Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

70

No podía descansar, por más que quería, por más cansado que se sentía, era imposible conciliar el sueño o simplemente estar ahí, quería regresar a su hogar, dónde se sentía seguro, pero no podía, sentía que ya había hecho pasar muchos problemas a su bebé, se quedaría hasta asegurarse de que todo estaba bien y después regresaría sin mirar atrás. Había escuchado toda la conversación en aquella asamblea de la familia Min y el asco que sintió no podía compararlo con nada, no creía que existiera personas tan cínicas, no importaba el daño que le habían hecho, para ellos él no era nada.

—Espero que jamás los conozcas, que nos vayamos de aquí pronto—susurró acariciando su estómago. Estaba en la sala, recostado en el sillón mirando algo de televisión.

Decidía entre ir a tratar de dormir o simplemente quedarse para ver otra película y así al menos tener ruido, cuando su teléfono comenzó a sonar, al ver de quién se trataba hizo una mueca.

—Hola—dijo con un suspiro.

—Hola, sé que me dijiste que te dejará descansar, pero, quería saber si estabas bien.

—Estoy bien.

—¿Comiste algo?

Cereal.

No creo que sea un buen alimento ¿No tienes hambre? ¿Antojo de algo especial? Puedo pedirlo y que lo lleven a tu departamento.

Jimin mordió su labio inferior, él tenía que desear estar lejos de Yoongi, no acercarse a él y odiarlo, pero, se había acostumbrado a tenerlo cerca y no quería estar solo, era una decisión difícil, estaba en duda.

—Quiero pollo frito picante—dijo con una tenue sonrisa—. En verdad quiero comer eso.

Muy bien, ¿Algo más que desees?

—¿Puedes traerlo tú? —mordió su labio inferior.

—¿Quieres que vaya?

—Sí, no quiero estar solo.

Voy para allá—podia escuchar su voz más animada.

—Te espero—susurró antes de colgar.

Se quedó mirando a la nada, sonrió a medias, no sabía si estaba bien, pero tampoco importaba, quería estar con él, necesitaba que alguien le hiciera compañía, después se esa tarde, sintió dolor por lo que escuchó, pero de alguna forma, agradecía haberlo hecho, porque Yoongi le demostró una parte de él que odiaba y no lo calló, pensaba que tal vez podía confiar en él, ya no tenía nada que perder. Ya lo había perdido todo.

Miró televisión, espero nervioso por una hora hasta que escuchó que llamaban a la puerta, se levantó y fue a abrir, Yoongi estaba ahí, con una sonrisa, con bolsas de comida que olían muy bien, lo dejo entrar.

—Déjalo en la mesa de centro, vamos a comer algo.

Yoongi hizo lo que le pidió, en ese tiempo se había dado cuenta de la respuesta pasiva que le daba, nunca se negaba a hacer algo, no era como antes, Yoongi se mostraba más servicial y abierto, se preguntaba si era una fachada, si por dentro estaba incómodo por tener que ser servicial y amable.

Se sentó como pudo en el piso, Yoongi hizo lo mismo frente a él, abrió las bolsas de comida y Jimin tomó una pieza para llevarla a su boca, el placer que sintió al comer fue inmenso, tenía tantas ganas de algo así, Yoongi le sonrió.

—¿Qué? —preguntó con una ceja alzada.

—Nada, parece que realmente lo disfrutas.

—Tenía antojo—se encogió de hombros.

—Debes decirme cada que tengas antojo, yo conseguiré todo para ti.

—¿Por qué? —preguntó con una mueca.

—Porque me interesa y quiero que estés cómodo y feliz.

—No pareció así en la conversación que escuché.

—Nada de lo que dije es verdad, tenía que actuar así para que ellos me creyeran.

Jimin asintio, no sabía por qué seguía en el mismo círculo de reclamos, tal vez, era porque dentro de él sabía que jamás podría perdonarlo, que siempre habría ese reclamo y desconfianza, aún así, lo quería cerca. Era contradictorio.

—Pero, si lo creyeron así, es porque pensabas de esa forma, tal vez internamente aún sigues pensando.

Yoongi suspiró. —Creo que es mejor que me vaya.

—¿Por qué? —dijo con molestia—. ¿Hoy no puede fingir?

—No Jimin—gruñó—. No quiero que peleemos, no quiero alterarte, no es por eso que vine, sé que lo que dije ahí fue cruel y malo, y sí, antes lo decía a menudo y lo pensaba así, pero las cosas cambiaron, llámame si necesitas algo.

Jimin hizo una mueca, desvió la mirada y tragó en seco, acarició su estómago, al tiempo que Yoongi se levantaba para irse.

—Se está moviendo.

Yoongi suspiró, se hincó cerca de él y tocó su estómago, Jimin le miró sonreír, a pesar de lo amargo que se asomaba en sus ojos, las caricias que sentía sobre su cuerpo eran tiernas, delicadas, Jimin hizo una mueca.

—Lo siento.

—No tienes de nada de que disculparte, sé que es mi culpa que no puedas confiar en mí.

—No tienes que irte.

—No quiero alterarte.

—Entonces hablemos de otra cosa.

—¿Ya tienes un nombre? —se sentó en medio de sus piernas.

—No, no tengo, ¿Tú has pensado en algo?

—Me gusta Jihoon, es lindo.

Jimin asintio, tomó más comida y comió en silencio, Yoongi hizo lo mismo. Por un rato ninguno dijo nada, hasta que Jimin subió a su regazo a horcajadas y lo abrazo, Yoongi suspiró entre su cuello, acarició su espalda.

—Soy pesado.

—No, no lo eres.

—¿Te quedas a dormir?

—¿Quieres que me quede?

—Sí, estoy cansado, pero no creo poder dormir solo. Me he vuelto muy cobarde.

—Me quedaré, siempre que lo necesites aquí estaré.

Jimin le miró, llevo sus manos a las pálidas mejillas y abulto sus labios, Yoongi le sonrió.

—De verdad quiero confiar en ti, pero, no será sencillo.

—Trabajaré en ello, lo prometo.

Yoongi se acercó para besar sus labios, Jimin le correspondió, en un beso lento y tranquilo, le gustaba estar a su lado, sentirlo y besarlo, eran sentimientos divididos, pero, no podía contra ellos.

—Vamos a qué descanses.

—Sí, muero de sueño. Fue un día largo.

—Mejorará, lo hará.

—Eso espero—susurró antes de besarlo de nuevo.









La tarde estaba cayendo, se quedó dentro del departamento como Yoongi le pidió, tampoco era como si quisiera salir o ver a alguien, estaba en su cama, pensando en lo que podría pedir para comer, pero el sonido del timbre le saco de sus pensamientos. No estaba seguro si era buena idea abrir, aún así se levantó y caminó a la puerta sintiéndose indefenso, odiaba esa situación, dónde no se sentía seguro de nada.

Miró a través de la pantalla de quién se trataba y su corazón sufrió un colapso, abrió de inmediato, no pasó ni un segundo cuando ya estaba abrazando a Taemin, este lo sostuvo con fuerza a pesar de la sorpresa, Jimin comenzó a llorar.

—Lo siento, en verdad lo lamento.

—Jimin, Dios mío, estaba tan preocupado. No sabía en dónde estabas, volví al país de inmediato cuando me dijeron que estabas de vuelta.

Jimin se aferró más a él, a la única persona que había sido completamente honesta.

—Debí haberte creído, jamás debí dudar de tu palabra.

—Déjame verte—lo separó de su cuerpo y tomó sus mejillas, limpio sus lágrimas—. Yo debo disculparme contigo, no debí haberme ido del país, pero, estaba tan dolido y Yoongi no dejaba que me acercará a ti.

Jimin negó. —No, tú no hiciste nada malo. Yo no escuché. Le creí sobre ti.

Taemin le miró más de cerca y elevó una ceja. —¿Cuánto tienes?

—Siete meses y una semana.

—Oh Jimin, de verdad lo siento, no debí haberme dado por vencido, tuve que insistir.

—Estaba cegado, lo que dijeras no lo habría creído.

—¿Por qué volviste?

—No estoy bien de salud, me recomendaron que viniera aquí a un hospital más especializado, pasaron muchas cosas. Entra.

Taemin entró, tomó la mano de Jimin y ambos se sentaron en el sillón, Jimin lo abrazo nuevamente, y Taemin beso su cabeza, estaba realmente aliviado de que Jimin estuviera bien.

—¿Qué fue lo que pasó?

—Me enteré de todo, me mandaron un paquete, ahí venía una memoria con conversaciones de todos en la familia y hablaban de como Yoongi me estaba engañando por la herencia, no pude soportarlo, así que me fui, y mandé a Leeteuk a qué le diera la orden de divorcio, él me volvió a buscar.

—¿Y volviste con él?

—No, es complicado, mi mente y mi corazón son unos idiotas y estoy confundido, pero eso no es todo.

—¿Qué pasa?

Jimin suspiró y le contó todo, absolutamente todo, lo que sucedió cuando Yoongi lo busco, las cartas que recibió y lo que pudo haberle pasado a su padre, Taemin lo escuchó atentamente y maldijo cuando terminó de hablar.

—Creo que ellos son capaces de eso y de mucho más Jimin, son crueles y malvados, no dudo que hayan hecho daño al abuelo. Pero ¿Yoongi y JungKook? ¿Confías en ellos?

—No mucho, la verdad aún desconfío aunque me hayan mostrado que están de mi lado, no sé...creo que cualquiera puede traicionarme.

—Yo quiero ayudarte, entraré también en el juego.

—No, no quiero que te involucres y tengas problemas por mi culpa.

Taemin le sonrió y negó. —Yo no confío en ellos, y no te voy a dejar solo en esto, te voy a ayudar a saber la verdad.

Jimin le sonrió. —Me vendría bien un amigo cerca, estoy tan nervioso siempre, que no sé a quien acudir.

—Ya estoy aquí, ellos no te harán daño, ni al bebé.

—Gracias, te extrañé.

—No sabes cuánto te extrañé yo a ti, te quiero Jimin, y no voy a dejar que alguien te lastime, mi familia es peligrosa, pero, podremos salir de esta.

—Eso espero—hizo un puchero antes de abrazarlo de nuevo—. Esto se siente bien.

—¿Te gustaría que fuéramos a comer algo? —preguntó con amabilidad. Cómo siempre lo había hecho—. Apuesto a que tienes hambre.

—Sí, tengo un poco de hambre de hecho. Pero...

Se quedó callado cuando volvió a escuchar el timbre, ambos se miraron, Taemin se levantó y fue a ver de quién se trataba, regresó con el rostro pálido.

—Es JiYong.

Jimin apretó la mandíbula. —El padre de Yoongi.

—Sí, ¿Quieres que le diga que se vaya? O que se cansé de esperar.

—No, déjalo entrar.

—Jimin, no estoy seguro de que esa sea una buena idea, dijiste que debes estar tranquilo.

—Lo sé, pero si sigo escondiéndome, ellos pensaran que sigo siendo el mismo, no quiero eso.

—Cariño, no se trata de demostrar nada, tu no tienes que demostrarle nada a nadie, se trataba de tu seguridad y salud.

Jimin mordió su labio inferior, sabía que estaba haciendo mal, pero, no retrocedió.

—Él no hará nada si estás aquí.

—Bien, pero, me quedaré todo el momento.

—Sí—asintió.

Jimin se puso de pie y espero a que Taemin abriera la puerta, Min JiYong entró, con la misma seriedad que le caracterizaba, le miró con desdén y también a Taemin, quien se posicionó cerca de él.

—Jimin, bienvenido, es bueno verte.

—Quisiera decir lo mismo, pero yo no miento.

JiYong asintio. —Entiendo, quería hablar contigo, dejar algunas cosas claras.

—Es una gran casualidad, porque también quiero dejar un par de cosas en claro.

—Bien, Taemin, déjanos solos.

—Lo siento tío, pero me quedaré aquí.

—Lo que sea que quiera decir
Taemin puede escucharlo, él sabe todo.

—No vengo a la defensiva Jimin, es un asunto que tenemos que arreglar a solas.

—No, si hablará es con él aquí, sino, puede irse.

JiYong suspiró. —Bien, lo haré, te haré una pregunta Jimin, dime ¿Qué pretendes?

—No entiendo su pregunta—su corazón latía con fuerza.

No creyó que se enfrentaría a la familia de Yoongi tan rápido, no quería hacerlo, pero, estaba ahí, y todo el coraje y el odio afloraraban en su pecho, miraba con frialdad a JiYong, porque estaba seguro de que esté tenía mucho que ver, que él sabía demasiadas cosas y de alguna forma lo estaba culpando de todo. No lo quería cerca, eso le ponía nervioso, tanto, que tuvo náuseas, su bebé estaba moviéndose demasiado.

—Sabes bien a lo que me refiero, mira, no soy idiota, sé que tramas algo, no me creo el cuento de niño ignorante y estúpido. Sabes jugar muy bien tus cargas ¿No? Por algo estás aquí.

—Estoy aquí por cuestiones de salud, no para atormentar a su preciada familia. No todos somos iguales.

—Sé que no todos somos iguales, lo supe desde que te ví, yo no estaba muy de acuerdo en que Yoongi se acercará a una persona como tú, mi hijo es más de lo que tú podrías llegar a hacer y ahora, has hecho que le dé la espalda a su familia. ¿No? Lo has hecho renunciar a todo.

Jimin sabía que JiYong sólo estaba siguiendo el libreto que Yoongi les dio, dónde había renunciado a todo para mostrarle que había cambiado, una manipulación más, salvó que no sabía si era hacía él o hacia su familia.

—Yo no hice nada, así es el grado de culpa que tiene su hijo.

—¿Y ese bebé es de él? —preguntó mirándolo a ambos—. Ustedes son demasiado unidos ¿No es así? Una vez quisiste terminar con Yoongi, por Taemin ¿No?

—Terminé con Yoongi, porque Taemin fue la única persona que me dijo la verdad, lamento tanto no haberlo escuchado.

—Tío basta, sabes muy bien que ese bebé no es mío, sólo lo estás haciendo para herir a Jimin, debería llamar a Yoongi ¿No lo crees? Eso aclararía muchas cosas.

—¿Crees que le tengo miedo a mi hijo? Él sólo está confundido, cuando recapacite, verá que no tomó la mejor decisión.

Jimin bufó, JiYong estaba ahí para "ayudar" a Yoongi, para reafirmar su punto, Yoongi les había dicho que estaba fingiendo estar separado de la familia, JiYong quería darle la escena perfecta a Yoongi, para que le demostrará que estaba de su lado, para que confiara en él, Jimin negó, ellos sabían cómo jugar, como traicionar y manipular, Yoongi se lo dijo, le advirtió que harían cosas como esa y él lo había dejado entrar, hasta ese momento comprendió que había sido un grave error.

—Debe irse, Yoongi no tarda en llegar y sabe que no le gustará que esté aquí, no tenemos nada que hablar, puede pensar lo que quiera, pero aquí, los únicos afectados somos mi hijo y yo. No me interesa lo que tenga que decir.

—Tu hijo—rio por lo bajo, podía ver lo molesto que estaba al decir esas palabras, JiYong repudiaba la idea de que él estuviese esperando un hijo de Yoongi—. Deberías agradecernos.

—¿Qué? ¿Cómo es que el cinismo puede más que la clase? Yo no tengo nada que agradecerles, al contrario, los odio por todo lo que me han hecho. No tienen excusa, son las peores personas que han pisado está tierra, están podridos, mi padre tenía razón al quererlos lejos y sacarlos de la herencia.

JiYong endureció la mirada. —¿Te crees mejor que nosotros? ¿Tú? ¿Un estúpido campesino huérfano? No me hagas reír, tú no eres nada Park Jimin. Nada.

—Podré ser un campesino huerfano, pero aún así, en mis manos está la herencia que todos quieren, yo puedo dejarlos sin nada, entienda eso.

Taemin sonrió a medias. JiYong rio por lo bajo.

—No te tengo miedo Jimin, nadie de nosotros lo tiene. Felicidades por el bebé, ¿Te has preguntado cómo es que quedaste en estado si estabas cuidándote? Déjame adivinar, pensaste que esto era lo que la gente como tú llama un dulce milagro, no, aún no sabes el poder de esta familia,  todos tienen un precio, incluso tu doctor, fue tan sencillo.

Jimin dejó de respirar, le miró con confusión.

—¿De qué estás hablando tío? No me digas que ustedes tuvieron que ver.

—Claro, tuvimos que hacerlo, la única manera era esa, Yoongi no quería dejarte embarazado ¿No puedes imaginar por qué? Le repudiaba el hecho de estar contigo y peor aún tener un hijo. Tuvimos que intervenir, nada es imposible para nosotros.

Jimin hizo una mueca llena de dolor. —¡No puedes jugar con la vida de las personas de esa manera! ¡Todos ustedes están enfermos!

—Te aconsejo que pienses bien lo que harás y como lo harás, no querrás que algo malo suceda.

—¿Es una amenaza? —su cuerpo entero temblaba—. ¿Y que van a hacer? ¡¿Me van a asesinar como lo hicieron con mi padre?!

JiYong frunció el ceño, le miró como si hubiese dicho alguna locura, eso, hizo que Jimin se alterará aún más, la falsa inocencia, el coraje, el dolor y el odio, sensaciones que nunca antes había sentido con esa intensidad, ahora estaban recorriendo su cuerpo, buscando la forma de salir.

—¿De qué estás hablando Jimin? El señor Min murió de un infarto...

—¡No mientas! ¡Deja de mentir! ¡Ustedes lo hicieron!

—Jimin—Taemin se acercó al verlo tan alterado.

—¡Te juro Min JiYong que yo los haré pagar por todo lo que han hecho! ¡Por todo lo que me arrebataron! ¡Te haré pagar por todo! ¡Vete de aquí! ¡Largo!

JiYong le miró descolocado, Taemin le observó con odio.

—Vete ahora.

JiYong salió de ahí rápidamente, el tiempo suficiente para no ver la forma en la que Jimin se desmoronaba en los brazos de Taemin, llorando con el corazón desgarrado en pedazos, lo entendió no podría hacer nada en contra de ellos, porque no podía con el dolor, con el odio. Se aferró al cuerpo de Taemin, que trataba de calmarlo, pero era imposible, el dolor ya no sólo era emocional, sino ahora también físico, era un dolor desconocido, pero agudo, se agachó y siseo de dolor.

—¿Estás bien? Ven vamos a que te sientes.

—No—negó pálido—. Llévame al hospital, no me siento bien.

















—¿Por qué me llamas?

—Yoongi, tienes que venir al hospital, Jimin no está bien.

—¿A qué te refieres con que no está bien? ¡Contesta Taemin!

Ven rápido, lo llevaron al quirófano, el bebé va a nacer.

Yoongi sonrió que su mente se nublaba. —El bebé tiene siete meses, no puede nacer.

Ven pronto.

















Bueno, hay dos forma de hacer esto.... lo dejaré en sus manos.

Opción 1. (Vive) 

Opción 2. (No logra vivir)

Espero que les haya gustado, nos leemos después 💜




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro