76
Tocó ligeramente la puerta, era temprano por la mañana, después de una noche larga y llena de emociones y pensamientos. Jimin sentía lastima por Yeosang, era imposible no proyectarse en él, no pensar en su propia vida y en como fue usado y engañado, aunque sus situaciones eran diferentes, algo dentro de él le decía que Jungkook tenía una razón de ser para actuar de una forma tan cruel y fría, lo que Yoongi le platico después de haberlo seguido le dejó un mal sabor de boca. Nadie estaba excento de sufrimiento, lo entendió mejor tras ver toda la información que habían encontrado sobre los miembros de la familia, todos tenían secretos, motivaciones ocultas y no les importaba pasar sobre quien sea para conseguir lo que deseaban, tuvo miedo, porque no estaba seguro de lo que enfrentaba. Jimin estaba seguro de que él no era igual a ellos, tampoco Yeosang, era por esa razón que se sentía mal y apenado por el chico que tenía un corazón roto y un bebé al cual cuidar.
—Adelante—escuchó desde dentro.
Abrió la puerta y entro, Yeosang estaba sentado en la cama, ya listo para iniciar el día, sin embargo, su semblante era vacío, sus ojos demostraban el gran dolor que llevaba dentro, estaba hinchado, con los ojos rojos e irritados, el bebé se encontraba sobre la cama, tomando con sus pequeñas manitas sus pies, por lo que sabía tenía unos cuatro meses, pero estaba realmente despierto y era inquieto.
—Hola, buenos días, ¿Cómo pasaste la noche?
—Hola—sonrió a medias—. No puede dormir mucho, Jaemin tampoco.
—Lo siento mucho Yeosang.
—¿Por qué lo lamentas? Tú no hiciste nada Jimin—suspiró—. No me siento muy bien, toda la noche estuve pensando ¿Sabes? Creí que las cosas estaban perfectamente bien entre nosotros, ayer por la mañana preparó el desayuno para ambos, me beso y abrazo diciendo que me amaba, yo...¿Qué fue lo que cambio? No lo entiendo.
Jimin fue hacia él, se sentó a su lado y tomó su mano, escucharlo era como escucharse a sí mismo y le pesó en el alma. Le sonrió ligeramente y suspiró.
—Tú no hiciste nada malo, esto no tiene que ver contigo, estoy seguro de que hay una explicación.
—No creo que la haya Jimin, antes estaba completamente seguro de que Jungkook jamás sentiría nada por mí, no igual de fuerte a como lo sintió por él, pero, después de casarnos, cuando me dijo todas esas palabras y el tiempo que pasábamos juntos, yo en verdad pensé que había logrado hacer que me amara igual o incluso más fuerte de como lo amó a él. Ayer me enfrenté a mi peor miedo y a la triste realidad. Quiero que todo sea mentira Jimin, quiero que me diga que me ama aunque sea mentira, lo quiero de vuelta y eso me está matando ¿Cómo sobreviviré sin él? No puedo, simplemente no voy a lograrlo.
Jimin apretó su mano, tragó en seco, era imposible no pensar en como se sintió cuando supo la verdad y sus ilusiones se rompieron en miles de pedazos, comprendía a la perfección el miedo y el dolor de Yeosang.
—Las cosas no están bien Yeosang, no te digo que debes perdonarlo ni entenderlo, yo soy la persona menos indicada para eso, pero, todo es complicado. Si me preguntas me siento bien de que estés aquí, no dudes en que te voy a ayudar, o simplemente escuchar.
—Gracias Jimin, eres una gran persona, aunque he estado pensando en volver con mi hermana una vez que ella regrese de su viaje, creo que es lo mejor ¿Sabes? Jamás pertenecí a este lugar, todos tenían razón, yo no soy nada, no tengo nada que valga la pena y Jungkook ya se dió cuenta de ello.
Jimin negó. —No, tu vales incluso más que todos ellos juntos, valemos, por el simple hecho de que no somos malas personas que no tienen aprecio por la vida de los demás, eres diferente, pero al mismo tiempo igual a mí. Quédate aquí.
Yeosang miró a su bebé con una mueca. —Debo regresar al departamento por las cosas de Jae y por las mías—decirlo le causó dolor—. Tengo que aprovechar que él está en la empresa, no sé si quiera verme y no sé lo que haré si lo veo.
—Ve, le diré al chófer que te lleve, puedes dejarlo conmigo, yo lo cuidaré mientras regresas.
—¿Estás seguro? No quiero causar molestias.
—No, no es ninguna molestia, además, bueno, me ayuda a entrenar, yo espero que pronto mi bebé esté aquí.
—Será así Jimin—le sonrió de forma dulce—. Pronto tu bebé estará contigo a todas horas, y vas a saber lo que es no dormir—acarició una de las manitas de su hijo—. No te arrepientes Jimin, nunca lo haces, aunque mi relación con Jungkook acabe, siempre lo tendré a él.
—Lo sé—sonrió a medias—. Amo a mi hijo, es lo único que me ha mantenido en pie y será siempre así, tengo miedo de que algo malo suceda, pero, por él, voy a tratar de hacer lo que sea para mantenerlo a salvo.
—¿Irás a verlo hoy?
—Sí, después de medio día, me quedaré un buen rato.
—Entonces, voy rápido a hacer eso y regreso, para no quitarte demasiado tiempo.
Jimin rio por lo bajo, tomó con cuidado en brazos a Jaemin y sonrió haciéndole cariños.
—No te preocupes, si necesitas algo no dudes en decirlo, este pequeño y yo vamos a pasar un tiempo juntos.
—En verdad gracias Jimin—dijo con un suspiro—. Ya comió, está limpio, así que no debe dar problemas.
—Estoy para apoyarte Yeosang, así como sé que tú puedes apoyarme a mí, ve con cuidado que él estará bien.
Yeosang besó la cabeza de su bebé, tomó su mochila y salió de la habitación prometiendo volver pronto. Jimin se quedó observando al pequeño, era muy bonito, demasiado parecido a Jungkook, suspiró mientras acariciaba su carita, le dana pena, el pequeño no podía saber lo que estaba pasando, era demasiado pequeño para ello, sin embargo, si que podía resentir la situación, el cambió de ambiente, la falta de uno de sus padres, la tristeza de Yeosang, era triste para él. Lo llevó abajo, a la sala, se sentó en el sillón y le habló, su bebé aún era muy pequeño para saber a quien se parecía, pero por lo visto, los genes de los Min eran fuertes. No era algo que le molestará, no importaba a quien se pareciera Jihoon, lo único que le interesaba era que su bebé estuviera bien, que pronto saliera del hospital.
—¿Qué haces con él? —preguntó Yoongi acercándose, se sentó a su lado y miró al bebé con una sonrisa—. Es muy bonito.
—Sí, lo es. Yeosang fue al departamento a traer algunas cosas, no lucía muy bien Yoongi ¿En verdad crees que es verdad lo que Jungkook dijo? —hizo una mueca—. No puedo imaginarlo ¿Sabes? El día de su boda realmente se veía feliz, hace unos días que vinieron a vernos reían sin parar y ahora, parece...irreal.
—No, no creo que sea en serio, Jungkook no estaba bien cuando se fue, y lo que me dijo me dejó pensando.
—Debió ser algo muy malo, para querer alejar a su familia ¿No?
—Jimin, no te voy a engañar, algo malo está sucediendo y lo que vimos en la investigación sólo es una parte, lo he estado pensando, si Jin vino a pedirte ayuda, quiere decir que están empezando a desconfiar de la familia, podríamos usar esto, hablo de lo que sabemos.
—No entiendo—se acomodó mejor para mirarlo—. Y no me gusta la mirada en tu cara. Habla.
—He estado pensando, en qué podríamos usar esa información, con algunos miembros de la familia, tener aliados nos ayudaría mucho.
Jimin hizo una mueca pensándolo detenidamente.
—No creo que ellos sean de confianza.
—No lo son, por eso tendríamos mucho cuidado con la información que proporcionamos, hasta podríamos ponerlos a prueba, es sólo una idea, Hoseok está desesperado por recuperar su empresa y prestigio, Jin tiene sus secretos, Namjoon, estoy seguro de que está involucrado en algo relacionado con la mafia y JongIn no lo deja andar por sus propios medios, Taemin es fiel a ti, sólo los usaríamos a ellos, ya Namjoon se ha acercado a mí, de alguna forma ellos también quieren liberarse de las ataduras de nuestra familia, pero no pueden, si les damos algo que quieran, algo que nadie más quiere darles, entonces podríamos tener una pequeña alianza, también estaba pensando en vigilar de cerca a Chanyeol, algo me dice que intentará acercarse a ti y debemos estar listos para eso.
—¿Estás seguro de que es una buena idea? No se tú, pero, ellos sólo verán por sí mismos, en cualquier momento pueden darnos la espalda.
—Lo sé, pero se trataba de acorralarlos de tal manera que duden mucho en tomar partido por el otro bando, lamento decirte eso amor, pero debemos intentarlo, es mejor a hacerlo solos.
—No sé si es una buena idea, sinceramente no quiero tener nada que ver con ellos—suspiró, mirando a Jaemin—. Pero, al mismo tiempo me pongo a pensar en que si no hacemos algo, ellos no nos dejarán tranquilos, es un arma de doble filo.
—Los conozco bien, todos fuimos criados por los mismos principios, ascender y tener el poder, si logramos que se pongan contra la familia, nos ayudaría mucho, y algo me dice que será más sencillo de lo que creemos—alargó la mano para acariciar la mejilla de Jimin—. Sé que no quieres esto en este momento, lo entiendo y tampoco quisiera que estuvieras envuelto en esta mierda, pero, lamentablemente lo estás y si queremos proteger a Jihoon, debemos actuar, de forma que nadie sepa lo que estamos haciendo. No tienes que hacerlo, eso podría hacerlo yo.
Lo pensó unos momentos, quedándose en completo silencio, siendo evaluado bajo la intensa mirada de Yoongi, tenía la opción de aceptarlo, de mantenerse al margen, de no saber nada y simplemente seguir con su vida sin complicación alguna, sin embargo, no se sentía correcto, Yoongi tenía razón, estaba metido en ese problema y no iba a salir tan fácil de ello.
—No, quiero ir contigo cuando lo hagas, sería buena idea hacer una reunión con todos, aunque no me gusta la idea de participar, no puedo simplemente quedarme a un lado, necesito saber lo que está sucediendo.
Yoongi asintió, se acercó para besar sus labios tenuemente.
—Todo va a estar bien.
—No lo sabes Yoongi, no sabemos si realmente las cosas van a salir bien. Lo único que me preocupa es Jihoon, es mi prioridad, mientras nada le pase estaré bien.
—Voy a hacer todo lo posible para salir rápido de esto Jimin, y cuando lo haga, nosotros nos iremos, es algo que he decidido, ya no quiero esta vida y sé que tú tampoco.
—¿Crees que estará bien para ti vivir una vida normal? ¿Sin todo esto? —dijo mirando alrededor al lujoso departamento en el que estaban.
