19
Suspiró cansado, mirando de nuevo el teléfono que no había dejado de sonar, lamentablemente cada que lo veía, se daba cuenta que no era el mensaje que esperaba, ni de la persona que quería. Relamió sus labios, leyendo rápidamente en la bandeja de entrada los mensajes de Wendy, donde le hablaba de lo mucho que le extrañaba, de que deseaba que estuviera ahí y de todo lo que hacía con sus padres, era cansado, ella era insoportable. Miró la foto de pantalla, sonrió ladino, una fotografía de la última sesión de Taehyung, donde el traje que llevaba lo hacía ver esquicito, bloqueo el teléfono, haciendo aparecer su fachada, la foto de él y de su novia.
Estaba trabajando hasta tarde, intentando distraer su mente de aquellos pensamientos que lo llevaban a posibilidades poco sanas, en esos instantes odiaba con todo su corazón a Jungkook, porque sabía bien que este se estaba aprovechando de la situación, no era estúpido, se enteró del amor unilateral de su primo cuando comenzó a verse con Taehyung, y le reclamó, claro que jamás le hizo caso, no se separó de él y ahora es cuando se arrepentía.
Fingir estaba siendo cada día más difícil, sentirse orgulloso de su engaño, mentirle a la cara a sus amigos y familia, engañar a una chiquilla que pensaba que estaba enamorado de ella, y al principio así había sido, Wendy era hermosa, era amable y educada, lo que un hombre desearía, pero no era lo que él necesitaba.
Taehyung era una explosión, era así como podía describirlo, como una explosión de sentimientos que no comprendía del todo, de risas y de lujuria, porque lo deseaba más de lo que alguna vez deseo algo y eso era un problema, no sólo para él sino para el legado de su familia.
—Señor Jung, su madre está aquí—dijo su secretaria por el intercomunicador.
Hoseok suspiró rodando los ojos. —Hazla pasar, pero en unos diez minutos ven avisando que tengo una junta.
—Sí señor.
Espero acomodando su traje y su cabello, su madre era demasiado especial con su apariencia, Jung Somi entró luciendo más elegante de lo que cualquiera pudiera pensar, se acercó a él y le sonrió, se sentó frente al escritorio.
—Tu secretaria me dijo que tenías una reunión pronto—dijo con una mueca—. ¿No será una táctica para no verme aquí?
—Tu imaginación es oro madre—negó rodando los ojos—. Tengo una semana ocupada.
—¿Por eso volviste de tu viaje con los Son? —dijo en un tono retador—. Wendy me mandó un mensaje diciendo que estaba triste porque te habías ido antes ¿Quiéres explicar eso Hoseok?
—Y te lo dije, me iba a ver con unos inversionistas de Loreal—dijo con tranquilidad—. El trabajo es primero madre, y lo sabes bien, ella también tiene que entenderlo, deberías decírselo.
—En eso tienes razón y no tendría problema si lo que me dijeras fuera verdad, pero ambos sabemos que no es así, te lo dije hace meses, deja de jugar, deja a Kim.
—Mi relación con Kim no es algo que te deba de importar madre.
—¡Estás loco! ¿Cómo puedes decir que eso no me debe importar? Sabes bien que los Son son nuestros mayores socios, nuestras familias tienen una alianza desde que ustedes eran unos niños y no quiero sonar de esta manera, pero si quieres que esta empresa se mantenga a flote y que tus tíos no se den cuenta de las dificultades que atravesamos, entonces, tu deber como futuro CEO es mantener a esa niña feliz. ¿Crees que no desconfía de ti?
—Sé todo lo que me dices, no has permitido que lo olvide desde que tengo quince años, lo entiendo, pero, madre, yo no pienso cargar con una maldita posesiva y mientras no me case yo puedo ver a las personas que quiera, ella no tiene que enterarse y si ya lo hace, no te preocupes, no dirá nada.
—Entiendes que te casaras con ella más pronto de lo que te puedes imaginar ¿Verdad? El compromiso está a la vuelta de la esquina, así que te recomiendo que acabaes cualquier cosa que tengas con él.
—Lo amo—dijo con seriedad, empuñando sus manos—. ¿Aún así me pedirás que deje de lado lo que me hace feliz?
—La vida está llena de sacrificios—dijo con frialdad—. Termínalo Hoseok, porque a la larga quien sufrirá más será él. Hazlo.
Se levantó y suspiró acomodando su cabello. —Y llama a Wendy, por favor, no destruyas lo que hemos construido por años, sólo por un par de piernas bonitas, la lujuria no es lo mismo que el amor.
Era temprano cuando tomaron el tren a La Villa de Loria, Jungkook no dejaba de verlo, sabía que este presentía que algo estaba sucediendo, por su rostro, siempre fue un libro abierto, no le preguntó nada, se limitó a mirar por la ventana, o comer, Taehyung se acomodó en su hombro para poder dormir, de pronto su aroma inundó todos sus sentidos, suspiró contra su cuello haciendo que Jungkook apretara la mandíbula.
—Taehyung. ¿Estás bien?
—Sí, sólo cansado, no pude dormir muy bien—chasqueo la lengua—. ¿Tú? ¿Emocionado?
—Lo estoy, posiblemente puedas descansar en la posada, mientras yo tengo la reunión, después, por la tarde antes del aterdecer podremos catar el vino ¿Te agradaría?
—Suena a un plan maravilloso—rio ligeramente—. Eres bueno organizando viajes Kookie.
—Bueno, eso se debe a que estoy en buena compañía.
Taehyung levantó un poco la cabeza mirándolo, Jungkook suspiró haciendo lo mismo, no se habían dado cuenta que sus rostros estaban muy cerca, pero eso no pareció importar, Taehyung le sonrió con cariño y Jungkook negó desviando la mirada.
—Jeon, somos amigos, lo sabes ¿Verdad?
—Lo sé—asintió con el fastidio en cada una de sus facciones.
El camino fue entonces silencioso, cada uno de ellos estaba inmerso en sus pensamientos, Taehyung no podía dejar de pensar en el dolor que le causaba seguir enamorado de Hoseok, y Jungkook, no paraba de reprocharse estar enamorado de alguien que sólo lo veía como un amigo más, como su salvador, sin sentimientos de por medio, tenía que aceptarlo, pero era difícil comprenderlo. Él no creía que Hoseok se merecía a alguien como Taehyung.
Llegaron después de dos horas, la estación del tres estaba en medio de un campo, era hermoso, el paisaje, las casas acogedoras y el cielo despejado, Francia era un país extraordinario, caminaron saliendo de la estación, donde un auto negro les estaba esperando, un hombre, bajo de este y se dirigió a Jungkook con una enorme sonrisa.
—Mr, Jeon, bon après-midi.
—Bonjour, c'est mon ami. Kim Taehyung.
El hombre le miró y dio un asentimiento de cabeza. —Bonjour—dijo con una sonrisa.
Este los dirigió al auto, en donde subieron sus cosas, Jungkook entró en la parte de adelante con el hombre quien manejaría, él lo hizo en la parte de atrás, agradeciendo tener un momento a solas para mirar su teléfono. Al prenderlo, se dio cuenta de la cantidad de mensajes que tenía, todos de la misma persona, mordió su labio inferior.
Hobi bebé
Hola, ¿Cómo amaneciste? Espero que tengas un buen día.
Hoy estuve pensando en ti, en lo que me dijiste hace tiempo.
Creo que sería buena idea ¿No? Un bebé de ambos sería lindo.
Me gustó la foto que subiste a instagram, te ves tierno con ese gorro, aún usas la cadena que te he regalado, gracias por eso.
Te quiero Tae, espero que cuando vuelvas podamos hablar.
Come bien, duerme bien y ten un lindo día.
Buenos días, hoy estaba en una reunión, hay una campaña, una que sería perfecta para ti, ¿Debería comunicarme con tu manager? ¿Tus honorarios son altos? No importa, lo que sea lo pagaré.
Taehyung, por favor, responde, al menos un hola.
Hola
Mierda, al fin jajaja, estaba a punto de volverme loco
¿Pagarás por eso?
No, ese no es mi problema
Deja de hostigarme, sigo molesto
Ya lo sé, pero, de verdad, no sabía que ella llegaria a mi casa en ese momento
No pude quitarmelos de encima.
Te lo voy a compensar
Estoy cansado de que tengas que hacer cosas para compensar
Simplemente deja de joderlo todo, es injusto
Yo sé que es injusto, lo sé, pero Tae.
Ambos sabíamos que sería así.
Ya lo sé, lo supe el día que me metí con alguien que tenía una relación
Sé que no te puedo exigir más, pero Hoseok
Si al menos no me trataras como basura
No te trato como basura, las cosas que hago son por protegerte
Lo del hospital te lo expliqué mil veces, si ella te veía ahí sería un escándalo
No es estúpida, ya lo sospecha
Deberíamos terminarlo ¿No lo crees?
Sería lo mejor.
¿Es lo que quieres?
Sí
Bien, entonces, terminemos con todo Taehyung.
Ten un lindo viaje.
Eres un imbecil
¿Ahora que dije?
¡Ese es el problema!
Nunca dices nada
¿Quieres que pelee por ti?
Bien, dime dónde estás, tomaré un avión para ir por ti
No juegues
No lo hago y lo sabes
Hablamos cuando regrese
Deja de joder
Te quiero, por favor no te olvides de eso
Yo te amo Hoseok.
El mal sabor de boca quedó en su garganta, porque el sólo hecho de pensar en separarse de él le ocasionaba dolor, su relación con Hoseok había iniciado por juego, a ambos les gustaba pasarla bien sin compromiso, él estaba enterado de que Hoseok tenía pareja y en ese momento no le importó, porque no era serio, pero con el paso del tiempo, las cosas se intensificaron al igual que sus sentimientos, unos que a esas alturas era difícil parar, estaba ahogándose debido al peso de sus malas decisiones.
Prestó atención al camino, era hermoso, ahí se sentía libre, desearía quedarse en medio de la nada, el camino entonces se redujo, a viñedos inmensos, se acercaban a una gran casa de piedra, rodeada de plantas, le fascinó. El aroma era delicioso, cuando llegaron más cerca de la casa el auto se detuvo, los tres bajaron, el hombre ordenó a uno de los mozos que sacará las maletas. Jungkook estuvo a su lado, seguía hablando con el hombre, frente a ellos habían unas enormes escaleras, lo tomó de la mano y ambos subieron siguiendo al hombre.
Si la casa por fuera era increíble, por dentro era inimaginable, la decoración artística que mantenía un toque medieval y clásico le hicieron abrir los ojos sorprendido de la belleza. Los condujo escaleras arriba a donde estaban las habitaciones, llegaron a una.
—Está es nuestra habitación, ellos no sabían que iba a venir acompañado así que sólo prepararon una ¿Te molesta? —preguntó con inocencia.
—No, está bien—dijo restándole importancia.
—Bien, descansa, vendré a las siete por ti, ponte lindo—dijo con una tierna sonrisa—. Intenta dormir, dicen que te traerán el té con algunos aperitivos.
—Muy bien—asintió entrando—. Nos vemos—dijo con una sonrisa.
—En unos días es el cumpleaños de Jimin—dijo Yoongi bebiendo de su copa.
Ambos habían acordado verse en un bar que conocían bien, era tarde, pero no lo suficiente, Hoseok le miró con una ceja elevada.
—El pollito crece—rio por lo bajo—. ¿Qué planes tienes?
—No lo sé—se encogió de hombros—. Pensé en alguna joya, eres experto dándole regalos a tu amante y a tu novia ¿Qué me recomienda?
—Si te son sincero, los regalos de ella siempre los elige mi madre, cuando hago alguno para Tae, bueno me apoyo de los asesores, podrías hacer eso, una cadera, un anillo—dijo con burla.
—No seas idiota—gruñó por lo bajo—. Yo no puedo ver a Jimin de forma romántica.
—Pero si como un pedazo de carne el cual puedes comer y usar cuando quieras.
—¿No es lo mismo que tú haces con Taehyung?
Hoseok le miró con odio. —Eres un imbécil.
—Hoy estás muy sensible ¿Por qué?
—No creo que te importe ¿O sí?
—No realmente, pero no es divertido cuando no me sigues la corriete, así que sólo preguntaré una vez ¿Qué pasa?
—¿Alguna vez has sentido que tu vida no es tuya, sino que la vives a beneficio de alguien más?
—Soy la niñera de un mocoso estúpido de campo ¿Realmente me preguntas eso?
—¿Y eso está bien? Últimamente me he preguntado si así es como quiero vivirir, no me gusta, quisiera ser libre, tomar mis propias decisiones.
—En la vida hay que hacer sacrificios, puedes tenerlo todo o perder todo, cualquier camino que elijas esta lleno de sacrificios. Si yo viviera para complacer sólo mis deseos, en este momento estaría en un avión directo a New York, pero no siempre las cosas son como las queremos, debes entender eso.
—Yo estaría en un avión a Paris, pero lo sé, nosotros no nacimos para vivir como queremos, sino como debemos.
Era la hora de la cena, Jungkook había tenido el tiempo suficiente para tener su aclamada reunión, una que había sido un éxito, no podía dejar de sonreír, así que no dudo en ir por Taehyung, estaba hambriento, cuando tocó la puerta, espero paciente, la tranquilidad había regresado a su cuerpo y cuando la puerta se abrió perdió el aliento. No era que estuviese vestido como en una pasarela, no, su ropa era casual y cómoda, pero en él todo parecía lucir precioso.
—Tengo hambre—dijo saliendo de la habitación.
—Vamos entonces—asintió sin despegar la vista de él.
Hasta ese momento se había dado cuenta de que ambos iban a dormir juntos, tal vez él lo haría en el piso, aunque, no era la primera vez que dormían juntos, al final de cuentas eran mejores amigos, eso en sus tiempos escolares era normal, pero ahora, todo se sentía tan extraño.
—Iremos a catar los vinos—dijo guiándolo por un pasillo que llevaba a la parte trasera de aquella casa.
La fachada era mucho más impresionante a esa hora del día, con algunas lamparas prendidas que iluminaban el camino, cuando llegaron al patio trasero, las luces de navidad estaban alrededor.
—Vaya, esto es hermoso—suspiró sin dejar de abrir los ojos debido a la impresión.
—Lo es—asintió.
En la parte trasera había lo que parecía ser un granero de gran tamaño, al entrar se dio cuenta de los barriles de vino, el aroma a madera era delicioso, Jungkook lo tomó de la mano y lo llevó hasta una mesa, había algunas cosas ahí, quesos de aromas fuertes, fruta, pan y embutidos, al igual que carnes frías.
—Vamos a divertirnos está noche—dijo eligiendo una de las botellas—. Quiero celebrar.
—¿Qué tal la reunión? —preguntó con una ceja alzada recibiendo la copa de vino.
—Bueno, en unos meses se estará produciendo aquí una edición especial de mi marca—dijo con el orgullo inundando sus ojos.
—¡Eso es inreíble Kookie! —dijo poniéndose de pie para ir a su encuentro abrazándolo por los hombros, Jungkook lo tomó de la cintura y le sonrió de forma adorable.
—Lo es—asintió con un suspiro, sin soltarlo—. Y no hay con nadie con quien quiera compartirlo que contigo, es bueno que estés aquí.
—Gracias por haberme invitado—sonrió, separándose—. Hay que festejar, catemos esos vinos.
—Hágamozlo—asintió tomando su copa y acercándola a la de Taehyung, ambos brindaron, sin dejar de mirarse—. Por un buen futuro.
—Por las cosas buenas que se vienen—asintió llevando la copa a sus labios.
El vino era deliciosos, la comida también, pero la compañía, esa sobrepasaba cualquier adjetivo, ambos estaban relajados, riendo de las anécdotas, haciendo planes a futuro, sin dejar de mirarse y sonreír, estaban pasando el mejor del momento.
—Deberíamos retirarnos—dijo Jungkook después de un par de horas.
—Sí, es momento de dormir—asintió mordiendo ligeramente su labio inferior.
Entonces, la atmosfera cambio casi por completo, los dos estaban un poco entonados por la cantidad de vinos que habían bebido, llenos por la comida, Taehyung no pudo pensar en nada, ni siquiera cuando Jungkook tomó su mano y los condujo de regreso, las cosas estaban adquiriendo un tono diferente, y, cuando llegaron a la habitación, cuando Jungkook cerró la puerta, no le importó ser rechazado, era como si el alcohol le hubiese dado los cojones que le faltaban desde hace años.
Se acercó a Taehyung quien le observaba con profundidad, tomó sus mejillas y lo beso, al principio hubo tensión, una que se disipó, cuando Taehyung cerró los ojos y comenzó a mover sus labios, profundizando aquel beso, tomando su cabello negro entre los dedos y enredándose, junto a sus lenguas, era apetecible, ese momento lo dejó hambriento, deseoso de más.
Ambos cayeron en la cama, tirando de sus ropas, que en ese instante estorbaban, era algo que necesitaban, uno por amor y el otro por despecho. Jungkook observó su piel, besando su cuello, dándose cuenta de la cadena con el corazón, dentro de esta había un H, mordió su labio inferior, acariciando su cuello, quitando de vista aquello que sólo le recordaba que no era suyo.
El calor del momento los guiaba, así hasta que Jungkook tuvo una de las mejores sensaciones de su vida, cuando se enterró en su cuerpo cálido, que lo recibió con gusto, los sonidos de su boca le excitaban aún más, era como una droga, estaba enamorado y era imposible no demostrarlo.
Taehyung, en cambio, se estaba dejando llevar por las sensaciones de su cuerpo, no por lo que estaba en su interior gritando que estaba cometiendo una equivocación, se dejó ser, llevándose por el placer.
Bajaron del avión en silencio, ninguno había dicho gran cosa, Taehyung era quien se había levantado primero y bañado, dejándolo en la habitación, Jungkook comprendió horas después que aquel momento, maravilloso para él, había sido un desastre.
—Te llevo a tu casa—dijo con aire ausente, entristecido.
—No, traje mi auto, lo deje en el estacionamiento, está bien, nos vemos.
—Tae...
—No pasó nada—dijo mirándolo—. Olvida lo que pasó, por favor Kookie.
Quería gritarle en frente de todos que no, que no podría olvidarlo y que tampoco quería que actuara como si nada hubiera pasado, pero el miedo a perderlo era más fuerte, tragó en seco antes de asentir.
—No vemos Tae.
Lo vio alejarse, con unas enormes ganas de llorar, no era justo, se sentía como un idiota, usado y engañado. Taehyung tampoco se sentía mejor, llegando a su auto comenzó a llorar, aquello había sido un error, se sentía mal, por esa noche, una que nunca debió pasar, se dio cuenta de que los sentimientos de Jungkook no eran transitorios, y que él, estaba jugando con su corazón, aunque lo había disfrutado, eso no quitaba el hecho de que se sentía mal.
El camino fue difícil, no dejó de llorar y reprocharse ser un completo idiota, todo había sicedido tan rápido, que no tuvo tiempo de actuar con cordura, por eso no bebía, por eso no se lo permitía.
Llegó a su piso, empujando su maleta, con la mirada baja, pero cuando miró la puerta de su departamento se pasmó.
—Tal vez pregunté a tu manager cuándo regresabas—dijo con total tranquilidad.
Taehyung tragó en seco, se acercó a la puerta, Hoseok se hizo a un lado y abrió, empujó la maleta dentro, mirándolo con seriedad, haciendo que este entrara, entonces cuando cerró la puerta fue aprisionado contra esta, con unos labios dulces sobre los suyos, y sólo en ese momento pudo darse cuenta, no podía amar a Jungkook.
El HopeV y el KookV me pueden acá jajaja a ver con quien se queda 🖤
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