana, casi como un susurro del viento, pero había un eco de amor en su tristeza que lo atraía.
-Mamá...- dijo el niño, su voz temblorosa apenas se atrevía a romper el silencio que lo rodeaba. Se había preguntado tantas veces cómo sería su madre, cómo sonaría su risa o cómo se sentiría su abrazo. Nunca la había conocido, pero en su corazón llevaba una imagen creada por los relatos de otros, un corazón lleno de anhelos y preguntas.
El pasillo se sentía interminable, y la oscuridad parecía cerrarse a su alrededor, pero los lamentos persistían. Cada vez que escuchaba ese sonido, sentía que había una conexión, un hilo que lo unía a esa mujer que nunca había visto, pero que siempre había deseado conocer. -¿Eres tú?- gritó, la voz más firme ahora, como si su propia determinación pudiera romper el vacío. -¿Mamá, eres tú?-
Un leve susurro respondió, casi inaudible, pero en él había un rastro de cariño que lo hizo avanzar. El niño cerró los ojos un momento, recordando las historias que le contaban sobre el amor de una madre, sobre cómo siempre estaba allí, incluso cuando no podía verse. Con el pecho lleno de esperanza, dio un paso más, luego otro, guiado por la melodía de lamentos que se volvían más claros.
-Mamá, quiero encontrarte- murmuró mientras se acercaba. Imaginar su rostro, sus ojos, y el calor de su abrazo hacía que su corazón latiera con fuerza. Una parte de él sabía que podía estar buscando algo que quizás nunca encontraría, pero la otra parte, la más valiente, seguía adelante.
Las sombras parecían moverse a su alrededor, y el lamento se transformó en un canto suave que envolvía el pasillo. -Por favor, te estoy buscando- dijo, y sintió cómo la tristeza de esos lamentos se mezclaba con su propio deseo. Había lágrimas en sus ojos, no de miedo, sino de la creación de una esperanza que lo llenaba por dentro.
Mientras avanzaba, el niño sintió que el aire se volvía más denso, como si el mundo respondiera a su búsqueda. Y en ese instante, un brillo tenue apareció al final del pasillo, revelando una figura borrosa. Con el corazón acelerado, se acercó, la voz de la mujer resonando nuevamente, llenando el espacio de promesas no cumplidas y sueños compartidos.
-Mami...Te necesito...Por favor...-su voz ahora fue un grito de amor, anhelo y suplica, mientras el pequeño se adentraba cada vez más en la oscuridad, con la esperanza intacta de encontrarla, de conocerla, y de finalmente entender por qué siempre la había extrañado.
De repente, el pasillo se iluminó con un cálido resplandor de velas que parpadeaban suavemente, dibujando sombras danzantes en las paredes. El niño se detuvo, con los ojos bien abiertos, maravillado por la repentina claridad que lo rodeaba. Las velas, delicadamente distribuidas, parecían guiar su camino, y a los lados del pasillo se abrían numerosas puertas, todas de color negro, recubiertas con un brillo misterioso.
Las puertas eran como ojos oscuros que lo observaban, cada una parecía contener un secreto, un mundo que anhelaba ser descubierto. El niño miró a su alrededor, sintiendo cómo la curiosidad lo empujaba a explorar. -¿Cuál será la puerta de mamá?- se preguntó en voz baja, sintiendo que detrás de cada puerta podía haber una pista, una historia que lo llevara a ella.
Se acercó a la primera puerta a su izquierda, sus dedos temblorosos tocaron el frío pomo. La puerta emitió un leve crujido y, al abrirse, fue recibido por un suave murmullo. Dentro, la habitación era un espacio oscuro, con sombras que parecían moverse como si tuvieran vida propia. Un rincón iluminado mostraba juguetes y recuerdos esparcidos por el suelo. -"¿Es esto lo que busco?"- pensó, con la esperanza en su pecho de que tal vez esos objetos pertenecieran a su madre.
Se apartó de esa puerta, sintiendo que no era el lugar correcto. Avanzó hacia la siguiente, abriéndola con más confianza. Esta vez, el ambiente era diferente. La habitación estaba llena de risas y ecos lejanos, como si gente estuviera celebrando. Pequeñas luces brillaban en las paredes, y una melodía suave flotaba en el aire. -"Quizás aquí me encuentre con ella,"- pensó el niño, permitiéndose soñar un momento.
Pero al mirar más de cerca, se dio cuenta de que todo era un reflejo de lo que nunca había tenido. Esa risa era de extraños, y el calor se desvaneció al instante en que comprendió que no estaba allí su madre. Con un nudo en la garganta, cerró la puerta, decidido a seguir buscando.
Cada puerta revelaba un mundo diferente, pero ninguno de ellos parecía ser el camino correcto. Una habitación estaba llena de espejos que reflejaban su imagen, distorsionada y fragmentada. Otra parecía vacía, como un eco del silencio que había sentido toda su vida. Pero en cada habitación, algo en su interior lo empujaba a seguir adelante, a no rendirse.
Finalmente, llegó a una puerta que parecía más desgastada que las demás. Era de un negro mate, y un brillo tenue emanaba de su entrepaño. Con una mezcla de temor y esperanza, dio un paso hacia adelante y giró el pomo. La puerta se abrió con un leve quejido, y al cruzar el umbral, se sintió envuelto en una atmósfera cálida y acogedora.
Esta habitación no estaba llena de sombras ni de eco. En su interior, una figura se alzaba difusa, como un sueño que comenzaba a tomar forma. La luz de las velas danzaba a su alrededor, y en sus manos llevaba una suave brisa de amor y anhelo.
-¿Mamá?- su voz resonó con más fuerza que nunca. El niño sintió que cada lágrima, cada rastro de soledad, había valido la pena por estar allí, junto a esa figura que parecía estar esperándolo...
Tú... -Susurró la sombra mirándolo con odio- Te lleve nueve meses y así me pagaste... Ocultandote como un maldito cobarde... -Junior confundido vio como esa sombra salía de las sombra, su imagen era repulsiva, una mujer de ojos blancos y piel podrida... Con una lanza atravesando el costado de su cabeza hasta atravesar uno de sus pómulos- Tu no hiciste nada... -Susurró fríamente-
¡¿Mamá?! -Gritó con miedo corriendo hacia su mamá- ¿Que te pasó? --Preguntó triste el pequeño junior, hasta que recibiera un fuerte golpe en el pecho, tumbandolo- Cállate, no eres mi hijo. Eres un mal niño, nunca debí haberte tenido...-Junior se aleja de ella con miedo- ¡N-No! -llorando- ¡Lo siento! Mami! Lo lamento! Por favor...-La malvada y cruel mujer golpea al niño mientras está en posición Fetal- Mamita... Para...-El niño al abrir sus ojos Se encuentra en su habitación, con su madre mirándolo desde la puerta, ella estaba bien. -
MAMÁ! T-Tuve una muy fea pesadilla...-Junior corrió hacía ella y se abrazaron- Yo... lo lamento...lo arruiné todo...-La mujer lo abraza más- No es tu culpa...-Un susurro se escucha en el aire- Las pesadillas siguen, La profecía regresa -Junior siente que la temperatura del cuerpo de su madre se intensifica hasta que se aleja y la ve, su madre se quemaba frente a sus ojos mientras que su sonrisa dulce e inocente seguia, aunque solo era una sombra, ese sentimiento era más dulce que cualquier cosa- ¡NO MAMÁ! -Junior empieza a gritar y a llorar pero alguien lo agarra por detrás y lo abraza intentando taparle los ojos- ¡LO SIENTO MAMI! ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! ¡LO SIENTO OOOO!!
¡JUNIOR! --Gritaba Bowser sacudiendo a junior en su cama- ¡DESPIERTA! !DEJA DE GRITAR!
--Junior despierta llorando y respirando muy rápido- L-Lo siento papá....
-Bowser se siente culpable por gritarle, no era muy bueno con las palabras y aunque no este enojado con el, no sabe como hacer que su pequeño no lo malinterprete- Hijo...-Agarrándose la frente con frustración, en un corto suspiro- Escucha, yo lo...-Sus disculpas son interrumpidas por dolor, un gran dolor en la cabeza que lo invade y llama la atención de su hijo asustandolo, corriendo hacia su padre para ver si estaba bien, solo se escuchaban los gritos de Bowser- ¡¡¡Ahhh!!!
¡Papá! -Junior tomó el coso de su padre intentando llamar su atención en un intento desesperado de calmarlo y saber que le pasaba- ¡¿Papá que te ocurre?! -Bowser deja de sentir el dolor y se arrodilla del cansancio en el suelo, junior lo abraza con miedo pero Bowser sigue con su mirada fría y su voz gélida- Llegaremos pronto a nuestro destino, prepara tu pincel... No te preocupes por mi, es hora que aprendas una lección para toda la vida... Ser como yo será lo único que serás, hijo mío..
-Dicho esto, Bowser sale de la habitación con la cabeza abajo y preparando a sus hombres, junior ve a kamek, quien al verlo tan asustado se acerca a tranquilizarlo- No te preocupes, el solo tiene el corazón roto y está... Está sin nada... -Junior abraza a su abuelo mientras evitaba llorar- Hablaré con tu padre después...
Mientras tanto, en el reino champiñón (6:00 AM, amanecer)
Mario y Luigi dormían esa noche en el castillo de la princesa porque ahora tenían que estar pendientes de Isolde más que nunca o en cualquier momento volvería a uno de sus ataques violentos. Pero lo que no sabían es que Isolde estaba entre las dos camas con una trompeta. Sin pleno aviso el al tocó la trompeta sin avisar levantándo a los tipos de un salto muy asustados, Luigi cae de la cama y Mario Salta de la cama agarrando un champiñón, pero rápidamente nota que es ella.
¡¿ISOLDE?! -Exclamó Mario-¡¿QUE TE OCURRE?!
¿Así no se levantan los príncipes en este Reino? -Preguntó Isolde confundida por sus gritos de ira-
¡¿Príncipes?! -Preguntó- ¡OYE! ¡NO SOMOS PRÍNCIPES! ¡Y por cierto, no se levanta así a una persona, al menos de que le quieras dar un ataque cardíaco como una loca! -Añadió-
Lo lamento, no creía que fueran tan asustadizos. -Suspiró Isolde- Solo necesitaba verlos.
¡¿Vernos?! ¡Lumalee nos dijo que eras totalmente ciega! -Dijo mientras fijaba su vista en los ojos penetrantes y blancos de la mujer-
A veces lo soy, pero cuando llegué a este mundo solo veo las cosas que están lejos muy borroso, ahora distingo sus rostros y lo que esté cerca de manera casi perfecta. Es una gran mejora y me gusta mucho, me gusta mucho como me siento ahora. -Dijo Isolde con satisfacción-
¿A-Alguien me ayuda? -Dijo Luigi en el piso sintiendo una inmensa cantidad de dolor por la caída, Pero es ignorado por Mario e Isolde-
No sé porque nos despiertas a esta hora, ¡pero espero a que sea importante!
Se trata de una pequeña parte de la verdad de mi pasado, ayer tuve una revelación cósmica Universal del tiempo y el espacio mandado por las estrellas cósmicas que nos cuidan y protegen desde los rincones del universo... -Exclamó mientras veía por la ventana el bello amanecer de forma inspiradora-
¿Qué?... -Mario se veía aún más confundido-
...-Isolde suspiró con frustración- Tuve un sueño.
Ahhh, lo hubieras dicho así. -Se acercó a ella, Pero Isolde solo se alejó y abrió la puerta-
Vamonos. -Dijo Isolde mientras se dirigía hacia la puerta-
¿A-Alguien?... -Dijo Luigi intentando levantarse-
¡Oh, si! -Mario lo ayudó a pararse y siguen a Isolde-
Los tres van al salón del trono en donde estaba una peach somnolienta y con unas grandes ganas de dormir
¿A ustedes también los despertó? -Preguntó Peach con un suspiro- Isolde. Por favor deten estas cosas.
-Isolde con ayuda de Lumalee crea una imagen en la mesa del salón usando la poderosa magia de la estrella- ¡Miren esto! -Pequeños reflejos de su vida son mostrados en la mesa, las pequeña s figuras se transforman en recuerdos-
Wow...-Exclamó Luigi-
-En uno de los recuerdos se veía a Bowser corriendo- Ese es Bowser, sí. Pero se ve diferente... -Dijo Mario-
-Isolde lo miró con alegría y esperanza, lo tomó de los hombros y le preguntó- ¡¿Como se ve aquí?! ¡¿Es más guapo?! ¡¿Se dejó el cabello con trenzas?! ¡A mi me encantaba cuando hacía eso!...¡¿T-TIENE LENTES?! ¡OH DIOS! ¡POR FAVOR QUE TENGA EL CABELLO LARGO Y LENTES!! -Dijo emocionada como fan girl-
Esta gordo...—Dijo el sincero de mario—
¿Gordo?...—"Gorda tu maldita madre, enano" Pensó Isolde— el siempre cuidaba su aspecto... ¡Pero eso no me importa! —Exclamó y mostró recuerdos de su bebé recién nacido— ¡Miren a mi bebé! ES AL COSA MAS BELLA, NO?!
Wow...—Dijo Luigi— si, wow... No sabía que ese diablillo podría ser tan tierno. —Cuando Mario dijo eso Isolde volteó—
¿Diablillo? —Preguntó en forma de amenaza— El es... Muy travieso, una vez secuestro a la princesa Peach para obligarla a ser su madre.
Ese trauma no se me va a quitar con nada, ese niño en serio pensó que era su madre. —Dijo peach—...
¿Como que su madre?... Bowser...¿Está solo? —Isolde miró por la ventana y luego a lumalee—
Lumalee...—Dijo Mario—Ya que tú puedes hacer que lo vea...¿Podrias mostrarle?...
No lo sé, se pondrá demasiado triste y alterada. —Dijo lumalee— Por favor, quiero ver cuanto ha crecido mi hijo... —Suplicó Isolde—
Lumalee usando sus habilidades empieza a transmitir en la mesa diferentes recuerdos de los chicos y Peach en formato de videos de las cosas que hizo Bowser
Vídeo 1
Bowser veía a Luigi al frente de el, lo amenazaba usando la magia de kamek para sostenerlo
Cual es tu nombre? ~...
Lu-Luigi...
Oye bien Luigi, estoy comprometido con una princesa...
H-Hey... Yey...
Pero hay un pequeño problema, hay un humano estando con mi prometida... Tiene un bigote... Igual que tú...
—Isolde no creería lo que estaba viendo, pero ahora si lo cree- No, no puede ser el... Suena como el, se ve como el... Es el... Pero... No lo es...
¡¿C-Crees que conozco a todos los humanos con bigote, con un traje idéntico al mío y con un gorro con la letra de su nombre al frente?! Pues yo no lo creo.
¡¿Lo conoces?! ¡Habla!
Ya, esta bien, esta bien, su nombre es Mario y es el mejor hermano de todo el mundo!
Y la princesa lo considera atractivo?!
SI TIENE BUEN GUSTO PUES SI?!
Le arrancó un pedazo de bigote al pobre, recordar eso hizo que Luigi se le revolviera el estómago.
SAQUENLO DE MI VISTA!!
—El video termina y ella queda desesperada— ¡ESPERA! ¡ESPERA! ¡¿QUIEN ERA ESA MENCIONADA PRINCESA?! ¡¿A QUE SE REFIERE CON PROMETIDA?!
Vídeo 2
Princesa Peach... Valiente como siempre... Como ahora puedes ver, ahora tengo la súper estrella.
Si tu intención es usarla, entonces hazlo.
No princesa...robé la estrella para los dos... Creo que el amor nos obliga a salir del caparazón...
—Isolde siente su corazón romperse en añicos, cada pedazo se quemaba lentamente de tristeza a dentro de su alma al escuchar esas duras palabras- El me decía lo mismo...
Peach, con esta estrella podremos dominar este mundo juntos, por siempre. Te casa rías conmigo?...
¡¿Casarme contigo?! ¡¿Acaso esto es un chiste?! ¡Yo jamás me casaría con un monstruo!
Fin del video...
Pobrecita...—Susurró Peach mientras veía a Isolde aguantar sus ganas de llorar—
¿Isolde?... —Preguntó Luigi con pena—
¿Estas bien?...—se acercó Mario a tocarle el hombro—
No es culpa de peach...—Lo interrumpió un grito de Isolde—
¡LE VOY A DAR UNA TIRO EN LAS BOLAS! —Isolde se ríe solo al ver su reflejo en la mesa— ¡JAJAJA! ¡ENTONCES SI YO NO EXISTO EL NO SE QUEDA CUIDANDO A NUESTRO HIJO! SI NO QUE SOLO SE VA A BUSCAR A CUALQUIER PRINCESA PARA REEMPLAZARME Y HACER QUE MI HIJO... MIIII HIJOOO, TENGA UNA MALDITA MADRASTRA KAREN SIN PREOCUPARSE DE SU SALUD MENTAL ANTES?!...—Gritó Isolde enojada— No te ofendas peach, eres genial. —Añadió—
No me ofendo, estaría enojada como tú, pero Isol...—Peach fue interrumpida— LE VOY A DISPARAR EN LOS HUEVOS! Y-Y...—Mira sus manos con desesperación y rompe en llantos— ¿De que estoy hablando?... no puedo... -Se dirige a la ventana- ¡prefiero entregar mi vida a quien este del otro lado! —Se intenta lanzar corriendo pero justo Mario la abraza por detrás tumbandola al piso- ¡REACCIONA! ¡NO ES EL FIN DEL MUNDO! -Isolde entre gritos y súplicas de dolor exclama:- ¡PARA MÍ LO ES! ¡EL AMA A ALGUIEN MAS! ¡MI HIJO NO ME CONOCE! ¡NADA FUNCIONA BIEN AHORA CONMIGO! MIERDA! SOY UNA INÚTIL Y UNA PÉSIMA MADRE!
Isolde...No lo eres —dijo Luigi tiernamente mientras la abrazaba—
¡No! ¡Si lo soy! !No fuí lo suficiente y ahora ya nadie me recuerda! ¡¿Por qué no lo supuse?! ¡¿Por qué no supuse que el me dejaría tirada en alguna parte de su mente?! ¡¿Por qué no pensé que me dejaría sola?! ¡¿que me dejaría sin nadie?! ¡¿sin nada?!
—Mario la miró confundido—Aún no lo entiendo...¿Porque crees que la culpa es de alguien si es solo de un tonto hechizo?
Isolde antes de responder a la pregunta de Mario siente un temblor muy fuerte que se expande por todo el reino y ahora todo se llena de gritos y de miedo
¡¿Que está pasando?! —Gritó Isolde—
¡Es el!...¡LUIGI RAPIDO, LOS DISPENSADORES! -Mario golpea uno de los dispensadores, sacando una flor de fuego- ¡Perfecto! —Ellos salen del salón mientras Isolde ve por la ventana—
-Isolde mira hacia la ventana y ve a Bowser en su castillo flotante con una mirada decidida llena de furia- Mi amado de ojos de fuego...—Peach la jala del brazo— ¡Isolde, tienes que esconderte! ¡Reacciona! -Gritó Peach sin poder sacarla del trance- Mi amado de mirada penetrante y voz fría que hace temblar hasta al más fuerte de los bárbaros de corazón valiente...-Peach le da una bofetada fuerte para que reaccione- ¡ISOLDE! -Peach la agarra de los brazos y la encierra en su habitación- ¡No salgas! ¡Nosotros nos encargaremos! -Isolde implora salir- Quiero verlo...-Peach con una mirada triste solo la encierra sola-
Isolde empieza a entrar en una crisis. Ella se agarra del cabello y patea la puerta, toma unas sábanas y las amarra mientras grita y llora "TENGO QUE VERLO" estaba gritando.
Mientras tanto, Peach, Mario y el asustado Luigi estaban afuera del castillo esperando los refuerzos de bowser, está bajó del castillo con una mirada enojada.
Ustedes, me lanzaron un hechizo y me humillaron Delante de todos los malditos reinos...—Susurró con ira—
—Peach sacó su espada y se la apuntó a la cabeza— Acabaremos contigo...
No está vez, princesa. —fue interrumpido por un grito y una mujer corriendo hacia el. Kamek miró hacia la mujer con miedo—
Isolde estaba en los arbustos y corrió no hacía Bowser, si no, hacia Kamek.
¡VIEJO DE MIERDA! —Agarró a Kamek del cuello y ambos callejón colina abajo hacia el bosque— ¡TU ME HICISTE ESTO, SUEGRO!
—Kamek la logra alejar y la ve con miedo y... alegría— ¿Sol brillante?...
Continuará...
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