Esos ojos....
Hola a todos, este capitulo lo quiero dedicar a una de mis lectoras, a ectania. muchas gracias por el apoyo y los ánimos. un fuerte abrazo y espero que te guste.
......................................................................................................................................................................
Me duele mucho la cabeza, la costilla... Un dolor que quema. Dolor. Dolor. Pero ¿Dónde estoy? Aunque lo intento, no puedo abrir los ojos. Mis ojos y mi boca están totalmente cerrados y no quieren abrirse, lo que me deja muda, ciega y dolorida.
¿Dónde estoy?
Escucho voces a lo largo.
_Oh.
_ ¿Como esta?_ pregunta una voz a lo lejos
-Tiene una contusión en las costillas, mi señor, pero sus constantes vitales son estables y fuertes.
- ¿Por qué sigue inconsciente?
-Mi señor, ha sufrido un fuerte golpe en la cabeza, debido a la caída. Se despertará cuando esté preparada para ello. Solo dele un poco de tiempo.
_ ¡Mi señor!
_Dime.
_Es increíble volver a verla.
_Lo sé_ La voz de el de escucha angustiada.
Todo es oscuridad y silencio.
Oigo voces bajas y confusas.
_ Deberías ir a descansar Legolas_ susurra una voz es baja y reprobatoria.
_No, Tauriel, quiero estar aquí cuando despierte.
_Yo me quedaré con ella.
_No.
_ ¿Cómo estás?_ le pregunta en un hilo de voz.
_ Oh, Tauriel, ¿por qué no se despierta? _Se le quiebra la voz_. He estado a punto de perderla. Nuevamente.
_Tranquilo.
¿Pero qué demonios está pasando aquí? ¿De qué me perdí? ¿De qué demonios están hablando?
Vuelve la oscuridad.
El hermoso elfo de ojos azules está frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja. Solo lleva puestos una hermosa bata de seda color roja. Oh. Madre mía. Me observa detenidamente y se va acercando lentamente. Gimo. Esboza una sonrisa triunfante.
_Me vuelves loco_ me susurra en voz baja.
No puedo moverme. Estoy desnuda y despatarrada en una enorme cama. Se acerca a mí y me desliza la punta de la lengua por todo mi cuello, de manera que toda mi piel se eriza a su contacto, y luego sigue hasta mis labios entreabiertos, que jadean. Me mete la lengua en la boca y siento su sabor.
_No sabes cuánto de deseo. _me susurra en voz baja.
¡Oh mi Dios!
Vuelvo a jadear mientras se separa de mi boca. Oh. Me observa con esa mirada profunda y comienza a deshacerse de su bata.
_Oh.
Jadeo.
Se acerca y me la desliza una de sus manos por mi cuerpo, por el esternón, entre los pechos y por el torso, hasta el ombligo. Me retuerzo del placer. Baja de manera perversa hasta mi ombligo y esboza una sonrisa. ¿Qué va a hacer? ¡Oh Dios! Jadeo. Con la punta de su lengua se desliza por mi vello púbico hasta el clítoris. ¡Oh! Sigue torturándome gloriosamente con su lengua.
_Siénteme Irianel.
Y me corro escandalosamente.
De pronto me despierto jadeando y sintiendo los espasmos posteriores al orgasmo. Dios mío. Estoy totalmente bañada en sudor. ¿Qué demonios ha pasado? ¿Dónde estoy? ¿Qué ha sido eso? ¿Quién es ese hombre de los ojos azules? Me incorporo de un salto, conmocionada... Uau. Me cubro la cara con las manos. ¿Quién es ese hombre? Y porque me llamo ¡Irianel! ¿Quién es Irianel?
Abro los ojos, y por un momento estoy tranquila y serena, miro a mi alrededor. ¿Dónde estoy? No tengo ni la menor idea de dónde estoy. Pero sin embargo todo me resulta extrañamente familiar. El cabezal de la cama tiene la forma de una luna enorme. Me resulta extrañamente familiar. ¿Dónde estoy? La habitación es grande y está lujosamente decorada en tonos blancos, dorados y rosa. La he visto antes. ¿Dónde? ¡Maldita sea! ¿Cómo he llegado hasta aquí? No recuerdo cómo demonios he llegado aquí. Es más ni quien me ha cambiado. Llevo puesto una hermosa bata de seda blanca. Muy lujosa por cierto. Suspiro.
Me levanto cuidadosamente para no caer de bruces. ¡Mierda! Estoy un poco mareada y aun me duele la cabeza. Quizás ha sido por el golpe por el desmayo. Oh talvez ha sido por la maldita araña que me ha atacado. Miro a mi alrededor y estoy en una gran habitación, y cuando digo una gran habitación; es porque en verdad es grande. No recuerdo cómo he llegado aquí. Maldita sea.
Oigo unos golpes en la puerta y la misma se abre.
_Buenos.....
Y veo entrar a una hermosa elfa que ha derramado en el piso todo lo que traía en la bandeja. Tiene los ojos abiertos como platos y parece sorprendida. Se lleva las manos al rostro y empieza a llorar.
_¡¡Ehhhh!! ¿Qué pasa aquí?, ¿De qué me perdí?
Me incorpora lentamente y me acerco cuidadosamente a ella. La elfa sigue llorando como si hubiera visto a un fantasma. ¿Tan fatal me veo?
_ ¿Te encuentras bien?_ le pregunto realmente preocupada. ¿Quien en su sano juicio ve a alguien y se hecha a llorar?
_ ¡Mi señora!_ me susurra en sollozos y se me tira a los brazos sin dejar de llorar.
_ ¡Ahora sí! ¿Que alguien me explique qué está pasando aquí?_ me digo para mí misma.
La bella elfa me abraza fuertemente como si tuviera miedo de que yo saliera corriendo. Y la verdad creo que estoy a punto de hacerlo. Sigue llorando desconsoladamente mientras sigue aferrándose a mis brazos.
_Ahí_ me quejo de dolor. En uno de sus abrazos a presionado en la costilla que tengo herida.
_ ¡Perdón!_ me susurra
_ ¿Cómo se siente, mi señora?
_Mejor _murmuro.
_Ahora la que me preocupa es usted, ¿se encuentra bien?
La elfa asiente y me observa detenidamente.
_ ¿Es increíble? _ murmura entre sollozos.
_ ¿Qué es increíble?_ le pregunto ya que no le entiendo.
_Nada mi señora_ me contesta.
_ ¿Tiene hambre? _pregunta con una dulce voz.
No sé por qué, pero tengo la extraña sensación de que la conozco de algún lugar. ¿Pero de dónde?
Asiento.
_ ¿Qué quieres comer?
_Cualquier cosa_ le contesto
_ ¡Quizás tarta de manzana!
¿Qué Diablos?, ¿cómo supo?
Asiento
Ella solo me sonríe, mientras camina hacia la puerta y se gira.
_ ¿Le gustaría con un vaso de leche con canela?
Asiento
Ella sonríe nuevamente, mientras yo la observo marcharse de la habitación.
_ ¿Qué ha sido todo eso?
_ ¿Dónde demonios estoy? Y ¿cómo supo de la tarta de manzana?
Son preguntas que se repiten en mi mente una y otra vez.
_ Quizás solo fue coincidencia_ me susurro para mí misma, mientras bajo lentamente mi mirada y observo detenidamente mi ropa.
Llevo puesto una hermosísima bata de seda de color blanco, un hermoso color, que resalta el tono de mi piel. Y vaya que es realmente hermosa y fina. Quizás lo más fino que he usado en mi vida.
¡Vaya!
_Es muy hermosa_ me murmuro en mi mente.
Estoy perdida en mis pensamientos. Cuando puedo escuchar que suena un suave golpe en la puerta que me distrae y se asoma nuevamente la elfa que hasta unos minutos estaba llorando en mis brazos. Me sonríe.
