Sé que os he dado las gracias unas cincuenta veces desde que comencé a subir esta historia en marzo de 2020, pero permitidme que lo haga una vez más: vuestra compañía y apoyo en forma de visitas, votos, comentarios y mensajes han sido de mucha ayuda a lo largo de estas semanas tan raras de confinamiento y falta de contacto real.

Algunas me habéis preguntado que por qué un final con tanto drama. Habéis sufrido con la idea de que Kyrene muriese a manos de Keelan, y con que Deathmask pusiera fin a su existencia para estar con ella. Os comprendo perfectamente: yo misma lloré como una plañidera escribiendo esto, pero tengo que admitir que me gusta mucho y que creo que encajaba con el carácter del caballero de Cáncer. No en vano él había predicho que la historia de Kyrene terminaba junto a él, y dio su propia vida para que se hiciera realidad...

No obstante, ya me conocéis: odio que un texto se quede a medias y por eso siempre tengo las historias terminadas del todo antes de subirlas, así que cuando comencé a cargar los capítulos, "La Redención de Cáncer" ya contaba con dos finales redactados y listos, a falta de decidir cuál subiría: uno lleno de muerte y tristeza, que es el que habéis tenido ocasión de leer, y otro mucho más ligero y feliz en el que menos gente se muda a Yomotsu. 

Así que mi pregunta es la siguiente: ¿queréis que le demos a esta historia un final distinto y alternativo en el que no muera hasta el repartidor de pizza y la diabetes nos ataque de forma masiva? Si es así, dejadme un comentario. 

Espero vuestras opiniones. Hablad ahora o callad para siempre (jajajajaja), porque me aterra que a alguna se le vaya la olla por cargarme a Kyrene y Deathmask y me haga lo que a Paul Sheldon en "Misery".