Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Extra 2


Templo de Ofiuco...

-Levántate Calixto, llegarás tarde a tu entrenamiento...

-5 minutos más Spica...-murmuró adormilado el joven adolescente.

-Bien-suspiró, fingiendo rendirse-duerme tranquilo.

La azabache salió de la habitación, dejando relajado al adolescente, quien minutos después salto de su cama, al sentir agua fría en su cara.

-YA DESPERTÉ-exclamó aún con los ojos sorprendidos y la respiración agitada.

-Genial-sonrió algo burlona la mujer-te espero en el comedor Calixto.

Dando pequeños brincos, la mujer se dirigió al comedor riendo ligeramente.

-Que susto.

Rápidamente el joven se ducho y se cambió a su ropaje de entrenamiento.
Cuando se sentó en el comedor, desayunó mientras charlaba con su mentora y mejor amiga, hasta que ella le propuso ir a caminar un rato a la playa, cerca de Cabo Sunion.

-Claro, aunque será después del entrenamiento-sonrió ligeramente el joven.

-Obvió, tus músculos tienen que seguir fortaleciéndose, apenas eres un chiquillo de 15 años, y no quiero que quedes tan pequeño-la fémina dio unas tiernas palmaditas en la cabeza de su "protegido".

-Jaja-rió sarcástico el adolescente-apenas he crecido 6 u 8 centímetros más en estos 5 años-Spica solo levantó los hombros mientras sonreía algo apenada.

...

Después del entrenamiento, Calixto se cambio a su misma muda de ropa (ósea, la de entrenamiento), y felizmente acompaño a Spica, que le guió por una entrada algo secreta cerca de las afueras del Templo de Piscis, llegando en algunos cuando minutos a la playa, Calixto observaba fascinado el paisaje y disfrutaba la brisa marina.

-Que solitario y tranquilo se encuentra aquí-comentó Calixto, dándose cuenta que eran los únicos en aquella costa.

-Este se encuentra en territorio del Santuario, así que la gente civil no puede entrar aquí, y pocas personas saben de este lugar-le respondió la fémina mientras su cabello se agitaba con el viento.

-¿Y tu como conociste este lugar Spica?-preguntó el adolescente.

-No lo recuerdo muy bien...pero creo que fue para uno de mis cumpleaños, estaba en mi tercer año de entrenamiento, y para aquella fecha, salí a pasear y tropecé por un abismo que se encuentra por aquí, milagrosamente caí en el agua y accidentalmente encontré este tranquilo lugar-sonrió Spica al recordar ese momento, aquel día suponía que su maestro y padre Sage, no le prepararía nada, solo iba a recibir un feliz cumpleaños de su parte y nada más.
Así que subió al Templo de Piscis y caminó por los jardines de este y sin darse cuenta tropezó y cayó en aquella solitaria costa-¿Deseas ir a bañarte? Se nota qué hay un buen clima.

-Claro...pero no tengo ropa de baño-respondió algo apenado el muchacho.

-Por eso no te preocupes-mostró un "pequeño" bolso-vine preparada-guiño su ojo tipo anime, bajando el bolso.


-Supongo que siempre estas preparada-rió algo penoso el muchacho.

-Bien...ve a cambiarte-mostró un short de baño y le entrego la prenda-yo vendré en unos momentos-sin mas, la mujer desapareció sin dejar rastros.

-¿Okey?...

...

-Te ves bien Spica-alargó amistoso Calixto.

-Tu tampoco te ves mal Calixto, jajaja-le respondió alegre la fémina-¿Vamos a bañarnos?

-Claro-tranquilamente se dirigió al agua, pero al tocarla un tremendo escalofrío pasó por todo su cuerpo-Nop, mejor no.

-Vamos no seas tímido Calixto-y sin tregua, Spica agarra al adolescente de la cintura y lo arroja al agua-¿A que está fresquito ahí adentro?

