72
Había momentos en la vida, dónde las personas se preguntaban ¿Por qué? Jimin lo hacía, sobre todo en ese momento, en dónde el dolor y la preocupación lo hacían sucumbir ante la desesperación, no le importaba su propio dolor físico, eso no era nada comparado con el dolor de su alma, en lo único que podía pensar era en su bebé, al cual no había podido ver debido a la delicadeza de su situación. Las horas pasaban, dejándole un mal sabor de boca, estaba asqueado de su propia desdicha, constantemente, se hacía esa pregunta sin tener respuesta, ¿Qué es lo que él había hecho mal? ¿Por qué estaba sucediendole todo eso? ¿Estaba pagando algún mal? No lo comprendía. Siempre fue una buena persona, de hecho, pecaba de ingenuo, cualquiera podía manipularlo, jugar con él, porque no veía la maldad en los demás, y ahora, la realidad que jamás experimento estaba dandole un buen golpe.
Habían pasado tres días del nacimiento de Jihoon, un bebé pequeño e indefenso, no estuvo solo, en ese tiempo, Yoongi estuvo a su lado, diciéndole que todo estaría bien, no le creía, sabía que estaba siendo amable para no preocuparlo, pero, podía ver la desesperanza en sus ojos, era el único que estaba al tanto de la salud de su hijo, por más que preguntaba la respuesta siempre era la misma, debían esperar. Taemin, Jungkook y Yeosang también lo habían visitado, eran las únicas personas que aceptaba ver, y no por mucho tiempo, ellos trataban de sonreírle y darle ánimos, pero era en vano ¿Cómo podía mantenerse positivo si la vida de su bebé pendía de un hilo?
Yoongi entró junto al doctor, este monitoreaba su recuperación de forma constante, odiaba estar en cama, pero, su cirugía fue dura, apenas y logró sobrevivir, lo mantenían cedado, para evitar alguna crisis emocional, sólo le dajaban caminar un poco, sin embargo, quería salir de esa cama y ver a su hijo sin importar nada.
—Buenos días Jimin ¿Cómo te sientes hoy?
—¿Cuando voy a poder ver a mi bebé?
El doctor aligeró el gesto. —He hablado con su doctor y puede recibir su visita está tarde, claro con todas las precauciones posibles, sabemos que es un bebé prematuro, se mantiene en la incubadora hasta que alcance la madurez necesaria, puede ser difícil verlo en ese estado para ti.
—No me importa, quiero verlo—susurró jugando con sus manos.
—Muy bien, una enfermera vendrá a ayudarte a bañar, a como van las cosas posiblemente la próxima semana estarás libre.
—¿Me podré ir con él bebé? —tal vez su pregunta sonaría ilógica para quienes lo escuchaban, pero, para él era lo más importante que quería saber, necesitaba a su bebé.
—No Jimin, el bebé tiene que quedarse en cuidados neonatales hasta que alcance la madurez necesaria, sus pulmones aún no están del todo desarrollados, no puede regular su temperatura y la alimentación es deficiente, hay que esperar un tiempo para que él pueda salir del hospital, aquí, se le están dando todos los cuidados que necesita.
Jimin apretó la sábana y asintió, no era la respuesta que quería escuchar, no era algo que ayudará a aligerar su corazón, algunas lágrimas se mantenían en el borde de sus ojos.
—¿Va a sobrevivir? —preguntó sintiendo el peso de esas palabras que quemaban por dentro.
—Estamos haciendo todo lo posible.
No había un sí o un no, nadie tenía la respuesta que él necesitaba, había muchas dudas en su mente, miedos que estaban haciéndose realidad.
—Si llega a sobrevivir ¿Estará bien? ¿Tendrá alguna complicación?
El doctor miró a Yoongi, Jimin también lo hizo este parecía cansado y desorientado, se volvió hacia él y le sonrió tenuemente.
—Cariño, no creo que sea algo en lo que debamos pensar en estos momentos, yo creo que lo mejor es que nos concentremos en tu salud y en la del bebé, eso, podríamos hablarlo después.
—No—negó—. Quiero saber, tengo derecho a saberlo, dígame, por favor—dijo mirando ahora al doctor.
—Es complicado, es algo que no podremos saber aún, tanto puede que esté bien, como no, la realidad es que es más propenso a sufrir algunos problemas respiratorios, visuales, auditivos, cerebrales, cognitivos o de desarrollo.
Jimin bajo la mirada y mordió su labio inferior con fuerza, Yoongi suspiró.
—¿Puede dejarnos solos unos momentos?
—Sí, la enfermera vendrá pronto y ustedes podrán ver al bebé hoy, con permiso.
La puerta se cerró, Jimin no fue capaz de levantar la mirada, se quedó observando la cobija que cubría su cuerpo, mientras las lágrimas tecortien sus mejillas de forma incesante, Yoongi se sentó a su lado y tomó su mano, el calor que emanaba era de alguna manera reconfortante. Levantó la mirada para verlo, Yoongi lucía más grande, debido a la preocupación, con ojeras bajo los ojos y más pálido de lo normal, aún así le sonrió y limpió sus lágrimas.
—Todo va a estar bien.
—¿Cómo lo sabes?
Yoongi se encogió de hombros. —No quiero pensar en lo peor, quiero pensar que él va a estar bien, y que pronto cuando esté mejor lo podremos llevar a casa, que crecerá y será un niño increíble.
—¿Y si algo está mal con él? Yo...tengo miedo...
—Eso no lo sabemos aún, pero y si sucede, tenemos el maldito dinero para que viva una vida increíble, con la mejor atención—chasqueo la lengua—. Nos vamos a aferrar a las mejores posibilidades Jimin, vamos a llorar juntos, pero no vamos a caer, no cuando él nos necesita, quiero que sea fuerte, sé que es egoísta pedirlo, pero, necesito que luches por tu salud, será cansado, emocionalmente demandante, es algo que debemos hacer ¿Está bien?
—Es mi culpa—sollozo—. Todo esto es mi culpa...yo debí estar tranquilo...yo...
—Tú nada—negó con una mueca—. No hiciste nada malo, no fue tu culpa, escucha bien, esto no tiene nada que ver contigo, Jimin, has sido muy valiente y seguirás haciéndolo, no dejaré que te culpes, porque nada de lo que ha pasado es tu culpa, en todo caso es la mía—bajo la cabeza apenado—. Lo voy a recompensar, lo prometo. No dejaré que nadie les haga daño, jamás.
Yoongi se acercó para abrazarlo, Jimin correspondió al abrazo, en esos momentos todo lo que sentía acerca de ellos dos paso a segundo plato, tal vez era la necesidad de estar cerca de él, de no caer en la desesperación y el dolor, tal vez, necesitaba de Yoongi y de su fortaleza, no quería pelear, no quería pensar en las cosas que le hacían daño, lo único que le importaba en ese momento era su hijo, que su bebé estuviera bien, Yoongi no se había ido, no como pensó en un principio, estaba a su lado, cuidandolo, dándole palabras de apoyo, ayudándolo en lo que necesitaba, siendo comprensivo y amoroso, más fuerte y positivo que él. Necesitaba sus brazos y sus palabras, era la realidad. Yoongi beso su cabeza, y acarició sus brazos con cariño.
—¿Quieres algo especial de comer? Puedo decirle a Taemin que lo traiga.
—Algo...no sé...lo que sea está bien.
—Mmm, pediré algo delicioso, del restaurante que te gusta—dijo un poco más animado—. La comida aquí no es rica.
—No, no lo es—rio por lo bajo, había dejado de llorar, se separó de él y se recostó.
Yoongi acarició su mejilla. —He estado pensando en algo que debemos discutir.
—¿Algo como qué? —preguntó sin quitarle la vista—. ¿Sucede algo malo?
—No, tranquilo, las cosas están bien, afortunadamente mi familia no ha hecho nada, sólo mandar las flores—rio de forma amarga mirando los caros y grandes arreglos florales de la habitación—. Es una burla, ¿Por qué no quisiste desecharlos?
—Las flores no tienen la culpa—se encogió de hombros—. ¿Qué es lo que quieres que hablemos?
—Posiblemente te den pronto el alta, estoy seguro de que querrás ir a tu departamento, lo cual es completamente aceptable, pero, estaba pensando en que sería bueno si consideraras el ir a mi departamento, ahí hay mayor seguridad, nadie puede entrar tan fácilmente, hay una seguridad excepcional, además es más cercano al hospital, claro que es tu decisión y yo la voy a respetar, es sólo una opción.
Jimin hizo una mueca, si bien, la idea de Yoongi parecía atractiva por la seguridad y la cercanía al hospital, aún no estaba listo para regresar a ese lugar, había muchos recuerdos, buenos y malos, no estaba bien emocionalmente como para lidiar con ello, quería estar en un espacio neutro, donde se sintiera seguro, hasta que pudiera regresar a Busan.
—Gracias por la idea, pero preferiría estar en mi departamento, no es una distancia muy grande del hospital y... sólo me siento mejor ahí.
Yoongi asintió. —Claro, está bien, lo comprendo.
—¿Te quedarás conmigo? —preguntó tratando de no parecer desesperado.
—Era lo segundo que quería hablar, quería pedirte que me dejaras quedarme contigo.
—Sí, puedes, creo que es mejor que estemos juntos y en el mismo lugar.
—Bien—suspiró un poco—. Hagamos esto, entonces.
Jimin asintió con una sonrisa a medias, le gustaba la forma en la que Yoongi se comportaba últimamente, parecía que podían hablar de forma segura, sin sentirse atacados, aún no sabía si sólo era momentáneo, por la situación que vivían o si era real, le daba miedo descubrur la respuesta. Pasaron un rato hablando de cosas triviales, hasta que la enfermera llegó para ayudarlo a bañarse, aún estaba muy adolorido, pero, el baño le sentó de maravilla. Una hora después estaban yendo por el pasillo hasta el piso de cuidados neonatales, Yoongi empujaba la silla de ruedas donde iba, muriéndose de nervios y de angustia, sintiendo tantas ganas de llorar, pasaron a una sala dónde tuvieron que ponerse unas batas especiales, al igual que cubrebocas, Yoongi le ayudó, pudo notar el ligero temblor en sus manos, se sanitizaron lo suficiente y entraron a la habitación en dónde estaban las incubadoras, había por lo menos un par de bebés ahí, los guiaron hasta donde Jihoon estaba.
Se acercaron, dentro de esa incubadora de cristal estaba él, era muy pequeño, llevaba sólo un pañal que le quedaba grande y un gorrito azul, habia una cantidad de cables conectados por chupones a su cuerpecito, los dedos de sus pies eran diminutos, Jimin los contó en su mente, un tubo respirador estaba en su boca, también una sonda delgada en su nariz, sabía que por ahí lo alimentaban, Jimin sentía rabia contigo mismo, debido al estrés y a la conmoción emocional había sido imposible para él producir alimento, tuvieron que optar por el banco de leche materna del hospital y formula especial. No parecía que ese pequeño ser hubiera estado dentro de su cuerpo hace sólo cuatro días, sonrió a medias, conteniendo sus lágrimas, estaba muy cerca, no podia ver sus ojitos, porque los mantenía cerrados.
Yoongi puso una mano en su hombro y la apretó, no pudo volverse a comprobar su estado, estaba embelesado mirando a su bebé, la enfermera que estaba ahí les sonrió amable.
—Es bueno que le hablen, él va a saber quiénes son y pueden tocarlo.
Jimin le miró sorprendido, ella señaló los dos círculos que estaban al lado de la incubadora.
—Sentir el calor le va a ayudar.
Tenía miedo, ¿Y si estaba mal? ¿Si lo lastimaba? Mordió su labio inferior, sin dejar de observarlo, Yoongi tomó su muñeca con delicadeza y guío su mano al círculo, Jimin la fue ingresando poco a poco, hasta que pudo sentir la piel de su pequeño bracito. Tuvo cuidado con todas las cosas que se conectaban a él, pero, era suficiente, su piel era suave, demasiado, parecía irreal, que se rompería en segundos, estaba calientito, gruesas lágrimas recorrieron sus mejillas, no podía hablar, sólo lo observaba, Yoongi metió la mano en el otro compartimento, tocando su pierna, sintió como contenia la respiración, entonces se volvió para verlo, sus ojos brillaban debido a las lágrimas.
—Hola Jihonnie—susurró Yoongi con voz tensa—. Tus padres están aquí, no sabes las ganas que teníamos de conocerte.
Jimin miró a su hijo y sonrió, tenía un nudo en la garganta, no podía hablar, tragó varias veces, pero era imposible, cerró los ojos unos momentos, antes de volver a verlo, no podía dejar de mirarlo, sentía tantas cosas al mismo tiempo.
—Mi bebé—susurró sin dejar de acariciarlo—. Te amo tanto.
No pudieron estar mucho tiempo ahí, y la despedida, fue incluso más difícil, no podía sacarlo de su mente, aún sentía su piel en la punta de sus dedos, no dejaba de llorar por la impresión de verlo tan pequeño y conectado a esas máquinas, lo único que quería era que estuviera bien, que mejorará, deseaba llevarlo a casa, pero por el momento era imposible, esa noche no comió nada, se quedó en cama llorando, Yoongi acariciaba su cabello sin decir nada, aunque en sus ojos reflejaba su mismo dolor, ambos estaban sufriendo. Sin embargo, aunque esa fue una noche larga y triste, al día siguiente ambos estaban entusiasmados por verlo de nuevo, entonces la espera se volvió más llevadera, querían verlo, a todo momento, estar con él y hablarle, empezaron a anhelar esos instantes.
Lamentablemente para Jimin el día dónde tuvo que ir a su departamento llegó, fue dado de alta, vio a su bebé, lo tocó y le habló prometiendo que iría a verlo todos los días, y estaría ahí todo el tiempo que le dejaran. Subir al auto de Yoongi ambos en silencio fue lo que le dio el espacio para sollozar con fuerza.
—Vendremos a verlo todos los días cariño—dijo Yoongi tomando su mano.
—No quiero irme sin él.
—Yo tampoco, pero pronto podremos traerlo con nosotros, estará bien, ven aquí—lo acercó a él para abrazarlo a su pecho.
Fue duro, Jimin consideraba que era lo más duro que había tenido que hacer en su vida, irse sin su bebé, dejarlo en el hospital al cuidado de otras personas, tenía demasiada ansiedad, no presto atención a nada, estaba en el limbo, perdido en sus pensamientos y en lo desolado que se sentía, no se dió cuenta cuando llegaron al edificio, ni el camino hacia su departamento, todo parecía justo como lo dejó aquella mañana, sintió escalofríos, Yoongi lo acompañó a la habitación, hizo a un lado las sabanas y le ayudó a recostarse en la cama y lo cubrió.
—Iré a preparar algo para la cena.
Yoongi estaba dispuesto a irse, cuando Jimin lo tomó de la manga del suéter, no dijo nada y agradeció que no hubiese necesidad de hacerlo, Yoongi le sonrió de una forma dulce y se recostó a su lado, con cuidado reposó la cabeza en su pecho, de inmediato sintió las caricias en su cabello, suspiró pesadamente.
—Gracias Yoongi.
—¿Por qué estás agradeciendo? —preguntó con una nota de inseguridad en la voz.
—Por haberte quedado, no sé...la verdad no sé qué haría sin ti, puede que hayas hecho cosas terribles, pero, me siento seguro de sí estás cerca ¿Soy muy estúpido?
—No, al contrario, yo debería agradecerte a ti, por permitirme estar aquí a tu lado, sé que todo estará bien, vamos a estarlo, Jihoon saldrá del hospital y después todo acabará.
—¿A qué te refieres?
—Quiero que regresemos a Busan, alejarnos de todo, de ellos, criar a Jihoon, abrir un restaurante, ser sólo nosotros tres. Eso es lo que me gustaría, no más drama ni más dolor. Ser sólo Jimin y Yoongi.
Jimin sonrió y cerró los ojos. —Me gusta esa idea.
Yoongi besó su cabeza y no dijo más, se limito a hacerle caricias a tratar de relajarlo para que descansará, Jimin mantuvo los ojos cerrados, siendo arrullado por el latido de su corazón.
—¿De verdad tienes que irte?
—Sí, tengo que ir a mi departamento por algunas cosas, pero no te preocupes voy a volver antes de las doce, come algo del desayuno que deje en la mesa, cuando venga podremos ir al hospital a ver a Jihoon.
Jimin asintió, era temprano, ambos habían despertado después de varias horas de sueño, necesitaban el descanso, fue reconfortante, ahora estaban listos para comenzar el día e ir a ver a Jihoon. Yoongi tenía que irse y por algún motivo Jimin no quería que se alejara por mucho tiempo, sin embargo, aceptó a regañadientes, no quería ser tan sofocante.
—Bien, te esperaré.
—Volveré muy pronto—dijo besando su frente antes de encaminarse a la puerta.
Se recostó un rato más antes de decidir levantarse, se aseo, salió a la cocina y miró en desayuno, no tenía mucha hambre, pero debía comer algo antes de pasar al hospital, desayunó con tranquilidad, mirando algo en su celular, cualquier video que le distrajera, a pesar de ser imposible, estaba ansioso por volver a ver a su bebé. Lavó la loza al terminar, hizo un poco de té, pero mientras esperaba el timbre sonó.
Al instante se tensó, tenía malos recuerdos, negó tratando de eliminarlo de su mente, relamió su labio inferior y se acercó, tal vez era Taemin, o incluso Yeosang quien prometió visitarlo para que conociera a su pequeño bebé, cualquiera de esas dos opciones estaba bien. Cuando Jimin miró de quien se trataba por la cámara exterior, sintió un retortijo en el estómago, bufó, presa del enojo y al mismo tiempo miedo. ¿Qué estaba haciendo ahí? ¿Por qué sentía que tenía el derecho de visitarlo después del daño que le había hecho? No tenía que abrir, debía dejarlo afuera, ignorar la provocación, pero su curiosidad era aún mayor, sobre todo, porque quería saber si lo que JiYong había dicho era verdad. Abrió la puerta y miró al hombre que estaba frente a él, siempre lo admiro, su belleza exuberante, su carisma, el porte que tenía, su familia perfecta, sus modales y su amabilidad. Aunque, ahora estaba seguro de que esa amabilidad no era más que una mentira, todos en esa familia eran expertos en mentir.
Mantuvo la calma, no permitiría que nuevamente lo vieran perder la cabeza, no caería en sus trucos. Ya no quería ser el mismo Jimin de siempre, el inocente, que dejaba que cualquiera le sobrepasara como si no fuera nada, tenía que ser valiente, era su deber, ahora estaba protegiendo lo que más amaba en su vida y no podía acordarse por tener frente a uno de ellos.
—Jimin—dijo con un poco de inseguridad en la voz.
—SeokJin.
Hace mucho que no pasaba por aquí. Comenten 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro