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Capítulo VIII: Devastación

Capítulo VIII: Devastación

Alyssa había dejado el "Canal 6 de Noticias" cuando empezó la debacle por las calles de Raccoon City. Al salir, solo se había topado con las calles desoladas pero cubiertas de una densa destrucción y muerte. Por donde mirara, solo podía observar la calamidad desatada, una auténtica "marea de guerra" que consumía todo a su paso y las Fuerzas del Orden que intentaban controlar la situación pero, poco a poco, iban perdiendo terreno ante el imparable avance de esas torpes criaturas que, a pesar de ser lentas, juntas representaban un peligro mucho más serio. Avanzaba con cautela, Taiser en mano, oteando por cada esquina de que no apareciera ningún enemigo para atacarla por sorpresa. Siguió cruzando una calle y de ahí pudo divisar a un policía junto a un grupo de supervivientes. Guardó el arma paralizante y de ahí alzó una de sus manos al aire.

Al ver esa escena, el policía guardó su arma y fue hasta ella.

- Veo de que estoy de suerte.- Alegó éste, mientras que bajaba la citada.- Soy Kevin Ryman, miembro del "R.P.D".- Se presentó.

- Un gusto: Alyssa Ashcroft, reportera.- Añadió ella, estrechando su mano.- Hace poco dieron de baja la emisión de nuestra estación de televisión. No sabemos si vamos a poder continuar con las noticias debido a los disturbios y muchos de mis colegas han escapado o están muertos.- Señaló ella.- ¿Van para algún lado?.

- Los estoy llevando al "R.P.D" conmigo a este grupo de supervivientes. Voy a tratar de contactarme con ellos.- Sostuvo Kevin, explicando la situación, mientras que sacaba su radio y sintonizaba la frecuencia.

La periodista rubia fue caminando y miró a los supervivientes que estaban con Kevin. Los observó, uno por uno, analizando sus facciones, expresiones y cualquier otro movimiento que éstos tuvieran consigo. Era como si pasara lista, los anotaba y de ahí proseguía con otros. Mark vigilaba de que nadie avanzara hasta donde ellos estaban. Aquella calle podía parecer desierta pero no se podía decir lo mismo con respecto a la seguridad que éstas ofrecían, ya que el peligro era latente, en cada esquina. En sus manos portaba aquella escopeta Remington de la Policía con unas cuantas balas que Kevin le había pasado, además de que contaba con su Pistola Beretta contra cualquier agresor. Sumado a ello, también llevaba su radio y con ello podía establecer comunicación con sus colegas del "Apple Inn".

- ¿Va todo bien?.- Oyó la voz de la rubia y al girarse pudo observar a un "Gigante" entre ellos. Su silueta se recortaba entre las luces que aún funcionaban en Raccoon City. Intimidante pero, a su vez, protector.

- Hay mucha tranquilidad por aquí.- Oteó Mark el horizonte.- Demasiada y eso no es bueno.

- Y que lo digas, nosotros tuvimos la suerte de escapar del "J's Bar" con vida, por los pelos.- Mencionó Cindy, quien aún tenía esos recuerdos frescos en su memoria por lo ocurrido en su lugar de trabajo.

El otro moreno que se encontraba con ellos permanecía en alerta, vigilando una de las esquinas que daban hacia el estudio de noticias. El bate de baseball suyo no tenía ninguna mancha de sangre, al igual que el de George. Éste caminaba hasta una ambulancia detenida y en donde podía oírse una voz por radio.

- "A todo el Personal Médico de Raccoon City: No vengan al Hospital General...Saturado...Esas...criaturas...han tomado los pisos superiores...Tenemos multitud de bajas allí arriba...Solicitamos evacuación inmediata".- Hablaba una médica desde aquel edificio y el hombre corrió para tomarla.

- Melissa, ¿me oyes? ¡Melissa!.- Le habló George.

- "Dr. Hamilton...qué...alegría...¿En dónde...está?".- La comunicación sonaba entrecortada, costaba entenderse.

- Me encuentro con un grupo de supervivientes. ¿Están todos bien? ¿Cuántos son?.- Le respondió a ella pero solo hubo estática.- ¿Melissa?.

- "¡CORRE! ¡AQUÍ VIENEN, HAN DERRIBADO LA BARRICADA DEL PISO 9! ¡CORRE!".- Oía la voz de otro colega suyo y allí estaba el pánico.

- ¡Melissa! ¡Melissa! ¡MELISSA!.- Gritaba el peli negro, intentando hablar con su amiga pero fue imposible. La muchacha había dejado su puesto y escaparon, si es que tuvieron suerte, hacia las calles, quedando el Hospital con las criaturas reanimadas.- ¡Mierda!.- Exclamó y dejó el radio en su sitio.

- Teniente Branagh, Oficial Ford, ¿alguien me escucha?.- Preguntaba Kevin a sus Camaradas de Armas en la Central.

- "Kevin, te oigo, dime, ¿qué pasa?".- Oyó una voz al otro lado de la línea.

- Marvin, menos mal que te oigo. Escucha, seré rápido: Estoy con un grupo de supervivientes. El Suboficial Raymond Douglas y los otros se quedaron en los callejones frente al "J's Bar" para limpiarlos y así montar un "Puesto de Control". Voy de camino al "R.P.D", ¿cómo están las cosas por allí?.-

Hubo un momento de silencio.

- "Hemos tenido una serie de reveces demasiado jodidos, Kevin: Las Barricadas Oeste y Este han caído. Los zombies entraron al edificio pero pudimos expulsarlos, sin embargo, perdimos a muchos Oficiales y civiles. El equipo de comunicaciones se ha dañado, no podemos establecer contacto con los que están en las calles. No van aquí, Kevin, busquen otro refugio o..."- Las palabras con las que el Teniente Branagh se estaba expresando eran de pura desolación, sentía como si el Mundo se le estuviera viniendo abajo en un segundo, igual que un edificio al derrumbarse con toda su gente. Tragó saliva, sentía que su corazón se le iba a salir y más por encomendar una misión como esa.-

- Marvin, la ciudad es un caos, ¿por dónde se puede escapar?.- Preguntó Kevin.- Tiene que haber una forma.

- "Escucha: Rita, los otros Oficiales y yo hemos decidido llevar a cabo un plan de evacuación. Es nuestra última carta. Hay un viejo Sistema de Ventilación, cuando el "R.P.D" era un Museo de Arte hasta su compra en los Años 80. Éste contiene un pasadizo y una persona puede escapar por allí para traer ayuda: Vamos a sacar a los policías, civiles y a los dos prisioneros que están por el atraco a la armería para que los lleven a un lugar seguro, fuera de la Ciudad. Tú has lo mismo. Ojala pudiera estar allí y desearte lo mejor en tu empresa, Kevin, pero es tu historia, en estos momentos..."- Marvin hizo una nueva pausa.- "Te deseo toda la suerte del Mundo, amigo: Sobrevive. Haz eso por mí y los otros. Sobrevive".- Le dejó ese último mensaje, uno que guardaría en su corazón y memoria para siempre.

De ahí, la radio quedó en silencio frente a él, por lo que la guardó y caminó hasta donde se encontraban los otros.

- Por aquí.- Dijo Yoko y vieron de que la entrada al "Raccoon Today" estaba abierta. Un cuerpo se hallaba en medio de la misma, boca abajo y con un charco de sangre, además de que su mano izquierda estaba posada contra la entrada, dejando su "impresión" en la superficie.

- Despejado.- Observó David que el sitio estaba tranquilo, sin novedades.

- Bien, es la segunda planta donde mi contacto dejó su informe.- Alegó la nipona y comenzaron a subir por las escaleras. En el primero piso notaron de que estaba en llamas y una de las puertas se salió de sus goznes por el calor acumulado, lanzando lenguas flamígeras en el aire.

Consiguieron llegar hasta la segunda planta y de ahí dirigirse hacia la Oficina donde trabajaba el contacto de Yoko. En su interior se hallaban varias personas muertas, no podían quedarse para ver si estaban por levantarse o no, así que la joven comenzó a buscar lo que necesitaba. David fue hasta otra mesa y allí vio una serie de fotos dispuestas en fila. La primera era de un primer plano de una de esas criaturas, la cual tenía un gesto desafiante y aterrador. La tomó y leyó lo que decía en la parte trasera de la misma.

"Foto A: Primer plano de un zombie".

- ¿Zombies?.- Se preguntó el plomero, ya que no podía considerarlo, desde su punto de vista, de que esas cosas fueran de aquel tipo.

- ¿Disculpa?.- Oyó la voz de Yoko, quien continuaba en su búsqueda.

- Aquí, en esta foto que tengo en mi mano, dice que estos monstruos son zombies. Creí que eran por la Magia Vudú en Haití y Nueva Orleans.- Señaló y eso llevó a que la chica se volteara pero sin dejar lo que estaba haciendo.

- No solamente pueden levantarse por acto de la "Magia Vudú", sino también por otras cosas, ¿nunca viste "La Noche de los Muertos Vivientes" de George A. Romero?.- Preguntó la nipona y éste lanzó un chasquido de lengua, seguido de su tono sarcástico.

- Cómo no, la recuerdo como si fuera ayer.- Bromeó.- Claro que las vi, pero nunca supe de que un derrame químico podía ser la causa.- Enfatizó el plomero.

- Derrame químico...- Yoko quedó pensativa.- Hmmm, puede que tengas razón: Esto no fuera una mera causalidad. Lo mismo dijeron sobre los "Asesinatos de las Montañas Arklay" pero lo minimizaron.- Hablaba la peli castaña, haciendo referencia y uniendo ambos hechos.- Guarda esa foto y si hay más, tómalas todas.

- Sí, Capitana.- Respondió el peli negro con ese tono burlón ácido y procedió a seguir buscando. En la mesa habían más y las examinó de cerca.

"Foto B: Cuerpo de una reciente víctima de esta enfermedad hallada en la parte trasera de la "Sastrería Salieri".

La persona se había estado quejando de fuertes dolores musculares y de una importante picazón en la epidermis".

"Foto C: Barricada de la Policía de Raccoon City frente al "Banco American"

- ¡Bingo!.- Oyó David la voz de Yoko, quien sostenía un libro en sus manos.- ¡Lo encontré!.- Exclamó y comenzó a buscar información acerca de la investigación que estaba llevando a cabo su colega.

"Diario del Periodista:

Han pasado varios días desde que esta extraña enfermedad ha comenzado a azotar esta ciudad. Los Hospitales están empezando a llenarse de personas con los síntomas de la homónima y el caos comienza a expandirse por las calles. Pero mi deber como investigador es traer la verdad a todos, no puede morir a base del dinero y el poder político que tiene "Umbrella" con las autoridades y la Policía.

El Alcalde Michael Warren ha mantenido el silencio, no quiere decir nada al respecto y lo rebaja a simples "malestares sociales" cuando no es así. Una enfermedad no es producida por esto, hay algo oculto en todo este asunto.

Yendo al punto Central de mi investigación, he descubierto de que esta peste no se contagia por el aire, como anteriormente se había citado. No es pertenece a ninguna de las infecciones respiratorias como la gripe o los resfriados, ni siquiera está entre las familias de agentes patógenos conocidos, lo que demuestro es que la forma de contagiarse es a través de las mordidas, el contacto de un infectado o más bien "Zombie" con una persona sana.

Se ha impuesto la "Ley Marcial", dicen que el Ejército está en camino y se han levantado barricadas. La Ciudad de Raccoon está en cuarentena y nadie puede entrar ni salir. Incluso han llegado informes de que están tirando a matar contra todos aquellos que se saltan el vallado de seguridad. Siento pena por esas personas, pero también está la cuestión de que se quiere evitar una posible expansión del virus a las otras urbes.

Da igual como sea mi destino. Si tengo que morir, me voy tranquilo, porque la verdad se irá revelando y "Umbrella" no podrá salirse con la suya.

A todo aquel que encuentre mi diario, por favor, que sea la antorcha que los guíe en estos momentos tan tensos".

La chica suspiró y guardó, en silencio, el "Diario del Periodista" en su mochila junto a las fotos que David había conseguido de esa mesa.

- ¿Lo conocías a ese periodista?. No veo si...- David tuvo que medir sus palabras con respecto a lo que diría.

- Tranquilo, está bien. No pasa nada, yo tampoco vi su cuerpo. Tal vez haya escapado, espero.- Sostuvo la joven.- Ven, ya tenemos lo que necesitaba. Vámonos de aquí.- Pidió y tras colgarse su mochila iniciaron la salida de aquel edificio.

- Ahí viene el Oficial Ryman.- Señaló Alyssa a éste.- ¿Qué pasó? ¿Podemos ir al "R.P.D"?.- Preguntó sobre ese destino al que se iban a dirigir.

Kevin negó con la cabeza. Las últimas noticias lo habían dejado pasmado, no podía creer de que aquel edificio, un bastión de la Justicia, estuviera bajo ataque por parte de esas criaturas. Pensó en sus compañeros, en especial en los que estaban en las calles, luchando contra los citados, intentando salvar a la mayor cantidad de civiles. Miró a los supervivientes pero no hubo tiempo para hablarles: Un gruñido, luego dos y de ahí fue en aumento, emergieron desde el el Este de la zona en la que se encontraban.

- ¡Carajo! ¡Zombies!.- Alertó Mark, quien desenfundó su arma.- ¡Por aquí, vengan! ¡Oficial, vaya al frente!.

El policía asintió. Ya habría tiempo para explicarles de lo acontecido, aún si eso no resultaba lo que muchos esperaban.

La fuga iba hacia un pequeño local, una librería, la cual estaba abierta pero con una mancha de sangre que iba hacia el interior de la misma. Los primeros en entrar fueron Jim, George, Alyssa y Cindy, mientras que Mark y Kevin iban empujando las persianas metálicas y así cerrarles el paso a los zombies para que no entraran. Sin embargo, no estaban solos: Una de esas criaturas emergió por detrás pero el médico de cabello negro respondió, alzando su bate en el aire y preparándose para darle un golpe.

La criatura fue hasta donde estaba y él la empujó contra una pequeña estantería que se vino abajo con sus libros. Quedó un tanto mareada y con ello volvió al ataque pero el hombre se volvió a defender, trazando un golpe directo hacia el lado izquierdo de su cabeza, quebrándole la sien misma y con ello se pudo oír un feroz crujido de sus huesos. Permaneció en pie unos segundos más hasta que se desplomó contra el piso, sin vida.

- ¿Estás bien?.- Se acercó Cindy para verlo y de ahí notó que estaba temblando.

- Dios...¿Qué...Qué hice?.- George se mostraba agitado, nervioso, su respiración era acelerada y fue la rubia quien lo guío hasta una silla donde pudo recuperarse. Dejó el bate y miró sus manos: Estaban rojas pero por la presión que ejerció sobre el mismo.- ¿Qué he hecho? ¡Soy un médico, no un maldito verdugo!.- Exclamó y puso sus manos en el rostro.

- Oiga, Doc, entiendo su posición pero era usted o esa cosa.- Le señaló Kevin al zombie que había matado.-

- Por favor, Oficial, déjelo tranquilo. Está muy shockeado por lo que hizo.- Pidió Cindy, quien se sentó al lado de éste para darle su apoyo moral.

- Emmm, amigos, vean esto.- Les llamó Jim y de ahí señaló hacia el exterior, en donde notó a un hombre joven, tez blanca, cabello castaño, remera verde, pantalones marrón, zapatillas del mismo color y una especie de chaleco amarillo, estilo "Salvavidas", además de que empuñaba una Pistola 48 MM en su poder, iba corriendo hacia uno de los desvíos que daban hacia el local.- ¿Quién será?.

- Es Brad Vickers.- Escucharon la voz de Kevin, quien estaba frente a la ventana.- Es uno de los miembros supervivientes de los "S.T.A.R.S".-

- Ahora que los menciona, ¿por qué no se ha vuelto a saber nada de ellos? ¿Qué ha ocurrido con ese "Cuerpo de Élite"?.- Preguntó Alyssa, acercándose, temeraria, hacia el policía para indagar más a fondo.

- ¿Podremos salir de aquí? ¿Iremos al "R.P.D"?.- Se sumó Cindy, mientras que George estaba en silencio.

- Oiga, Oficial, solo díganos qué ha pasado.- Agregó Mark y al ver de que estaban con muchas dudas, Kevin alzó sus manos al aire, pidiendo unos minutos para ir acomodándose en el lugar y de ahí responder.

- Antes que nada les aviso de que no podremos ir al "R.P.D".- Dio a conocer esa primera noticia y aquello cayó como un balde de agua fría.

Alzó el cuello, respiró hondo y con ello miró a cada uno de los presentes, quienes estaban callados.

- Desgraciadamente, justo antes de que escapáramos de esos zombies, hablé con el Teniente Marvin Branagh: Me informó de que el edificio ha sido atacado por las criaturas, han caído muchos agentes y civiles allí, mientras que defendían el bastión y encima se perdió el equipo de comunicaciones, se destruyó, así que me ha dicho de que planearán una "Última Evacuación" pero que no vayamos hasta allí, es muy peligroso.- Dio a conocer el estado en el que estaban inmersos todos ellos.

- ¿Y adónde iremos?. Toda Raccoon City está cercada por los militares.- Indagó la periodista de cabello rubio.

- Trataremos de salir de aquí, solo necesito pensarlo a fondo. No contamos con armas, salvo la mía y no sé si Mark tendrá la suya.- Pidió Kevin calma y notó que el moreno desenfundaba una Pistola Beretta en su poder.

- Yo también tengo una pero no sé disparar.- Mostró Cindy aquella que había encontrado en la Oficina de Jack.

- Señorita, entiendo de que esté necesitando respuestas pero no podemos hacer todo a la vez: El "R.P.D" puede que caiga y muchos de los que conozco han de estar muertos. Lo único que podemos hacer es sobrevivir, trabajar en equipo. Si alguien no está dispuesto en seguir aquí, adelante, no pienso interferir.- Dejó el policía bien claras las órdenes recibidas y nadie dijo nada.

George lo oía, Cindy estaba a su lado, intentando animarlo. El bate de baseball que tenía consigo estaba a un lado, empapado de sangre, goteando contra el piso. Una por una, las gotas hacían un tintineo. Solo pensaba en lo que había hecho. El cadáver de aquella criatura yacía a su lado, a pocos metros de distancia.

- ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando empezó el desastre?.- Preguntó la rubia a él. Éste giró la cabeza, levemente y la miró.- Bueno, tú mismo dijiste que no era momento para palabras ni dolor, solo sobrevivir. No puedes contradecirte, me animaste a seguir adelante tras la muerte de Will. Ahora hay que continuar. Si nos quedamos callados, perderemos nuestras posibilidades de salir de aquí.- El hombre la escuchaba y sintió las manos de la joven.- Piénsalo. Todo estará bien. Ahora no importa lo que está bien o mal con luchar contra estas criaturas.

Pronto, el médico recibió un abrazo de ella para animarlo y permanecieron un rato así.

A unas pocas cuadras de la librería, David y Yoko habían dejado atrás la imprenta y de ahí avanzaban con cuidado. Anteriormente tuvieron un encuentro con aquel miembro de los "S.T.A.R.S" que huía, desesperadamente, de allí. Era como si algo lo estuviera persiguiendo pero desconocían su posibilidad de cuál sería o mejor dicho quién era. Al girar en una de las esquinas, notaron que salía humo desde un edificio de apartamentos, las ventanas que estallaban por el fuego y las explosiones que no paraban en ningún momento por toda la ciudad. En esa zona también pudieron percibir el olor a gasolina derramada y los cables de una serie de postes que fueron derribados por un camión estrellado, así como también una ambulancia, cuyas luces aún estaban encendidas y giraban.

- ¿Dónde estará la Policía?. Aún escucho a las personas que huyen pero, en esta zona, es como un "Pueblo Fantasma".- Quiso saber Yoko y al momento de pasar cerca de la ambulancia, un bulto cayó desde la azotea de otro edificio, impactando contra el suelo y tomándola por sorpresa.- ¿Qué?...- Se preguntó y al azar la mirada, sintió la mano de David sobre su boca. Éste le pidió que no hiciera ningún ruido y señaló hacia una de las paredes del citado complejo.

Allí, reptando como si fuera una especie de "araña", se movía una extraña criatura desprovista de piel. Su capa muscular y el cerebro estaban expuestos, lanzaba una serie de sonidos guturales y movía una larga lengua junto a la caída de su saliva contra el piso. Lo más aterrador eran sus garras afiladas, como si fueran cuchillas o lanzas y notaron la capacidad de ataque suya al observar el cadáver caído. Su torso estaba abierto a la mitad, no paraba de sangrar y con ello podía verse partes de sus órganos que aún latían, en sus últimos estertores.

El plomero le hizo una seña a la muchacha. Aquella cosa no era un zombie cualquiera, sino una especie "evolucionada". Un monstruo que parecía haber salido de la mente más retorcida de algún psicópata. Empezó a descender de la pared del edificio, preparada para atacar, acechante, lista para matar a cualquiera que se interpusiera en su camino. Extendió su lengua y de ahí agarró a un zombie solitario, al cual partió a la mitad, como si de una espada se tratara.

- No nos puede ver...Pero tiene el Sentido del Oído muy desarrollado. Igual que los topos y otros roedores subterráneos.- Susurró Yoko al plomero.

- ¿Qué piensas hacer?.- Deseó saber David y ella le hizo una seña para que la siguiera, apoyándose contra una pared y manteniendo la distancia con esa extraña "araña".

Fueron avanzando con cuidado, no podían llamar su atención. Mientras estuviera "ocupada", no les pasaría nada pero debían evitar cualquier sonido para no alterarla. Jamás habían visto una cosa como esa y lo que era peor, tal vez hubieran más de esas por toda la ciudad. En un momento dado, un rugido tomó por sorpresa a la criatura y de ahí apareció otra de esas citadas, la cual empezó a pelearse contra la primera en un feroz combate donde usaban sus lenguas y garras. Para fortuna de ellos o tal vez era por la "Naturaleza" de esas cosas, ambas terminaron muertas tras ensartarse mutuamente.

- ¡Ya, rápido, vámonos!.- Ordenó David.- ¡Allí, mira, parece haber gente en la librería!.- Señaló a ese local y de ahí notaron que las rejas estaban corridas.

- ¡Por favor, déjennos entrar!.- Movió Yoko las mismas, intentando captar la atención de ellos.

- ¡Más supervivientes! ¡Esperen!.- Corrió Kevin a la entrada.- ¡Mark, Jim, ayúdenme!.- Pidió y tras quitar las persianas, dejar pasar a las dos personas y con ello volver a ponerlas en su sitio, regresaron a la normalidad, por esos momentos.

A su vez, en el "Metro de Raccoon City", todos los que una vez conoció Jim estaban muertos. Los pocos supervivientes intentaban escapar de allí como podían. Los andenes y plataformas se encontraban cubiertas de cuerpos sin vida y en uno de los "Baños de Caballeros" del Sector Oeste, Rick se encontraba encerrado en uno de los cubículos, sentado en el inodoro y escribiendo unas cuantas notas en su "Diario Personal". Parecía que iba perdiendo el sentido, la hinchazón en su nuca no paraba y era un horrendo bulto amorfo y de un rojo purulento, listo para explotar en cualquier momento.

"Lo sigo diciendo y maldigo el día en el que empecé a trabajar aquí por la noche: Maldigo a la oscuridad y a lo que hay en esa porquería de túneles.

Aún con los consejos de Jim, mi miedo no se va. Hace pocos días, mientras estaba de ronda, un bicho enorme saltó y me picó en la nuca, dejándome este horrible bulto que no para de arderme. Ni siquiera las medicinas que me recetaron surten efecto.

Estoy harto...¡HARTO! ¡LOS VOY A MATAR A TODOS ESTOS BICHOS! ¡ME IMPORTA UNA MIERDA SI PIERDO MI EMPLEO, PREFIERO BUSCARME OTRO ANTES QUE VOLVER A TRABAJAR AQUÍ!...

Un momento, ¿qué fue eso?...¡Agh, mi nuca me duele, agh...!...Los odio...Yo...matar...

Lo siento...Jim..."

En aquel momento, el corazón de Rick dejó de latir. Su mano derecha quedó inerte en el aire, aún sujetando la birome con la que escribía y el diario suyo en sus piernas.

Los recién llegados estaban tomando aire tras su encuentro con esa criatura, mientras que revisaban de que no hubieran más zombies por las calles, dentro de poco deberían ir dejando ese negocio y volver a avanzar para salir de la urbe cuanto antes.

- Gracias.- Les agradeció la estudiante.

- No es nada. Un momento...- Kevin se acercó a ellos.- Yo los vi a ustedes dos: Estaban en la Central porque tenías que testificar sobre un atacante que mataste.- Señaló al plomero, el cual se apoyó contra una de las estanterías del local.

- En efecto, ¿qué va a hacerme?. Ya me dijeron que era "Legítima Defensa", así que no pueden condenarme de nuevo.- Apuntó éste con calma en voz.

- Tranquilo.- Kevin alzó ambas manos al aire, en señal de que no tenía ningún problema con éste.- Solo me ha llamado la atención. Nada más.- Señaló con calma, mientras que llegaba Mark hasta él.

- No podemos quedarnos aquí todo el tiempo. Tenemos que salir ya mismo. Propongo que nos dirijamos al "Hotel Apple Inn". Allí están montando un refugio para los supervivientes.- Sugirió el moreno a los presentes.-

- No estamos muy lejos. ¿Seguro de que están allí?.- Quiso saber Yoko.

- Completamente. Podemos refugiarnos y tal vez nos saquen por helicóptero, aunque...- Aquí el Guardia de Seguridad tuvo que ser honesto.- El camino, aunque sea corto para ir hasta allí, no sabría decirles si es seguro o en el peor de los casos, si nos dejarán pasar.

- Entonces estamos a la deriva.- David alzó sus manos y luego volvió a bajarlas.- Allí afuera nos topamos con una criatura que parecía ser sacada de alguna de Lovecraft. Parecía una araña pero sin piel, un Humano, mejor dicho pero con los músculos y el cerebro expuesto, además de que contaba con unas poderosas garras y una lengua que parecía un látigo.

- No me extraña de que esto tenga el sello de "Umbrella". Ya venían así desde los "Asesinatos de las Montañas Arklay".- Señaló Alyssa con seriedad.- Si hubieran hecho caso a los "S.T.A.R.S" las cosas serían un poco distintas, ¿no lo cree, Oficial?.

- Oiga, para empezar, yo estaba de parte de ellos, aunque todo ese asunto parecía como un libreto para alguna película de "Hollywood" pero éramos muy pocos ante lo que "Umbrella" habrá hecho aquí.- Se defendió Kevin y ambos comenzaron a discutir.

Parecía que todo se iba a terminar en ese preciso instante pero, de golpe, George se puso de pie para calmar las aguas. Todo ante la atenta mirada de Cindy, quien lo seguía hasta que golpeó el piso con fuerza, empleando la punta de sus zapatos negros.

- ¡Muy bien! ¡Suficiente!.- Exclamó y todos dejaron de pelearse entre ellos.- ¿Creen que así vamos a sobrevivir? ¿Discutir como si fuéramos niños de Preescolar?. Somos personas con responsabilidades y oficios diferentes, sí, pero eso no quita el hecho de que nos tengamos que matar igual que hicieron los Generales de Alejandro Magno de Macedonia después de morir y llevar a la caída de su Imperio.- Hizo esa referencia y se le quedaron mirando.- Sea lo que sea quien haya sido el culpable, no podemos dejarnos llevar por las dudas y el miedo. Hablo por todos ustedes y también por mí. Sonará hipócrita lo que diré, pero si hay que matar a los zombies en las calles, entonces no nos queda más opción que eso: Matar o morir. Ya no hay moral, ley ni tampoco ética. Lo dejaron bien establecido todos ustedes: Ahora es la "Ley de la Selva" y si tenemos que salir adelante, aún al costo de que tenga que matar a esas criaturas que antes eran personas, no me quedaré esperando a que me convierta en la cena de ellos.- Enfatizó y dejó salir todo lo que le estaba causando malestar en su interior tras haber matado a un zombie en la librería. Lo escuchaban atentamente y con ello se giró hacia donde estaba el Guardia de Seguridad.- Mark, ¿no?.

- Sí: Mark Wilkins.- Dio su nombre completo.

- De acuerdo: Tú dijiste que el "Apple Inn" está cerca pero que desconoces el estado de las calles que nos lleven allí.- Dijo y éste asintió con la cabeza.- Muy bien. Y ustedes, David y Yoko, ¿mencionaron de que hay otra criatura más peligrosa que los zombies?.

- En efecto.- Respondió la nipona.

- Si queremos sobrevivir, lo primero sería buscar armas y municiones, así como algunos objetos contundentes.- Sugirió Kevin.

- Tengo unas botellas de vino, periódicos y hasta un mechero para cigarrillos. Podemos fabricar unas bombas molotov, así como también Cindy encontró una tubería para Jim y dos bates de baseball para ella y para mí. Aquí debe de haber también algo con el que puedan defenderse.

- Yo estoy bien. Siempre llevo a "Mi Muñeca" conmigo.- Dijo David, mostrando su navaja de bolsillo, cuya punta estaba limpia y brillante tras asestarle una puñalada mortal en la cabeza a uno de los zombies.

- No está mal, pero igual, vamos a necesitar armas de fuego y municiones para largarnos de aquí. Tampoco podemos ir al "Hospital General de Raccoon City", hace poco cayó por completo en manos de los zombies y veo que el "R.P.D" tampoco.- Dio a conocer ese punto de vista suyo. George caminó un poco, pensativo.- Kevin, ¿qué dices?.

- Respaldo tu postura de que encontremos armas de fuego. Lo mismo con la comida y medicinas. Y si la ciudad, supuestamente, está toda bloqueada por el Ejército, lo mejor sería hallar otra forma de escapar.- Sugirió el policía.

- Me parece bien.- Respaldó Jim la idea.- Oigan, quizás pudiéramos ir al Metro. Podríamos tomar uno de los trenes e irnos con él. Cuidado, llega hasta el Sur de Raccoon City pero nos daría una buena distancia para alejarnos del Centro.

- Esa idea del escape la veremos más adelante.- Prometió Mark al joven moreno de cabello rubio.- Por ahora necesitamos sobrevivir con lo que se ha pedido. No muy lejos de aquí se encuentra la "Armería de Kendo" y él sí tiene buen material.- Alegó el Guardia de Seguridad.

- Coincido, mi Jefe ha comprado allí y lo mismo he visto que les ha dado a la Policía armas para la Armería.- Recordó Cindy.

- Perfecto, entonces está decidido: Nos vamos ya mismo de aquí, como grupo y comenzaremos a buscar todos los recursos necesarios con el fin de escapar vivos de la ciudad.- Concluyó George su discurso y con los ánimos renovados, revisaron la librería, encontrando un hacha contra incendios, la cual llevó Yoko en su poder y de ahí volvieron a las calles.

Pronto fue cayendo la noche sobre Raccoon City.

[Se ha conformado un grupo pero no la tendrán fácil para escapar de la urbe. ¿Qué pasará? ¿Con qué otras clases de horrores se toparan ellos en su camino?.

Espero que les guste este capítulo, amigos.

Luis Carlos: Me alegra muchísimo de que te guste esta obra. Con respecto a tus preguntas, para empezar, esta historia es un rejunte de lo ocurrido tanto, más que nada al inicio, con los eventos de los "Resident Evil: Zero" (Spin-Off donde se muestra qué pasó con el "Equipo Bravo" de los "S.T.A.R.S" cuando fueron a las Montañas Arklay), el "Resident Evil" de 1996 (el primero que salió y que narra los acontecimientos del "Incidente de la Mansión Spencer") y también tendrán ciertas partes, más que nada en personajes y escenas, al "Resident Evil 3: Némesis". Sumado a ello, utilizaré los archivos que aparecen en los juegos tales como diarios personales, periódicos, correos electrónicos, entre otras fuentes para darle más contexto a lo que ocurre.

Muchas gracias por tu review, amigo y nos estamos viendo en los próximos capítulos.

Bueno, Camaradas, nos estamos viendo. Cuídense y que tengan un excelente comienzo de día Miércoles y también, para los que somos de América del Sur un muy...

¡Feliz Día de la Primavera y del Estudiante 2022!.].

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