75
No dejaba de pensar en lo que Mike les dijo, en los peligros a los que se iban a enfrentar si continuaban indagando, a veces, era mejor no saber nada, mantenerse ignorantes, pero ¿Por cuánto tiempo podrían hacerlo? Jungkook, siempre trató ser ajeno a su familia, forjar su propio camino sin ayuda de nadie, no seguir sus reglas o sus pensamientos, ser una mejor persona, formar una familia real, con amor y plenitud, enamorarse de quien quisiera y después vivir tranquilo por el resto de su vida, había encontrado el amor, de eso estaba completamente seguro, se estaba haciendo un nombre en la industria del vino, con su esfuerzo y trabajo duro. Tenía promesas que cumplir, un esposo y un hijo que protejer, ¿De verdad podía con aquello? ¿No era mejor dar un paso atrás? Estaba confundido.
Después de la reunión con Yoongi y Jimin fue a su empresa, tenía juntas que atender, Yeosang estaba en casa de su hermana y cuñado, ellos viajarian por una semana de vacaciones, un regalo que ambos les hicieron en su aniversario. Tomó sus cosas y salió hacia su departamento, estaba comenzando a llover, mandó un mensaje a Yeosang pidiendo que esperara a que la lluvia parara para regresar a casa. Se relajo un poco en su auto, no había querido conducir, necesitaba dormir, desaparecer esa tensión en sus hombros, cualquier cosa que le hiciera sentirse mejor. Llegó a su edificio, subió a su departamento y lo primero que hizo al llegar fue tomar una copa whisky, que le sentó de maravilla.
Miró por el ventanal a la cuidad, siempre supo que dentro de su familia habían secretos peligrosos, todas las familias los tenían, sobre todo, aquellas que pertenecían a su mundo, a la alta sociedad, había una razón específica por la cual se llegaba al poder, jamás se accedería a la gloria sin haberse manchado las manos de sangre, era obvio, sin embargo, jamás pensó que llegaría el momento en donde descubriría esos secretos, pensó que permanecerían ocultos, salir de la ignorancia era un arma de doble filo. En otras circunstancias no hubiese importado, pero, ahora sí, ¿Cómo iba a proteger a las personas que amaba?
Hubo un timbre, que le indicaba que alguien quería subir a su piso, se acercó al elevador y elevó una ceja, apretó el botón de permiso y espero confundido. Después de la reunión de esa tarde un mal sabor de boca se mantuvo hasta el final, uno que quería deshacer con alcohol, cosa que era imposible, porque la incomodidad venía desde dentro. Al abrirse las puertas vio a Taehyung, que estaba empapado.
—Hola, gracias por dejarme subir, lo siento si no te llamé antes, es sólo que estaba cerca y la lluvia me empapó. ¿Cómo estás?
Jungkook no lo pensó dos veces, se acercó y lo abrazo con fuerza, Taehyung devolvió el abrazo rodeándolo con sus brazos, descansando el rostro en su cuello, había algo inocente en su interacción. Jungkook lo conocía desde que eran jóvenes, en ese entonces, Taehyung tenía un sueño, uno que luchaba por hacer realidad, le gustaba el modelaje, era demasiado hermoso, él siempre trató de alentarlo para que lo intentará, lo acompañó a sus primeras audiciones, le ayudó a convencer a su familia, estuvo ahí en sus primeras campañas y pasarelas, atendiendo sus nervios, viendolo triunfar, aunque no quisiera la noticia de que había sido despedido le afectó.
—¿Tú cómo estás? —preguntó separándose de él.
—Pues...empapado.
Jungkook rio asintiendo. —Espera aquí, te voy a traer algo, podemos poner tu ropa en la secadora.
—Por favor—le sonrió con cariño.
Fue a su habitación, tomó un albornoz blanco y suave y una toalla más pequeña para su cabello, regresó y se los dió.
—Toma, usa esto mientras seca la ropa.
—Perfecto—tomo el albornoz y fue al baño de vistas, Jungkook preparó un poco de té, también abrió una botella de vino, no sabía qué es lo que Taehyung querría beber, pasaron algunos minutos hasta que volvió.
—Puse la ropa en la secadora—dijo con un suspiró, estaba secando de forma desorganizada su cabello—. Amo ese vino, es uno de mis favoritos de tu marca.
—Que halago—sonrió a medias sirviendo dos copas, le tendió una al tiempo que tomaba la toalla y lo ayudaba a secar su cabello, Taehyung rio de forma animada.
Esas interacciones entre ellos eran tan normales y cálidas, que lo hizo remontarse a cuando eran un par de chiquillos con sueños y aspiraciones, que se la pasaban juntos sin pensar en las cosas terribles que pudieran ocurrir en sus vidas. Extrañaba a su mejor amigo, lo quería, y no estaba bien con el hecho de saber que estaba sufriendo de alguna manera. Llegó un momento en donde sus miradas se encontraron, Taehyung le sonreía con calidez.
—Escuché lo que sucedió Taehyung—dijo conteniendo su voz—. Sobre tu contrato.
Taehyung se alejó de él, quitándose la toalla en la cabeza, bebió un poco de vino, Jungkook lo conocía tan bien que sabía que se estaba conteniendo para no llorar, así que lo tomó de la mano y lo llevó a la sala, lo sentó en el sillón y él se colocó a su lado, bebió un poco de vino esperando.
—Las noticias corren muy rápido ¿No?
—¿Por qué sucedió? No sé supone que tenían un contrato.
Taehyung rio por lo bajo, sin ganas. —¿Crees que a estas alturas ellos realmente seguirían teniendo tratos con alguien como yo? No sé en dónde has estado estos días cariño, pero, me he convertido en algo así como mercancía defectuosa, nadie en su sano juicio se arriesgaría contratandome, se habla muy mal de mi, ser el amante nunca es bueno para la prensa.
Jungkook bufó, en ese momento quería gritarle por haber sido tan idiota, por dejarse envolver en una situación que estaba destruyendo todo por lo cual había luchado, no creía que fuera algo justo, tampoco que valiera la pena.
—¿Y tus padres?
Fue en ese momento que Taehyung soltó un ligero sillozo, Jungkook lo miró de inmediato, alargó la mano para tomar la suya, apretando ligeramente. Las lágrimas descendían por sus mejillas de forma lenta y dolorosa.
—No quieren saber nada de mí, ellos me han desconocido por completo...no sin antes decir que soy una desgracia y que están decepcionados.
La relación de Taehyung y sus padres no era buena, sin embargo, había mejorado significativamente en los últimos años, entendía su frustración y dolor.
—¿De verdad vale la pena Taehyung? ¿Vale todo esto que estás pasando y lo que has perdido?
Taehyung boqueo, Jungkook se arrepintió de haber preguntado aquello, no era su asunto, no podía juzgar lo que Taehyung estaba pasando porque hacerlo, sería seguir el juego de los demás, de las mismas personas que le estaban dando la espalda, sin embargo, su intención era lo opuesto, había visto sin remedio y con impotencia como Taehyung destruía su vida por amar a Hoseok, quien a su parecer era el culpable de lo sucedido, porque dejó que las cosas escalarán a un nivel superior.
—¿Puedo ser honesto contigo? —preguntó en un susurro.
—Siempre—volvió a apretar su mano.
—Lo amo, Jungkook en verdad lo hago, pero, me lo he preguntado también ¿De verdad vale la pena perderlo todo por amor? Cuando me enamoré de él, quería esto, que me eligiera, estar a su lado a cada momento, en las buenas y las malas, compartir el dolor y el éxito, ya sabes, todo aquello que te dicen que hace funcionar una relación, pero, ¿Y si no es lo correcto? Hoseok ha cambiado mucho, se volvió más gruñón, se preocupa demasiado y también se culpa, sé que él también ha pensado si valió la pena. ¿Y si nosotros no estábamos destinados a estar juntos y por eso estamos pasando por esto?
—Las personas romántizan el amor, creen que amando todo es posible, pero no es así, no te juzgo, no quiero hacerlo, pero, sabías que sería malo, aún no entiendo por qué, tenías una vida que iba en ascenso, Hoseok era tu capricho y tú el suyo, ahora están enfrentando las consecuencias, sabes que se va a quedar sin nada ¿Verdad?
—Lo sé, él también lo sabe, no sé cómo ayudarlo Jungkook.
—Lo siento, no quiero ser agresivo o cruel contigo, sólo estoy muy preocupado, me duele saber que estás teniendo dificultades, porque sé lo que tú carrera significa para ti.
—Ha sido muy difícil, y, no he podido hablar con nadie, por eso vine aquí, nuestra relación también fue algo que perdí después de mi decisión Jungkook—lo miró a los ojos, de forma desesperanzada—. Aunque digas lo contrario, algo cambio entre ambos y era de esperarse, te extraño demasiado, no sabes cuánto, está mal que lo diga, pero, extraño mi vida de antes—susurró—. El estar contigo, el hablar contigo, yo... sé que es estúpido pedirlo, pero, te necesito, no para que resuelvas esto, sino, porque te quiero, deseo que algo continue siendo lo que era. ¿Me has perdonado?
—Tae...
—Déjame terminar, ¿Has perdonado lo que hice? Hace tiempo dijiste que sí, pero, ambos sabemos que no es verdad, amas a Yeosang, eso me ha quedado claro, así como yo amo a Hoseok, pero, la conexión que teníamos nosotros era especial, es obvio que me tienes rencor por haberla roto. Desearía cambiar las cosas y no puedo, te quiero y te necesito, me siento tan egoísta, pero Jungkook, la vida se me está yendo de las manos y no sé cómo controlarlo.
Apretó la mandíbula, lo ciento era que, aún quedaba cierto sentimiento hacia Taehyung, también lo extrañaba, sus pláticas, sus paseos, sus viajes, su risa y compañía, ellos fueron los mejores amigos durante décadas, y ahora, estaban separados por las malas decisiones que ambos tomaron, suspiró pesadamente antes de atraerlo a su cuerpo, le dolía en el alma verlo de esa manera, saber que estaba sufriendo. Era Taehyung, no cualquier persona, era su mejor amigo, a quien siempre intentó cuidar, quien entendía lo que él vivía.
—Ambos tomamos malas decisiones en ese entonces, también te extraño Taehyung, demasiado, carajo, eres mi mejor amigo.
—¿Por qué la vida tiene que ser tan complicada Kook? Sabes que no soy una mala persona ¿Verdad? Sólo estoy desesperado.
Jungkook lo alejó un poco de su cuerpo y le sonrió, acarició su mejilla, sus muestras de afecto eran normales en su relación, por eso, se había confundido tanto al grado de enamorarse de él, nunca hubo un límite y aunque Jungkook estuviese consciente que tenía que haberlo, sobre todo, porque él estaba casado y tenía un hijo, trató de no darle vueltas al asunto, sólo eran un par de amigos reencontrándose después de mucho tiempo separados.
—Lo siento Jungkook, en verdad lo lamento.
—Basta, está bien, nosotros estamos bien Tae.
La forma en la que estaban acomodados podía dar una muy mala imagen a quien los viera, Taehyung estaba recargado sobre su pecho, Jungkook lo abrazaba por la cintura y tenía una mano en su cuello, se miraron fijamente, algo dentro de Jungkook se movió, esa sensación que sólo aprecia cuando estaba cerca de Taehyung, una cercanía que se sentía como estar en su hogar, estaban demasiado cerca. Su mente le gritaba que debían separarse, que no era correcto, pero, sus cuerpo no respondía, sus ojos estaban hipnotizados, Taehyung lo tomó del cuello, acariciando su nuca, algo que sobrepasaba a una caricia amistosa, fue ahí que sus labios se encontraron en el camino, cerró los ojos, dejándose llevar, su mente estaba en blanco, movió sus labios apreciando la suavidad y el calor de su boca, un beso que se volvió más profundo, necesitado, no podía detenerse y Taehyung tampoco, en un momento estaba sobre su regazo, ambos besandose con voracidad, hambrientos de más, él albornoz cayó ligeramente por sus hombros, Jungkook dejándose llevar por su aroma, llevó sus labios a su mandíbula y después a su cuello, las mamos ajenas se aferraron a su cabello, no lo separó, al contrario de eso, suspiró lleno de placer, regreso a sus labios, perdido, estaba tan enajenado que no se dió cuenta que las puertas del ascensor se abrieron. ¿Cuánto tiempo paso? No lo supo, no se separó de él, siguió tomando todo lo que quería de sus labios.
—Jungkook—escuchó su nombre a la distancia.
Él no fue quien se detuvo, Taehyung lo separó de su cuerpo y salió de su regazo, Jungkook frunció el ceño, quería volver a colocarlo en su lugar, pero, vio los ojos de Taehyung, llenos de terror y de culpa, entonces se volvió, siguiendo su mirada, se quedó helado. Una sensación peor llegó a su pecho, la culpa, el odio, el remordimiento y el miedo. Yeosang estaba ahí, mirándolos con ojos muy abiertos, su boca hacia una mueca horrible. Sintió su corazón latir con fuerza y ganas de vomitar de la impresión, se levantó de inmediato y trató de ir en su encuentro, pero, Yeosang retrocedió un paso.
¿Qué mierda pasaba con él? ¿Cómo pudo ser tan imbécil? Mientras miraba a su esposo, quien cargaba a su hijo, se sintió el peor ser humano del universo, quiso llorar de la frustración.
—Yo...
Yeosang no dejó que hablara, en vez de eso, tomó lo que le quedaba de fuerza y salió de ahí, casi corrió al ascensor y volvió a subir, Jungkook sólo lo miró mientras las puertas se cerraban, dió un paso más, pero la mano de Taehyung lo detuvo, se volvió a verlo, dándose cuenta de sus ojos inyectados de dolor y lágrimas.
—Jungkook... perdóname.
Miró una vez más el ascensor, antes de escuchar algo que le hizo volverse y mirar a Taehyung como si desconocida a la persona que estaba frente a él, como si no se tratara de su mejor amigo, sino del peor de sus enemigos. Sin embargo, no se movió, se quedó escuchando.
Jimin y Yoongi lo escucharon relatar lo que había visto, ni siquiera sabía cómo es que había tenido la fuerza física para salir del departamento e ir a buscar ayuda, tampoco la fuerza emocional para poner en palabras lo que dijo. Fue un shock, una ruptura mental difícil de entender, estaba feliz de llegar al lugar que llamaba hogar, después de pasar un día adorable con su hermana, lo que vio, le dejó un trauma, su peor miedo se estaba haciendo realidad. Mirar a Jungkook besando de forma pasional a Taehyung, quien se hallaba medio desnudo, fue demasiado.
—No quería ir con mi hermana, porque...yo...lo siento por venir aquí.
Jimin quien estaba a su lado tomó su mano y negó.
—No, no te disculpes, no debes hacerlo, es bueno que hayas venido aquí.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba acariciando la cabecita de sus bebé que se mantenía dormido, ajeno a todo lo que estaba pasando. No podía comprenderlo, como en segundos la vida que había soñado e idializado terminó convirtiéndose en una pesadilla, quería una respuesta, que Jungkook le dijera que era un error, que se arrepentía, cualquier cosa que le ayudara a sobrellevar lo que sentía, estaban tan frustrado y confundido.
Yoongi se había mantenido en silencio, usaba su teléfono y después escuchó, callado, Jimin en cambio lo miraba con pena y tristeza, él se sentía mal, ¿Por qué tenía que estar viviendo aquello? No podía más, estaba triste y desconsolado.
—Prepararé un poco de té—dijo Yoongi poniéndose de pie para ir a la cocina.
—Tal vez fue un malentendido—susurró Jimin.
—Siempre supe que algo así podría pasar, que él jamás lo iba a olvidar, pero, creí que, sería menos doloroso.
—Debe haber una explicación, Jungkook te ama.
—También a él—negó lleno de amargura—. Siempre estuvo enamorado de él, me dejó para estar a su lado, ha pasado poco tiempo, eso no se olvida tan fácilmente.
Jimin hizo una mueca. —Te entiendo, creeme que lo hago, yo tampoco era la persona que Yoongi amaba.
Estaba por responder, cuando la puerta se abrió, se tenso de pies a cabeza cuando vio a Jungkook ahí, su rostro estaba indescifrable, sus ojos duros y rojizos, mordió su labio inferior bajando la mirada, sintiéndose pequeño, de repente demasiado consciente de lo que había sucedido momentos antes, temeroso de las consecuencias, de la realidad, una tan dolorosa que le costaba respirar.
Yoongi se acercó a Jungkook con una ceja alzada. —¿Qué es lo que pasó?
—Yeosang—dijo Jungkook ignorando completamente a su hermano—. Lo lamento.
Yeosang levantó la vista, aquel "lo lamento" había sonado demasiado extraño, cuando sus ojos se encontraron se dió cuenta que Jungkook estaba enojado, realmente molesto, Jimin alargó las manos para tomar a Jisung, lo permitió, porque estaba tan nervioso que tenía miedo de que sus brazos no soportarán su peso, se puso de pie, temeroso fue a encararlo.
—¿Sólo tienes eso para decir? Un lo lamento, no va a cambiar lo que hiciste ¿Por qué Jungkook? —su voz se quebró.
Jungkook cerró unos momentos sus ojos antes de abrirlos y mirarlo con frialdad, una que le transmitió un escalofrío a todo el cuerpo, se sintió más indefenso.
—Lamento lo que te voy a decir Yeosang, pero, ya no puedo fingir y pretender que puedo amarte y tener una familia contigo, cuando la realidad es que no es así.
Sus palabras eran puños que golpeaban con fuerza su rostro y cuerpo, el aire le faltaba, le miró desconsolado, su peor miedo estaba frente a él, incluso Jimin y Yoongi lo miraron como si hubiese perdido la cabeza.
—Jungkook no digas una mierda de la que te vas a arrepentir—bufó Yoongi—. Ambos sabemos que no es verdad.
Jungkook no se volvió a ver a su hermano, sus ojos permanecían en Yeosang, lo observaba de una forma extraña.
—¿Tú no me quieres? ¿Lo vas a elegir a él?
—No, no lo voy a elegir, sólo quiero que sepas que no puedo evitar no amarlo, es imposible para mí fingir que no siento nada por él, esa es la realidad, lamento no habertelo dicho antes, tampoco pido que lo entiendas, sólo...es así.
Las primera lágrimas se derramaron de sus ojos, ¿Por qué? Parecía que estaba escuchando a una persona completamente diferente.
—Por favor—sollozo quedito—. Dime qué sólo fue un error, que fue el momento y que ese beso no significa nada, dime qué me amas y que jamás volverás a hacerlo. Te lo pido.
—No puedo Yeosang, no puedo decirte que fue un error cuando es algo que yo quería hacer. Lo siento, es mejor que nos mantengamos alejados un tiempo, necesito pensar que es lo que quiero para mí vida.
Se quedó helado, Jungkook salió de ahí siendo seguido por Yoongi, él casi cae al suelo de no ser por la mano de Jimin en su hombro que lo guío de nuevo al sillón, se sentó perdido, con un dolor inmenso en su pecho.
—¿Por qué me hace esto?
Jimin le miró con pena. —Tú no sabes nada de los Min ¿Verdad? Ellos son crueles y yo...creo que Jungkook podría estar siendo amenazado.
Yeosang le miró perplejo. —No entiendo a qué te refieres.
—¿Quieres saber qué es lo que me hicieron?
—Sí.
Jimin suspiró antes de empezar a hablar de todo, sin contratiempos, sin detenerse a pensar en la imagen que tendría Yeosang de él, dijo toda la verdad, la más dolorosa y cruel y poco a poco vio el rostro de Yeosang cambiar, a una decepción total.
—Espera—lo tomó del brazo y lo detuvo—. No hagas esto Jungkook ¿Qué fue lo que pasó? Tú jamás hablarías así.
Jungkook le miró de forma desolada. —Cometí un error.
—Se puede solucionar, por favor, no hagas lo que yo hice.
—Tú tienes tu forma de proteger a tu familia Yoongi, yo tengo la mía, respeta eso, y cuida de él, sólo haz eso.
—Fueron ellos ¿Verdad?
Jungkook no dijo nada, sin embargo, lo miró de forma fría antes de irse. Yoongi se quedó parado en la entrada del edificio, tragó en seco, algo muy malo estaba por suceder y no se encontraba listo para hacerle frente.
Espero que les esté gustando.
Los amo ❤️
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