¡Corre!

_Dios....NOOOOO!! gritaba con todas mis fuerzas.

_Mi padre Noooooooo!!!

Vi cómo lo atravesaba una espada, mientras me miraba con lágrimas en los ojos.

__ ¡Corre!

_ ¡Corre! ¡TIENES QUE SALVARTE!_ me grito.

¡NOOOOOOO! Por favor.

_ ¡CORRE!

Yo solo puedo correr y correr, correr como el me lo pidió. Pero ¿Porque? ¡Hubiera sido mil veces mejor morir ahí con ellos! No me queda nada.

Corrí, solo corrí; corrí como mi padre me lo dije y mientras lo hacía miraba al frente, sin saber qué hacer, sin saber nada. Mi respiración se encuentra agitada y mi corazón roto en mil pedazos. Y las lágrimas no cesan de caer.

Ya no puedo más. Y me derrumbo. 

_ ¿PORQUEEEEEEE?─ Grite con todas mis fuerzas. ¿Porque Eru?

Hace unas cuantas horas lo tenía todo. Una casa, una madre y un padre, y ahora;  ahora no me queda nada, soy nada, no tengo a donde ir, no conozco a nadie.

_ ¡Los he perdido! Y ya no puedo más y me derrumbo.

Esos malditos orcos acabaron con mi vida, pero, ¿Porque?

Vivíamos en una pequeña casa de madera a las afueras de un hermoso bosque. Mi nombre es Niniel y soy una elfa.

¿No sé quiénes fueron mis verdaderos padres?, ¿ni de dónde vengo?, ¿ni porque me dejaron sola cuando apenas era pequeña?

Mis padres a los que acabo de perder, me encontraron cuando yo apenas era un bebe a las orillas de un rió, completamente sola. Cuando me encontraron no cesaba de llorar. He de ahí mi nombre. "Niniel" que significa "Doncella de lágrimas". traía este collar que llevo conmigo. Es un collar de plata con una hermosa piedra blanca. Tal vez sería de mi madre o quizás solo lo dejaron ahí, como lo hicieron conmigo.

Me detengo un instante mientras me recuesto a un árbol.

La verdad es que no resisto más, llevo horas corriendo sin rumbo fijo, Hace frió, estoy cansada, tengo sueño, estoy mojada, estoy sucia, y tengo muchísima hambre.

La desesperación me invade y no puedo evitar gritar.

¿Hacia dónde voy?_ grito en medio del bosque.

La noche había caído y realmente era preciosa. Una noche perfecta, se podía apreciar el brillo de todas las estrellas a lo lejos, la verdad una noche mágica. Pero también la noche mas dura de mi vida. Suspiro entre lágrimas. Todo estaba en un profundo silencio, solo se podía escuchar mi llanto, mi dolor, mi pena.

_Prometieron nunca dejarme sola_ murmuro entre lágrimas y sollozos.

_Los amo y siempre estarán en mi corazón.

Me levante y camine. Camine recto unos minutos, hasta que de pronto oí algo... un gruñido

¡NO!_ me dije para mí misma.

Mire a mi alrededor, pero no pude ver nada.

_ ¿Que ha sido eso?

Cogí mi espada, la agarre con todas mis fuerzas y me puse en posición.

La verdad es que yo era muy buena con la espada, y eso era lo que más me dolía. Dolía saber que luche con todas mis fuerzas y no los pude salvar.

_No los pude salvar_ me repetía constantemente en mi mente.

Escuche otro gruñido y voltee rápidamente.

_Salgan malditos, vengan por mi_ Grite con todas mis fuerzas.

Sé muy bien que yo sola no podría acabar con ellos, pero por lo menos moriría en el intento.

Trague grueso.

_Vengan por mi malditos, aquí estoy esperándolos_ les grito con la esperanza de que lleguen. La verdad ya no mi importaba vivir, ya no puedo perder mas.

Di unos cuantos pasos observando a mí alrededor. Entonces, volví a oír el gruñido. ¿De dónde demonios proviene ese gruñido?

Voltee rápidamente y entonces pude ver lo que era.

O mejor dicho lo que eran.

_ ¡Arañas!

_Oh.

Las mire fijamente con los ojos abiertos, eran horribles, verdaderamente horribles. Levante mi espada y me puse en posición.

Trague grueso y suspire.

Una de ellas se lanzó a atacarme y con ágil movimiento arranque su cabeza. Sentí ganas de vomitar. La sangre salpico en mi cara.

_ ¿Qué asco?

Acabe con cada una de ellas. Las ataque sin piedad. Con cada una de ellas libere mi dolor, mi ira, mi impotencia, pero lo logre; me fue un poco difícil pero lo logre.

Limpie mi espada y mi cara, la sangre había salpicado mi rostro por completo. Acabar con siete arañas yo sola, no era tarea fácil; pero lo logre. Suspiro aliviada. El cansancio ya se había hecho presente en mí cuerpo, en mi mente, la verdad este había sido el día más triste y duro de mi vida. Solo quería dormir; dormir y despertar en mi cama, junto a mis padres, en mi hogar.

Una lagrima rodó por mi mejilla. Ya me sentía seca, ya no me quedaban lágrimas. Ya mi vida no sería igual. Sin darme cuenta cerré los ojos y dormí, dormí unas cuantas horas en medio de los asquerosos cadáveres de las arañas a las cuales mate sin piedad.

Me encontraba completamente sola en medio del bosque, era de noche y empezó a llover, la verdad era perfecto, amo a la lluvia. Comienzo a caminar mientras la lluvia cae por todo mi cara y empapa poco a poco el hermoso vestido de seda blanco que llevo. Pero un momento; ¿Dónde estoy? ¿Qué lugar es este? Empiezo a caminar hasta llegar a un hermoso lago.

_ ¿Qué hago aquí?

_Hola amor mío ¿qué haces aquí?_ me susurra alguien al oído.

Volteo rápidamente y puede ver a un hermoso elfo de ojos azules, tan azules como el mismísimo el cielo.

_ ¡Hola!_ le contesto, no sé porque; pero juraría que ya lo he visto.

_No sabes cuánto te extraño, amor mío_ me susurra mientras me toma de la cintura. No sé porque pero sentí que lo conocía de toda la vida. Me arrastra hasta su cuerpo y me besa dulcemente. Y correspondo sin pensar a sus besos, a sus caricias. ¡Por Eru!

_Eres mía.

_Para siempre, amor mío.

_ ¿Me amas?

_Hasta la Locura, Irianel.

Me despierto con los rayos del sol que iluminan mi rostro, me froto los ojos y suspiro.

_Irianel, ¿Quién es Irianel?

Suspiro.

_ ¿Qué sueño más extraño?_ me pregunto en mi mente.

Vuelvo de golpe a la realidad. Me levanto y miro a mí alrededor. Todo vacío, era real, no fue un sueño, ya no estarán. Y las lágrimas vuelven a inundarme.

Entonces pude escuchar otra vez el gruñido.

_ ¡Maldita sea! pensé en voz alta

_ ¡Más arañas!

Pero esta vez sería distinto, ya que no me enfrentaría a siete arañas; sino como a treinta arañas. Suspire.

_ ¡Por Eru!

Me levanto de golpe y me lancé a atacar a una de ellas, mientras las demás venían detrás de mí.

_Esta será mi muerte_ pensé en mi mente.

Y como no pensarlo, la verdad no tenía oportunidad alguna de salir bien librada de ahí. Sería sin duda la cena o mejor dicho el desayuno de estas asquerosas arañas.

_ Ahhhhh, ¡demonios!_ una de estas logro herir mi brazo, mientras le arrancaba con mi espada una de sus patas derechas.

_ ¡Estoy perdida!_ pensé.

De repente como por arte de magia vi como un millón de flechas salían de la nada atacando a esas horribles criaturas. Mientras yo luchaba prácticamente cuerpo a cuerpo con dos de ellas.

_Ahhhhh. ¡Maldita sea! una de estas malditas arañas ha lanzado mi espada por los aire.

_ ¡Maldita sea! ahora si estoy perdida_ pienso sin apartar la vista de la inmunda arañas que tengo a mi frente. Y en ese instante cae a mis pies completamente muerta. La sangre salpico de nuevo mi sucio rostro, "Dios, que asco" Me gire y pude ver a mi alrededor a un grupo considerable de elfos que atacaban y peleaban con las malditas.

_ ¡Toma! ¡Úsala!_ me grita. Corrí rápidamente y tome la espada que me ha brindado.

_Ehhhh, gra...

_ ¡Úsala o te mataran!_ me grita.

_Eh, claro. Agarre la espada y empecé a repartir golpes y patadas a cada una de estas ratas de porquería. Mate a muchas de ellas, y ellos también, hasta que no quedo ni una de esas porquerías viva.

_ ¡Vaya! Que fastidio. Estaba cansada y realmente apestaba. Necesitaría un baño de urgencia, pero en ese momento no me importaba, solo quería acabar y matar a cada una de las malditas arañas que estaban ahí.

_Eh, ¡eh!_ caminaba una elfa hasta mí, pero no me importo.

Yo seguía dándole y dándole y dándole por la madre a esa maldita araña. Me había roto el vestido que me había hecho mi nana y eso me había enfurecido mucho. ¡¡¡¡EHHHHHHHH!!!!_ me agarro del brazo.

_ ¿Qué haces? La verdad es que ya está más que muerta.

Me gire y la mire confusa.

_ ¿Todos están bien? pregunto la pelirroja al resto de los elfos.

_Si capitana_ contesta uno de ellos.

_ ¡Vaya! es capitana_ murmure en mi mente.

Se acerca a mí lentamente y me mira.

_ ¡Peleas muy bien! _ me dice mientras me extiende la mano. Y yo la tomo.

_ ¿Cómo te llamas? _ me pregunta la elfa pelirroja.

_Soy Niniel_ le contesto.

_ ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?

_Soy Tauriel, capitana del ejército del bosque negro.

_ Muchas gracias por haberme ayudado_ le agradezco honestamente, quizás en ese instante seria ya un bocadillo más de esas apestosas arañas.

Ella sonríe pero no dice nada.

_ ¡Tauriel! Escucho la voz de un elfo llamarla, esta gira rápidamente y hace una pequeña reverencia ante él.

_Mi señor Legolas_ le contesta esta.

_ ¿Estás bien?_ le pregunta este en un tono preocupado.

_Sí, estoy bien_ le contesta.

Los observo por un momento y pude ver es sus rostros esa magia; esa electricidad.

_La ama_ susurro en mi mente.

_Ahhhhh.

Empiezo a sentir un extraño dolor que recorre mi cuerpo.

_ ¿Qué demonios me pasa?_ digo mirando extrañada mi costilla.

_No, no pude ser_ digo en un tono sarcástico.

_Estoy herida. ¡Maldita sea!

_ Ahhhhhh, demonios sí que duele_ murmuro.

En ese instante el joven al que escuche que llamaron Legolas desvío su mirada hacia mí. Levante mi vista a él. ¿Y no sé porque? pero sentí en mi interior algo extraño. Juraría que esos hermosos ojos ya los había visto. Suspire con dolor. ¿Pero dónde los he visto?

_Ahhhhh _Y puede ver en sus ojos una sensación de asombro y algo de melancolía y dolor. Las lágrimas empezaron a inundar sus ojos.

_Nana_ me susurro en una voz tan dulce.

Siento como mi cabeza empieza a girar y mis piernas pierden las fuerzas.Y en ese instante no supe más.....