Y así la mujer también se arroja al agua de un piquero, mientras se reía levemente por la expresión de su joven sucesor.

-A la próxima yo te voy a tirar al agua-exclamó con un puchero el pelinegro.

-Soy bastante resistente al frío, además ya estoy muerta ¿no?

En tranquilidad pasaron algunas horas, divirtiéndose y comentando de cosas algo absurdas.
Spica contaba más recuerdos de su antigua vida, los divertidos años de entrenamiento, como crío a su difunta alumna y a su pequeña e inocente Diosa Guardiana, sus pequeños sueños si hubiera tenido una vida normal y muy poco de su vida amorosa.

-Spica-llamó de forma tenue a su amiga, mientras observaba el horizonte.

-¿Uh?

-¿Qué se siente amar?..digo...algo completamente diferente del familiar.

-¿A que se debe esa duda?¿Te sientes emocionalmente diferente Calixto?

-...¡¿E-e-ehh?!-se sorprendió derrepente el muchacho, quien segundos después se sonrojó algo avergonzado.

-No tienes porque sorprendente Calixto-respondió con una leve sonrisa pero con un tono un poco serio-Es normal que desarrolles sentimientos a tu edad, aunque son prematuros, en cierta forma son confusos pero sinceros-continuó Spica, mientras su mirada se encontraba perdida-¿Sientes algún sentimiento por alguien en particular?

-Aún no lo se la verdad...pero los pequeños gestos que él hace para mi, en verdad lo aprecio lo que hace-comentó con alegría y un pequeño sonrojo con una sonrisa.

-¿Él?...¿Es un aspirante o un Santo?-preguntó algo divertida al ver que su pequeño niño, abrió demasiado rápido la boca.

-Es un Santo, un año mayor que yo.

-Eso significa...-Tocó su mentón con su dedo índice-¡Que es un Caballero Dorado!-el contrario asintió-Me alegra que sientas algo más que admiración y dime ¿Quién es?

-Adivínale-retó algo juguetón el adolescente.

-Un año mayor que tú, eso significa, que tengo tres opciones-Calixto asintió confundido-¡Ya sé!, Shura.

-¿¡Cómo lo supiste tan de repente!?-preguntó asombrado Calixto, mientras que reía la fémina abiertamente.

-Fue bastante fácil, los únicos que te ganan por 1 año y meses de edad, son solo tres, que serian Shura, Afrodita y DeathMask, y tengo entendido que los últimos nombrados no son mucho de tú agrado.

-Creo que fue algo muy obvio-murmuró algo apenado el chico.

-No lo es, lo qué pasa, es que te conozco como si fueras mi hermano o incluso como mi hijo, es obvio que tengo que ser observadora y cuidarte, a pesar de que estas a unos años de tener la mayoría de edad-sonrió lo mujer, mostrando afabilidad y comprensión

-Eso me tranquiliza, pero...-su vista se perdió en el mar-me siento asustado.

La mujer agrandó sus ojos muy sorprendida, quedando muda por esa palabra, "asustado", ¿a qué le tenia temor?, ¿Que le lastimaran?, ¿Qué le juzgaran de homosexual y un cualquiera?, no, ella sabía qué hay algo más, he iba a comprobarlo.

-¿Miedo?...¿Temor a qué Calixto?-preguntó gentil pero seria la fémina.

-No siquiera yo lo sé, y eso me da temor, porque presiento que cuando me de cuenta, será quizás algo tarde para arrepentirme-su tono se suavizo y temblaba ligeramente.

La mujer, rápidamente reaccionó, y abrazó protectoramente a su muchacho, presionándole en su pecho de forma suave.

-Se que algunas decisiones son tan difíciles de elegir, pero jamás le tenga temor a un sentimiento verdadero y puro, como aquel joven te lo esta demostrando, como tu pequeño e inocente corazón, se siente alegre y vigorizado por sentirlo en todo su esplendor-reconforto la mujer mientras lo seguía abrazando-Hijo, nunca ocultos tus sentimiento, si él siente algo por ti, y tu también por el, dense la oportunidad de corresponderse y amarse mutuamente, pero jamás tengas miedo y te sientas asustado, porque tienes a personas que te aprecian y te apoyarán siempre cuando puedan, por favor no tengas miedo, que siempre te voy a proteger.

-Gracias Spica, de verdad te lo agradezco-sonrió el joven, mientras soltaba unas lágrimas contenidas.

-Siempre estaré a tu lado Calixto, siempre...

...

-Hola Shura, ¿cómo estas?, sabes me preguntaba si tu...si tu...si tu, agh no puedo Spica-reclamó el muchacho sonrojado.

-No te preocupes Calixto, se que te saldrá de forma espontánea, se que lo harás.

-Espero que tengas razón-dijo en un puchero el pelinegro, ya que su práctica con el espejo no sirvió de mucho.

-Bien es tu oportunidad, ¡aprovéchala!-la mujer teletransporto a Calixto a la afueras de su Templo, encontrándose justamente con el Caballero de Capricornio.

-¿¡Qué!?-exclamó para sus adentros el muchacho, mientras sonreía nerviosamente-Hola Shura ¿cómo estás?-preguntó educadamente mientras poseía un sonrojo tenue.

-Bastante bien Calixto ¿y qué tal tú?-el peliverde recalcó el nombre del contrario en un tono de coquetería.

-Igualmente Shura, pero...-el nombrado alzo una ceja curioso-deseo preguntarte algo.

-¿Qué sería Calixto?

-Hoy a las 18:00, te gustaría juntarte co-conmigo en un lago qué hay ce-cer-cerca del Santurio.

-Claro, bajare a este Templo de forma puntual, nos vemos-se despidió emocionado el Capricornio, aunque su tono seguía igual de calmado.

-Carajo...¡Kya kya! Si si si, lo hice-saltó emocionado el de ojos bicolor, suspirando como adolescente enamorada, en este caso enamorado.

Ahora más tranquilo, se dirigió adentro del Templo, llegando al comedor, encontró una nota, escrita con una bella caligrafía y en polaco.

"Calixto, kochanie.
Będę nieobecny za kilka miesięcy, aby odpocząć duszę i ciało, a wkrótce wrócę.
Spica cię kocha."

-Cierto, de igual forma, aunque estes muerta, el usar el cosmos es agotador, especialmente si constantemente usándose por varios años.

...

Ambos muchachos se encontraban sentados frente a un lago, nadie había dicho nada aún, en el ambiente era algo tenso e incómodo, hasta que unos de los dos decidió hablar.

-¿Ha que se debe la tan repentina acción de invitarme a este lugar?-preguntó Shura manteniendo un temple tranquilo, Calixto bajo la mirada, para levántala rápidamente, dejando ver sus ojos vidriosos.

-Te seré sincero Shura-comentó Calixto, mirando directamente a los ojos al contrario-No se explicar lo que siento por ti, pero se que es un sentimiento sincero y puro, y deseo con toda mi alma...que lo que has estado demostrando por los últimos meses, sean igual de sinceros que los mío-este fue interrumpido por Shura, que le sostenía la cara y le estampo un dulce y pasional beso, dando a entender que correspondía su sentimientos, y el de vuelta, le correspondía, dando el mismo mensaje.

-Que alegría que sintamos lo mismo, porque ahora...jamás te dejare ir-aclaró Shura, jadeando.

-Yo tampoco lo haré-respondió el menor, mientras daba otro beso.

A los lejos, una mujer observaba alegre y con nostalgia la escena, era Spica, quien se encontraba algo débil, pero para ver esa bella escena, daría toda su energía para siempre estar velando a su niño.

-Que recuerdos...-susurra Spica mirando el cielo y su cabello se ondula por el suave viento.

...

Pues así son los trajes de baño de Spica y Calixto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro