¡Salir de ese lugar ha sido una de las mejores ideas que he tenido! Pienso para mí misma mientras avanzo en dirección al jardín. Ese hermoso lugar en el que me ha de esperar Thranduil...

¡Oh Thranduil!

Suspiro mientras recuerdo las palabras de Legolas...

¡Oh Legolas!

Es un hecho que la ausencia de su madre lo afecto más de lo que yo esperaba y esto es algo que debo solucionar...

−Eres a veces igual que tu padre pequeña− inquiere Irmo apareciendo junto a mí, esbozando una sonrisa.

¡Vaya! "Si y gracias por recordarme nuevamente este asunto" gruño mentalmente a Irmo, pero este no atiende a mi comentario.

−Vez... Eres igualita a tu padre− vuelve a susurrar.

−Y debo suponer que eso es un alago de tu parte− digo atravesando un pasillo que antes no vi. ¿Qué extraño? No me acuerdo haber pasado por aquí. Escabullirse de este lugar no es cosa sencilla, por la infinidad de pasillos y escondites que este lugar posee pero este lugar me resulta algo inquietante si cabe mencionar. Muy inquietante.... ¿Por qué?

Irmo deja escapar una sonora carcajada y eso me saca un poco de mi letargo paranoico. ¡Demonio! Solo eso me faltaba. Me detengo de golpe y giro para encararlo. Lo miro seriamente y este sonríe aún más.

−No me mires de esa manera pequeña− inquiere mientras respira entrecortadamente.

¡Vaya!

−¿Te estas burlando de mi Irmo?− pregunto y este asiente descaradamente y eso me roba una sonrisa. Tengo que reconocer que solo Irmo es capaz de hacerme olvidar las situaciones incomodas, aunque sea por un momento... un simple momento.

Suspiro y niego con la cabeza. Y de nuevo una sonora carcajada se apodera de su rostro.

¡Demonios! Es un Valar pero a veces se comporta como un...

−Niño...− responde encogiéndose de hombros, con una enorme sonrisa.

Sonrió antes su comentario e Irmo parece vacilar.

−Eres igual que tu padre Niniel y ...

¿Demonios!

−¿De nuevo con ese tema?− gruño nuevamente, ya luciendo cansada e incómoda por la conversación. –Deberías dejar ese tema zanjado por la paz Irmo.− digo mientras una mueca se dibuja en mi rostro.

−No puedes, y lo sabes, es un pasado que te pertenece y que tarde o temprano...

Suspiro abatida y comienzo a caminar entre los pasillos. Ya vi que este tema no lo dejara por la paz, así que he optado por no prestarle mente. Me detengo al contemplar entre los pasillos una extraña entrada que me llama la atención...

−¿Sabías que es de mala educación dejar hablando alguien solo?− pregunta un alegre Irmo mientras yo clavo mis ojos en ese lugar.−Y más si este es un tema de mucha importancia para ...

−¿Dónde estamos Irmo? – pregunto de golpe y este suspira resignado.

Dirijo una mirada inquieta y este se apoya a la pared del pasillo.

−En realidad... este es el pasillo que lleva a un lugar a las afueras del reino−expresa Irmo sin dejar de mirarme.

−¿Y a qué lugar lleva concretamente?− pregunto mientras no estoy tan segura de querer saber la respuesta.

Irmo me mira fijamente sin saber que contestar, parece querer luchar con su respuesta y eso me sorprende.

−¿Por qué te quedas callado Irmo?− susurra entre el silencio esa voz.

¡No puede ser!

Ambos volvemos el rostro al sentirlo acercarse al pasillo, pero su presencia en este lugar nunca llega.

Dirijo una mirada inquieta a Irmo, pero este no dice nada, solo permanece serio y molesto mirando en esa dirección. Dirijo mi vista al mismo lugar pero yo no puedo divisar nada.

"¡Sé que está aquí pero no lo puedo ver!" o mejor dicho..."

¡No lo quieres ver!"

Irmo suspira y cierra los ojos un instante. Eso me inquieta y molesta a la vez. Porque tanto misterio, porque tantos secretos. Si algo he aprendido es que sea lo que sea las cosas es mejor decirlas y hablarlas de frente, pero... suspiro de cansancio.

Tal parece que tendré que averiguarlo por mi cuenta. Decidida y sin pensarlo dos veces camino hacia el pasillo.

−¿Qué haces Niniel? – la voz de Irmo parece preocupada, pero no me detengo. Parece que no me va a decir nada, así que mejor lo descubro por mi propia cuenta. Ya lo he decidido. ¡Eso es lo que hare!

Suspiro y cerrando los ojos paso por ese lugar.

Me tenso por un momento al sentir su presencia, pero no me detengo, solo...

−Niniel espera... la voz de Irmo parece un suspiro y me detengo sin pensarlo. Levanto insegura la mirada y Irmo me mira con el rostro completamente serio.

− ¿A dónde llega este pasillo Irmo?− pregunta por segunda vez y este suspira derrotado.

−A tu Tumba...

¿Qué? ... ¡Eru!

Me llevo las manos al rostro. ¡Mi tumba! Mis piernas parecen no soportar por mucho tiempo mi peso y me recuesto a la pared.

Mi tumba...

¡Oh vaya!...

Mi tumba... Este... Escucharlo de sus labios me ha tomado por sorpresa. Sé que son una especie de reencarnación, pero el hecho de saber que mi cuerpo o mejor dicho...

−No pienses esas cosas Niniel− murmura mientras sus brazos me abrazan lentamente.

−Entonces. Uhm... ¿Mi tumba está ahí?− mi intento de broma no le causa gracia y asiente con la cabeza. ¿Cómo será? ¿Debería de...?

−NO...− niega ante mi pregunta no formulada.

Pero... pero... quiero decir...

−¿Por qué no Irmo?− lo miro molesta y este se aparta bruscamente.

¡Vaya!

−He dicho que no y punto...

−Pero...pero...

−Yo te llevare si eso es lo que tu deseas− sus palabras me sorprenden del mismo modo que a Irmo.

− ¿Estas de loco?− la voz severa de Irmo resuenan en el pasillo y eso me provoca un escalofrió que recorre mi cuerpo por completo.

−Es lo que ella desea y tiene todo el derecho de hacerlo...

−¿Tu que puede saber Ulmo?−grita un colérico Irmo.

−Es lo que ella desea Irmo− susurra mientras su voz hace eco entre nosotros. Y no he de negar que la voz de mi padre; digo de Ulmo es como un oasis de tranquilidad.

Pero... ¿Qué estás diciendo Niniel? Estas loca... estas demente... estas...

−Bueno... no creo que sea buena idea, además no es asunto en el que te tengas que involucrar Ulmo− gruñe un molesto Irmo.

−Ella es mi Hija Irmo, y todo lo referente a ella es de mi importancia.

Sus palabras me recuerdan mi verdad y una extraña sensación se apodera de mí ser.

−Si pero....

−¡Basta!− susurro mientras tomo del brazo de Irmo.

− Como ha dicho Ulmo tengo todo el derecho de ir a ese lugar Irmo y me gustaría mucho que seas tú el que me lleve a ese lugar, pero si no deseas ayudarme me veré en la necesidad de tomar su...

−Está bien pequeña− susurra un cansado y nada convencido Irmo.− Te llevare pero no me hago responsable de nada... de nada.

Sus palabras me producen una sensación de vacío y lo único que hago es asentir con la cabeza.

Irmo me toma del brazo y apenas son consiente de la velocidad con la que se ha movido. ¿Qué ha sido eso? Pregunto mentalmente a mi yo interior, pero esta no responde.

− ¿Por qué me has traído de esa manera Irmo?− pregunto recuperando el aliento. Mi corazón acelerado me bombea con frenesí mientras intento en vano llevar aire a mis pulmones.

−¿Qué? ¿No me digas que no te gusto Niniel?− pregunta de manera vacilante y yo solo lo fulmino con la mirada.−Bien... te prometo que no volverá a pasar− musita un apenado Irmo mientras dirige su mirada a la puerta que hay en ese lugar.−Hemos llegado pequeña.

Centro mi atención a la enorme puerta de madera que tengo frente de mí y un último suspiro se apodera de mi razón.

¿En verdad quieres entrar ahí Niniel? Eso es lo que realmente quieres...

Tomo la manilla de la puerta y la abro lentamente. El sonido tan desgarrador y espeluznante a la hora de abrirla me hace saber que esto fue una mala idea...

Mis ojos se llenan de lágrimas al ver lo descuidado y abandonado que esta este lugar. ¿Pero qué esperabas? Es una tumba no un...

−Desde que te enterraron nunca nadie volvió a pisar este lugar Niniel− susurra Irmo mientras deja descansar una mano en mi hombro.

¿Qué?

−¿Enserio?− pregunto abrumada.−¿Ni siquiera Legolas?− mi pregunta lo descoloca un momento pero este niega nuevamente.

−No.

−Pero...

−Niniel el dolor que tu perdida causo en Thranduil fue tan grande que enterró cualquier recuerdo que pudiera tener de ti− explica con voz sutil mientras camina y avanzo en medio de la maleza.

Este lugar tuvo que haber sido duda hermoso, muy hermoso y ahora se encuentra rodeado de árboles y ramas que ahora son una hilera de muerte...

−Entiendo que lo haya hecho por él, pero mi hijo no tenía que sufrir por su causa− susurro abatida.−Y si Legolas quería... Trago grueso mientras un nudo en mi garganta se apodera de mi voz.

¡Mi tumba!... bueno la tumba de mi yo anterior... mantengo el aliento mientras avanzo de manera vacilante por en medio de las hojas secas.

Contemplar la gran he imponente tumba me ha causado un revuelco de sensaciones que no podría nunca explicar. Es mi tumba... en la que ha de descansar mí...

−Sera mejor que nos marchemos pequeña− susurra Irmo mientras adivina mis pensamientos.

−No.

−Niniel...

−Puedes dejarme sola por un momento Irmo− digo mientras paso mis manos por la gran superficie de mármol fría y descuidada. Una lagrima rota rueda por su mejilla y un silencio magistral se apodera del lugar.

−Como tú digas pequeña− susurra en el viento y este desaparece.

¡Gracias!

La puerta se cierra de manera siniestra y aquí me encuentro yo y mi tumba olvidada.

Hola chicas, espero que les haya gustado este capítulo. Créanme que lamento mucho la gran espera pero tratare de estar más activa de la historia. Se le quiere mucho. Por fin conseguí un poco de inspiración para poder escribir y créanme que eso me ha hecho muy feliz.

Saludos.