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CAPÍTULO 22

UNA PROPUESTA Y MUCHAS FLORES.

NARRADOR OMNISCIENTE

Una hora antes de la llegada de Sterling.

En la mansión los chicos se encontraban terminando todo para la sorpresa que Jamie –con ayuda de Alec y DSlee– había preparado para pedirle a Sterling que saliera con él.

—Verlo ahogarse con su propio aliento es divertido –comentó DSlee al ver como el mellizo Carter inhalaba y exhalaba sin parar dentro de una bolsa de papel mientras caminaba de un lado a otro de la sala de estar.

—Está entrando en pánico –anunció Adriel mientras igual veía al mellizo y sacaba una barra de chocolate de su bolsillo.

Alec se golpeó la frente con la mano y bufó, estaba harto de ver cómo el humano se desesperaba por nada, caminó hacia él, le quitó la bolsa de papel y le dio una cachetada en la cara.

Jamie se quedó estupefacto.

—¡Auch! –soltó mientras se llevaba una mano a la mejilla para sobarse el golpe.

—¡Tranquilízate, Cárter! Ya me mareaste con tanta vuelta.

—Lo siento, estoy muy nervioso.

La risa de Mikael resonó por todo el lugar, Jamie alzó la vista y vio que él estaba pegado en la ventana.

—Estás nervioso y ni siquiera ha llegado Sterling ¿Qué pasará cuando llegue? –Mikael se volteó hacia el mellizo y sonrió cuando notó su cara de horror–. ¿Te harás en los pantalones? o ¿qué?

—Yo...

—¿Tú qué? ¿Eres un pusilánime?

Jamie se sobresaltó al escuchar esa palabra.

—¿Pusi qué?

DSlee comenzó a reírse de forma histérica, Adriel se volteó hacia él de forma extraña mientras se llevaba un pedazo de chocolate; que había abierto, a la boca.

—¿De qué mierda te ríes, Lee?

—Es que... –DSlee no paraba de reír–. Es que dijo «pusi».

—Aja ¿y?

—Pusi ​​suena igual a Pussy.

Adriel puso los ojos en blanco y prefirió enfocarse en el humano que aún lucía como si quisiera vomitar mientras seguía comiendo su chocolate.

—Pusilánime ¿No sabes qué es? –preguntó Alec confundido.

—Lo siento, no, jamás había escuchado esa palabra.

Mikael bufó.

—¡Por amor a Satán! –Jamie se sobresaltó al escuchar a Mikael–. ¡Alguien denle un diccionario a ese niño! Estoy completamente seguro de que si buscas la palabra saldrá tu foto ahí.

Jamie se sonrojó, sabía que lo estaba insultando, pero no tenía el valor de hacer nada, bajó la cara al suelo y se disculpó, la actitud de los chicos lo intimidaba demasiado, aún no sabía cómo el primer día que llegó al pueblo fue capaz de enfrentarse a Alec, aun cuando se estaba muriendo de miedo, trató de defender a su hermana.

—¡Ya fue suficiente! –gritó Alec mientras retaba con la mirada a Mikael, después de unos segundos, se volteó hacia el mellizo–. ¿Ya estás más tranquilo, Carter? –preguntó mientras le palmeaba la espalda al mellizo.

—No, yo...

Los cinco chicos se quedaron de piedra al escuchar la reja de la entrada abrirse, los cuatro demonios se voltearon a ver, DSlee sonrió malévolamente.

—¡La señora de la casa acaba de llegar! –canturreó.

Jamie perdió por completo el color de su rostro, estaba muy pálido, se tiró al suelo quedando de rodillas y juntó sus manos para rezar.

—Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino...

Los demonios se giraron con cara de horror hacia el mellizo.

—¡No me jodas! ¿Está rezando? –Mikael observó al mellizo con cara de asco.

—... Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día... y perdona nuestras ofensas....

—Sí, está rezando –anunció Adriel con un pedazo de chocolate en la boca.

—¡Mierda, Carter! –Alec se acercó al humano y lo agarró de los hombros–. ¡Levántate! ¿Qué mierda crees qué haces?

Jamie lo observó asustado.

—Déjame terminar de rezar, por favor.

—¿Por qué?

—Yo... yo necesito pedirle a nuestro señor que me dé fuerzas para hacer esto, tengo miedo, mucho miedo, es la primera vez que voy a hacer algo así, necesito terminar de rezar, por favor.

Alec cruzó miradas con Mikael, era la primera vez que veían a un humano suplicar para que pudiera terminar de rezar, era extraño.

«¿Qué mierda le pasa a este chico?» preguntó mentalmente Mikael para que solo Alec y el resto de los demonios, pudieran escucharlo.

«¿Y yo qué carajo voy a saber?» soltó Alec de la misma forma.

Cuando notó que Jamie estaba a punto de hincarse otra vez, actuó rápido y lo enderezó.

—¡Hey! ¡Tranquilo, Cárter! No necesitas rezar para que todo salga bien.

—¡Lo necesito, lo necesito!

—No, nos tienes a nosotros.

—¿En serio?

—Claro, con nosotros aprenderás a vivir, ya te lo habíamos dicho –Alec le dedicó una sonrisa que terminó por reconfortar al humano.

—Este niño necesita aprender a tomar riesgos o de lo contrario, su alma estará perdida con nosotros –susurró DSlee solo para Adriel.

—Concuerdo.

—Alec, no quiero presionarte para que ayudes al Santito este, pero Ster está bajando de su auto en este momento –anunció Mikael.

Jamie empezó a hiperventilar, Alec miró a Adriel.

—Ayúdame, tiene que calmarse.

—Pero... es mi último pedazo de chocolate.

—¡Hazlo, Adri!

Adriel bufó y se puso de pie.

—¡Bien! Pero me debes una grande.

Empezó a caminar hacia el mellizo, sacó el último pedazo de chocolate de su envoltorio y lo alzó.

Fortitudo et virtus aliquid ingestum est, metus non abibit, sed vires dabit, quibus sanguis indiget –murmuró en latín.

Cuando terminó de hablar, metió el trozo de chocolate a la boca del mellizo Carter.

—Trágatelo todo.

Jamie estaba petrificado, que no pudo hacer nada más que mascar, cuando se dio cuenta que era chocolate, saboreó el dulce con más emoción.

—¡Bien! Ahora –Alec se volteó hacia el mellizo–. Ya estás listo, recuerda, solo le pedirás salir contigo, no es nada del otro mundo –le acomodó bien la corbata y sonrió–. Estaremos aquí escondidos para darte apoyo.

—¿No los verá Sterling? –preguntó con la boca llena de chocolate.

—Sí... ¡Auch! –Alec le pisó el pie a Adriel–. Digo, no, no lo hará.

Mikael sonrió desde la ventana.

—Con tantas flores, será imposible que nos vea.

—¡Ves! Todo estará bien, ahora nosotros nos esconderemos detrás del sofá, tú estate tranquilo ¿De acuerdo?

Jamie siguió masticando el chocolate y asintió.

Los demonios desaparecieron detrás del sofá, todos escucharon cuando Sterling entró a la mansión.

—Je, je, esto será muy divertido –susurró DSlee.

—¡Cállate, Imbécil! Nos van a escuchar –murmuró Mikael de la misma forma.

—¿A quién mierda le dices imbécil? ¡Imbécil!

—¡A ti, maldito enano!

—¡Cállense los dos, maldita sea! –murmuró Alec.

—Sí, y así es como pasaremos desapercibidos –expresó Adriel, mientras suspiraba y negaba con la cabeza.

Mientras cuatro de los siete terribles se escondían detrás de un sofá, el mellizo terminó de comer el chocolate que le había dado Adriel, se acomodó la corbata, se puso de forma recta y observó el lugar lleno de flores y globos, Jamie esperaba que todo saliera bien, ya no estaba tan nervioso, agarró un ramo de rosas con orquídeas y esperó a que Sterling entrara a la sala.

Al otro lado de la habitación, Sterling estaba viendo su celular, le había llegado un mensaje de texto.

Yazza: ¡¡¡Nena!!! Ven al bar, hay chismesito.

Sterling suspiró y le respondió el mensaje con un simple «Ok, nos vemos a las 9 pm» bloqueó su celular, estaba a punto de subir a su dormitorio, pero el carraspeo de alguien la interrumpió antes de subir las escaleras.

—Mi ama.

Sterling se dio la vuelta, Eve estaba parada a una distancia considerable de ella.

—¿Sí?

—Vengó a avisarle que la están esperando en la sala de estar.

Sterling enarcó una ceja.

—¿Quién?

Eve se ruborizó y bajó la mirada al piso, no dijo nada más, fue extraño, pero Sterling no quiso preguntar más y se dirigió a la sala de estar.

Al abrir la puerta del lugar, un enorme globo en forma de corazón le golpeó la cara.

—Pero... ¿Qué mierda?

Apartó el globo de un manotazo y caminó dentro del lugar, casi se pasó a caer por un arreglo de rosas gigantes.

—¿Qué mierda es está?

Estaba furiosa, no sabía qué estaba pasando, no sabía de dónde habían salido tantas flores y globos, empezó apartar los globos, mientras observaba un montón de arreglos florales, cuando se topó con un oso gigante hecho de puras rosas rojas, no pudo más y con un movimiento de la mano, hizo que el oso se aparatara solo.

Al hacerlo, se quedó de piedra, sus ojos se toparon con una sonrisa tímida que le sonreía y unos ojos claros llenos de emoción, que la miraban con esperanza y anhelo.

—¿Jamie? ¿Qué es todo esto?

Ella lo recorrió de arriba abajo con la mirada, estaba muy elegante y tenía un ramo de rosas con orquídeas, algo en el interior de Sterling se comprimió.

—Todo esto es para ti.

Sterling se sobresaltó, estaba sorprendida, recorrió con la mirada toda la habitación.

El lugar estaba repleto de varios tipos de arreglos florales y globos, estaba impactada.

—¿Para mí? ¿En serio? –Jamie asintió, tenía las mejillas sonrojadas–. ¿Por qué?

Jamie suspiró y caminó unos pasos para estar más cerca de Sterling, cuando los ojos azules de ella se toparon con los de él, tragó en seco, tenía el corazón acelerado, ella le causaba eso.

Para Jamie, Sterling era lo más hermoso que había visto en su vida, le ofreció el ramo de rosas con orquídeas y sonrió.

—Porque te lo mereces.

—Pero...

—Quería invitarte a salir y estaba buscando la mejor manera para pedírtelo, pero todas las ideas que tenía se me hacían muy poca cosa, tú te mereces todo lo bonito de la vida, Sterling.

» Tal vez creas que es demasiado todo esto, pero sentía que un simple ramo, no era suficiente, pues tú mereces más que eso, te mereces todo –Jamie empezó a hincarse, Sterling tragó en seco al verlo, sus manos comenzaron a temblar y apretó con fuerza el ramo que tenía en las manos–. ¡Sterling Night! Hace unas semanas fuiste tú la que me invitó a salir y no sabes lo feliz que estuve por eso.

» Y hoy, mientras estoy aquí de rodillas ante ti, quiero que me vuelvas a hacer feliz al dejarme salir contigo otra vez. Es por eso que te pregunto... ¿Sterling, me harías el honor de poder salir contigo otra vez?

Sterling estaba atónita, jamás en toda su larga vida le habían dicho cosas como esas, no sabía qué hacer, ni qué decir, ni cómo actuar, estaba en shock.

Atrás del sofá, los cuatro demonios estaban escuchando todo.

—¡Mierda, Adri! ¿Qué le pusiste a ese chocolate? Ese discurso estuvo mejor de lo que pensé –susurró Alec.

—Nada, solo hice que al comerlo el chico tuviera la valentía y el coraje que necesitaba para hacer lo que quería –susurró y se encogió de hombros.

—Juro por Satán que, si Ster no acepta, yo sí, ese discurso me conmovió.

—Estoy seguro que ese discurso hizo que el ego de Sterling se inflara más de la cuenta –susurró DSlee con una sonrisa traviesa en el rostro.

—Ni que lo digas –concordó Adriel.

—¡Ay, mi hermosa Ster! Está en shock, no escucho que diga nada –susurró Alec mientras pegaba más su oído al sofá.

—¡Cállense, Idiotas! Que nos pueden escuchar –soltó Mikael.

—Estoy seguro que Ster ya sintió nuestra presencia, pero el humano la ha dejado en shock –comentó Adriel.

Y tenía razón, Sterling ya sabía que los chicos estaban detrás del sofá, pero en ese momento, solo podía pensar en las palabras del mellizo.

Jamie empezó a ponerse nervioso, Sterling solo lo estaba mirando extraño, notó que ella estaba apretando el ramo.

—¿Ster? ¿Estás bien?

En ese momento, Sterling reaccionó, cerró los ojos y suspiró para poder tranquilizarse, abrió los ojos de nuevo y pudo tener la mente clara.

—Sí, estoy bien –sonrió– y gracias por todo esto, es muy hermoso, me encanta.

Jamie se puso de pie y sonrió alegremente.

—¿En serio?

—Sí, me fascina, es un gran detalle todo esto –la sonrisa de Sterling hizo que el corazón de Jamie se acelerara–. Gracias.

Sterling se acercó más al mellizo y le dio un casto beso en la mejilla, Jamie la miró con sorpresa cuando se separó de él, se llevó una mano a la mejilla y suspiró, estaba tan encantado con el simple gesto que tuvo Sterling con él.

Ella sonrió.

—Y respecto a tu propuesta...

—¿Sí? –preguntó Jamie en un tono emocionado.

—Claro que te daré el honor de poder salir conmigo.

—¡Damas y demonios! ¡Ahí está el ego! –susurró DSlee atrás del sofá.

—¡Shh! –soltaron los otros tres demonios al unísono para que se callara.

—¡A mí no me shusheen, Imbéciles! –soltó DSlee y se enfurruñó en su lugar con los brazos cruzados.

La vista de Sterling pasó de un emocionado Jamie hacia el sofá, había notado la presencia de los idiotas, pero tenía que estar tranquila delante del mellizo.

—¿Lo dices en serio?

—Sí, Jamie, lo digo en serio.

Jamie saltó de la emoción y en un movimiento inesperado agarró la cara de Sterling y le plantó un beso en los labios, dejando en shock a Sterling.

—¡Genial! Iré a preparar todo para que podamos salir el fin de semana, estoy seguro de que te encantará todo.

Y sin decir más, salió de la sala de estar, él no se dio cuenta de lo que había hecho y se fue muy emocionado, pero Sterling aún estaba estupefacta.

Las risitas de los chicos atrás del sofá hicieron que Sterling reaccionara, suspiró, una idea se le vino a la cabeza y sonrió de forma diabólica, sacó su navaja de la bolsa y la lanzó hacia el sofá, quedando clavada en él.

—¡Mierda! –se escuchó en todo el lugar.

La hoja metálica de la navaja quedó a una distancia de muerte del ojo de Mikael.

—¡Casi me saca un ojo!

Alec, Adriel y DSlee vieron con terror como la navaja estuvo a punto de clavarse en uno de ellos.

—¿Estará enojada? –preguntó Alec en un susurro.

El sofá que los escondía salió volando del lugar, dejándolos a la vista de Sterling que, hizo que el sofá se moviera con un simple movimiento de la mano.

Los chicos tragaron en seco y se quedaron de piedra al ver la cara de su líder.

—Creo que si esta enojada –murmuró DSlee.

—¿En serio, genio? ¿Qué te hace creer eso? –preguntó Adriel–. ¿La mirada de muerte que nos está dedicando en este momento? ¿El que haya lanzado su navaja y casi le saca un ojo a Mika? O ¿Qué sacó el sillón volando?

—La mirada que nos está dando –comentó DSlee mientras tragaba en seco.

Sterling no dejaba de ver a los chicos, quería una explicación de todo lo que acababa de pasar.

—¡Hola, Ster! ¿Qué tal estás? –Alec le sonrió de forma inocente, fue el primero en atreverse a hablar.

—Confirmo lo dicho antes –susurró Adriel–. Eres el único lo suficientemente estúpido como para atreverte a hablar en este momento sin tener miedo de la reacción de Sterling.

Sterling le enarcó una ceja a Alec y vio que el resto tenían caras de espanto, estaba enojada –no mucho– pero lo estaba.

—Se puede saber ¿Qué mierda hacen ahí?

—¿Nosotros? –preguntó de forma inocente Alec.

—¡Eso! Saca al ser pendejo que tienes en tu interior –susurró DSlee.

—No, los vagabundos de la calle –lo miró seria–. Sí, ustedes, necesito una explicación ahora mismo.

Todos los chicos se pusieron de pie. Mikael se acercó a ella de forma cuidadosa.

—Solo quiero decir, que esto no es culpa mía, todo esto fue idea de Alec y DSlee.

—¡Soplón! –gritó DSlee–. Al menos solo le hubieras echado la culpa al imbécil de Alec.

—¡Hey! –gritó Alec ofendido.

—¡Oye! Yo solo velo por mis propios intereses –Mikael se encogió de hombros y empezó a caminar hacia la puerta–. Así que, Ster si vas a desahogarte con alguien, que sea con ellos, yo me voy.

Cuando Mikael estuvo a punto de salir de la sala, la puerta se le cerró en sus narices, él tragó en seco y se volteó con temor hacia el resto.

Sterling tenía alzada una mano, había cerrado la puerta.

—Nadie se va de esta habitación, hasta que me den una explicación.

Alec se acercó a ella y la rodeó por los hombros en un abrazo, Sterling lo miró con cara seria.

—Quita tus asquerosas manos de mí, Alecxtor.

—¡Relájate, Ster! Necesito que te relajes, para que podamos hablar tranquilamente como los demonios civilizados que somos.

DSlee se acercó a Adriel y le susurró al oído.

—¿Somos civilizados?

Adriel bufó y solo negó con la cabeza, tenía los brazos cruzados mientras veía la escena.

—Alec, explícame todo esto.

—Creo que el humano ya lo dijo ¿no? Esto, es todo para ti. Esto fue su idea, quiso hacer algo bello y romántico para ti, todos sabemos que lo traes loquito ¿Verdad muchachos?

El resto de los chicos asintió, Sterling vio de reojo a DSlee, notó que él tenía la típica sonrisa traviesa que ponía cuando hacía de las suyas y ahí se dio cuenta que algo estaba mal, sabía que todo eso no pudo haberlo hecho el humano, uno de los demonios tuvo que haberlo ayudado.

Sterling se quitó el brazo de Alec de sus hombros y se acercó a DSlee, él dejó de sonreír y tragó en seco.

—Ster...

—DSlee.

La forma en la que Sterling dijo el nombre del demonio, hizo que él empezara a temblar.

—Yo...

Sterling no dejó que hablara, colocó su mano en su cabeza y empezó a murmurar cosas en un idioma poco conocido por el hombre.

Los ojos de DSlee se volvieron completamente blancos, mientras que los de Sterling se volvieron rojos.

Lo que Sterling estaba haciendo era que todo lo que haya visto ese día DSlee, también lo pudiese ver, vio todo lo que había ocurrido, notó como Alec sucumbía al mellizo Carter, vio como todo fue planeado y ejecutado por Alec y DSlee.

Cuando terminó de ver lo que quería, soltó a DSlee, los ojos de ambos volvieron a la normalidad y DSlee pasó a caerse, estaba mareado.

—¡Mierda! –murmuró–. La próxima vez, que alguien más sea el sacrificio, me duele la cabeza.

Sterling se dio la vuelta y encaró a Alec.

—Todo tiene una explicación, Ster ¿sí? Tranquila...

—Tú le diste la idea al mellizo, tú pusiste todas estas flores y ahora tú, serás el que limpie todo.

—Pero...

—Los cuatro lo harán.

—Pero... –soltaron DSlee y Mikael al unísono, Adriel nada más se había quedado en silencio.

—¡Los cuatro lo harán! Desháganse de todo esto, sin que el humano se entere, no quiero ver ni un solo globo en esta casa.

—¿Qué hacemos con las flores?

Sterling se volteó hacia Mikael, luego comenzó a observar la habitación entera, no le gustaban las flores –al menos no que se las regalaran– pensaba que las flores merecían ser apreciadas, pero no regaladas, Sterling pensaba que, al cortar una flor, estabas quitándole su duración de vida, haciendo que se marchite antes de tiempo.

Ella pensaba que las flores existían para darle vida y belleza al asqueroso mundo.

—Los humanos siempre son tan codiciosos –murmuró Sterling mientras veía un arreglo de tulipanes–. Que hasta a una simple flor quieren quitarle la belleza arrancándola de su tallo y contaminando su hogar, para así lucrar con la belleza que ellos no poseen. Ellos conquistan y destruyen todo, no se dan cuenta del daño que causan –bajó la vista al ramo que Jamie le había dado y acarició la orquídea morada–. Pero la naturaleza es tan bella que aun cuando la insultes, seguirá ofreciendo flores hermosas como respuesta, y aunque los humanos quieran arrancarlas, jamás lograrán poseer la hermosura que tienen.

Suspiró y luego alzó la vista hacia los chicos.

—Las flores que están en las mesetas y las que aún tengan su tallo, llévenlas al jardín y con mucho cuidado plántenlas para que tengan oportunidad de seguir creciendo.

—¿Y qué hacemos con el oso gigante de flores? –murmuró Alec.

—Llévenlo a mi habitación.

Los chicos asintieron y se pusieron en marcha, DSlee y Adriel decidieron deshacerse de todos los globos del lugar, mientras que Alec y Mikael se encargaron de llevar las flores, Alec se detuvo frente a Sterling.

—¿Quieres que me lleve las flores que tienes en la mano?

Sterling bajó la vista hacia el ramo que tenía, ella suspiró y negó, Alec no dijo nada más y se fue.

Sterling se quedó sola en la sala y observó todo, sonrió al ver un enorme arreglo de girasoles, le pareció muy bello.

Se acercó al sofá, sacó su navaja y la guardó nuevamente en su bolsa, cuando terminó de admirar toda la habitación con las flores, salió del lugar y fue directo a la cocina, ahí estaba Eve preparando la cena.

—Mi ama –saludó la chica–. ¿Puedo ayudarla en algo?

—Necesito un florero.

Eve sonrió y asintió, sacó un florero de uno de los estantes de la cocina y se lo entregó a Sterling, lo tomó y lo llenó de agua, se dio la vuelta hacia la meseta y colocó el florero con agua en ella.

—Son unas flores muy hermosas –comentó Eve.

—Sí, lo son.

Sterling sacó su navaja para cortar el papel del ramo y cortó el inicio del tallo de las flores, para poder darle una oportunidad más de crecer y florecer, empezó a colocar las flores de su ramo en el florero.

—Me recuerdan a las que el joven Garret le regaló en aquellos tiempos.

Sterling paró de cortar los tallos al escuchar ese nombre y dejó caer su navaja; la cual hizo un sonido sordo al caer, apretó la meseta con fuerza, no quería recordar ese nombre, cerró los ojos y suspiró, necesitaba tranquilizarse, no podía dejar que los sentimientos humanos la sucumbieran otra vez, se calmó y sonrió como si ese nombre no significara nada para ella.

—Tal vez, pero estás, están más bonitas.

Eve le sonrió y se dio la vuelta para terminar de cocinar, Sterling continuó arreglando las flores en el florero, mientras trataba de alejar el nombre que dijo Eve de su mente.

Ella jamás lo iba admitir en voz alta, pero todo lo que el humano hizo por ella, la conmovió, era algo que jamás le había pasado –ni siquiera con el joven que mencionó Eve– se sintió extraña, le gustó la sensación que estaba experimentando, sin darse cuenta, el humano estaba a punto de convertirse en alguien importante para Sterling y eso, eso empezaría a causar problemas.


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Espero y les haya gustado el capítulo, se vienen cosas nuevas, personajes nuevos y muchas cosas más 😏😏

No se olviden de comentar y votar ❤️

Este es el ramo que le dio Jamie a Sterling y ella conservó en sus manos.

El arreglo floral en forma de oso.


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