79
Espero con un poco de impaciencia a que Jungkook le colocará el micrófono pequeño en el botón de su suéter. Estaba nervioso, miraba cada cierto tiempo a Jimin que le sonreía ligeramente. Esa mañana se reuniría con JiYong, este le había mandado un mensaje donde le indicaba que alguien pasaría al departamento de Jimin por él. No quería ir, tenía terror de enfrentarse a él.
—¿Ya sabes lo que dirás? —preguntó Yoongi con una sonrisa tensa.
—Ammm, sí—asintió.
—Nosotros estaremos esperando aquí, escucharemos todo lo que hablan, no tienes nada de qué preocuparte.
Yeosang miró a Jungkook con una mueca. —¿Y si me pregunta más cosas? ¿Cómo sabre qué responder?
—Sigue todo lo que hablamos, mientras no salgas de ello no hay nada de qué preocuparse.
No se sentía nada cómodo con lo que estaba por hacer, pensar en JiYong le traía malos recuerdos y un miedo que recorría su cuerpo por completo, pero, como Jungkook había dicho, realmente no tenían opción. Estaban entre la espada y la pared. Yeosang creía que ellos estaban confiando demasiado en él, no es que los fuera a traicionar, eso nunca sucedería, pero, no era lo suficientemente inteligente y malicioso para llevar una conversación con ese hombre.
—¿Y si Mingi está ahí?
Jungkook apretó la mandíbula antes de sonreír tratando de darle confianza, pero no era bueno en ello, podía ver el enojo en sus ojos.
—Escucharemos todo, en caso de que ellos te lleven a otro lugar o escuché que está ahí, te llamará Jimin fingiendo que hay un problema ¿Bien?
—Okey.
—Si te sientes en peligro será bueno usar alguna palabra o frase ¿No? —preguntó Jimin a los Min.
—Es una buena idea—asintió Yoongi.
—Me parece bien, amor ¿Puedes pensar en algo?
Yeosang hizo una mueca, tratando de pensar en algo que no fuera extraño y que se pudiera usar en cualquier situación.
—¿Hace frío hoy? —preguntó mirándolos.
—Sí, funcionará—Jungkook tomó sus manos—. Esto no va a durar para siempre, te prometo que acabará pronto. ¿Bien?
Su teléfono sonó, los cuatro lo miraron con seriedad, Yeosang contestó conteniendo el ritmo de su corazón y el sonido de su voz. Colgó tan rápido escuchó el mensaje.
—El chófer está aquí. Me espera en recepción.
Se levantó arreglando un poco su ropa, se había esforzado por verse bien, pero sabía que para Min JiYong no sería suficiente. Le sonrió a los demás, sin despegar su vista de Jimin, este asintió aún sin escucharlo hablar.
—Cuidaré de Jaemin, no te preocupes por eso.
—Gracias.
Jungkook lo acompañó al elevador, sin soltar su mano, lo acercó para abrazarlo y besar sus labios de forma tenue.
—Estaré aquí, te amo, cualquier cosa que él llegue a decir, recuerda que no es real.
—Sí—susurró—. Te amo.
Subió al ascensor y le sonrió antes de que las puertas se cerrarán, casi se ahoga ahí dentro, respiraba con dificultad, tratando de mantener a raya sus lágrimas, no debía llorar o parecer miserable, eso sólo empeoraría las cosas. Mantuvo la calma hasta que se abrieron las puertas y salió a recepción, tenía miedo de que la persona que lo esperaba fuera Mingi, pero, no fue así, era un hombre que jamás había visto en un traje negro, este le dió una reverencia.
—Señor, el auto está afuera, por favor, acompáñame, yo lo llevaré a su reunión con el señor Min.
—Gracias—susurró, estaba aliviado, al menos uno de sus miedos fue descartado, pero aún quedaba más para esa mañana.
Fuera del edificio había un auto negro, el hombre la abrió la puerta trasera y subió, se acomodó hasta que esté se puso en marcha, no sabía cuál era su destino, JiYong sólo le dijo que no comiera nada ya que desayunarían juntos, mordió su labio inferior porque no creía que podría mantener la comida dentro. El viaje no fue tan largo, estaba en el área, llegaron a un restaurante bonito y elegante. La puerta se abrió y él bajó. El hombre le hizo una reverencia y lo dejó solo. Caminó indefenso a la entrada, una mujer estaba ahí y lo miró con una sonrisa amable.
—Bienvenido ¿Tiene una reservación?
—Buenos días, estoy aquí para reunirme con Min JiYong.
—Oh, por supuesto, por favor, acompáñame.
Por dentro el lugar era incluso más hermoso, había salido mucho con Jungkook a lugares como ese, pero, siempre llegaba a sorprenderse, recordaba hace unos años, cuando acompañaba a Jungkook a alguna reunión en lugares así, siempre fue una sorpresa grata, se preguntaba si algún día podría ir a uno de esos lugares, su vida había cambiado mucho, para bien, pero, también estaba pagando un precio significativo por amor. Quería ser fuerte por Jungkook y su hijo, pero, por dentro seguía siendo el mismo cobarde de siempre.
Lo llevo a través de las mesas donde personas bien vestidas comían, ninguno de ellos lo observó, entraron a un pasillo y ella se paró en frente de una puerta de madera clara, era una mesa privada, tocó y entro unos momentos antes de indicarle que podía entrar, la mujer se fue dejándolos solos. Min JiYong estaba sentado, luciendo impecable como siempre, lo miró con seriedad, Yeosang tardó un poco en recobrar la compostura e inclinarse en una reverencia.
—Señor Min.
—Siéntate—indicó la silla al frente de él.
Se acercó temeroso, sentándose, guardando sus manos sobre su regazo, no podía mantener la mirada en su rostro, así que la bajó, sintiéndose pequeño y desprotegido en su presencia.
—Levanta la mirada—ordenó, Yeosang lo hizo, pero encontrarse con la mirada fría de JiYong sólo le atemorizó más—. ¿Cómo has estado? —preguntó con una sonrisa falsa.
—Yo...un poco...mal.
—¿Jungkook se ha comunicado contigo?
—Sólo para decirme que lo acompañaría a la fiesta de esta noche—susurró.
—Oh, entiendo, no debes culparlo ¿Sabes? Al final crié a un hijo inteligente, él sólo está viendo la realidad y las consecuencias de sus actos, no seamos tontos, todos aquí sabemos que no mereces ser su esposo ¿Me equivoco?
Jungkook le había hablado de eso, de lo que su padre diría para hacerlo sentir miserable, sin embargo, una cosa era saberlo y otra muy distinta escucharlo, más, si venía de una persona que lo miraba de forma petulante y lleno de crueldad.
—No, no se equivoca. Estoy muy consciente de ello.
—Me alegro mucho escuchar que lo estés, no me malentiendas, para una persona común seguro serías una buena opción, pero, para alguien como mi hijo, que proviene de una familia poderosa y un apellido importante, que es el CEO de una empresa, no cumples con los requisitos. Pero, soy bueno, e indulgente, te dije que si me ayudabas, yo haría lo mismo por ti y cumplo mis palabras. Deberías agradecerlo.
—Lo agradezco—asintió bajando la mirada.
—Tienes que entender algo, debes guardarlo bien en tu cabeza. Jungkook te está haciendo un favor al estar contigo, él merece a alguien mucho mejor que tú, la única razón por la cual se queda a tu lado es porque ambos tienen un hijo y porque en esta familia no existe la palabra divorcio. Supongo que el deslumbramiento que tuvo al principio contigo se ha terminado. Ten esto en cuenta, porque cuando acabe de convertirte en lo que él merece pensarás que en verdad es tu vida, cuando la realidad es que no es así.
Las palabras dolían más que cuchillas, sobre todo, tomando en cuenta que eran cosas que él ya había pensado antes. No tenía sentido que Jungkook lo eligiera, que lo amara como él lo amaba, pertenecían a mundos completamente diferentes. Se sentía en desventaja, como si Jungkook estuviera haciéndole un favor al estar con él y por eso tenía que soportarlo todo con una sonrisa, con tal de no perderlo.
—Lo sé—susurró—. Jamás seré merecedor de alguien como Jungkook. Pero, quiero esforzarme para al menos mantenerlo tranquilo y no avergonzarlo de su decisión.
JiYong sonrió a medias. En ese momento entraron con el desayuno, él no había pedido nada, pero, no lo dijo en voz alta, frente a él pusieron un plato de fruta fresca con miel.
—Debes empezar a cuidarte. Tienes buen aspecto físico, pero, aún no tienes una figura más delgada, quiero pensar que es por el bebé, no importa, empezarás una dieta e irás a clases de pilates, te mandaré la dirección, acorde clases privadas.
—S...sí—asintió con las mejillas enrojecidas, siempre fue delgado, no creía que hubiera algún problema con su peso, si bien, su estómago no era plano como antes del embarazo, estaba recuperando bien su figura—. También irás con un doctor, quiero un informe completo de tu estado físico, y con alguien que te va a enseñar clases de etiqueta. No puedo hacer mucho, más que ponerte presentable para hoy.
Yeosang asintió, comió un poco, como JiYong lo hacía, pero, su estómago estaba tan revuelto por el nerviosismo que era imposible sentirse cómodo, comió muy lentamente, avergonzado de que todo eso fuese escuchado por Jimin, Yoongi y Jungkook, ya que, ponía en evidencia todas las fallas que tenía a los ojos de su suegro.
—Hablé con Jungkook, me dijo muchas cosas, pobre de él, se ha dado cuenta de la realidad, pero, accedió a darte una oportunidad, todo va a depender de como te comportas en la fiesta de hoy, espero que sepas aprovecharlo, pero, tomando en cuenta que te embarazaste a propósito, creo que terminarás haciendo un buen trabajo.
Quiso decirle de nuevo que estaba equivocado, pero sería en vano, a esas alturas JiYong realmente creía que era un cazafortunas que había engañado a su hijo para asegurar un matrimonio con alguien de un estatus económico más alto. ¿Era eso lo que las personas pensaban? Recordaba la forma en la que sus ex compañeros le observaban, algunos con muecas llenas de desaprobación, seguramente pensaban igual que JiYong.
—Ya que estamos hablando de esto, te he demostrado que voy a cumplir mi parte del trato, así que espero que tú hagas lo mismo, dime ¿Cómo están las cosas con Jimin?
Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo por completo, ahí estaba, había comenzado la verdadera prueba.
—Pues...está un poco intranquilo, la pasa mucho hablando de su bebé.
—Mmm, me imagino—asintió—. Es una lástima, pobre de ese pequeño niño, aunque ¿Sabes? Entre nos, yo sabía que algo así iba a ocurrir, porque, es tan débil, ni siquiera sabemos de dónde viene, me sorprende mucho que alguien tan inteligente con HongJae decidiera elegirlo a él como su sucesor.
No dijo nada, incómodo de saber que Jimin lo estaba escuchando, se mantuvo con la mirada baja.
—Necesito que me digas algo que me ayude a confiar en ti, recuerda que puedo destruir tu vida sin problema alguno.
—¿Qué es lo que quiere saber? —preguntó con una mueca.
—Cualquier cosa, has vivido unos días con ellos, debes saber algo que yo desconozca.
—No sé mucho sobre ellos, no están presentes en el departamento...se sienten muy afectados por su hijo—susurró.
—Recuerda que puedo apoyar la decisión de Jungkook para que te abandone, y no sólo eso, haré que te quiten a tu hijo, por ningún motivo voy a permitir que tú lo críes.
Yeosang lo miró con temor, su amenaza era directa, y aunque sabía la realidad y la mentira que Jungkook tuvo que decir, estaba consciente del poder que ese hombre tenía y que no dudaría en usarlo en su contra.
—Ellos están juntos.
—¿A qué te refieres con que están juntos? —preguntó con una ceja alzada.
—Los escuché y hablé con Jimin, ellos tienen una relación, al parecer antes de regresar, cuando Yoongi estuvo con él, Jimin aceptó perdonarlo y no sólo eso, Yoongi dijo que lo ayudaría a conseguir su libertad y a ponerse al frente de la empresa. Querían hacerle creer a todos que Jimin no podía perdonarlo y que Yoongi seguía del lado de su familia, pero, no es así, ellos planean algo, no me lo dijo, pero se han movilizado, tienen una relación y esperan el momento justo para tomar decisiones.
JiYong lo observó por unos momentos, pudo ver como su rostro se deformó debido a la furia, tomó un poco de aire y sonrió a medias, de una forma sarcástica.
—Bien, quiero que averigües lo que están planeando y que me informes si llegan a reunirse con algún miembro de la familia. ¿Entendiste?
—Sí, lo haré—asintió, incomodo—. ¿Planea hacer algo..? Me refiero a Jimin.
—La conversación termina ahora, tenemos cosas qué hacer, vamos—dijo levantándose.
Yeosang acató la orden y ambos salieron de ahí, en el camino pensaba si estaba haciendo lo correcto, tenía miedo, sin embargo, Jiyong no dijo nada más sobre el tema, subieron a un auto que los llevo a un centro comercial exclusivo, en donde entraron a un par de tiendas de ropa, él no eligió nada de lo que se probó ese día, JiYong fue quien eligió desde sus zapatos hasta sus accesorios, no hizo más que comentarios crueles acerca de su cuerpo, enfatizando que había mucho por cambiar, lo llevó también a la peluquería donde le dijo a la encargada exactamente lo que quería que le hicieran. Se despidió de su cabello rubio ese día, por uno castaño con luces más acorde.
—Me voy, espero verte en la noche, recuerda que estás a prueba, no quiero problemas contigo.
JiYong se fue y lo dejó ahí, al cabo de un par de minutos recibió la llamada de Jungkook.
—Lo siento—fue lo primero que le dijo cuando respondió.
—¿Salió bien? —preguntó con un nudo en la garganta.
—Sí, lo hiciste bien cariño, te estaré esperando aquí, pero, Yeosang, nada de lo que él dijo es verdad. ¿Lo sabes?
—Sí, sé que no lo es, nos vemos más tarde.
Colgó, aunque amaba a Jungkook, lo que estaba sucediendo era más de lo que podía afrontar, no pensó que sería de esa forma, ahora tendría que aparentar que su esposo no lo quería y eso lo estaba llenando de inseguridades, no sabía la clase de heridas que tendría después de lo sucedido y eso le asustaba.
A Kim KyungSoo le gustaba la grandeza, llamar la atención y su cumpleaños era la mejor forma de demostrarlo, eso fue lo que pensó Jimin en cuanto llegaron, era en una casa que asemejaba un castillo, adornada con luces blancas y flores rosadas, podría parecerle hermoso, de no ser por el hecho de que se festejaba a una persona que no podía soportar. Jimin había aprendido algo de sí mismo en esos últimos meses, una cosa que su padre siempre trato de evitar, le decía de forma constante que jamás guardara rencor u odio en su corazón, sin embargo, eso era lo único que Jimin podía sentir por cualquier miembro de la familia Min. Era un odio y rencor masivo, el simple hecho de pensar en ellos le causaba una gran repulsión, no los quería cerca, aborrecía su presencia, pero, tendría que fingir esa noche que seguía siendo el mismo chico bueno e inocente.
—¿Estás bien? —Yoongi lo miró expectante, últimamente esa era la pregunta que más le hacía. Jimin deseaba decir que estaba bien y que nada sucedía, pero, no era así, su mente estaba plagada de pensamientos negativos.
—No quiero estar aquí, pero no tenemos opción ¿Verdad?
—Estás molesto—no era una pregunta, y él no hizo por negarlo, porque la realidad era que si estaba muy molesto. Era la victima que estaba siendo obligada a ver a sus victimarios a estar rodeado de las personas que querían verlo caer y que no tenían compasión alguna por su situación.
—No sé ni siquiera por qué debería estar aquí—bufó.
—Jungkook piensa que es extraño que mi padre haya insistido tanto en tu presencia.
—¿Y si es una trampa?
—Lo dudo mucho, KyungSoo las mataría si intentan irrumpir en su noche de ensueño. Imagínatelo, todo enano gritando como niño pequeño al que le quitan un juguete.
Jimin rio por lo bajo, bufó y le dio un ligero golpe en el brazo. —Basta, estoy enojado.
—Tienes el derecho de estarlo, pero ¿Eso servirá de algo? —le miró con una sonrisa a medias—. Mira entremos, bebamos un poco de vino y sólo salgamos después de una hora, ¿Está bien?
—Sí, creo que está bien.
—¿No te dije lo bien que te ves hoy? —su sonrisa se hizo más grande, tanto que deslumbró a Jimin, sus mejillas enrojecieron.
—Lo dijiste mucho, ya casi lo creo—se encogió de hombros.
La realidad es que en ese momento le importaba muy poco como lucia, ni siquiera se esmeraba en su arreglo personal día a día, no tenía tiempo para ello si su mente estaba dividida entre el miedo de un ataque de una familia psicópata a la preocupación de su bebé, sin embargo, sabía que esa noche sería observado por muchas personas, así que le pidió ayuda a Yeosang para arreglarse, llevaba un lindo traje negro bajo una gabardina color vino, su cabello rubio estaba peinado hacía atrás y llevaba un poco de maquillaje que acentuaba sus ojos y labios, al verse al espejo se sorprendió de su reflejo, Yoongi no dejó de decir que lucía hermoso y lo estaba creyendo, tendría una buena velada si su destino fuera otro, pero, la realidad era otra, sólo quería acabar con todo lo más rápido posible.
Yoongi bajó del auto y rodeo el mismo para abrir su puerta y tenderle la mano, lo hacía de forma encantadora, tanto que Jimin estaba bajando un poco su enojo, tomó su mano y bajo, recibió un beso en el dorso y una sonrisa llena de cariño. No era que Yoongi jamás hubiese hecho ese tipo de cosas en el pasado, pero, ahora, tenían un significado más real por la forma en que lo miraba, como si quisiera desnudar su alma. Ambos avanzaron a la entrada, en donde recibieron una reverencia y los dejaron entrar de inmediato. Jimin sentía como el peso en su estómago se hacía cada vez más grande, sofocándolo y esa inestabilidad en sus pasos, tal y como lo pensó captaron la mirada de una gran cantidad de personas, los observaban curiosos, ellos no sabían nada sobre los conflictos internos de la familia, pero era claro que estaban enterados de su "viaje de descanso".
—No te miran por eso—dijo Yoongi muy bajo para que sólo él pudiera escucharlo—. Te miran porque pareces un ángel.
Sonrió ligeramente. —Eres bueno mintiendo.
—No lo hago, la mayoría de estas personas no te conocen, saben de ti, peo no te han visto, posiblemente se preguntaron quién pudo hacer caer al soltero con terror al compromiso, y llegas de mi mano luciendo perfecto.
Jimin miró a Yoongi con una ceja alzada. No pudo evitar sonreír o que su corazón enloqueciera al mirarlo, era imposible luchar contra lo que sentía por él, a pesar del pasado y de lo mal que podría estar, Jimin estaba reconciliándose con la idea de dejarse llevar y amar de lleno a Yoongi, nada le aseguraba que las cosas saldrían bien, pero tampoco que serían malas.
—Ah, entonces ¿El soltero más codiciado? —soltó una ligera risa.
—Tenía una reputación de chico malo.
—¿Le rompiste el corazón a muchas personas?
—Tal vez lo haya hecho cuando anuncie que estaba tomado, imagina esos corazones rotos—rio por lo bajo.
—Eres terrible—bufó—. ¿Debo sentirme feliz de llevarme el gran premio a casa?
—Oh deberías hacerlo, aunque aquí el único ganador soy yo.
—Eres un labioso—negó.
Yoongi aceptó un par de copas que uno de los meseros les ofrecía, le dio una a Jimin quien bebió un poco para poder contrarrestar el nudo en su garganta.
—Es uno de mis muchos encantos, hacerte sentir sonrojado. Me gusta eso.
—Oh, entiendo, entonces ¿Ese es su juego Min? —cuestionó con una ceja alzada.
—No entiendo a qué se refiere Park—se encogió de hombros conteniendo su risa.
—Todo esto es una estrategia para llevarme a la cama ¿Verdad? —susurró sin dejar de mirarlo a los ojos.
—Me ofende mucho que piense eso de mí—soltó con un sonido de asombro—. Yo sería incapaz de hacer algo tan deshonesto, pero, por simple curiosidad ¿Funciona?
Jimin se acercó a su oreja de forma discreta. —Está funcionando mejor de lo que piensa.
Yoongi lo miró con una sonrisa ladina, su mirada había cambiado a una más profunda, que creo una sensación de opresión en su vientre bajo, lejos de molestarle, ese jugueteo le estaba encantando.
—Lamento la interrupción—dijeron a su lado.
Ambos se tensaron de inmediato, la burbuja que habían creado entre los dos explotó trayéndolos a la realidad, se volvieron para ver a Seunghyun y a JiYong sonreírles en grande, como si en verdad estuvieran felices de verlos. Jimin hizo una reverencia de cabeza al igual que Yoongi, al final de cuentas estaban siendo observados por muchas personas.
—Hijo—dijo Seunghyun sin dejar de sonreír—. Es bueno verte y también a ti Jimin.
—Quisiera decir lo mismo—soltó con una sonrisa forzada—. Pero, ambos sabemos que no.
—Creo que no hemos tenido la oportunidad de hablar sobre lo sucedido—Seunghyun no dejó de mirarlo y Jimin no supo de dónde sacó la fortaleza para sostener su mirada—. Deberíamos reunirnos los cuatro, hay cosas que tenemos que aclarar.
—¿Qué deberíamos aclarar? ¿La forma en la que me usaron y engañaron a su beneficio? —bufó—. Ha quedado más que claro lo que esperan ¿No es así?
Jiyong suspiró. —No es el lugar correcto para hablar de esto, insisto en que deberíamos reunirnos, las cosas no son como las piensas.
Jimin miró a Yoongi. —¿No piensas decir nada?
—Jimin, no aquí—suspiró pesadamente, ambos siguiendo el libreto y lo que querían que los demás pensarán—. Hay gente observando.
—¿Y crees que eso me importa? —bufó—. Sería bueno que todos aquí se enteraran la clase de personas que son.
—Es claro que no es un buen momento—dijo Seunghyun con una mueca—. Sólo quiero decirte que hay formas en las que podemos arreglar esto, por favor, piensa en reunirte con nosotros, tenemos un trato para ti que sé te va a beneficiar.
Jimin los fulminó con la mirada, no sabía de donde venía todo ese coraje y odio hacia ellos, pero, de lo único que estaba seguro era que odiaba con todas sus ganas el cinismo que tenían al presentarse frente a él como si nada hubiera pasado, había tanto que quería decir y gritar, que tuvo que apretar su mano en un puño, encajando sus uñas en su piel para intentar controlarse, si hacía una escena o explotaba diciéndoles lo que sabía arruinaría las cosas. Ellos tenían que seguir pensando que era un tipo ignorante y maleducado que se dejaba llevar por la inestabilidad de sus emociones, tenía que hacerles creer que ellos tenían el poder sobre él y sus reacciones, lo peor era que si las tenían y era algo que acababa de comprobar.
—No me voy a reunir con ustedes, esperaré a que mi hijo este mejor y me iré.
—Los dejaremos—sonrió JiYong—. Sólo espero que cuando estés más tranquilo puedas pensar bien en lo que planeas hacer—lo dijo directo, eso no era sólo una petición para aceptar verlos, tenía que ver con lo que Yeosang le había dicho, sonrió para sus adentros, eso sólo quería decir que había mordido el anzuelo—. Espero que tu hijo mejore, sigue siendo mi nieto.
—Basta—dijo Yoongi saliendo del plan—. Es suficiente.
Tomó a Jimin del codo y los alejó de ellos, algunas personas los observaban, subieron unas escaleras y recorrieron un pasillo que los llevó a un balcón en la parte trasera. El aire golpeo su rostro que se sentía mucho más frío de lo pensado, llevó una mano a sus mejillas dándose cuenta de las lágrimas que salieron de forma inconsciente. Estaba temblando de la ira, miró a Yoongi quien también lucia afectado.
—No voy a poder hacerlo—susurró al tiempo que negaba—. Yoongi, no puedo, los odio demasiado como para que esto no me afecte, no podré seguir ningún plan.
—Tranquilo—dijo tomando sus hombros, los cuales acarició tratando de controlar su temblor—. Es la primera vez que lo ves después de todo lo que ha pasado, es obvio que esas emociones saldrán, pero lo hiciste bien, increíblemente bien. Eres valiente y fuerte.
—No creo que pueda estar aquí—negó con una mueca.
—Bien, pero no podemos salir así, traeré un poco de agua para que te tranquilices ¿Está bien? No voy a tardar.
Jimin quiso decirle que no quería que se fuera, pero sólo asintió, necesitaba tiempo a solas para pensar, Yoongi besó su mejilla antes de entrar nuevamente. Tratando de tomar el aire que le faltaba, se acercó a la barandilla del balcón, miró el esplendor de la noche y apretó la mandíbula. Se dio cuenta lo mucho que la situación lo estaba sobrepasando y que no estaba preparado para sobrellevar algo como eso, que era inestable y que el rencor que les tenía a los Min por haber tratado de destruir su vida era más grande que la razón. Suspiró lentamente limpiando sus lágrimas, escuchó la puerta y sonrió, Yoongi no había tardado, sin embargo, al darse la vuelta se quedó helado.
—El ambiente adentro es sofocante ¿No lo crees?
—Sí—asintió sin dejar de mirarlo.
—Es bueno verte de nuevo Jimin, creí que jamás volverías.
Su pecho se oprimía por la ansiedad de tenerlo frente a él. ¿Por qué se presentaba frente a él de esa manera?
—¿Qué es lo que quieres ChanYeol?
ChanYeol sonrió. —No tienes de qué preocuparte, yo estoy de tu lado, ¿Quieres saber la verdad? ¿Estás listo para escucharlo?
Jimin lo observó fijamente, ChanYeol se acercó a él y le tendió un pañuelo blanco, confundido, lo tomó.
—¿Por qué? —preguntó con un nudo en la garganta.
—Necesitas algo y yo también.
Yoongi caminaba de regreso con la copa de agua, dentro de él había un torbellino, no había esperado que sus padres se acercaran a ellos, mucho menos que su padre tomara la iniciativa para acordar una reunión con Jimin, algo estaban planeando y ahora que sabían que él estaba del lado "equivocado" del juego, sería imposible saber sus planes. Estaba avanzando hasta que Namjoon se acercó a él.
—No nos pueden ver juntos, mis padres ya saben que estoy del lado de Jimin—dijo con seriedad.
—Lo sé, será muy rápido, dijiste que JiYong estaba muy insistente con que Jimin diera una aparición formal, bueno, la junta del consejo entero está aquí.
Yoongi entrecerró los ojos, para terminar resoplando. —Ellos querían que Jimin se presentara, porque pretenden hacer creer al consejo que están en buenos términos, no he asistido a las reuniones ¿Cómo está el ambiente?
—Tenso, hay mucha incertidumbre, están exigiendo que Jimin aparezca, Leeteuk es quien lidera la oposición, ninguno está feliz y quieren respuestas, no se puede hacer nada demasiado grande sin Jimin y eso los pone ansiosos.
—Mmm entiendo—asintió—. ¿Qué sugieres?
—Han convocado a una asamblea importante en un par de semanas, ellos no esperan que Jimin se presente, así que querrán hacer algo, ilícito, obviamente, sugiero que sería bueno que Jimin se presente.
—Lo hablaremos después—chasqueo la lengua—. Necesito ver a Jimin.
—Viene para acá.
Yoongi se volvió, Jimin venía a su encuentro, lucía más tranquilo, lo que le alivió un poco, estaba consciente de que era difícil para él, pero no se imaginaba la gravedad de la situación.
—Hola Namjoon—dijo con una media sonrisa.
—Jimin, es bueno verte de nuevo, bueno, los dejo, estamos en contacto.
Ambos asintieron, mirando como Namjoon se alejaba para encontrarse con Jin quien hablaba de forma animada con un grupo de personas, Yoongi miró a Jimin.
—¿Te sientes mejor?
—Sí, pero, quiero irme.
—Vamos—dejó la copa en una mesa y ambos caminaron a la salida envueltos en el silencio.
Una vez afuera mientras esperaban al valet con su auto, Jimin soltó un suspiro pesado.
—¿Sucede algo?
—No, sólo estoy cansado.
—¿Quieres que vayamos a cenar?
—Mmm no, quiero ir a departamento—le sonrió a medias—. Es una linda noche.
—Lo es, en verdad lamento lo que tuviste que pasar.
—Está bien, de alguna manera tenía que volver a verlos ¿No? —se encogió de hombros.
Cuando su auto llegó, Yoongi recibió las llaves y le dio propina al chico, abrió la puerta del pasajero y espero a que Jimin subiera para él hacer lo mismo, al alejarse del lugar sintió como la tensión abandonaba su cuerpo dejando tras de sí un cansancio atroz, fue el primer encuentro, a partir de ese momento habría decisiones difíciles por tomar, tenía algo en mente, pero no lo diría esa noche, había sido suficiente por un día. Llegando al departamento, esperaba que Jimin se cambiara para dormir, pero este se acercó a él y puso sus manos sobre sus hombros, Yoongi lo tomó de la cintura sin dejar de mirar sus ojos.
—¿De verdad no quieres hablar de lo que sucedió? —preguntó con preocupación. No creía conveniente que Jimin se guardara cualquier cosa que sintiera en ese momento.
—Realmente no quiero hacerlo—suspiró—. ¿Podríamos dejarlo para mañana?
—No entiendo tu tranquilidad, no me malentiendas, me alivia que estés mejor, pero no deja de preocuparme.
—La preocupación será algo con lo que tendremos que vivir por un tiempo, hasta que todo esto se resuelva, mañana sentiremos lo mismo, pero, por esta noche quiero dejarlo atrás. ¿Puedes hacer eso por mí?
—Mi amor, yo haría lo que fuera por ti—besó su mejilla, sin dobles intenciones, sin ir más allá.
Jimin encontró sus labios y le dio un beso más profundo, moviendo su boca con tranquilidad, pero al mismo tiempo siendo demandante ante una necesidad que ambos sentían, lo acercó mucho más a su cuerpo, y cuando sintió a Jimin tratar de quitarle el saco paró para mirarlo confundido.
—¿Jimin? —preguntó un poco sin aliento.
—¿Mmmm? —fue la única respuesta que recibió, ni siquiera lo miró, estaba muy concentrado en bajar por sus brazos el saco, que terminó a sus pies, llevó sus manos como una caricia a su pecho y desató la corbata.
—¿Qué estás haciendo? —susurró oliendo su cabello y pasando sus labios dulcemente por su frente.
—Quiero estar contigo.
Había pasado un tiempo desde la última vez que estuvieron juntos en la intimidad, en su mente hizo cuentas rápidamente del tiempo que había pasado desde su cirugía, relajándose al darse cuenta que el tiempo de abstinencia ya había pasado. Tomó la iniciativa de hacer lo mismo que él estaba haciendo, desnudar su cuerpo. Sentía un hormigueo en su interior, deseaba tanto a Jimin, lo amaba tanto que estaba ansioso por volver a tocarlo, era tan perfecto, que no dudo en acariciar la piel de su cuello, besando detrás de su oreja. Jimin ladeo la cabeza dándole un mejor acceso, estaba tan concentrado en el sabor y la calidez de su piel, que cuando volvió a mirarlo, ambos se encontraban fuera de sus ropas, la sensación de su piel suave y cálida contra la suya fue gloriosa.
Lo recostó en la cama, acariciando su piel que se erizaba en su camino, recorrió cada centímetro expuesto, Jimin jadeaba, atrajo su cuerpo hacía él, besando de forma más insistente, el sabor de su boca y el masaje de sus lenguas era perfecto, podría decir lo que fuera, negarse a la necesidad de tenerlo, porque sabía que no lo merecía, pero sus cuerpos, estaban hechos el uno para el otro, encajaban a la perfección. Probó, tocó y adoró su cuerpo y alma, satisfecho de escucharlo sucumbir ante el placer de sus manos y su boca y cuando se encontró dentro de su interior, abrazado por su calor gimió con fuerza, eran estocadas lentas, porque quería disfrutarlo por completo, Jimin se abrazaba a su cuerpo, perdido en el mar de sensaciones, se habían extrañado como nunca imaginaron, era especial, lleno de amor y de confianza.
—Te amo—susurró Jimin entre sus labios, algo que hizo que su corazón explotara, sonrió sobre su boca, no podía poner en palabras todo lo que sentía, así que sin más sólo dijo...
—Yo también te amo.
Jimin le sonrió de una forma hermosa, mientras acariciaba su rostro, había algo creciendo dentro de ellos que era imparable y perfecto, al mismo tiempo que crecía la tormenta de arena que los empujaba a una ola de secretos y una guerra imparable por su libertad y por el poder. Sólo por esa noche permitieron que sus cuerpos los llevaran a la calma antes del desastre total.
¿Qué le habra dicho Chanyeol a Jimin? ¿Qué harán ahora? ¿Se presentará al consejo? Descubranlo en el siguiente episodio de su novela dramática favorita ❤️
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