En las épocas medievales la vida de las personas era un poco complicada, pero cómoda. Los pueblerinos adoraban a sus reyes y a las princesas de ese reino. Aún recordaban cuando se dio la noticia del nacimiento de la princesa heredera, cuando la presentaron era una bebé muy linda y estaban seguros que sería una buena heredera. Después de dos años nació la segunda princesa, tenía los ojos de su madre pero nadie fue a la presentación, sabían que no era la hija del rey, sinó de un caballero que conquistó a la reina por una noche en una fiesta. Tenían vergüenza ajena, que su reina se haya dejado enamorar por un simple caballero.

-¡Es una vergüenza, Isabella! -bramó el furioso rey contra su esposa de cabellos castaños - nadie vino a la presentación de tu hija y todo porque saben de tu aventura con ese infeliz

-No es mí culpa que eso haya pasado..

-¡Si la tienes! Nadie te dijo que andes de piernas abiertas con otro, así que no digas que no tienes la culpa, esa niña me da lástima, la madre que le tocó tener y que es producto de ese desliz tuyo, no te lo voy a perdonar nunca ¿Me escuchaste? Será mejor que pienses que vas a hacer -dijo y se fue molesto a atender asuntos del reino-

Ella solo desvió la mirada,  luego se fue a ver a sus dos hijas, la niña rubia de dos años y la bebé de cabello rojizo, las dos tenían más parecido con sus padres por el color de cabello, sonrió y se encargó de entretenerlas.

Al cabo de cinco años más tarde, los reyes se contentaron nuevamente y decidieron tener una tercera hija, tenía los ojos verdes de su padre y el cabello castaño de su madre, ambos se pusieron felices al ver a su hija menor, tan pronto como pudieron la presentaron a su pueblo y todos felices por la nueva princesa fueron a verla, era muy hermosa con unos cachetes rosados y sus manitas tan pequeñitas, se sentían afortunados de que las princesas eran bonitas. Ya mostraban su destreza, su intelecto, sus modales, estaban encantados con ellas.
 
Once años después...

-¡Que alegría de que las princesas sean tan lindas, ojalá se interese alguna en mis hijos! -dijo un duque cuando ya las princesas eran grandes- sería muy bueno, ya que mis hijos son bien parecidos, de seguro alguna se interese en ellos

-¿De que habla, Duque Faicon? -interrumpió el Conde Marcus, que lideraba en su familia siendo  joven de tan solo 20 años- Las princesas no pueden desposar a un hombre con un rango bajo como el hijo de un duque poco famoso y despreciado por el rey, la ley lo dicta así

-¡Bah! ¿Tu que sabes? Apenas te convertiste en el Conde gracias a que tu padre falleció y tu madre no entiende nada de la política

-tranquilo Duque Faicon -se metió a la conversación un amigo de éste con una edad algo avanzada- de seguro es competencia de tus hijos, se cree porque tiene el título de conde está a la altura para que las princesas se fijen en el, talvez sea apuesto pero no cumple con todos los estándares, no como tus hijos que tienen incluso más modales que éste niñato

-¿Quiere hablar sobre modales, Barón? Mirese por favor -sonrio ligeramente el joven duque- ¿Quieren hablar sobre linajes? Recuerde Barón, usted es de un rango más bajo que el mío, no puede hablar de mí ni aún con la edad que tiene, se supone que los "mayores" deben dar el ejemplo

Con ese comentario algunos que estaban al rededor de ellos se empezaron a reír, sobre todo del barón, sabían que ese tipo era así siempre y que alguien debía ponerlo en su lugar y felicitaron al Duque Marcus.

-Silencio por favor -ordeno el rey manteniendo la paciencia, le interesó el tema pero debía poner orden también - Quería comentarles que dentro de dos meses es el cumpleaños número 19 de la princesa heredera, como sabrán, se hará una fiesta en el palacio Real en tributo a su aniversario, las invitaciones serán entregadas a domicilio, así que por favor, tengan paciencia

-gracias, su majestad.

La reina estaba con sus tres hijas en un salón mientras leía una carta de su familia que comunicaban que en un mes llegarían al reino para estar presentes y acompañar el cumpleaños de la princesa, que esperaba esa fiesta con ansias, estaba desesperada por ese día porque también quería elegir a su prometido, ella deseaba con todo su corazón tener un amor, era muy romántica, solo quería eso, casarse cuando tenga la mayoría de edad que eran los 21, a esa edad ya debía estar casada y asumir el trono.

-Madre -hablo la joven de hebras doradas llamando la atención de la mencionada- ¿Si yo soy la futura reina... Que hay de mis hermanas?  ¿Que rol asumirán ellas?

-por lo menos, tu hermana debe casarse con un príncipe de otro reino y .. tu hermana menor casarse con un duque o un marqués que tienen los rangos más altos entre las familias nobles

-¿Y a qué edad puedo casarme yo? -pregunto la menor de cabellos castaños, solo tenía 11 años y ya tenía apuro por casarse-

-jeje tu aún eres muy joven, hija -dijo, el tiempo paso tan rápido,cada ves veía a sus tres hijas más grandes todavía - como mínimo, a los 20 ya se pueden casar, y a los 21 ya tienen que asumir las responsabilidades de cada una, como les corresponde, así pasa desde hace tiempo

-falta mucho para casarme...pero me gustaría casarme con un rey! -exclamo, la princesa Annabel era muy ambiciosa siendo tan jovencita -

La monarca rió ante esas palabras de su hija y luego miró a la segunda, estaba callada mirándolas con poco interés en el tema... ¿Casarse? ¿Para que? Ni siquiera le llamaba la atención esa conversación.

-¿Y tu que piensas Scarlett ? ¿Ya tienes algún joven en mente?

- ¿Que...? -la miró perdida, pensó en esa pregunta y bajó un poco la mirada- No me gusta esa idea, de casarme yo en el futuro ¿De que sirve? Soy feliz siendo tal y como estoy ahora, no se necesita de un hombre para ser feliz

-Pero si para vivir bien, ser respetada por el título que te de tu marido, la buena mirada de la gente envidiando estar en tu lugar

-eso tampoco llama mí atención

-te falta leer novelas románticas para ablandar ese corazón tuyo hermana -sugirió la mayor mirando a su hermana menor-

-Avaricia, Necedad y Romance - describió a cada una con lo que ellas querían - La hija de una reina y un caballero no puede casarse con un príncipe como usted dice madre, eso es para princesas "puras"

-¿Cómo te atreves a decir algo así Scarlett?

-con su permiso, me retiro... -la pelirroja caminó saliendo de esa sala para ir directo a su habitación parándose cerca de la ventana a ver desde allí el pueblo- lo único que me gustaría tener es el reino, esa sería mí felicidad, así me respetarán, me envidiaran y me amarán... No hay necesidad de casarse -sus ojos tan vacíos que solo estaban sedientos de poder brillaron con tanta intensidad, eso era lo que quería, el trono, a como diese lugar, si habían culpables de esa necesidad que tenía la joven princesa, no era de ella, sino de todos en ese reino, inclusive sus padres y hermanas-

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//Espero que les haya gustado el primer capítulo, si prestan atención se darán cuenta que se omiten algunas cosas importantes que en los siguientes capítulos se irán revelando más y trabajar más el misterio y suspenso de esta historia y lo que Scarlett oculta en algunas de sus palabras. He leído libros donde hacen este tipo de cosas, haciendo conexiones de un capítulo con otro, haciendo de la historia muy llamativa y más emocionante, dejándome cómo... "¿Y que significa esto?" "¿A esto se refería en ese capítulo?" "¡Ahh ahora entiendo más!", Dejándome una sensación hermosa cuando leía ese tipo de libros, espero que mí intento por hacerlo así también sea muy buena. Sin más, me despido y espero que les guste, si así es, no olviden de dejar sus votos ☺️