Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¡No puede ser!





¡Oh, Mi Eru!

Es....

─Legolas─ susurro emocionada.

─ ¡Hola Nana!

.................................................................................................................




¡Oh, mi Dios! ¡Ha despertado!

"Legolas ha despertado" susurra alegremente mi subconsciente. ¡Gracias, Eru!

─ ¡Legolas!─ susurro expresando todo el temor que he tenido en estos dos días.

Eru ... Legolas. Está bien. Le miro aturdida, intentando discernir si

realmente está despierto o es una alucinación.

—¿Niniel?

Parece absolutamente desconcertado

—Creí que no volvería a verte más —susurro desesperada, mientras las lagrimas bajan lentamente por mis mejillas

—Estoy aquí, na...

Suspira. Y percibo en su tono un deje de dolor.

¡Oh, no!

─Estoy bien Niniel, no te preocupes.

¿Qué?.... ¿Qué no me preocupe?

suspiro

—Creí que me moría —musito con un hilo de voz, haciéndome eco de mis pensamientos.

¡Legolas no sabe lo que estos dos días han significado para mi!

─Lo siento Nana─ dice a modo de disculpa, mientras intenta levantarse─¡Ahhh!─ se queja de dolor, mientras se recuesta nuevamente en su cama.

─Ah, no Legolas, no te vas a mover, no hasta que te revise el sanador─ lo reprendo sutilmente.

─Pero... pero...

─Pero nada Legolas, he dicho que no te vas a mover, espérame aquí y no te muevas, iré en busca de tu padre y del sanador para que te revise─ digo de manera firme.

Este solo asiente, mientras se lleva una mano a la cabeza.

¡Oh, no! Aun le duele.

─¿Estás bien, Legolas? ¿Te duele algo? ¿Quieres que me quede, puedo mandar a otra persona por el sanador?─ pregunto alarmada, a estas alturas, lo único que deseo es saber que el está bien, que no le duele nada. Suspiro. ¡Qué alivio verlo despierto!

─Estoy bien, nan... Niniel, tranquila─ musita mi hermoso elfo.

—¡Nos tenías muy preocupados! —le suelto de golpe, y me echo a llorar.

Suspiro entre sollozos

—¡Legolas, no vuelvas a hacerme esto nunca más! ¿Me has entendido?

Legolas me mira con devoción y deja escapar unas cuantas lagrimas.

¡Oh, no! ¡Legolas, no llores mi vida!.... ¡no llores Por favor!

—Sí, Nana─ musita.

─Bien─ digo mientras sonrió y giro en dirección a la puerta.... Pero caigo en cuenta de sus últimas palabras y me detengo en seco por un momento.

¿Qué?

¡Nana! ¿Legolas me dijo Nana? ¿Verdad?

Volteo rápidamente pero el está con sus ojos cerrados. Oh. ¡Es tan bello verlo dormir!

¡Pobre, esta aturdido, tanto que hasta nana me ha dicho!

Sonrió.

Pero ha sido lindo que me haya dicho así. Mi corazón brinca de alegría con sus palabras, es una sensación que no puedo explicar. ¡Nana! Me ha dicho nana.

¡No lo puedo creer!

Me seco las lágrimas con un pañuelo y lo observo detenidamente, desde el umbral de la puerta.

¡Míralo Niniel! Me dice mi yo interior.

¡Míralo, el está bien! ¡Tu pequeño hoja verde está bien!

Asiento con lagrimas en los ojos, mientras un gran nudo de forma en mi garganta.

¡Gracia Eru! ¡Gracias!

Suspiro.

Me giro nuevamente en dirección a la puerta y salgo de la habitación en busca de Thranduil y el sanador; los cuales venían caminando por los pasillos en dirección a la alcoba.

¡Genial!

─Mi señor─ grito con mucha efusividad─ Legolas ha despertado mi señor─ murmuro con lagrimas en los ojos.

─¡Legolas!─ murmura mi adorado Thranduil.

¡No seas igualada Niniel! Me reprendo yo misma. ¡Desde cuando es tu adorado Thranduil! Me vuelve a reprender.

─Que buena noticia mi señora─ musita el sanador─ en este preciso momento nos dirigíamos a la habitación mi lady─ me musita con felicidad.

─Bien─ digo con una gran y amplia sonrisa en mis labios─ Yo voy a ir por un poco de leche y de tarta para mi Legolas─ digo y salgo dando saltitos de alegría como una niña pequeña. Pero de pronto unos brazos rodean mi cintura y caigo en cuenta que son los brazos de Thranduil.

¡Madre mía!

─No te vayas─ dice colocándose justo al frente de mi.

¡Oh, Eru! ¿Porque tiene este efecto en mi?

─Yo...

¡Demonios! ¡Hasta sin habla quede!

─Yo solo voy por un poco de comida para Legolas, debe de estar hambriento y con mucha sed, mi señor─ digo sinceramente.

─Para eso están los sirvientes Niniel─ exclama aferrando mas su agarre de mi cintura.

¡Oh!

Volteo mi rostro rápidamente y ahí esta aun el sanador, mirándonos con una amplia y enorme sonrisa.

¡Madre mía! ¡Qué Vergüenza!

Me pongo roja como un tomate y Thranduil rápidamente comprende mi reacción.

─Podría adelantarse para ver como esta mi hijo─ inquiere esbozando una hermosa y amplia sonrisa.

─Por su puesto su majestad─ el sanador hace una reverencia y desaparece del pasillo.

¡Perfecto! Pienso por un instante. ¡Oh, no! ¡Ahora estoy sola con Thranduil!

¡Madre mía!

─¿Estás bien?─ pregunta un tanto divertido.

Yo asiento con la cabeza, debido a que no me salen las palabras.

─Veo que aun te pongo nerviosa─ comenta en tono seductor.

¡Eru! Trago grueso

─Claro que no─ contesto tratando de parecer convincente.

¿Qué? ¡Eso ni tú misma te la crees Niniel!

─Lo tendré en cuenta. Ahora... ─ se gira y me besa la mano. ¿Te vas a ir?─ pregunta con su típica sonrisa de seducción.

¡Demonios!

Me quedo estática por un momento y luego caigo a la realidad. ¡Legolas!

Trago grueso.

─Voy... Voy... por la tarta de Legolas─ suelto con un hilo de voz apenas audible, mientras el calor comienza a apoderarse de mi cuerpo.

¿Por qué causa este efecto en mi?

─Está bien─ dice y suelta mi mano de manera delicada─ solo no tardes mucho─ me susurra al oído.

Yo asiento y salgo a la velocidad de la luz de ese pasillo.

¡Wow! ¡Thranduil!

Dejo escapar una sonrisa de mis labios.

¿Quién eres realmente Thranduil? Y ¿Que es lo que buscas de mi?

Ladeo la cabeza.

¡Cálmate! Y ¡Concéntrate Niniel! ¡Ve por la tarta!

Asiento y salgo en dirección a la cocina.










La tarde había caído rápidamente en el bosque negro, y con ella la paz y la tranquilidad habían regresado a mi cuerpo. Suspiro.

¡Saber que Legolas está bien, me ha devuelto el alma al cuerpo! pienso para mí misma. ¡No sé lo que hubiera hecho si algo malo le hubiera pasado a Legolas! "Estuve a punto de volverme loca en estos dos días" ¡No lo hubiera soportado!

Ladeo la cabeza.

¡Cálmate Niniel! ¡Deja de pensar en esas cosas!

Thranduil ha dicho que mi adorado y hermoso Legolas está bien, y que lo único que necesita es reposo, mucho reposo. Después de haberle llevado la tarta y la leche a la habitación, Legolas me ha pedido que viniera a mi habitación a descansar, cosa de la me rehusé, pero Legolas cuando quiere es igual de testarudo que su padre. Oh. ¿Por qué pienso eso? ¡Si yo apenas y los conozco!

Seguro es que ya se entero que durante estos dos últimos días, no he dormido ni descansado adecuadamente. Pero ¿Quién podría hacerlo? Me pregunto. He aceptado ir a descansar, con la condición de poder así velar nuevamente su sueño esta noche, lo cual él ha aceptado a regañadientes, pero ha aceptado así que bien... ¡Gane! Y esbozo una sonrisa.

Estoy en la habitación completamente sola, pensando...

Suspiro.

Bien realmente no estoy pensando es más un descanso mental de todo lo que a transcendido durante estos últimos días.

"La muerte de mis padres, el baile, Thranduil y Legolas herido" ¡Vaya! Muchas emociones fuertes en tan poco tiempo; me pregunto... ¿Que me oculta Thranduil? ¿Abra algo más? Me pregunto nuevamente. Cuando de repente un golpe en la puerta que ya conozco me saca de mis pensamientos. Sonrió.

─Adelante Arien─ digo con una amplia sonrisa.

─Mi señora─ dice esbozando una tierna sonrisa─ he venido a dejarle estos regalos de parte del rey─ entra con tres enorme cajas blancas.

¿Qué? Abro los ojos como platos.

─ ¿Para mí?─ pregunto sorprendida.

Esta asiente y deja escapar un suspiro.

¡Vaya!

─Déjame ayudarte Niniel─ me incorporo de la cama en dirección a ella, pero esta niega y sonríe.

─Tranquila mi señora, esto no pesa─ dice excusándose

─Arien, ¿Dónde pongo estas caja?─ dice a mis espaldas un joven sirviente.

Voleo rápidamente y este trae diez cajas más del mismo tamaño que las de Arien.

¡Oh!

─Ponlas en la cama Airón─ le dice al sirviente.

¡Vaya!

─¡Déjame ayudarte!─ digo mientras tomo tres de ellas para ayudarle con el peso.

─Mi señora─ dice el elfo, mientras hace una reverencia.

¡Perdón! ¿Qué le pasa?

─Gracias Airón, puedes retírate─ dice Arien, a lo cual este asiente y desaparece de la habitación.

¡Vaya!

─ ¿Qué es todo esto Arien?─ pregunto extrañada.

─ Regalos, ni niña─ contesta de manera evasiva.

¿Qué? ¡Claro que se que son regalos! ¡Me está tomando el pelo!

─Se que son regalos Arien, solo no entiendo porque me ha mandado esto Thranduil... ¡¡Eh!! Digo el rey─ pregunto un tanto sorprendida

─No se mi señora, yo solo recibo ordenes de su majestad, y esta ha sido la orden, traer todas estas cajas hasta su habitación─ musita a modo de respuesta, mientras desempaca una de las cajas.

¡Así! ¡Con que esas tenemos!

─Bien, déjalas ahí─ le inquiero.

─Pero... pero....

─¡Déjalas ahí Arien!

─Pero.

─ Hasta que el rey no me diga que significa esto no las voy a recibir Arien, yo no sé qué es lo que pretende el rey o que es lo que piensa, he aceptado que llene el cuarto de flores, pero esto─ señalo las trece cajas enormes─ esto es demasiado Arien.

─Pero mi señora...

─Pero nada Arien, así que déjalas ahí.

Esta asiente a regañadientes y se gira para salir de la habitación.

¡Demonios!

─ ¡Arien!

─ ¿Dígame mi señora?

─Eh...

Suspiro.

─Gracias, por todo.

Esta me mira fijamente y sonríe de oreja a oreja.

─Es un placer mi niña─ musita y sale de la habitación.

Me quede el resto de la tarde sentada en mi habitación, pensando en todo lo que ha pasado en estos días, pensando en las palabras de Thranduil y más aun pensando es lo que ha dicho Legolas... "Nana"

¡Pobre, la ha de extrañar mucho! pienso por un momento.

Dejo escapar un sollozo.

¡Thranduil también la debe de extrañar! Podre de Thranduil. Enviudar y tan joven, tan guapo, tan....

¡Cálmate Niniel! ¿Qué te pasa? ¡Aleja de ti esos pensamientos por Eru!

Suspiro.








La noche ha caído por completo y con ella las hermosas estrellas de Varda hacen su aparición. ¡Son tan bellas! Musito para mí misma. Miro al cielo por un instante y todo parece detenerse; todo es paz, todo es tranquilidad. ¡Vaya! Cierro los ojos y me dejo transportar por la fresca brisa que se cola por la ventana, una brisa fresca y helada que eriza mi piel y me hace recordar... "Nana" "Ada" dejo escapar un sollozo. ¡Demonios! Estuve a punto de perder también a Legolas a causa de esas malditas escorias. Me giro en dirección a la cama, tomo mi bata de satén y me la coloco, la anudo fuertemente por mis caderas, mientras no dejo de pensar.

¡Malditos Orcos! El tan solo hecho de pensar que Legolas hubiera podido morir a causa de esas malditos Orcos me eriza la piel

Niego con la cabeza.

¡Deja de pensar en esas cosas! Me reprendo a misma. El está bien, es lo único que importa. Vuelvo nuevamente a la realidad y me percato de lo tarde que es.

¡Oh!

Pero ¿Cómo?

He estado tan perdida en mis pensamientos que el tiempo ha paso rápidamente.

¡Madre mía!

Abro los ojos como platos al recordar.

¡Legolas! ¡Oh! ¿Cómo estará Legolas?

Salgo de la habitación rápidamente y me apresuro a llegar hasta su habitación.

¿Cómo es posible, que haya sido tan despistada? Me reprendo a mí misma.

Abro la puerta de la habitación de Legolas de manera silenciosa. La empujo lentamente, hasta abrirla por completo. ¡Shhh! No quiero hacer ningún tipo de ruido, y más aun, por si Legolas estuviera dormido. Pero... ¡Oh! ¡Vaya! Mi sorpresa es mayor al encontrar a Tauriel contemplando el dormir de Legolas a la par de su cama.

¡Oh, mi Dios!

Esbozo una sonrisa.

─Buenas noches Tauriel─ digo de manera divertida.

─Mi señora─ le escucho decir de manera tímida.

─ ¿Como estas Tauriel?─pregunto mientras camino en dirección a Legolas.

─Feliz mi señora─ dice esta─ feliz porque el príncipe Legolas está bien─ musita Tauriel.

─Lo sé, yo también estoy feliz, muy feliz─ susurro.

Tauriel sonríe y se gira en dirección a la ventana, mientras yo llego justo a la par de Legolas. ¡Tan bello! ¡Parece un ángel, cuando duerme! Digo para mis adentros. Pase una de mis manos en su rostro y este se movió de manera involuntaria. Oh. y ahí fue donde entendí...

¡Se está haciendo el dormido!

Niego con la cabeza pero de manera divertida.

¡No lo puedo creer! ¡Hombres!

─Tauriel─ le llamo y esta gira para verme.

─ Dígame mi señora─ me dice esta.

─Tauriel, ¿tú podrías quedarte esta noche con Legolas?─ pregunto vacilante. A lo que ella abre los ojos como platos y me mira fijamente.

─Yo...Yo, mi señera─ pregunta sorprendida.

Yo solo asiento mientras por dentro estoy disfrutando mucho de la gran ayuda que le estoy brindado a mi adorado y bello Legolas.

"Con esta son dos las que me debes Legolas" Murmuro para mí misma.

─Si Tauriel, es que la verdad estoy muy cansada, no he podido descansar y quien mejor que tu para que cuides a Legolas─ musito fingiendo cansancio.

¡Vaya! ¡No sabía que era tan buena mintiendo!

─ ¿Que dices Tauriel, me ayudas?

Esta asiente con la cabeza.

─Claro mi señora, será un verdadero placer─ contesta.

─Gracias Tauriel, eres un Ángel─ le murmuro.

─Solo déjeme salir un momento por mis cosas mi señora, ya regreso─ se gira en dirección a la puerta y camina hacia ella.

─Claro, aquí te espero Tauriel... y de nuevo muchas gracias.

Esta sonríe y sale de la habitación cerrando sutilmente la puerta.

¡Ahora sí!

─Ya se ha ido Legolas, deja de hacerte el dormido─ le tiro de golpe.

Este abre sus ojos color cielo y me mira de manera cómplice.

─¿Como supiste Niniel?─ pregunta abriendo los ojos como platos, esbozando una enorme y preciosa sonrisa.

─Te conozco Legolas, y creo que mucho más de lo que yo pensaba─ le musito.

A lo que él solo sonríe y deja escapar una hermosa risita.

¡Oh, mi Eru! el corazón se me llena de alegría al escucharlo reír. ¡Es el sonido más bello que he escuchado en tanto tiempo! No cambiaría por nada del mundo esta sensación de alegría que he sentido en mi pecho al escucharlo. ¡Gracias mi Eru! ¡Gracias!

─Bien Legolas, esta es otra que me debes pequeño saltamontes ─le tiro de manera divertida.

─¿Cómo me has dicho?─ pregunta abriendo los ojos como platos.

¿Qué? ¡No entiendo!

─¡Eh!.... pequeño saltamontes─ le vuelvo a repetir.

Este sonríe y me mira con devoción, con ternura, con amor... pero no con una amor carnal, sino como... un amor maternal... ¡No lo comprendo! Pero me encanta esta sensación de conexión que existe entre él y yo. Como si algo nos uniera, como si un lazo fuerte hubiera entre él y yo...¡Vaya!

─Bueno pequeño saltamontes, pórtate bien con Tauriel, ve que ella es quien va a velar por tus sueños en esta noche, así que aprovecha bien tu sueño─ musito guiñándole un ojos.

─Gracias Nan... Niniel─ dice y me sonríe.

De pronto la puerta se abre y aparece Tauriel con una pijama de dormir.

¡Oh!

─Con quien hablaba mi señora, ha despertado Legolas─ pregunta de manera preocupada.

─No querida, estaba cantándole una canción─ miento de manera profesional, mientras me giro en dirección a la puerta.

¡No lo puedo cree! ¿Desde cuándo eres mentirosa? Me reprendo mentalmente.

Esbozo una amplia sonrisa.

"Desde que mi Legolas lo necesita" le contesto a mi yo interior.

─Bien Tauriel, espero que pases una linda noche, la verdad no creo que Legolas despierte en toda la noche, de nuevo muchas gracias Tauriel ─ digo mientras finjo un bostezo.

─Gracias mi señora, vaya, descanse, que yo cuidare de Legolas con mi propia vida─ dice y sus palabras me llenan de emoción.

─Lo sé, lo sé mi pequeña─ le sonrió y cierro la puerta a mi espalda.

Una vez afuera de la habitación, medito todo lo que ha hecho el hermoso principito. ¡No lo puedo creer!

─ ¡Hombres!─ inquiero y esbozo una sonrisa.

Bien, ¡cambio de planes! Me susurro de manera divertida.

La verdad es que la noche esta hermosa, muy calmada y las estrellas de Varda están en todo su esplendor.

¿Qué puedo hacer?

¡Oh, ya se!

Sonrió.

¡Nada como un baño nocturno! Pienso para mí misma, mientras giro en dirección al bello lago de la noche anterior.














Una vez allí, contemple alegremente el hermoso lugar. Suspiro. Este lugar en verdad que es hermoso. ¡Mágico! Entro lentamente al lago y suspiro. ¡Oh, mi Dios! Esta mucho más deliciosa que la última vez. ¡Genial!

Volteo rápidamente en todas mis direcciones para asegúrame que no hay nadie para así poder desnudarme. Pero... un momento. ¡No, no me voy a desnudar solo voy a quitar el satén de la bata para quedar en camisón, así no correré el riesgo de la noche anterior! Murmuro para mí misma. Volteo y bien.... ¡No hay moros en la costa!

Me sumerjo lentamente sintiendo como el agua purifica mi cuerpo, como la sensación de cansancio y tensión desaparecen por completo.

¡Vaya!

Por unos instantes me permito poner mi mente el blanco. Dejando atrás tanto dolor, tanta incertidumbre, tantas impresiones nuevas. Oh. Y si funciona. En estos instantes solo estamos el agua y yo... solo nosotros dos.

De repente un ruido me saca de mis pensamientos.

¡Demonio! ¿Ahora qué?

Me giro rápidamente en busca de algo o alguien y ahí es donde lo veo.

¡Oh! ¡Un ciervo!

¡Vaya!

¡Es hermoso! Pero... un momento.... ¿Qué está haciendo?

─¡Ahí no, no, no ,no, deja eso ciervo, aléjate de ahí! ─está con mi bata de satén. ¡No! Aléjate de ahí, ¡Por favor!

─¡No!, ¿Qué haces? ¡Aléjate!─ Musito desesperada.

El ciervo parece comprender mi miedo y agarra mi satén de seda con su pico y sale huyendo de ahí.

¿Qué? ¡No lo puedo creer!

El ciervo se ha llevado mi satén. ¡No puede ser! ¡Demonios!

¿Qué hago? ¿Cómo hago para entrar al palacio, así? Me miro fijamente el cuerpo.

Niego con la cabeza. ¡Esto es un sueno! ¡Esto no es real!

Estoy empapada.

Salgo del lago rápidamente. ¡Estoy empapada, Eru! Este camisón que llevo puesto es de seda blanca semi- transparente. ¡Estoy técnicamente desnuda! Me digo para mí misma.

¡No lo puedo creer! ¡Me ha robado un ciervo!

¿Qué hago?

En ese momento sentí la sensación de que alguien me observaba.

¡No puede ser! Solo eso faltaba ¡Trágame Ulmo!

Trago grueso.

Bien... suspiro... ¡Niniel, en peores situaciones has estado; estas largo del palacio y alguien te está observando, así que incorpórate y sal de aquí ahora mismo! Me grita mi yo interior.

Asiento para mí misma.

Suspiro.

Bien, ¡Hagámoslo!

Salgo técnicamente volando del lago. Nunca en mi vida me ha pasado algo como esto. ¡Es increíble! El trayecto al palacio nunca había sido tan largo como el de hoy. ¡Demonios! se me ha hecho eterno... cuando ya estoy por llegar me detengo en seco.

¡No puede ser!

¡Como nunca! la entrada está repleta de guardias.

¡Demonios! ¡Esto no es posible! Digo para mí misma. En este preciso momento quiero desaparecer de este lugar. ¡Demonios!

Mi camisón esta empapado, tanto que esta adherido a mi piel como si fuera mi propia piel, mis piernas se repintan, mis pechos salen a relucir y mi...

¡Madre mía!

Trago grueso.

¡Bien Niniel! ¡Inhala y exhala! Me dice mi yo interior tratando de darme aliento. Pero que creen....¡Esta jodida!

¿Cómo voy a entrar así?

¡Esto no está pasando! ¡Esto no es real!

De repente siento como unos fuertes brazos rodean mi cintura y como mi cuerpo se extrémese a su contacto. ¡No puede ser! Solo existe una persona capaz de hacer vibrar mi cuerpo de esa manera. Me giro rápidamente y ahí está el...

Con una bella bata de seda color oro, mirándome fijamente a los ojos de manera seductora y rodeando mi cintura.

Trago grueso.

¡Thranduil!




























































Hola a tod@s, espero que estén muy, espero que este capítulo les haya gustado. Quiero aprovechar y darles las gracias a todos los que la leen y a mis queridas lectoras fieles, gracias por el apoyo. La verdad es que estoy muy feliz con esta historia y todo esto es gracias a ustedes, a las palabras, los comentarios, el apoyo que he recibido de ustedes mis quedísimas lectoras. Un millón de gracias.

Besos y un fuerte abrazo a todos.

Katy

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro