18
—No pensé que te vería este día, ha pasado mucho tiempo.
La vio sonreír, aquella sonríes pequeña y tierna, la que le robaba el aliento, había intentado ignorar su ausencia, aunque en las noches se quedara más de la cuenta despierto pensando en ella, en lo que podría estar haciendo y con quien, por más mensajes y llamadas que le hacía esta parecía no tener intención de comunicarse, lo cual le dolía en el alma. Estaba enamorado, la había amado desde el primer momento en que la vio, era la mujer de sus sueños, a quien quería para permanecer, com quien deseaba casarse y formar una familia, claro que esos nunca fueron sus planes, desde el inicio de su unilateral relación ella dejó claro que lo suyo era solo satisfacción y diversión, nada los ataba.
—He viajado—dijo como si él no lo supiera—. New York, amo esa ciudad, amo todo de ella, quisiera mudarme para vivir ahí por siempre.
—¿New York? —elevó su ceja—. Viajar es lindo, pero al vivir ahí pierde su encanto.
—Estoy segura de que jamás me desencantantaré de esa cuidad—río catarina—. Mi padre me regaló ese viaje por cerrar un trato, no pude negarme, y sabrás que estaba disfrutando de la cuidad como para atender el teléfono.
—Lo entiendo—dijo intentando que no le afectará—. Debes haberlo disfrutado mucho.
—Lo hice Yoongi, ¿Y tú? Sigues siendo aburrido como siempre—dijo burlesca.
—No todos tenemos la fortuna de tener una vida más relajada Jennie—rodó los ojos.
—He sabido por algunas personas que has estado muy ocupado últimamente ¿Cómo es que se llama tu acto de caridad? Pobre chico, huérfano en una cuna de lobos hambrientos.
—¿Crees que sería capaz de hacer algo en contra de alguien? —preguntó ofendido.
Jennie se acercó a él, eso lo puso nervioso, todo en ella le ponía los pelos de punta, había sido un alivio que Jimin no estuviera en el departamento cuando ella llegó. Ella puso sus manos en su pecho y suspiró.
—Mi lindo títere, es feo ver como tu familia te maneja a su antojo ¿Siquiera te gusta?
—No, sabes bien cuales son mis sentimientos—la tomó de la cintura y la acercó a su cuerpo—. ¿Quieres cenar conmigo está noche?
—No puedo—suspiró separándose de él—. Tengo una cena de negocios, y mañana viajo de regreso a Estado Unidos.
—Pensé que estarías aquí, ¿Por qué tienes que irte?
—Dejé algo importante allá—se encogió de hombros—. Sólo quise venir a verte, después de todo somos amigos ¿No es así?
—Sí—asintió—. Amigos.
—Me alegra saber que estás bien, aunque no puedo cenar contigo, acepto que me des algo de beber.
Sus ojos brillantes y llenos de picardía le hicieron sonreír, todos tenían su debilidad y la suya era Kim Jennie.
—No te muevas tanto—dijo posicionando una mamo en su pierna izquierda, la cual mantenía un movimiento incesante y rápido.
—Perdón, me siento nervioso—hizo una mueca abrazándose a sí mismo.
Esa mañana SeokJin había pasado por él temprano para llevarlo al doctor, nunca antes había estado en un ginecólogo y eso le erizaba la piel, su padre no le hablaba mucho sobre relaciones sexuales o lo que implicaban, de hecho, no le había mencionado nada, lo único que sabía venia de la boca de sus compañeros de instituto, nunca se interesó, no hasta que llegó Yoongi a su vida. Era un ignorante y eso le incomodaba.
—Todo estará bien, entraré contigo, sólo por hoy, las demás veces entrarás solo.
—¿Debo venir más de una vez? —preguntó con una ceja alzada.
—Sí—asintió—. Mínimo dos veces al año, siempre debes cuidarte Jimin.
—Bueno—hizo una ligera mueca lleno de preocupación—. ¿Crees que pueda tener un bebé?
SeokJin le miró extrañado, suspiró y negó. —No lo sé, eso lo descubriremos ahora—se encogió de hombros—. Aunque si me preguntas, no lo creo, pero, en un futuro si no son cuidadosos puede suceder.
—No me gustaría que pasara, no aún. En unos años...si tengo una pareja...esas cosas.
—Nadie quiere un hijo antes de lograr sus metas, es mejor así Jiminie.
Jimin asintió, si bien, nunca se había planteado la posibilidad de tener un hijo, en esos momentos su mente voló en la imaginación, recreando un pequeño niño, lo imaginó con el cabello negro, piel pálida, ojos pequeños y mejillas regordetas, a sus ojos era hermoso, esa simple imagen le hizo sonreír con nostalgia, porque, no podía seguir pensando en esas cosas, él y Yoongi no eran una pareja y dudaba mucho que este tuviese un poco de afecto hacia él.
—Pero también hay quienes quieren ser padres y no les importa la edad, por ejemplo Namjoo y yo, vaya que Soobin fue buscado, aunque creo que fue en el viaje a Bora Bora en donde se concibió.
—¿De verdad?
—Claro, Namjoon siempre quiso ser padre y a mi me gustaba la idea, aunque nuestros padres no se pusieron felices, aman a mi hijo, nadie podría no hacerlo.
Jimin rio encantado. —Es un niño hermoso.
—Lo es—asintió.
—Park Jimin—una enfermera llamó su atención, ambos se volvieron hacia ella—. Puede pasar.
—Muy bien, gracias—fue SeokJin el que respondió, porque estaba tan nervioso que se había quedado sin habla.
Ambos se levantaron y caminaron el pequeño tramo de pasillo que quedaba para llegar al consultorio, Jin se encargó de abrir la puerta, dentro todo era claro y elegante, un hombre sentado en un escritorio color marrón se puso de pie para recibirlos.
—Buenos días doctor Choi—dijo Jin con la formalidad que le caracterizaba.
—El bueno verlo de nuevo joven Kim, bienvenidos, por favor, tomen asiento. Soy Choi Siwon, doctor especialista en donceles.
Jimin asintió, estaba inhibido, por lo que Jin se comportó como su hermano mayor y hablo por él.
—Traje a mi amigo, es Park Jimin.
La vista del hombre recayó en él. —Es un gusto conocerlo ¿Es su primera vez?
—Sí, nunca había asistido a un doctor, bueno sí, usted me entiende.
—Lo hago, no te preocupes, todo lo que pase aquí siempre será por tu bien y con todo tu consentimiento, ¿A qué debo su consulta?
Jimin relamió sus labios. —Quiero un método anriconceptivo.
—Entiendo, muy bien, te voy a hacer algunas preguntas—dijo mirando su computador—. ¿Cuántos años tienes?
—Veintitrés, cumpliré veinticuatro el trece de de octubre.
SeokJin le miró con una ceja alzada. —En una semana.
—Sí—asintió.
—¿Cómo supieron que erás un doncel?
—Análisis de sangre, tenía siete años.
—Muy bien, ¿Eres sexualmente activo?
Sus mejillas enrojecieron, asintió sin mirarlo. —Hace dos meses que lo soy—dijo con una mueca.
—¿Te cuidas con algo?
—Condón...a veces—suspiró.
—¿Cuándo fue tu última relación sexual sin preservativo?
—Por lo menos dos o tres semanas—dijo con una mueca.
—Bien, antes de recomendarte un método, tengo que ver si hay posibilidades de un embarazo, ¿Tienes la vejiga llena?
—Algo—asintió recordando que SeokJin le había hecho tomar mucha agua.
—Te haré un ultrasonido transuterino, a estas semanas es posible por lo menos ver el saco gestacional—explicó—. Pasa por aquí, ahí hay un baño, tienes que quitarte la parte de abajo de tu ropa, incluyendo ropa interior.
Jimin miró alarmado a SeokJin quien le sonrió. —Es algo normal, te acompaño.
Estaba demasiado nervioso e incomodo, no quería estar en ese lugar, ni siquiera comprendía cómo era que harían el ultrasonido, no se mostraba como en las películas, mientras se quitaba la ropa inferior, su fastidio era tal que quiso llorar ¿Y si estaba embarazado? ¿Cómo se supone que serían las cosas con Yoongi si ellos ni siquiera eran una pareja?
—¿Estás bien Jimin? —preguntó SeokJin en la puerta.
—Sí, ya voy—suspiró al tiempo que enredaba en su cadera una manta azul y salía a paso lento.
El docto estaba sentado al lado de una camilla, Jin le ayudó a subir y se posicionó a su lado, el doctor le miró.
—Tienes que abrir tus piernas, colocar cada pie en uno de estos—señaló dos posa pies cerró los ojos y lo hizo—. No te preocupes, ahora. Mira.
Cuando abrió los ojos vio que en las manos del doctor había un aparato blanco alargado y no tan grueso. —Induciré esto en el conducto anal, verás, la anatomía de los donceles es diferente a la anatomía masculina y a la femenina, tiene ambas composiciones pero no a un nivel completo. Sus características masculinas son menores que las de un hombre normal, secretan también menos testosterona, y en cuestión anatómica cuentan con un útero que se encuentra un poco más abajo que la vejiga, entre la próstata, cuenta con ovarios y la matriz, pero sólo eso.
Jimin no estaba entendiendo nada de lo que decía, pero asintió. —¿Qué significa eso?
—Las mujeres cuentan con ciclos menstruales, donde hay cambios endócrinos y anatómicos, en un doncel pasa algo diferente, ellos cuentan con ciclos de calor, no es como celos de animal ni mucho menos, sino son días en donde están más sensibles, el crecimiento del endometrio sucede después de la fecundación, no antes, es por eso que los embarazos de donceles en las primeras semanas son muy peligrosos, porque la implantacion es débil—sacó un botecito con sustancia acuosa—. Ahora bien, hay una misma entrada, pero hay dos conductos diferentes, uno de ellos es el conducto anal, que está conectado al intestino, y el otro es el conducto uterino, cuando hay un orgasmo, el conducto anal se cierra, dejando sólo libre el conducto uterino, así puede haber un embarazo, sin embargo, no siempre sucede de esa manera.
—¿Por eso algunos donceles son infertiles? —preguntó esta vez Jin.
—Es normal que a veces los conductos no se cierren, pero hay días de calor, donde al haber un orgasmo este se cierra y además, el útero está en condiciones para cerrarse por cuarentaiocho horas y que la fecundación ovular será más eficaz, los tratamientos con donceles van, desde no permitir que los conductos se abran o cierren, dependiendo si quieren hijos o no. Hay donceles que tienen un sistema anatómico muy deficiente y eso impide una implantación, los conductos no funcionan bien y son infertiles, hay hombres que no saben que son donceles hasta que sus esposas no pueden concebir, la eyaculación de los donceles, es más flujo lubricante que espermatozoides.
—Jamás me explicaron esto en la escuela—susurró Jimin.
—Eso es porque la población de donceles sigue siendo pequeña, y algunos saben que lo son, pero deciden tener parejas diferentes.
—Entiendo.
—Voy a introducir esto—explicó—. Sentirás presión e incomodidad, pero te voy a pedir que te relajes.
—Flojito y cooperando Jimin—dijo Jin acariciando sus cabellos.
El doctor no mentía cuando dijo que sería incomodo, porque lo fue, sin embargo, no era algo de lo cual alarmarse. —Mira—dijo señalando la pantalla—. Las ondas muestran el estado de tus órganos y estructura interna, no hay implantación, así que no hay embarazo—sintió con el alma regresaba a su cuerpo—. Revisemos el estado de tu útero tiene un tamaño promedio, los ovarios miden menos de diez centímetros, lo cual es excelente, voy a sacarlo.
Cuando estuvo libre de esa cosa, bajó los pies y cerró las piernas, el doctor siguió con su explicación y le permitió ir a cambiarse, al hacerlo se sentía más seguro y tranquilo de no estar embarazado, regresó al escritorio y se sentó.
—Ahora que vimos que todo está bien, hablemos de tu método, para las mujeres hay muchos métodos, para los donceles, sólo dos que realmente funcionan, las inyecciones y las pastillas. Las dos tienen el mismo grado de eficacia, son seguras, tienen algunos efectos secundarios, dolor de cabeza, aumento de peso, claro que depende de cada cuerpo. ¿Qué tan bueno eres recordando tomar pastillas?
—Sinceramente no soy bueno—negó con una mueca.
—Podemos probar con la inyección, hay una que se pone cada tres meses—dijo con una sonrisa amable—. Sólo tienes que venir a tus consultas y te la ponemos, y no hay problema.
—Creo que esa está bien—asintió.
—Muy bien, te pondremos la primera dosis, pero no puedes tener relaciones sexuales sin condón por siete días. ¿Está bien?
—Sí, está bien.
Jimin suspiró, no estaba realmente seguro si quería hacer aquello, sin embargo, SeokJin tenía razón, si iba a tener relaciones, entonces, debía ser responsable.
—Muchas gracias por haberme llevado—dijo a Jin quien le sonrió.
—No tienes de qué preocuparte—dijo con una sonrisa—. Sólo recuerda tus citas y ya. Nos vemos Jiminie, descansa, cualquier cosa me llamas.
—Gracias hyung—dijo saliendo del auto, se despidió con la mano y entró al edificio, tenía muchas cosas en su mente.
Estaba distraído, no prestaba atención y cuando salió del elevador, chocó contra alguien. —Lo siento mucho—dijo al tiempo que miraba a aquella persona, era una mujer, cabello negro, rostro angelical, está sonrió.
—Descuida—dijo pasando a su lado para entrar al elevador—. Buena tarde.
—Igualmente—dijo sin dejar de mirar como las puertas se cerraban, cuando pasó a su lado por un momento pudo oler el aroma a la colonia de Yoongi, negó creyendo que se había confundido, caminó a la puerta y abrió con el código que Yoongi le había dado, cerró y se quitó los zapatos.
Caminó por el pasillo, estaba cansado, no pensó encontrar a Yoongi sentado en la sala, este estaba vistiendo un bata de baño negra, su cabello estaba mojado, se acercó a él y le sonrió.
—Pensé que no estarías.
—Me iré en unos minutos—dijo con seriedad.
—Oh, Jinnie me llevó al doctor—dijo sentándose a su lado—. Todo está bien, usaré la inyección dura tres meses, dijo que no podíamos hacerlo sin protección por siete días. Yo...aprendí mucho hoy, fue interesante, después fuimos a un café...
—No me interesa—gruñó molesto poniéndose de pie.
Jimin se quedó ahí, sentado y confundido, suspiró recargándose en el sillón y bajando la mirada, estaba triste, era en esos momentos donde más extrañaba a su padre y su hogar. Se quedó en silencio, mirando algunos videos en el celular, cuando Yoongi apareció de nuevo completamente cambiado.
—No me esperes, llegaré tarde.
Eso fue lo único que escuchó, quería ponerse a llorar, se sentía mal, fue a la cocina por un yogurt y subió escaleras arriba, recostándose en la cama para así dormir. Su día estuvo lleno de aburrimiento y melancolía, en una semana sería su cumpleaños y su padre no estaría a su lado para celebrarlo, después de eso la navidad estaba cerca, el sólo hecho de pensar en esas dos fechas que habían sido muy especial para él una nube negra se posó sobre su cabeza.
Temeroso de todo lo que estaba a su alrededor y de lo que la vida le deparaba, la universidad, estar en una relación que no era una relación, las personas que amablemente se acercaban a él a darle consejos que no creía si eran lo ideal para él.
Esa tarde lloró, comió solo, tomó un baño y se fue a su habitación a dormir, no a la de Yoongi, porque por esa noche quería estar solo, estaba profundamente dormido, cuando el sonido de la puerta lo despertó, miró a la entrada encontrándose con una silueta que se iba acercando, prendió la luz de noche mirando a Yoongi.
—Ya llegaste ¿Pasa algo?
—¿Por qué no estás en la cama?
Parpadeó perplejo. —Estoy en la cama.
—Sabes bien de lo que hablo—dijo arrastrando las palabras.
—No sabía si querías que estuviera ahí—respondió cabizbajo.
Yoongi comenzó a reír. —Sigues siendo un niño Jimin.
Lo vio comenzar a quitarse la ropa, estaba confundido, parecía ebrio y eso no le agradaba, Yoongi de forma brusca quito las cobijas sobre su cuerpo y se adentró a la cama, Jimin estaba por hablar, pero los labios insistentes lo callaron, le besó de una manera que nunca antes le había besado, demasiado pasional, el sabor a alcohol y el aroma hicieron que corroborara su pensamiento sobre su ebriedad. Se acostó sobre él y comenzó acariciar su cuerpo, no era delicado como antes, cosa que no le gustó, bajo esos besos a su cuello donde chupo con fuerza haciendo que soltara un jadeo de la impresión.
—Te gusta—susurró adentrando su mano a sus pantalones y acariciando.
Jimin estaba envuelto en un nudo de emociones y pensamientos, unos más negativos que otros, Yoongi bajo sus pantalones, hizo que abriera las piernas y se posicionó entre ellas, Jimin miraba todo pasmado, él mismo se despojó de su ropa interior y alargó la mano a su chaqueta de donde sacó un condón, se lo puso en tiempo record, entonces, lo que Jimin temía paso. Yoongi se adentró a él de una forma brusca, tan sólo una estocada, otro día no habría sido tan conflictivo, pero estaba lastimado de su visita al doctor.
No esperó y se movió, hizo una mueca incomodo, pero no dijo nada, pensó que todo aquello era normal, que estaba bien, que había diferentes formas de dar amor y de hacer el amor, pero en su corazón la opresión creció, porque no se sentía amado, sino usado, Yoongi besaba su cuello, acariciaba su cuerpo, pero nada más, no le sonreía o se preocupaba por su mueca, por primera vez deseo que aquello acabara rápido, cuando Yoongi llegó al clímax y salió de él, Jimin jadeo de dolor, el pálido lo beso en la boca antes de acostarse a su lado y abrazarlo. Jimin tembló, cerró fuertemente los ojos evitando pensar, así hasta que se quedó dormido.
—Jimin—sintió que lo llamaban.
Abrió los ojos, estaba acurrucado en la cama, parecía ser de día, pero él no quería levantarse. Yoongi estaba frente a él, sentado a su lado, vestido y presentable.
—Buenos días—susurró Jimin con voz ronca.
Yoongi parecía preocupado, sonrió ligeramente. —Te preparé la tina, no tardes en ir, esta caliente, dejé el desayuno en la barra—tragó en seco—. Tengo que ir a una reunión, pero vendré para llevarte a cenar, podemos salir ¿Te parece?
—¿Ya no estás molesto?
—No, lamento eso cariño, el trabajo me tiene muy presionado—se acercó para besar su frente—. Te quiero, nos vemos esta noche.
—Que te vaya bien, también te quiero.
Yoongi suspiró antes de levantarse, se alejó a la puerta, no sin antes darle una sonrisa, Jimin suspiró cuando lo vio desaparecer se sentó, pero gimió debido al dolor de su cuerpo, hizo una mueca, él nunca había sido nada bueno manejando el dolor. Se levantó como pudo, sin importar que estaba desnudo y se adentró al baño, al mirarse al espejo, sus ojos se abrieron en demasía al ver las marcas amoratadas en su cuello y pecho, negó, aquello no le gustaba, sus ojos se cristalizaron y sin más se puso a llorar.
N.A. Cuando hay sospechas de embarazo y han pasado pocas semanas, se hace una ecografía transvaginal. Sólo lo cambie un poco.
N.A. 2. No sé si antes se ha manejado el ser doncel así, sólo lo puse así para dar una explicación al ultrasonido
No insulten a Jimin, entiendan, Jimin literal no sabe nada de la vida es demasiado inocente.
Los amo mucho 💖
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