_ ¿Puedo pasar? -pregunta.
_ Claro.
La elfa sonríe y entra con una gran bandeja. Madre mía. Pero que hambre tengo. Y la verdad todo se ve exageradamente delicioso. La elfa no solo me ha traído un gran trozo de tarta de manzana, sino que también me ha traído un gran trozo de mis frutas favoritas, piña, mango, y por supuesto manzana. ¿Pero cómo supo?
_Espero que sea de su agrado todo lo que le he traído, mi señora.
_La verdad es que si, muchas gracias.
_¡¡Ehhhh!! , disculpa....
_ ¿Cómo te llamas?_ le pregunto con gran curiosidad, la verdad no es mucho de mi agrado estarla llamando elfa.
_Mi nombre es Arien, mi señora y estoy a sus órdenes_ me contesta con lágrimas en los ojos.
¡Vaya!
_ Gracias_ es lo único que puedo decir, la verdad es que esta tarta de manzana esta de muerte.
_Bien ahora que se tu nombre, me podrías decir ¿Dónde estoy Arien?
_Mi señora, usted está en el Bosque Negro_ me susurra en un hilo de voz, mientras las lágrimas empiezan a caer nuevamente por sus mejillas.
Me quedo analizando sus palabras por un momento, pero ¿cómo he llegado hasta aquí? Y ese nombre ¡Bosque negro! Porque me suena tan pero tan agradable, incluso familiar.
_ ¿Bosque negro?_ le pregunto y ella asiente.
_Bosque Negro, Bosque Negro_ solo logro pensar en mi mente.
_ ¿El rey, es el joven al que escuche que llamaron Legolas?_ le pregunto con curiosidad, mientras sigo devorando un trozo de piña que esta exquisita.
Ella niega
_Él es el Príncipe Legolas, es el hijo del rey, mi señora_ me contesta, mientras yo la miro con asombro.
¡Vaya!
_ ¿Y el Rey, como se llama?_ le pregunto con gran curiosidad, y me asombra. La verdad es que yo nunca he sido para nada curiosa, pero no sé porque tengo esa necesidad de preguntar.
_El rey se llama, Thranduil.
Apenas escuche ese nombre no sé qué paso, deje caer de mi mano el delicioso trozo de mango que estaba por comer. Trago grueso. ¿Ese nombre?
¿Ese nombre? ¿Ese nombre? Me pregunto una y otra vez en mi cabeza. Y no consigo contestar a mi pregunta. Vuelvo a la realidad y esta Arien observándome con los ojos como platos.
_ ¿Se encuentra bien, mi señora?
_Si_ miento, porque la verdad no sé qué me está pasando.
Ella sonríe, mientras se agacha para recoger el trozo de mango que he dejado caer al suelo.
_ ¡Arien!
_Dígame, mi señora.
_ ¿Porque siento que te conozco?_ le pregunto con un tono de voz muy bajo.
_Oh, mi señora.....
De repente suena un suave golpe en la puerta que me distrae y logro ver que se asoma el hermoso elfo al que llaman, Legolas.
_ ¿Puedo pasar? -pregunta.
_Claro.
Entra y se acerca. Sus amables y cariñosos ojos azules me observan perspicaces. Este me sonríe al ver que estoy despierta.
_ ¿Puedo sentarme?
Asiento y él se sienta en el borde de la cama y me coge la mano.
_ ¿Cómo te encuentras?
_Mejor. Dolorida _digo por ser sincera.
Y el solo sonríe.
_ ¿Te duele mucho?_ me pregunta señalando un lado de mi costilla.
_Un poco, la verdad ni me acordaba de esa herida.
_Tuviste mucha suerte, esas arañas son venenosas.
_La verdad si, Muchas gracias por ayudarme.
_Nunca dejaría que te pasara nada_ me contesta en un tono sollozo. ¿Pero que pasa aquí? ¿Por qué todos quieren llorar?
_Soy Niniel_ le digo mientras extiendo la mano.
_Soy Legolas_ me contesta. Su voz tiembla, llena de nostalgia y de dolor.
_Será mejor que me vaya. Necesitas descansar. _Sonríe y se levanta_. Vendré a verte más tarde.
Se inclina y me da otro beso.
Le miro parpadeando para apartar las lágrimas, abrumada de repente. Él me acaricia la mejilla con cariño.
_Lo digo en serio, Niniel. Debes de descansar. Y me alegro mucho de que estés nuevamente con nosotros.
_ Te la encargo Arien_ le murmura a la elfa. Y ella solo asiente con una pequeña reverencia.
Después se gira y se va.
_ ¿Que ha sido todo eso?_ me pregunto nuevamente en mi mente.
_Debe de descansar, mi señora. Ya es tarde y debe de recuperar fuerzas.
Asiento y ella me dedica otra de sus sonrisas calidad.
_Gracias por todo, Arien.
_No tiene por qué agradecer mi señora, es todo un verdadero placer volver a servirle_ me contesta con sus ojos cubiertos de lágrimas y después gira y se va.
¡Vaya!
No logro comprender que ha sido todo esto, pero la verdad es que tienen razón. Mi cuerpo se encuentra cansado y mi mente también. Cierro los ojos y me entrego a un delicioso sueño que me consume y me regenera.
De nuevo aparecen esos hermosos ojos azules que no logro apartar de mi mente, esta vez vamos galopando juntos a una hermosa montaña.
_Irianel, espera.
_ ¿Qué pasa, no me digas que no quieres jugar?
_No, no es eso, sino que...
_ ¿Qué?
_Te amo, Irianel.
_Yo también te amo, Thranduil.
_ ¡Thranduil!
Me despierto muy desorientada, ¿que ha sido eso? Mi corazón late a mil por hora y un extraño escalofrió recorre mi cuerpo.
_ ¡Thranduil!
_Ese nombre, ¿porque salió en mis sueños?
Me incorporo lentamente sintiendo en mi cuerpo una gran necesidad de caminar, de respirar aire puso. Suspiro. Me levanto rápidamente y camino en dirección a la puerta. La abro cuidadosamente y pude notar que aún es de noche, trago grueso. Siento en mi cuerpo una especie de adrenalina, como si estuviera haciendo algo que no debo de hacer. Salgo rápidamente de mi habitación y... Uau. Este lugar es hermoso. Las escaleras, los candelabros, las paredes, las puertas... las puertas... las puertas. No sé porque, pero mi cuerpo gira rápidamente en dirección a una gran puerta en específico. ¿Esa puerta? Les juraría que siento que esa puerta la conozco. ¿Pero no sé por qué? Yo nunca he estado aquí.
_ ¿Esa puerta?
_ ¿Esa puerta?_ me voy preguntando mientras camino en dirección a ella. Al llegar y estar al frente de ella, pude escuchar de su interior voces y sonidos. Y que sonidos.... eran sonidos de placer, era una mujer que gritaba desoladamente. ¡Oh mi Dios!
¡Vaya!
_No te corras todavía, no he acabado contigo_ escucho una voz que sale desde su interior. Era un hombre.
Abro los ojos como platos.
_Esa voz.
¡Maldita sea!
_ Esa voz.
_Esa voz.
_Siento en mi corazón, una gran punzada de dolor al escuchar esa voz.
¿Pero porque? ¿Por qué? ¿Por qué? Me pregunto una y otra vez mientras me desploma a llorar al frente de esa puerta. ¿Por qué estoy llorando? ¿De quién es esa voz?
Mis lágrimas no cesan de caer. Y un extraño dolor inunda mi pecho. De repente escucho un sonido llamar mi atención y volteo rapidamente, es Arien. Cuando Arien me ve corre rápidamente hacia mí con los ojos como platos.
_Mi señora, ¿qué hace aquí?
_Arrri...ennn. Le susurro entre sollozos.
_Sácame de aquí, ¡Por favor!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro