63
Miró la taza humeante de té que estaba en la encimera de la mesa, suspiró pesadamente eran las seis de la mañana, no pudo permanecer en cama a pesar de que se sentía cansado, le costaba dormir por las noches, hacía frío, había ruidos extraños debido a la madera vieja y el viento golpeaba las ventanas. Jimin se sentía terriblemente harto y cansado, no quería estar ahí, a pesar de haber sido el único lugar al que podía llamar hogar, no tenía la energía para nada, cocinaba cosas simples, a veces olvidaba tomar el desayuno y las tardes eran aburridas, no quería salir al pueblo, no quería hablar con nadie, en dos ocasiones fingió no estar en casa para no ver a sus amigos, se hallaba de malhumor, y lloraba con películas de comedia, no escuchaba música porque eso le hacía recordar y no quería tomar un baño, lo hacía, pero no quería hacerlo. Todo le costaba el doble, su bebé se movía mucho, le dolía la espalda, los pies y se sentía gordo y horrible. Y sólo había pasado una semana desde que Yoongi se fue.
Jimin había comenzado a odiar sus sentimientos y pensamientos que lo mantenían al borde, por una parte estaba agradecido de no ver a Yoongi, de no tenerlo cerca, porque su presencia no era más que un recordatorio cruel del sufrimiento que los Min le habían causado, de la humillación y la burla a la que fue sujeto, pero, por otra parte, comenzaba a extrañar verlo, no podía negar que el amor que le tenía estaba ahí, que por más que quisiera odiarlo, no podía, extrañaba su voz, su comida y pelear con él, se sentía patético y perdido.
Bebió un sorbo del té antes de que el asco se lo impidiera, ya había pasado las terribles náuseas, pero, indudablemente estaba comenzando a enfermar de nuevo, no tenía energía para nada, sólo querían mantenerse en cama y descansar. Pensar se estaba convirtiendo en su peor pesadilla, en una cuchilla que le abría heridas internas. La inseguridad, el dolor y la soledad lo hacian caer en un abismo, no estaba preparado para soportar la vida miserable que llevaba, quería estar bien para su bebé, pero, se sentía un fracaso total.
No desayuno nada, se sentó en el sofá y miró televisión, así hasta que el cielo se hizo más claro, entonces, salió a hacer los labores que le mantenían ocupado y fuera de su mente, sin embargo, el esfuerzo que ponía en ello le dejaba cansado y adolorido, ya no podía moverse ni ser tan autosuficiente como antes, pensaba que llegaría el momento en que hacer cosas tan simples se volverían imposibles, su bebé crecía y mermaba toda energía y fuerza de él.
No quería pensar en cómo sería su vida cuidando sólo de su pequeño, no sabía mucho sobre bebés, había comenzado a ver foros en internet sobre maternidad y los cuidados básicos de un recién nacido y eso sólo le había llenado de dudas y de miedos ¿Y si no era suficientemente bueno? ¿Cómo sobreviviría solo? ¿Debería pedir ayuda? Pero ¿A quien? Era en esos momentos donde la realidad golpeaba su rostro sin piedad, estaba solo en el mundo.
Era una tarde como cualquier otra, preparo ramen para comer, no porque tuviera hambre sino porque era su obligación comer algo, su bebé necesitaba alimento, se sentó en el porche mirando las nubes grises, se pronosticaba una tormenta, había arreglado todo para recibirla, el clima iba acordé a su estado de ánimo.
Hace días que no tomaba su teléfono, nadie le llamaba, y no quería admitir que una parte de él se sentía decepcionado de no haber recibido ni un mensaje de Yoongi, ¿Tan poco le importaba? Odiaba saber la respuesta, para él, Jimin no significaba nada, o al menos era eso lo que pensaba. Esa tarde en especial, su teléfono sonó por primera vez, al verlo se decepcionó.
—Bueno.
—Jimin, hola, ¿Cómo estás?
La única persona que había estado al pendiente de él y a quien sí respondía sus mensajes o llamadas era Leeteuk, por un tiempo después de haber abandonado la cuidad, desconfiaba del hombre, pero este le había asegurado que él no sabía nada acerca del plan de los Min, que lo intuía, pero que jamás creyó que llegarían tan lejos, Jimin le creyó, al final de cuentas era la persona que su padre había designado para cuidarlo, su padre era la única persona que lo había amado, así que sabía que este no pondría a cualquiera a su cuidado.
—Señor Lee, estoy bien, ¿Y usted?
—Estoy bien, estuve hablando con los abogados de lo que me dijiste, sobre abandonar todo, ellos no recomiendan que lo hagas, tú padre dejó una serie de documentos bajo llave en un banco en Seoul, sólo tú puedes ir a verlos.
—¿Sabe qué decían esos documentos?
—No, no sé mucho, pero, dijeron que era importante que los vieras antes de que tomarás una decisión.
Jimin mordió su pulgar. —No voy a regresar a Seoul.
—Lo sé, no te estoy pidiendo que lo hagas, es mi deber informarte lo que me han dicho, sobre lo demás, nadie sabe aún sobre tu embarazo, según mi informante, Yoongi no ha dicho nada, al contrario, ha evitado que su familia te busque.
—Oh, entiendo—susurró, no le quedaba claro al por qué Yoongi no había dicho nada, y tampoco quería pensar mucho en ello.
—Sobre el divorcio, hay forma de hacerlo aún si él no está de acuerdo, pero, sobre el bebé es diferente, puede pedir sus derechos.
—Lo sé, no quiero pensar en eso ahora.
—¿Todo está bien con el bebé?
—Sí.
—¿Te has sentido mal?
—Lo normal.
—¿Has comido y dormido bien?
—Algo, es complicado.
—Entraste a tu tercer trimestre, es escencial que tengas más cuidados, ¿Quieres que contrate a alguien para que vaya a echarte una mano?
—No, por el momento puedo solo, si lo necesito le haré saber.
—Jimin, no estás solo, tú padre era buen amigo mío, cuentas conmigo para lo que sea.
—Lo sé, muchas gracias.
—Te dejo, seguiré trabajando en lo que te dije.
—Bien. Adiós.
—Cuidate Jimin.
—Lo haré.
Colgó rápidamente, no quería ser descortés, pero, no tenía ganas de hablar con nadie. Su mente comenzó a trabajar de forma extrañamente rápida, en temas que no quería, pero que era imposible dejar de lado. ¿Por qué Yoongi no le había dicho a su familia sobre el bebé? Eso les habría abierto la puerta para presionarlo o hacerle daño, ¿Será que cumplía su promesa y lo estaba protegiendo? Realmente no había confiado en él cuando le dijo que haría que todos le dejarán tranquilo, porque simplemente no tenía sentido alguno, lo tenía en sus manos ¿Por qué no lo usaba a su favor? ¿Y si realmente está arrepentido? ¿Y si al final lo quería de alguna manera?
Desechó ese último pensamiento que le hacía daño, no, él no podía confiar en que Yoongi lo amara, no podía volver a sentir algo de esperanza, no cuando su corazón se hallaba tan vulnerable, era tarde, así que comió algo ligero, tenía que hacer la despensa, mataba por una buena comida, pero no estaba en condiciones de hacerlo, se sentó en el sillón, cubriendo sus piernas con una manta, miró el piano que estaba en el fondo, lo que daría por escuchar las melodías que salían de este, recordaba ya no sólo a su padre al mirarlo, sino también a Yoongi, se había convertido en una pequeña y desorganizada rutina el escucharlo por las noches, él no sabía tocar, así que sólo le tocaba mirarlo hasta que las lágrimas o el sueño acabarán con él.
—Bebé, se suponía que estaríamos mejor—susurró acariciando su barriga—. Pero, no está funcionando ¿Por qué?
Su celular estaba a un lado, entró al chat de Yoongi, no había nada, eso lo llenaba de tristeza, ¿Tan rápido se había dado por vencido? Estaba cansado, hambriento y lleno de amargura, por lo que no pensó al tomar la fotografía y mandar ese "buenas noches" pensó en borrarlo, pero no lo hizo, tal vez era su forma de decir, que no quería luchar en ese momento más con lo que sentía, que necesitaba a alguien que estuviera a su lado para que le hiciera compañía, alguien a quien quería, que tomara el papel de cuidador. Pero, Jimin no confiaba en que Yoongi pudiera hacerlo, cuando pasaron los minutos y un par de horas y este no respondía, se recostó en el sillón y lloró.
Nuevamente se había humillado sin recibir respuesta, las gotas de lluvia comenzaban a caer de forma tenue en la ventana y eso sirvió de arrullo para que se quedara dormido, esperaba que pudiera descansar esa noche, aunque tenía frío, no quiso moverse.
El tiempo se suspendió, no supo cuando se quedó dormido, pero, entre sueños escuchaba el golpeteo fuerte de la puerta a través de la lluvia que caía con fuerza, abrió los ojos, tenía la luz prendida, pero por la ventana pudo ver la oscuridad total, estaba haciendo frío, pensó que era producto de su mente cansada, pero después de un rato, el sonido de la puerta se volvió más insistente, se sentó con dificultad, su cuerpo estaba entumecido debido a la mala posición en la que durmió, se asomó por la ventana viendo un auto blanco en la entrada, no lo reconocía, tuvo miedo de pensar que era alguien de los Min, pero el modelo de aquel auto se veía tan simple, algo que conduciría alguien de clase media, era imposible que un Min se rebajara, se acercó a la puerta, quitó el seguro y abrió.
La primera impresión que tuvo es que estaba durmiendo aún, pero, no fue así, llevaba unos vaqueros azules y una sudadera roja que estaba empapada al igual que su cabello despeinado, miró su rostro pálido y sus ojos preocupados.
—¿Qué haces aquí?
—¿Estás bien? ¿Por qué no contestabas? Estaba llamandote por teléfono.
—¿Qué haces aquí Yoongi?
Dentro de su cuerpo experimentaba una sensación de nerviosismo. De verdad estaba ahí, mojado y con frío, en la madrugada.
—Mandaste una foto, el bebé se ve más grande en ti, lo siento Jimin, pero me cansé, no puedo, una maldita semana fue suficiente para saber que no es lo que quiero.
—Dijiste que me dejarías en paz.
—Sé lo que dije, pero, no puedo. Dime, ¿Quieres que me quede? Porque he renunciado a muchas cosas en estas horas, deje mi carta de renuncia en el correo de mi padre, intercambie uno de mis autos por este en una estación de gasolina en la carretera, dónde me cambié de ropa y, no...ya no sé cómo vivir sin ti.
Jimin abrió los ojos en demasía. —No te creo.
—Puedes y estás en tu derecho de no hacerlo, pero, estoy siendo honesto, ya no puedo Jimin, pensé que sería sencillo volver y fingir que la vida seguía, pero es imposible, odio a cada persona que está allá, odio a mi familia y me da asco saber que soy como ellos, odio los malditos trajes que jamás me parecieron incómodos, pero que ahora no me dejan respirar—bufó—. JungKook tuvo un bebé, ¿Recuerdas? —Jimin asintió lentamente—. Es chiquito, lo cargué, se parece a él y mientras lo tenía en brazos no dejaba de preguntarme cómo sería nuestro bebé, espero que se parezca a ti y que se llame Jihoon, siempre ame ese nombre, yo...quiero lo que está aquí, despertar, trabajar en las cosas de la granja, hacerte el desayuno, tocar para ti por las noches, mirarte sin que te des cuenta, quiero abrir un restaurante, tener una vida lejos del drama, quiero una vida diferente y quiero que sea contigo, sé que no me vas a perdonar fácilmente, pero, estar lejos de ti no ayudará a que te haga ver lo arrepentido que estoy.
Jimin se quedó pasmado, relamió sus labios y se hizo a un lado.
—Estas temblando, hace frío, es mejor que entres.
Yoongi se quedó ahí unos momentos antes de asentir. —Traje algo para hacer de cenar, pero son las cinco de la mañana, será para desayunar, y...
Jimin se volvió para verlo, estaba en la puerta cerrada, mirando todo, se acercó y le observó fijamente, sus ojos estaban acuosos.
—Deberias subir a tomar un baño, te vas a enfermar.
—Sí, debería, perdón, creo que te desperté.
—Está bien. Ve.
Jimin espero a que Yoongi se fuera para recargarse en la puerta de la entrada, su corazón latía con fuerza, sus ojos se llenaban de lágrimas, no estaba molesto, sino confundido, fue a la cocina para poner la tetera, tenía frío, tenía miedo y tenía dolor, un dolor diferente, porque no quería ilusionarse cuando sabía que todo podía romperse en pedazos.
Después de unos quince minutos tomó la bandeja y subió las escaleras, tocó la puerta de huéspedes y espero, Yoongi abrió la puerta, su cabello seguía mojado, su torso estaba desnudo y llevaba una toalla en la cintura, sus ojos estaban rojos al igual que su nariz, lo dejo entrar, puso la bandeja en el escritorio.
—Hace mucho frío, toma esto y, bueno, ahí hay ropa que dejaste, puede que haya algo cálido, hace frío, te traeré más cobijas, la calefacción en este cuarto no sirve.
Yoongi se sentó en el borde de la cama. Bajo los hombros y la cabeza, alargó los brazos y Jimin se acercó, no entendía su reacción, o porque había dejado de hablar de repente, eso le ponía en alerta. Cuando estuvo cerca, Yoongi lo tomó de la cintura y besó su estómago, susurró algo que no pudo entender y recargó ahí la cabeza, se quedó unos momentos, Jimin suspiró acariciando su cabello, escucho los sollozos y se petrificó, ambos habían llorado antes, pero todo se sentía diferente.
—¿Qué te pasa?
No contestó, solo se quedó ahí, su bebé se movía en su interior, Jimin no sabía qué hacer, así que tomó una toalla pequeña que había sobre la silla y comenzó a secar su cabello, estaba más largo, estuvo en eso, mientras que Yoongi seguía en trance.
—Me estás asustando, habla.
—Gracias por dejarme entrar.
—Esta lloviendo, no te iba a dejar afuera y...
—No, sabes bien a lo que me refiero. Gracias.
Jimin trató de tragar el nudo en su garganta. —No he dormido en esta semana—confesó en voz baja—. No he querido salir, me duele la espalda, me duelen los pies, me siento mal, no he comido bien, apenas comí algo hoy, duermo una hora y a las seis despierto, me quedo en la sala y pienso en muchas cosas dolorosas, estoy cansado, mucho, tengo frío y quiero dormir.
Yoongi se levantó, se alejó de él tomó unos pantalones de pijama y se los puso junto a una sudadera, regreso con Jimin y lo tomó de la mano, salieron de esa habitación, yendo a la de Jimin al fondo del pasillo, dejo que lo hiciera, por una vez quería dejar de pensar en todo lo malo que podía salir, entraron, la calefacción mantenía el lugar caliente, Yoongi apartó las cobijas, miró el suéter de Jimin y se lo saco, dejándolo con una playera de manga larga ligera.
—Entra.
Jimin se adentro en la cama y espero, Yoongi apagó la luz, se acostó a su espalda. Lo abrazo y comenzó a acariciar su pancita.
—Cierra los ojos—susurró en su oreja, empezó a tararear la melodía que tocaba en piano, Jimin suspiró relajándose, Yoongi beso su mejilla—. Dulces sueños.
The drama is coming jajaja sorry 💛
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