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74

—Debes ser un cabrón con mucha suerte para que alguien haya pagado tu fianza, sal de aquí y no quiero volver a verte.

El policía arrojo al mostrador la bolsa con las cosas que le fueron confiscadas cuando fue apresado, sabía que se quedaría ahí, nadie pagaría su fianza, o al menos eso pensaba, fue una sorpresa cuando el oficial fue por él a la celda y le dijo que podía irse, no le dijeron quien habia pagado, sin embargo, no le importaba, tomó sus cosas y salió de ahí con una enorme sonrisa llena de suficiencia, las puertas se abrieron y él aspiró con fuerza el aire, era libre. Caminó por el estacionamiento, pensando en cómo regresaría a su casa, si es que aún tenía una, su familia lo odiaba, tampoco le importaba, aún conservaba algunos amigos. Un auto lujosos y oscuro llamó su atención, fuera de este se encontraba un hombre trajeado con lentes oscuros.

—¿Song Mingi? —preguntó.

—Depende ¿Quien pregunta? —elevó una ceja.

—Sube—abrió la puerta trasera del auto.

Se quedó mirándolo unos momentos antes de encogerse de hombros y entrar, la curiosidad era mayor que cualquier cosa. Se sentó al lado de otra persona, un hombre en traje, de lentes claros, que le observó.

—Mingi.

—Me siento en desventaja, usted sabe quién soy yo, pero yo no sé quién es usted.

—Sólo llámame señor Bae, creo que te estás preguntando quien es el que pagó por tu libertad ¿No es así?

—Podría decirse, se ve alguien rico, no creo que los ricos estén haciendo caridad, ¿Qué es lo que quiere conmigo?

El señor Bae sacó de un maletín un sobre amarillo tamaño carta, se lo entregó, lo abrió con la misma curiosidad, dentro había unas hojas, sintió un estrujón en el pecho cuando vio aquella fotografía.

—Lo conoce ¿Verdad?

—Sí.

Yeosang, hacia mucho tiempo que no lo veía, su apariencia había cambiado mucho, ahora rubio, bien vestido y sonriente, chasqueo la lengua, aún recordaba su relación catastrófica, una de las razones por las que estaba tras las rejas, había terminado de manchar su pésimo historial delictivo y cuando lo encontraron siendo agresivo fuera de un bar, ellos lo apresaron.

—Como olvidarlo, ¿Qué ocurre con él?

—Necesito que hagas algo, espera instrucciones—le tendió un celular además de un sobre, al abrirlo sus ojos se abrieron en demasia por la cantidad de dinero que había ahí—. Ahora vete, recuerda, me debes tu vida, si cometes un error será tu perdición ¿Entendido?

Mingi sonrió ladino. —Fuerte y claro, señor.

—Oh mi bebé—susurró besando la cabeza de su pequeño—. Es mi imaginación o esta un poco más pesado—miró a la enfermera con ilusión en los ojos—. ¿Ha subido más de peso?

La enfermera le sonrió. —Sí, el pequeño Jihoon ha subido de peso, está creciendo también.

Jimin tragó en seco y sonrió en grande antes de besar de nuevo a su bebé, Jihoon estaba ahí, sobre su pecho, su pequeño estaba luchando por estar bien y él no dejaba de verlo, quería estar todo el tiempo a su lado, aunque era imposible, observarlo, tocarlo y estar cerca era lo mejor del mundo, acaricio sus diminutos deditos, Yoongi que estaba a su lado le sonrió.

—Está creciendo—asintió acariciando el piecito del bebé—. Ves, todo está bien, ha mejorado mucho.

—Sí, mi pequeño valiente, es tan fuerte—suspiró.

Aún había muchas cosas conectadas a su pequeño, no podía ver bien su rostro, pero, al menos podía tomarlo en brazos y estar con él. Jimin se había desconectado de todo, lo que estaba fuera de ese hospital dejó de tener sentido para él, lo único que le importaba era su hijo, estar al pendiente de todo, de su avance y contaba los días para poder llevarlo a casa.

Eso le hacía sentir la necesidad de olvidarse de lo que sucedía fuera del hospital, pero, era imposible hacerlo, Jimin estaba consciente de que no se encontraban a salvo y la ansiedad que podía sentir proveniente de Yoongi le daba la razón, ambos eran cuidadosos de no hablar de más, pero, no podían evitar para siempre la realidad. Salían del hospital, después de haber estado disfrutando el tiempo con su bebé, normalmente tomaban el almuerzo o la cena—dependiendo del horario— cerca del hospital, hablaban un poco y se entretenían haciendo algunas cosas, llegaban al departamento, tomaban una ducha, miraban una película y después dormían juntos, sin embargo, ese día era diferente.

—¿Estás bien?

—Tengo miedo—susurró.

Yoongi alargó la mano y tomó la suya, dando un ligero apretón, ambos estaban en la parte trasera del auto que Jungkook había mandado para ellos, no sabían a dónde irían, lo cual le ponía un poco ansioso.

—Todo va a estar bien, estamos haciendo esto en caso de que nuestros autos sean interceptados, tranquilo, Jungkook está de nuestro lado.

—No tengo miedo de eso—hizo una mueca—. ¿Y si ellos saben lo que estamos haciendo? No creo que sean tan tontos como para tragarse la idea de que nos quedaremos de brazos cruzados, dijiste que desconfiaban hasta de su sombra ¿Y si ellos hicieron algo? ¿Cómo podremos con todo? Estoy asustado ¿Y si le hacen daño a Jihoon?

Yoongi se acercó más, alargó la mano libre para tomar su mejilla y hacer que lo viera a los ojos, le sonrió a medias, Jimin aún podía ver la preocupación en sus ojos y eso no lo tranquilizó, sabía bien que todo lo que estaba diciendo, Yoongi ya lo había pensado.

—Lo vamos a resolver, Jungkook dijo que era importante, debe serlo, así que tenemos eso, aquí, la información tiene poder.

Jimin sólo asintió, aún no entendía a ciencia cierta lo que estaba sucediendo, como es que se manejaba aquel mundo, pero, Yoongi, parecía muy decidido y seguro cuando decía que la información era poder. Eso no le importaba, lo único que quería era que su hijo estuviera a salvo, que el padre de Yoongi, Seunghyun, haya ido a verlo al hospital, fue una clara advertencia, suspiró, recargando la cabeza en el respaldo del asiento ¿Sería así siempre? No había forma de que lo dejarán en paz, a menos que hiciera lo que ellos pedían, esa idea estaba rondando por su cabeza últimamente, tal vez, era la mejor opción para todos.

Llegaron a un lugar un poco alejado de la cuidad, se trataba de un motel de carretera, Yoongi bufo, el auto entró y se estacionó frente a una de las habitaciones.

—Hemos llegado señor.

—Gracias.

Yoongi fue el primero en bajar, Jimin lo hizo segundos después, la puerta se abrió, Jungkook les sonrió.

—Hola, entren rápido.

Pasaron a la habitación, no estaba sola, había un hombre extranjero al que no reconocía.

—¿No te parece muy dramático? —bufó Yoongi mirando a su hermano.

—Mike dijo que necesitábamos vernos en un lugar donde fuera difícil que nos vieran, ¿Tenías una mejor idea? No seas gruñón. Jimin, él es Mike, es un investigador privado.

Jimin dió un asentimiento hacia el hombre. —Un gusto, soy Jimin.

—El gusto es mío señor.

—Tomen asiento, Mike dijo que ha descubierto varias cosas.

Se sentaron alrededor de una pequeña mesa cuadrada, Jimin observó al hombre que sacaba una serie de papeles de un maletín con contraseña, la tensión estaba subiendo de intensidad por sus músculos, era más de lo que podía soportar, mordió su labio inferior, Yoongi a su lado, se mantenía serio, con aquel rostro imperturbable, que con el paso del tiempo había descubierto que no era más que una fachada para engañar a los demás, por dentro, debía estar igual de ansioso y preocupado.

—He podido recaudar información de la mayoría de los miembros de su familia ¿Cómo quieren que empecemos?

Jungkook elevó una ceja. —Sería bueno empezar con lo menos escombroso.

—Bien, los chicos Bom, Chaeyoung y Jae, viven una vida aparentemente normal, entre fiestas, amigos y gastar dinero, no ví alguna actividad sospechosa, ni siquiera consumo de drogas, sólo alcohol y cigarrillos, en su escuela son conocidos por el apellido Park, por lo que nunca  parecen tener problemas.

Jimin hizo una mueca, no conocía bien a esos tres chicos, sólo los había visto una vez en la fiesta de navidad, eran hijos de Park Chanyeol y Min Boyoung la hija menor de su padre.

—Min Boyoung ahora de apellido Park, pasa sus días de compras y con sus amigas, no ví tampoco actividad extraña, va de un restaurante a otro y en el club de golf.

—Era obvio, nuestra tía fue así siempre—bufó Yoongi—. Es la menor, la más mimada.

—Jung JinYoung y Jung Somi se la pasan en su empresa, fueron a pedir un préstamo a un banco, su posición económica no es la mejor, no hay nada extraño en ello, bueno, ví a la señorita Somi buscar a su hermano Seunghyun una vez, mis fuentes dijeron que hablaron solamente de dinero, aparentemente el señor Min no está muy feliz con lo ocurrido con la familia de Son, así que no accedió a ayudarle, ellos han tenido un par de reuniones con los Son esperando que den un paso atrás en su intento por destruirlos, pero, no están cediendo, mucho menos ahora que todo el mundo habla de su hija y es la burla de la sociedad.

—¿No habías invertido en su empresa Jungkook? —preguntó Yoongi a su hermano.

—Hoseok me pidió ayuda, dije que lo hablaría con mis abogados, pero, es demasiado riesgoso, se lo dije a él, es más sencillo que cedan la empresa a los Son, y que acepten el trato que les estan dando, con eso pueden fácilmente comenzar de nuevo, pero, Hoseok aún quiere recuperarla, su orgullo pesa más, o tal vez es la culpa—se encogió de hombros—. He hablado muy poco con él ¿Qué sabes de él y de...su pareja, Kim Taehyung?

Jimin se volvió a ver a Jungkook, no sabía sobre su historia de amor, Yoongi tampoco parecía saber los detalles, sin embargo, entendía que el enamoramiento que había tenido por su mejor amigo fue tan fuerte, que se preguntaba si eso estaba realmente en el pasado, ¿Cómo se podía llegar a amar a alguien más? Jimin no lo comprendía, sólo una vez se había enamorado en su vida, perdidamente, hasta el punto de ser un tonto que aceptaba todo con los ojos cerrados, y aunque algo dentro de él le decía que amar a Yoongi no estaba bien, era difícil desprenderse de esos sentimientos. ¿Jungkook realmente había olvidado a Taehyung o simplemente se adapto a la situación?

—El joven Jung Hoseok ha estado muy ocupado buscando una forma de salvar la empresa, no ha salido de esta ni de su departamento, aún es muy complicado ser visto en sociedad, la opinión publica es demasiado dura, en cuanto al joven Kim, bueno, ha sido despedido de su empresa como modelo, y sus negocios se han congelado, tampoco tiene gran actividad, sólo salir de compras de incógnito.

Jungkook asintió cabizbajo. —Continua.

—Lee Hyukjae y Lee Donghae llevan una vida normal, cómoda y sin problemas, no encontré nada significativo, son personas realmente respetables para cualquiera que tenga contacto con ellos, pero, sus hijos son diferentes.

—¿A qué se refiere? —preguntó Jimin con un nudo en la garganta, no estaba listo para escuchar que Taemin también era una mala persona.

—El mayor de los mellizos Jongsuk tiene una estrecha relación con el señor Kim JongIn, los he visto muchas veces juntos—dijo depositando sobre la mesa una serie de fotografías—. Es aprendiz en su empresa, pero, en tres ocasiones lo ví cerca del muelle, hablando con algunas personas, indagando descubrí que Kim JongIn compra mercancía robada a Japón, y Jongsuk es el encargado de recibirla, es una persona reservada, no sale con nadie ni tiene amigos.

—¿Y Taemin? —la voz de Jimin sonaba extraña, ahogada y temerosa, Yoongi le miró de reojo sin expresión dura.

—No encontré nada que lo vincule a su hermano o a algún otro miembro de la familia, este tiempo ha ido de la universidad a verlo a usted señor Min.

—Bien—suspiró ligeramente, el peso en sus hombros se despejó, quería a Taemin como un amigo, se había ganado su confianza, estaba aliviado de que no mintiera.

—JongIn siempre se ha sentido un dios perfecto, aunque no me sorprende lo que hace, ya tenía mis sospechas—bufó Yoongi mirando a Jungkook—. El hecho de que esté tan pegado a nuestro padre es debido a que puede protegerlo, no me sorprendería que Seunghyun estuviera usándolo también.

—Tampoco me sorprende, ¿Crees que Kyungsoo lo sabe? —Jungkook miró a Mike—. ¿Qué sabes sobre él?

Mike saco otra serie de fotografías, eran demasiadas, Jimin se acercó a verlas al igual que los hermanos Min, en ellas Kyungsoo se hallaba en diferentes lugares, con diversas personas que parecían ser muy importantes, entrando en lugares desconocidos, no sólo en Corea sino en otras partes del mundo.

—Vaya, tiene demasiado tiempo libre—rio por lo bajo Yoongi.

—Es extremadamente listo—explicó Mike—. Es lo único que tengo sobre él, no deja rastro, se reúne con personas importantes de todos los gremios, inversionistas, banqueros, profesores, ejecutivos, empresarios de todo tipo, hasta miembros de la mafia. Esta muy bien protegido y es muy paranoico, tengo la teoría de que él es quien lidera en realidad los negocios de JongIn, tiene una estrecha relación con Min JiYong, de hecho, hemos podido verlos juntos en varias ocasiones.

—Vaya sorpresa—negó Jungkook—. Aunque siempre he tenido la intuición de que el tío Kyungsoo es quien manda—rio por lo bajo—. ¿Qué tipo de negocios tiene con nuestro padre?

—Jin dijo algo—susurró Jimin—. Él dijo que tanto Kyungsoo como JiYong fueron los que le dieron la orden de buscar información sobre el testamento de mi padre, sobre aquellas cláusulas secretas, también que fue su idea pagar al doctor para que se diera el embarazo.

Yoongi apretó la mandíbula, tomó nuevamente las fotografías y las observó, dejándolas nuevamente sobre la mesa.

—Ellos siguen las ordenes de nuestro padre es más que obvio, ¿Qué encontraste sobre Seunghyun?

Mike suspiró. —Nada, absolutamente nada, es a quien más seguí, interceptamos su teléfono y el de sus empleados más cercanos, también su auto, pero no hay nada, sólo trabaja en la empresa, se ve con sus amigos en el campo de golf, está limpio, ha tenido un par de reuniones con empresarios americanos, pero, sólo eso.

Los tres observaron al investigador con seriedad, Jimin estaba confundido porque no podía comprender qué significaba, ¿Cómo es que no había información sobre él? Miró a Yoongi quien sonreía de forma amarga, Jungkook se levantó y prendió un cigarrillo, el cual aspiro con fuerza.

—No entiendo ¿Qué significa esto? —preguntó Jimin con una mueca tomando el brazo de Yoongi.

—Que es más inteligente de lo que pensábamos—chasqueo la lengua—. Está usando a los demás para realizar sus movimientos, sabía que en algún momento alguien lo investigadía a no ser que el abuelo ya lo haya hecho, tampoco debio encontrar nada de hacerlo, lo habría sacado de la empresa. ¿Qué tanto está involucrados JiYong?

—Demasiado—respondió Mike—. Y no sólo en los asuntos de los Min, sino también en los problemas de los Kwon. Tiene mucha actividad delictiva, entre ellos soborno, la mayoría de los movimientos de dinero son hechos por él.

Yoongi maldijo en voz baja. —Era de esperarse. ¿Sabes algo sobre la muerte de HongJae?

—No, estoy en eso, lo que puedo decir es que el acta de defunción que me dieron no es falsa, aún estoy contactando al medico que la expidió, parece que la tierra se lo trago.

—Entonces es verdad, alguien mató a mi padre—los ojos de Jimin se cristalizaron.

—Debes seguir buscándolo—dijo Jungkook—. Tenemos que encontrar cabos sueltos, hablando de eso ¿Por qué no nos has dicho nada de Chanyeol?

—A eso iba—suspiró sacando más documentos y fotografías—. Es quien más sospechoso se ha comportado, él tiene tratos directos con el señor Min HongJae, además, tiene un amante, es ese chico de ahí, se llama Byun Baekhyun, tiene veinte años, va a la misma universidad que Park Bom, son amigos, es aprendiz de cantante en la empresa de la familia Park, se ven muy seguido en un departamento a nombre de Chanyeol.

Mostró la fotografía, Jimin la tomó, aquel chico le resultaba muy familiar.

—Vaya, y mi tia dice que tiene la familia perfecta, con esto podemos ver que todos en la familia no son más que unos mentirosos—bufó Yoongi.

—Yo lo conozco—dijo Jimin con seriedad—. Me parece muy conocido, lo he visto antes de cerca.

Yoongi se volvió para mirarlo. —¿Se ha acercado a ti?

—Yo...estoy completamente seguro que este chico fue el que me dió el paquete que contenía la memoria dónde escuché sobre el plan de la herencia. Sí, es él.

—Pero...no tiene sentido ¿Por qué? ChanYeol jamás se ha involucrado en nada que tenga que ver con la familia, siempre ha estado muy aparte, ni siquiera es miembro de la mesa directiva e hizo que mi tia declinará la oferta para pertenecer ahí—dijo Jungkook con el ceño fruncido—. Debe estar tramando algo, quiero que sigas investigando.

—Bueno, ahora que los escucho tiene más sentido lo que sucedió hace unos días, el chico Byun alquiló un departamento en el mismo edificio del joven Min Jimin, un piso abajo, les puedo asegurar que el chico no tiene los recursos para pagar un alquiler de ese tipo.

—Obviamente ChanYeol lo puso ahí, necesita que esté más cerca, la verdadera pregunta es ¿Por qué? ¿Qué ganaba dándole aquella información a Jimin? Parece que él está actuando conforme a sus deseos, que se alejan mucho de la familia y su protección, quería que Jimin me dejara y que se enterara de la verdad, trata de acercarse a él y no puede solamente ir a su encuentro.

—¿Deberíamos esperar a su próximo movimiento? —elevó una ceja Jungkook.

Yoongi se encogió de hombro, pensativo. —Sigue investigando, necesito saber más sobre ChanYeol y sobre los negocios turbios de los demás, mi padre debe cometer un error, ¿Puedes hacerlo?

Mike asintió. —Lo haré señor Min, tengo un viaje a Estados Unidos, voy a investigar sobre los empresarios que se han reunido con su padre.

—Bien, algo no me gusta de eso—asintió Jungkook—. Trata de no tener contacto con nosotros hasta que no sepas algo.

Mike cerró su maletín, se levantó e hizo una reverencia antes de prometer seguir trabajando duro en el caso, se fue dejándolos a solas. Jungkook y Yoongi se enfrascaron en una plática que ignoró por completo, seguía mirando aquellos papeles y fotografías sobre la mesa, la familia Min tenía más que ocultar, cosas demasiado peligrosas, en su mente, la imagen de su frágil bebé llegó y sus ojos se llenaron de lágrimas, para una persona como él, que había pasado su vida entera en el campo, viviendo una vida normal al lado de su padre, no conocía la realidad del mundo ni la maldad que podía haber dentro de una persona, ¿Cómo podía lograr enfrentarse a esas personas? El simple pensamiento le causaba náuseas.

—Voy a renunciar a la herencia y les daré todo lo que quieren.

Pensó que no sería escuchado, pero, tanto Yoongi como Jungkook volvieron para verlo, Yoongi se acercó a él y tomó sus manos, alejándolo de las fotografías.

—Jimin, sé que esto puede parecer un mundo y que es aterrador, pero...

—No hay peros Yoongi, ¿No escuchaste? Son personas que tienen la astucia y la inteligencia para hacer el mal, ¿Crees que ellos tienen compasión? No, no la tienen y jamás la tendrán, ¿Quien me asegura que no le harán daño a Jihoon? No necesito esa herencia, de hecho, no la quiero, ellos sí, tal vez si les cedo todo, me dejarán en paz, podré tener de regreso mi vida, yo no puedo luchar contra ellos y tampoco lo voy a hacer.

Yoongi le miró antes de asentir. —Sí, creo que...

—No va a funcionar Jimin—dijo Jungkook con seriedad—. Quisiera decirte que si lo haces todo estará bien, pero, viendo la situación no lo creo tan sencillo, necesitamos ver ese testamento, porque algo me dice que el abuelo no lo dejó tan sencillo, hay cláusulas que ni siquiera ellos pueden romper o dónde intervenir, saben algo, este teatro de un matrimonio, un hijo, fue hecho para algo más, ellos pudieron ir a ti y manipularte para que les dieras todo, algo debieron haber descubierto. Tenemos que hablar con Leeteuk.

—¿Crees que el abuelo realizó algo para que Jimin no pudiera desistir o ceder los derechos?

Jungkook asintió. —Estoy casi cien por ciento seguro, piénsalo bien ¿Por qué usar un matrimonio y un bebé como cláusula? Es extraño, Yoongi, ¿Firmaron algún acuerdo prenupcial?

Yoongi entrecerró los ojos. —No.

—El abuelo amaba demasiado a Jimin como para dejarlo desprotegido, piénsalo de esta manera, ellos ya habrían actuado.

—Si Jimin renuncia a la herencia, está pasará al gobierno o a la caridad—asintió Yoongi—. Si hace eso, será peor.

—Jamás lo dejarán hacerlo—bufó Jungkook—. Tienen que reunirse con Leeteuk, él es quien sabe todo esto.

Jimin hizo una mueca. —Hace tiempo cuando hablé con él sobre renunciar a la herencia, me dijo que antes tenía que ver lo que mi padre había dejado en una caja fuerte en el banco, creo que ahí está la respuesta.

Yoongi suspiró de forma pesada, sentía que su cabeza estaba por explotar.

—Esto va más allá que una simple disputa por una herencia, y hay demasiadas personas involucradas, tenemos que descubrir lo que ChanYeol quiere y después la forma de salir de esto, Jimin debes llamar a Leeteuk, citarlo en un lugar, donde nadie pueda verlos.

—¿Tú no irás conmigo? —susurró mirándolo.

—¿Quieres que esté ahí? —al ver a Jimin asentir sonrió a medias—. Bien, tendremos que reunirnos con él, por el momento no podemos hacer más que esperar.

—Debemos ir a la fiesta de año nuevo—dijo Jungkook con la seriedad marcada en cada una de sus facciones—. Hacer como si no supieramos nada, ellos piensan que estás de su lado aún Yoongi, hay que usarlo a nuestro favor, tal vez hasta ChanYeol puede acercarse a Jimin.

—No me agrada la idea—bufó—. Pero, Jungkook tiene razón Jimin, necesitamos mostrar que somos tan ignorantes como siempre. ¿Crees que puedes hacerlo?

—No tengo otra opción—suspiró—. Lo siento, esto es demasiado para mí.

—Es entendible Jimin, para nosotros tampoco es sencillo, sabíamos que nuestra familia era una mierda, pero esto es demasiado, vayan a descansar, yo necesito hacer lo mismo.

Yoongi asintió, se levantó tomando la mano de Jimin para salir de ahí.

—Gracias Kook.

—De nada.

Salieron de la habitación, el auto seguía esperando, subieron en silencio, Jimin no soltó la mano de Yoongi, este, no lo miraba, estaba absorto en la ventana, ambos tenían demasiado en sus cabezas, dolía, cerró los ojos, tratando de pensar en algo mejor, pero, era imposible, al llegar al departamento de Yoongi, bajaron sin hablar, el camino al ascensor fue largo, su cuerpo se sentía demasiado tenso.

—¿Quieres cenar algo? —preguntó Yoongi cuando las puertas se abrieron e ingresaron al departamento.

—No tengo mucha hambre, pero, quisiera una copa o algo de alcohol.

Yoongi le observó con una ceja alzada. —Tú no bebes amor.

—Sólo quiero algo que me ayude a olvidar y relajarme—suspiró pesadamente.

—Bien, algo ligero.

Jimin lo acompañó a la barra cantinera, Yoongi tomó dos vasos pequeños.

—¿Qué piensas sobre lo de hoy? —preguntó mientras lo veía preparar una bebida.

—No creo que quieras saberlo amor.

—¿Tienes miedo? —susurró.

Yoongi suspiró pesadamente. —Claro, lo tengo, pero, esto no me va a detener, al contrario, al ver todo, sé que necesito hacerlo mejor, debemos tener cuidado Jimin sólo eso—puso frente a él un vaso, lo probó, podía sentir el ligero sabor del alcohol y el limón, era bueno—. No lo bebas tan deprisa.

Jimin asintió. —No creo que pueda con esto Yoongi, no es lo que esperaba de la vida ¿Sabes? Es difícil, estos últimos años sin mi padre fueron horribles, después vino lo de Jihoon, y...yo sólo debería estar preocupado por qué saliera del hospital, no por esto.

—Lo sé—dijo tomando whisky—. En verdad lo entiendo, pero ¿Qué podemos hacer amor? Si dejamos que las cosas pasen, entonces ellos tendrán el poder para siempre, debemos saber cómo protegernos.

—¿Crees que le hagan daño a Jihoon?

—No, no lo creo—negó—. Sólo están esperando.

—Tengo miedo.

Yoongi se levantó, tomó a Jimin de los hombros e hizo que le mirara, acaricio sus brazos de arriba hacia abajo, con cariño, tratando de darle calor, subió lentamente a sus mejillas y acarició con sus pulgares su piel suave.

—Escucha, yo no voy a dejar que nada les pase ¿Lo entiendes? No voy a dejar que les hagan daño, yo haré todo lo posible para que tú y Jihoon estén a salvo, sin importar nada, cuídare de ustedes. ¿Puedes confiar en mi?

Las manos de Jimin fueron al pecho de Yoongi, tomó las solapas del traje y lo acercó sin brusquedad, sus frentes se juntaron, sus ojos se miraron fijamente.

—Sí, confío en ti—susurró antes de besarlo, fue un beso necesitado, cargado de energía, movían sus labios con profundidad, ambos lo necesitaban, querían más—. Te necesito.

—Yo también, pero, aún es pronto, debemos esperar una semana más—besó su mejilla—. Te amo Jimin.

—También te amo—suspiro recostando la cabeza en su pecho y cerrando los ojos—. ¿Comemos pasta? Tengo hambre.

—La voy a preparar—rio besando su cabeza.












Estaban listos para acostarse a dormir, eran las once de la noche, había sido un día muy largo, Yoongi y él, tomaron un baño juntos, entre besos y caricias que no iban más allá porque aún no era posible hacer nada, eso le tranquilizó, le ayudó a sentirse a salvo, aunque aún estaba ansioso, contaba los minutos para visitar a Jihoon de nuevo.

Yoongi tomó su teléfono, el cual había estado sonando, ambos se miraron llenos de tensión, pudo ver cómo el gesto de Yoongi se fruncía.

—Sí, que suba.

—¿Qué pasó? —preguntó acercándose a él.

—No lo sé, ven—tomó su mano y lo llevo al recibidor, ambos miraron el ascensor.

Jimin casi vomita debido a la tensión, pero, cuando las puertas se abrieron, esa ansiedad pasó a la sorpresa, sonrió en grande, aunque segundos después frunció el ceño, realmente confundido.

—Yeosang ¿Qué haces aquí a esta hora? —preguntó acercándose.

Los ojos de Yeosang estaban rojos por en llanto, se aferraba con fuerza a su bebé.

—Lo siento, no sabía a dónde más ir.

Jimin miró a Yoongi buscando respuestas, pero este negó sin comprenderlo.

—¿Qué pasó? —preguntó con una mueca, preocupado.

—Jungkook, me engañó.





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