—No es algo que vaya a extrañar Jimin, antes, pensaba que esto era el exito en la vida, quería más y más, pero, no quiero hacerlo, necesito vivir de una forma diferente, no quiero que Jihoon crezca en este mundo, me gustaría que regresemos al pueblo de Busan, abrir un restaurante, hacer un negocio propio, algo que sea realmente nuestro, de lo que pueda estar orgulloso, viviendo tranquilo, con nuestro hijo. Es la vida que quiero contigo.
Se acercó, recargando la cabeza en su hombro, cerró los ojos y suspiró de forma ligera.
—¿Sabes? Eso suena realmente bien, una vida diferente.
—Lo vamos a lograr—besó su cabeza—. Jihoon estará con nosotros muy pronto, está mejorando demasiado, así que tenemos algo a lo cual aferrarnos.
Jimin bajo sus defensas, no supo en qué momento la idea de vivir con Yoongi una vida normal y tranquila se volvió una necesidad, junto a su hijo, siendo felices, quería eso para ellos, un comienzo nuevo.
—Espere aquí—le dijo al chófer antes de bajar del auto, estaban en el estacionamiento subterráneo de aquel edificio, fue fácil que le dieran el acceso, porque se suponía que él vivía ahí.
La malancolia fue directa al momento de subir en el ascensor. Yeosang siempre supo que estaba destinado a una vida normal, sin cosas extraordinarias, siendo tan ordinario como los demás, pasando desapercibido, no aspiraba a cosas grandes e increíbles, tampoco tenía la mejor motivación o se creía capaz de cualquier cosa, le costó sanar el abandono de sus padres, entró a una mala relación por la necesidad tan grande de ser amado, encontró un trabajo que se ajustaba a su personalidad, era alguien ordenado y muy responsable, ayudaba mucho el hecho de que Min Jungkook fuera alguien claro con sus peticiones y sobre todo amable. Vivió bien con esa tranquilidad, hasta que él llegó a su vida, entonces, Jungkook empezó a abrir ante él un panorama diferente, lo hizo querer más, lo hizo sentir que era especial, que merecía muchas más cosas, no sólo materiales, sino en su vida, aumentó su autoestima y le dió una nueva perspectiva sobre la vida y el amor. A pesar de romper su corazón, le dió un hijo, algo que jamás creyó poder tener, después, le dió la seguridad de que lo amaría. Deseo una familia y cuando la tuvo, creyó que estaba bien, que podía relajarse, que su vida era extraordinaria por el simple hecho de tenerlos cerca, por el amor que le daba y las promesas hechas. Entonces, ahora se preguntaba ¿Cómo sobrevivir a eso? ¿Cómo seguir después de perder lo que amaba? Estaba mal, se sentía incorrecto e inseguro, todo volvió, pero, más fuerte que nunca.
Las puertas se abrieron y dejaron ver el departamento, había puesto la tarjeta de acceso directo, agradecido de que Jungkook no lo haya cambiado, tenía la esperanza de que él no estuviera ahí, no tenía por qué estar, su jornada laboral empezaba muy temprano, no podía estar ahí, sin embargo, cuando entró y caminó, lo vio, estaba en la cocina, tomando un café, levantó la vista y sus ojos se encontraron, fue un golpe, un duro golpe, doloroso y terrorífico. Se quedó parado, jugando con sus manos.
—Vine...vine por unas cosas de...Jae y mías...
Jungkook asintió. —Adelante.
No dijo nada más, siguió bebiendo su café, inmutable, como si no fuera nadie.
—Pensé...que no estabas...lo siento.
—No hay problema, pero llama la próxima vez.
—Claro—susurró casi sin voz.
Tuvo que ordenarle fuertemente a sus piernas que se movieran, entró primero a la habitación que ambos compartían, el aroma de Jungkook mezclado con el suyo le daba una familiaridad atroz, ese era su espacio, había Sido su hogar hasta hace unas horas. Sacó del vestidor dos maletas, eran suyas, las había traído con las pocas cosas que tenía, miró alrededor y tomó sus cosas, un poco de ropa con la que se sentía cómodo, no tomó nada de valor, ni la ropa cara aunque era suya, se sentó en el piso del vestidor y miró alrededor con lágrimas en los ojos, tomó una camisa de Jungkook, que estaba en el suelo, y la olió, su aroma estaba impregnada en ella, esa colonia cara que olía demasiado bien, sollozo sin dejar de abrazarla, era más de lo que su corazón podía soportar, estaba desechó, decidió que quería llevarla consigo, cerró la maleta y salió de ahí, tomó más cosas básicas de aseo y algunos papeles, llenando una de las maletas, salió de la habitación y se dirigió a la de su hijo.
Las lágrimas no dejaban de descender por sus mejillas, tenía una horrible sensación en el pecho que lo ahogaba, guardaba con cuidado las cosas de su bebé, mientras recordaba en como eligieron cada una de las cosas que había en esa habitación, lo emocionados que se encontraban, decoraron juntos, incluso se recostaron en la alfombra para mirar el techo lleno de esas estrellas que brillaban en la oscuridad, planeando lo que harían cuando lo tuvieran en sus brazos, ese recuerdo ahora le parecía tan irreal ¿En verdad pudo fingir todo ese cariño y emoción? Las noches que pasaron juntos, amándose ¿Se podía fingir esa clase de adoración? No lo comprendía, estaba muy confundido.
Tardó demasiado, atrasando lo más que podía su salida, creyó que Jungkook se habría ido, pero, cuando camino de regreso a la estancia principal, arrastrando las maletas y con un nudo en el estómago, él seguía ahí, ahora bebiendo un trago de whisky, relamió sus labios nervioso, le estaba dando la espalda. Se detuvo unos segundos, pensando en qué debería decir, ¿Qué se decía para despedirse del amor de su vida?
—Jungkook—susurró sin reconocer el sonido de su voz, estaba rota al igual que su corazón—. ¿Por qué? —una vez que comenzó ya no pudo parar, no quería una despedida, quería respuestas—. No lo entiendo...yo pensé que todo...que estábamos bien y...¿Por qué?
No obtuvo respuesta, Jungkook ni siquiera se volvió a verlo, observó su ancha espalda en aquel traje a la medida, parpadeo para eliminar las lágrimas que no lo dejaban ver con claridad.
—¿Hice algo malo? Dime ¿Hice algo para que dejaras de quererme? Yo sé...yo siempre he estado seguro de que no me amas, no como a él y lo acepté, y está bien para mí, yo...no quiero que esto termine, no, por favor no quiero, ¿Hay alguna manera de que podamos solucionarlo? No me importa si lo sigues amando...incluso no me importaría si estás con él, si es tu amante, no importa, pero, ¿Podría quedarme contigo? Es que...no sé cómo hacerlo Jungkook, no sé cómo vivir sin ti, te amo, demasiado, eres mi todo, tú y Jaemin son mi vida entera.
No recibió respuesta, así que se acercó, quedó a unos pasos de él. Aún mirando su espalda.
—Por favor, no me quiero ir Jungkook, aceptó todo lo que me des, te prometo que jamás te voy a pedir más, sólo quiero estar contigo, te amo, es patético lo que te estoy pidiendo, pero, no encuentro otra manera de decirlo, te amo, por favor, con mi amor es suficiente para los dos. Jungkook, no me dejes, puedo perdonar todo, puedo olvidarme de que lo besaste o si es que ocurrió algo más, nunca lo voy a reclamar, lo prometo, sólo....yo quiero estar contigo—tomó la iniciativa de acercarse y abrazarlo por la espalda, enterró la cabeza en medio de sus omoplatos, abrazando su cintura, manteniendo sus manos sobre su duro estómago, lo sintió tensarse, como si no quisiera ser tocado por él—. Es que...simplemente no lo sé, no sé cómo vivir sin ti, te amo demasiado, todos los días despierto y me siento feliz y afortunado de que estés a mi lado, amo tu sonrisa, tu lado amable y también cuando estás serio por el estrés, yo amo cada cosa de ti Jungkook, este tiempo ha sido el más feliz de mi vida, no puedo irme, por favor no me quiero ir, me quiero quedar contigo, te lo pido, déjame quedarme, tal vez en un futuro logres amarme, me esforzaré, lo prometo, por favor no me dejes, te lo suplico. No quiero que esto termine, no sé cómo seguir Jungkook yo....
Escuchó el sonido del vidrio rompiéndose, se separó un poco mirando el vaso roto sobre la mesa, las manos de Jungkook estaban hechas puños, poco a poco sus brazos perdieron la fuerza y dejaron de abrazarlo.
—¿Estás enojada conmigo? Lo siento, no quiero ser molesto, es sólo que es difícil, siempre imaginé que terminaría mi vida de la manera más simple y ordinaria, que no habría nada que me hiciera vivir de una forma plena, pero, cuando te conocí, cuando empecé a amarte, descubrí muchas cosas sobre mí y sobre lo que deseo, quiero una familia contigo, te lo pido, no soy alguien importante, no vengo de una buena familia, apenas y pude terminar la escuela, fui usado y maltratado y tú...me hiciste ver qué era bonito y que merecía cosas lindas, me diste un hijo al cual amo con todo mi corazón, por favor Jungkook, no me dejes—se atragantaba con sus lágrimas y balbuceaba las palabras, si alguien lo viera posiblemente sentiría vergüenza de la forma en la que rogaba amor, pero, él no podía pensar en su orgullo cuando estaba perdiendo a la persona que amaba—. Prometo hacerlo mejor...no soy más lindo que él, no tengo una gran carrera ni un cuerpo hermoso, pero, puedo intentarlo, por favor Jungkook. Fui hecho para amarte, tú lo dijiste...
Jungkook no se movía, no le daba la cara, parecía no importarle, Yeosang lo entendió en ese momento, Jungkook no se iba a dar la vuelta, porque no quería verlo, porque no quería estar con él. Sollozó tomando nuevamente distancia, yendo hacia las maletas, las cuales tomó con fuerza.
—Jungkook no me quiero ir, no quiero irme de aquí, por favor, tengo mucho miedo, te lo pido yo...no me quiero ir.
Nuevamente nada, no hubo ninguna respuesta, ni siquiera un movimiento, se volvió arrastrando las maletas, temblando de pies a cabeza, estaba bajo el manto del pánico y la desesperación, no lo comprendía, no entendía como es que su vida se había desmoronando a sus pies sin aviso alguno. Estaba por poner la clave de acceso al elevador, pero sus dedos temblaban, sus ojos no enfocaban debido a sus lágrimas y le costaba respirar.
Sintió los brazos que le rodearon por la espalda, apretándolo, sosteniendo las partes rotas de su ser, se quedó quieto mientras Jungkook lo volvía y lo pegaba a la pared, sin dejar de abrazarlo, sofocando su llanto.
—Maldita sea, lo siento, por favor perdóname, lo lamento, lo siento tanto, maldita vida...lo siento, por favor...nunca quise hacerte daño, lo prometí carajo, volví a fallar en todo...
Jungkook sollozaba entre su cuello, sin dejar de apretar su cintura, sintió las lágrimas calientes en su cuello, contuvo la respiración porque los espasmos debido al llanto eran demasiado fuertes, llevó sus brazos a los hombros de Jungkook, abrazándose a él, incapaz de soltarlo.
—Lo lamento tanto...en verdad lo siento...
—Jungkook ¿Qué está pasando? —susurró.
Jungkook por fin lo miró, estaba tan cerca de su rostro que pudo ver lo mal que se veía, había unas prominentes ojeras bajo sus ojos, que estaban desolados y tristes, su labio inferior temblaba y toda frialdad se había desvanecido por completo, esa era la persona que él conocía.
—Soy un idiota—dijo con voz contenida, llevando una mano a su mejilla, dónde acarició—. Soy un completo imbécil, jamás quise hacerte daño, yo prometí que nunca volvería a hacerlo, Yeosang, nunca voy a poder perdonarme.
—No entiendo—balbuceo sin dejar de llorar, estaba tan confundido que su cabeza estaba a punto de explotar.
—No puedo creer lo que dije, no puedo creer que te hice sentir de esta forma, que hice que me suplicaras—cerró los ojos unos segundos apretando la mandíbula, cuando los abrió estaba incluso más destrozado que antes—. Jamás voy a merecer tu perdón, lo que hice fue lo peor que he hecho en mi vida—negó sin dejar de acariciar sus mejillas—. Escucha, te amo, eres mi vida entera, tú no tienes que gacer nada para que yo te ame, porque ya te amo, es mas grande que cualquier cosa—sollozo sin dejar de mirarlo directo a los ojos—. Tú y Jaemin son lo mejor que me ha pasado en la vida, tengo mucho por lo que pedir perdón y la mitad de esas cosas no tienen perdón alguno, lo siento, en verdad lo siento mucho, nunca debí decirte esas cosas, pero, me asusté, estoy malditamente asustado y no sé cómo controlarlo.
—¿De qué tienes miedo? —susurró contrariado.
Jungkook lo tomó de la cintura y lo llevó al sillón, lo sentó y él tomó asiento en la pequeña mesa de centro de caoba oscura, para tomar sus manos.
—Primero que nada—soltó el aire lentamente—. Necesito que me escuches, yo hice algo muy malo Yeosang y me siento muy arrepentido, no sé ni como disculparme—relamió sus labios nervioso—. Ese día, cuando Taehyung vino, estábamos hablando y él estaba pasando un mal momento, me preocupe como cuando éramos mas jóvenes, la conversación estaba siendo amigable, pero, se acercó demasiado y no te voy a mentir, recordé cuando ambos estábamos juntos, eramos amigos y todo estaba bien, nos besamos y yo seguí el beso, te fui infiel y es algo que no voy a poder perdonarme, no sé qué estaba pensando en ese momento, no lo entiendo, sólo...sucedió, y cuándo me di cuenta tu ya estabas ahí. Tengo que ser sumamente honesto contigo, porque te amo y mereces saberlo, yo...no estoy seguro de qué habría pasado si no hubieras llegado.
Su corazón se hundió en un foso, bajo la mirada destrozado, sin dejar de llorar.
—¿Lo sigues amando? —preguntó en un susurro. No estaba preparado para escuchar la respuesta, era demasiado, se sentía tan cansado y adolorido que sólo quería que todo acabará de una vez.
Jungkook tomó su mentón para alzar su rostro y que pudiera verlo, Yeosang sostuvo su mirada aunque quería desviarla, sólo para ver su expresión, sus ojos brillantes por las lágrimas, sus labios temblorosos y arrugas en su ceño de una expresión de arrepentimiento y dolor.
—No, no lo amo—no dejó de ver sus ojos en todo momento—. Taehyung es alguien que significó algo muy especial en mi vida, mi mejor amigo y mi primer amor, no entiendo por qué continúe el beso, me sentí melancólico y triste de saber que estaba sufriendo, que perdió todo por lo que había luchado por elegir a alguien que nunca lo puso como prioridad, regrese a ser ese chico preocupado y protectivo de su mejor amigo, recordé el pasado, cuando ambos eramos mejores amigos y nos demostrabamos afecto. Es algo muy diferente a lo que siento por ti, lo que yo siento por ti simplemente no puedo ponerlo en palabras, puedo sobrevivir sin problemas sin Taehyung, pero no puedo sobrevivir sin ti, carajo, sólo han pasado unas horas y casi siento que envejecí años sin ti, te extrañe tanto, te necesito tanto—ligeras lágrimas recorrían sus mejillas—. Me siento tan mal Yeosang, y no debería importar lo que yo siento, porque soy un idiota, porque no merezco compasión, pero, me siento tan miserable por haberte fallado, te amo, demasiado, tanto que estuve a punto de morir, escuchandote decir esas cosas, jamás debí dejar que esto llegara tan lejos.
Yeosang mordió su labio inferior, para contener el temblor de sus labios. Había algo claro, Taehyung siempre sería una sombra en su relación, tenía que vivir con el hecho de que fue el primer amor de Jungkook y que eso no se olvidaba fácilmente, estaba consciente de que no lo amaría de la misma manera y eso dolía, pero, a pesar de ello, no quería perderlo.
—Está bien...te perdono.
—No—negó—. No me perdones, no debes hacerlo, no tan fácilmente, sé que no voy a poder remediarlo, no va a desaparecer, pero, debes dejar que me esfuerce para ganarme tu perdón, yo jamás volveré a fallarte de esta manera, nunca, lo que hice y lo que dije te lastimo, y yo no quiero que digas que me perdonas sólo porque no quieres perderme, no quiero que aceptes esto, voy a esforzarme, porque te amo. Yo...lo siento, lo que dije, no pensé, tome la maldita salida sencilla para protegerte sin darme cuenta que era cruel e inhumano. Soy un imbécil.
Yeosang se quedó sin palabras, no entendía mucho de lo que decía, porque en su mente habían demasiadas cosas a la vez. Jungkook acarició su mejilla con cariño.
—Debes estar muy confundido, lo entiendo, no estoy siendo claro, pero, es que no puedo serlo. Después de que te fuiste, quise ir detrás de ti, pero, Taehyung hablo conmigo de algo que me aterró, no supe qué hacer en ese momento, de lo único que estaba seguro es de que tenía que mantenerte lejos para poder protegerte. Mi familia es mal Yeosang, ellos están enfermos y no quiero que sufras o que te pase algo, ni a ti ni a mi hijo, eso no podría soportarlo, no puedo decirte lo que está pasando, porque entre menos sepas es mejor, lo único que puedo decirte es que estoy tratando de hacer lo imposible para que nada te pase, sé que te cuesta confiar en mí, más en estos momentos, pero, tienes que darme el beneficio de la duda.
—Jimin me dijo lo que tú familia le había hecho.
La declaración dejo a Jungkook tan sorprendido que se alejó un poco.
—¿Ahora crees que soy un monstruo?
—¿Lo eres? ¿Hiciste algo? —preguntó con un hilo de voz.
—No participe activamente, pero sabía bien lo que ellos estaban haciendo y no hice nada para impedirlo, no tengo justificación, en ese entonces pensaba que no era mi problema, que no tenía que afectarme, ahora me queda claro que fue un terrible error. He hecho cosas malas Yeosang, no me eximo de mi familia, todos somos crueles y egoístas, pero, yo quiero ser diferente por ti y por mi hijo—volvió a acercarse, juntando sus frentes y acariciando su cuello—. Cuando te conocí estaba perdido en lo que yo quería para mí, aferrado a cosas y a personas que no me trajeron nada bueno, era tan egoísta y descuidado, pero, cambiaste mi vida de una forma tan hermosa, no soy un buen hombre, pero quiero tratar de mejorar para ser el hombre que mereces, el padre que nuestro hijo necesita, déjame ganarme tu perdón, necesito redimirme.
—¿Tú me amas Jungkook? —la pregunta salió sin siquiera pensarla.
Jungkook lo miró a los ojos antes de besarlo, tomó sus labios con la misma precisión de siempre, pero, al mismo tiempo con una enorme desesperación, tuvo que adaptarse a la insistencia de sus labios, gimió acercándose más, al estar al borde del sillón cayó a la alfombra, riendo, aunque no duró mucho porque Jungkook se posicionó sobre él para seguir besandolo, robandole el aliento, las sensaciones de su cuerpo eran un volcán que estaba a punto de estallar, sentía demasiado, y quería más, la necesidad fue contagiosa, hace unos minutos había creído que jamás podría volver a saborear sus labios a recibir sus caricias, ese miedo interminable, ahora estaba haciendo que actuara, rasgaron sus ropas, insistiendo, y cuando fueron uno por fin, Jungkook no dudo en volar su mente, en volverlo un saco vibrante de huesos y carne caliente. Se sintió querido y amado, algo que siempre sentía cuando estaba en sus brazos, como si fuera especial, Jungkook se sentó llevándolo consigo en su regazo, él, dió saltos sobre su erección sin dejar de gemir, era increíble. No quería dejar de sentirlo jamás.
Sus manos acariciando su cuerpo, sus besos sobre su piel, su aliento sobre sus labios, su lengua experta probando su cuerpo, era más de lo que podía imaginar, y cuando incrementó, llegó a un orgasmo perfecto, Jungkook lo tomó de la cintura para animar sus movimientos y llevarlo a través de su orgasmo, pronto sintió como se derramaba dentro de su cuerpo, su semilla caliente y pene palpitante, recargó la cabeza en su hombro casi sollozando del placer, estaba temblando, un temblor que se extendía por todo su cuerpo y no podía controlar, Jungkook se movió para alcanzar su camisa blanca, lo alejó un poco de su cuerpo para poder deslizarla por sus brazos, tal vez, pensando que tenía frío.
Besó su mejilla y delineó con sus labios su mentón, hasta su oreja, aspiró su aroma, Yeosang cerró los ojos tratando de concentrar su mente en la realidad.
—No has respondido—susurró apenas audible. Aspirando el aroma de su cabello.
Jungkook acarició su espalda sobre la camisa, antes de volver a sacarlo de su escondite y tomar su rostro pera besar sus labios.
—Te amo demasiado, jamás creí poder amar a alguien de esta manera y sé que mi estúpido comportamiento no ha ayudado a demostrarlo, pero, te prometo que eso va a cambiar, eres tú Yeosang, te amo a ti y quiero estar contigo—besó su frente—. Voy a esforzarme para demostrarlo, y para ganarme tu perdón.
Yeosang suspiró. —¿Crees que soy patético?
—No, al contrario, gracias por esto, me has abierto los ojos.
—¿Podemos volver ya?
Jungkook endureció su gesto antes de negar. —No, y no es por qué no quiero que estén aquí, no sabes la tortura que es no tenerlos, pero, necesito resolver algo, mírame, hay cosas peligrosas que están sucediendo, no puedo darte detalles, porque no quiero involucrarte, tenemos que actuar como si estuviéramos separados por un tiempo, el suficiente para resolver esto, ¿Me crees?
Dudo unos momentos, pero entonces, recordó la tensión en Jimin y Yoongi, algo estaba sucediendo y él no tenía idea de qué tan grave era, terminó por asentir.
—Sí, está bien, pero...¿Ya no te veré?
—Lo haremos, no te preocupes por eso. Por el momento te quedarás con Jimin y Yoongi, su lugar tiene más seguridad ahora. Pronto, esto va a terminar y nosotros volveremos a empezar, te lo prometo.
—Jungkook si esto es peligroso ¿Me prometes que tendrás cuidado? No quiero que nada malo te pase.
Jungkook lo abrazó a su cuerpo. —Lo prometo.
Jimin estaba en la gloria, en el único lugar donde deseaba estar toda su vida, se encontraba embelesado con su bebé, que estaba mejorando demasiado, ya no tenía tantas cosas conectadas a su cuerpo, aunque aún no abria los ojos, y Jimin no podía dejar de sentirse ansioso, sus días se habían reducido a ser feliz cada que iba a verlo, lo abrazó a su pecho y suspiró, acarició su espaldita y sonrió. Estaba solo, Yoongi salió a atender una llamada y las enfermeras se hallaban ocupadas atendiendo a otros bebés.
—¿Sabes? —dijo en voz baja—. Hoy estuve cuidando un rato a tu primo Jaemin, es un niño lindo, es muy tranquilo, lo vas a conocer muy pronto, estoy seguro de que se llevarán muy bien—besó su cabeza, cubierta por un gorro blanco—. No sé qué es lo que vaya a pasar, pero, pronto podremos irnos de aquí, te encantará la casa de Busan, hay demasiada naturaleza, y podrás correr y jugar siempre, seremos muy felices ahí, ¿Te agrada papá? Mmm a mí también me agrada, no debería, pero me agrada, y él dice que viviremos felices, le creo, tú no tienes que saberlo, espero que jamás lo sepas, pero, quiero creer en él, quiero una vida feliz y tranquila, contigo, con papá. Por eso tienes que salir de aquí, eres muy valiente y fuerte Jihoon, te amo tanto y estoy muy orgulloso de ti, pronto podremos estar todo el tiempo juntos, lo prometo.
No quería llorar, estaba cansado de hacerlo, y no quería que su bebé escuchará su llanto siempre, estaba seguro de que le hizo pasar feos momentos cuando estaba embarazado. Suspiró pesadamente, Jimin realmente no sentía que pudo disfrutar como se debía el proceso de tener un bebé, su embarazo fue deprimente, su parto caotico y el posparto preocupante, no fue lo que esperaba, pero al menos Jihoon estaba ahí, tenía un sentimiento de culpa muy grande y no podía aguantar para poder compensarlo por todo, quería darle la infancia más bonita y tranquila, llena de amor y de felicidad, quería ser un buen padre. Nunca supo nada de sus verdaderos padres, mucho menos de su madre, vivió en la calle, sin embargo, HongJae fue una figura parterna importante, le enseñó y le dió todo lo que un niño podría necesitar, a pesar de no comprender del todo sus acciones, era su padre y lo amaba.
—Hola—dijo Yoongi entrando, le sonrió antes de acercarse y acariciar la mamita de su pequeño hijo—. Hola cariño, papá está aquí. Te extrañé demasiado.
Jimin sonrió a las palabras de Yoongi, quien parecía más dulce y cuidadoso conforme se dirigía hacia Jihoon.
—La enfermera dice que está ganando peso, lo está haciendo increíble.
—Sí, lo hace, estoy seguro de que lo aprendió de ti—rio ligero—. Es tan valiente y fuerte, será un niño maravilloso y muy caprichoso.
—¿Caprichoso? —elevó una ceja mirándolo.
—¿Crees que con esa carita tan linda podremos decirle que no a alguna cosa? No, este pequeño será el más consentido del mundo, creo que hará lo que quiera con nosotros. Estoy dispuesto a darle el mundo entero si así lo desea.
Jimin negó sin dejar de sonreír. —Sé que tengo que decirte que no, que eso no está bien, pero, tampoco creo que pueda negar jamás a algo que él quiera. De hecho, dudo mucho que pueda mantenerlo lejos por mucho tiempo, está espera me está matando, así que no lo alejaré jamás de mí.
—Sí—suspiró—. También quiero que salga de aquí y poder llevarlo con nosotros, pero, tenemos que esperar un poco más.
—Lo sé—cerró los ojos unos momentos.
Cada vez que tenían que irse era una tortura para Jimin, quien deseaba quedarse todo el tiempo posible, pero, había horarios en ese lugar.
—¿Tienes hambre? —preguntó Yoongi mientras salian del hospital, estaba anocheciendo—. ¿Llevamos algo al departamento para que Yeosang también coma?
—Me mandó un mensaje y dijo que iba a salir junto a Jae, muy probablemente con Jungkook.
Yoongi asintió, Yeosang les había contado a ambos sobre lo sucedido con Jungkook, preguntándoles al mismo tiempo si era verdad sobre el peligro en el que estaban, ellos dijeron que si, que si bien, no sabían las motivaciones de Jungkook, la realidad es que la familia Min era un terreno peligroso, ellos quedaron en verse a escondidas por un tiempo, hasta que pudieran resolver los conflictos.
—Sí, es lo más probable. Debo hablar con él, aún no entiendo bien qué es lo que está pasando.
—Sí, deberías—asintió—. ¿Podríamos ir a algún lugar donde haya pizza y cerveza? De verdad tengo ganas de beber. Qué no sea un lugar lujoso, algo tranquilo.
—Mmm creo que conozco un lugar, bueno, lo ví en internet hace unos días, es nuevo.
—Bien.
Ambos subieron al auto, Yoongi lo encendió y manejó hasta la dirección, Jimin se mantuvo mirando por la ventana, la cuidad le pareció hermosa la primera vez que estuvo ahí, sin embargo, ahora, tenía recuerdos agridulces. El camino fue silencioso, cada uno de ellos perdidos en sus propios pensamientos sin que llegara a ser incómodo. Desde el nacimiento de Jihoon, la incomodidad entre ellos había desaparecido, conscientes de que tendrían que ser el apoyo del otro en esa situación. Llegaron a un lugar bonito, pero no tan elegante como Yoongi acostumbraba, ni siquiera necesitaban reservación o un codigo de vestimenta, cosa que Jimin agradeció, estaba cansado de ese mundo lleno de frivolidad y egocentrismo.
—¿No te sientes bien? —preguntó Yoongi sin dejar de mirarlo después de haber hecho el pedido.
—Estoy un poco cansado—se encogió de hombros.
—¿Te duele algo?
—No ¿Por qué?
—Hace un mes y medio que fue la cesárea, no has descansado como se supone que tendrías que hacerlo.
Jimin lo miró con una mueca. —No tengo tiempo de descansar, me preocupa Jihoon y además, no me duele ni me siento mal, el doctor me revisó y dijo que todo estaba muy bien.
—Lo sé—asintió Yoongi—. Pero, si llegas a sentir dolor o incomodidad ¿Me lo dirías?
—Si eso te hace sentir mejor, sí, puedo hacerlo—suspiró por lo bajo—. ¿Tú familia no dijo nada por tu inasistencia en la fiesta de año nuevo?
—No, ellos saben lo que está pasando, o al menos tratan de fingir que les importa o se preocupan, hoy llamó mi padre, para decirme que esperaba que todo estuviera mejor y que pronto pudiera regresar al trabajo.
—Mmmm, entiendo—asintió—. Supongo que ellos quieren que todo regrese a la normalidad. ¿No crees que pensaran que es sospechoso que Jungkook no haya asistido?
—No, Jungkook jamás asiste a esas fiestas, aunque se viene una celebración aún mayor, la fiesta de cumpleaños de KyungSoo, es en unos días y sí que será en grande, le gusta llamar la atención, tendré que asistir.
—¿Tengo que ir contigo? Para mantener la fachada ¿Debo hacerlo?
—No, no tienes, ellos saben que los odias, saben que me odias y que la única razón por la cual estamos juntos ahora es por Jihoon, nada más, si no quieres asistir no tienes que hacerlo. Ellos no esperan que lo hagas.
Jimin asintió un poco menos tenso, a decir verdad, no quería tener que ver a la familia Min, no deseaba saber nada de ellos, ni siquiera sabía cómo podría llegar a actuar si los topara de frente.
—Es un año nuevo y ni siquiera se siente diferente—dijo cambiando de tema. Yoongi le miró antes de torcer un poco el gesto y terminar sonriendo.
—Lo sé—dijo con un suspiro—. Ese día pasó desapercibido, pero, no tenemos cabeza para celebrar, no cuando estamos esperando a que nuestro hijo salga del hospital ¿No?
—Sí, es lindo tener a Jaemin en el departamento, realmente es muy bonito, pero, al mismo tiempo es triste.
—Todo va a salir bien, oíste lo que dijo el doctor, él está haciéndolo excelente, mejora día con día, pronto podremos llevarlo con nosotros y todo esto habrá acabado.
—Lo sé, no quiero pensar de más, por eso no quiero seguir con esto por mucho tiempo, sé que estoy retrasando lo inevitable, pero, no sé qué hacer. No me siento capaz de jugar este juego o de pelear.
Jimin había retrasado todo, un día despertó y no quería reunirse con los Min, no quería hablar con Leeteuk, no quería hacer nada, tenía miedo y aunque sabía que Yoongi no estaba de acuerdo, necesitaba, tiempo para pensar en si podría hacerlo o no. Era demasiado para su cabeza.
—No tienes que hacerlo, yo voy a pelear por ti—alargó la mano para sostener la suya—. Escucha, no tiene que ser tan complicado como imaginas, sólo no estás listo, te estoy dando tiempo para que tomes una decisión, si no quieres involucrarte no importa, yo lo haré por ti.
—Dijiste que tenía que hacerlo. Soy yo quien está en medio de esto ¿No?
—Dije eso, porque haría las cosas más fáciles, sin embargo, puedo encontrar una manera, no tienes que preocuparte por eso.
—Quiero pensarlo.
—Hazlo—sonrió a medias—. Jungkook tiene razón, entre menos se involucren es mejor, son personas inocentes en medio de este fuego cruzado, también hay bebés de por medio, no quiero que tú tengas que mancharte las manos, suficiente es con lo que todos nosotros hemos hecho.
—¿Podríamos cambiar de tema? —hizo una mueca—. Ya no quiero hablar de esto, no me gusta este tema.
—Claro, dime ¿De qué quieres hablar?
—¿Cómo fueron tus años de escuela?
Yoongi le sonrió antes de empezar a contestar, Jimin aún no sabía por qué tendría que enfrentarse a los Min, no entendía por qué estaba en peligro. Hasta que ocurrió.
Un auto se paró justo al lado de él, no presto atención hasta que la ventanilla se bajó.
—Yeosang, sube al auto.
Se petrificó en su lugar, se volvió lentamente hasta verlo ahí, habían pasado más de cinco años, pero lucía exactamente igual que antes.
—Mingi...
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