Capítulo V: El inicio de la pesadilla
Capítulo V: El inicio de la pesadilla
"Septiembre, sorpréndeme". Esa frase ha quedado grabada, de por vida, en nuestras mentes. Todos pedimos un cambio al llegar a la mitad de año y cuando sentimos esa "fuerza" que nos renueva, alcanzamos lo que deseamos, pero tampoco estamos libres de obstáculos. Al avanzar, hay que hacerles frente y no darse la vuelta, eso sería de cobardes y débiles. Para los habitantes de "Raccoon City", el comienzo de ese mes significaba un cambio en sus vidas, dejaban atrás lo ocurrido en las Montañas Arklay, la prensa, la cual se había hecho un "festín informativo" con los datos más escabrosos, dejó de lado eso y se enfocaban en el partido más importante de fútbol americano que se jugaría en el "Estadio Warren": Los "Sharks" visitarían a los "Old Court Thunders" y muchos ya estaban acaparando las entradas, incluso durmiendo en las puertas de las boleterías para obtenerlas, montando sus campamentos.
Sin embargo, no todos se sentían complacidos, algunos como Jill Valentine seguían viendo que el peligro seguía latente. Estaban ante una bomba que explotaría en cualquier momento pero nada les hacía caso. El Jefe de la Policía, Irons, había desmantelado a los "S.T.A.R.S", su amigo Chris llevaba un mes desaparecido tras tomarse unas "vacaciones". No tenía ni una sola llamada telefónica, carta o mail respecto a él. Barry Burton y Rebbeca Chambers habían dejado la urbe y se retiraron con sus familias a otro lugar donde alejarse de los traumas y horrores vividos en la "Mansión Spencer". El luto por sus Camaradas caídos seguía presente en ellos. Para la Oficial Valentine, la muerte de Joseph Frost, ante sus propios ojos, asesinado a manos de aquellos perros zombies fue de lo más escabroso y lo mismo cuando Richard Aiken se sacrificó al enfrentarse a aquella enorme serpiente que lo devoró vivo.
Un grupo de patrullas habían rodeado la escena del delito. Era de madrugada y soplaba un refrescante viento del Norte, el cual había alejado las nubes de precipitación y con ello permitió que la ciudad pudiera darse un respiro de aquel calor seco que los estaba afectando. Kevin iba acompañado por los Oficiales Harry, Fred y Eric. El primero, un novato algo gordo y con lentes avanzaba con torpeza y su arma reglamentaria le temblaba en las manos, causándole escalofríos en todo el cuerpo.
- Shhh.- Pidió Ryman, mientras que señalaba al piso, en donde se encontraban restos de cristales desparramados y Aaron apuntaba para donde estaban los sospechosos.
- ¿Lo tienes todo, Nathan?.- Preguntó uno de los asaltantes a su amigo.
- Todo listo, Samuel. Nos vamos de aquí.- Respondió el otro cuando, de golpe, oyeron que alguien les apuntaba y de ahí otros seguros de armas que eran destrabados.
- Manos arriba, amigos. ¿Qué pasó? ¿Se equivocaron?. Esta no es su casa.- Les habló Fred con tono sarcástico hacia ellos.- Arrojen las armas, que afuera hay varios policías de refuerzo con la orden de tirar a matar.
Viendo de que estaban en serios problemas, los dos delincuentes tiraron al suelo las citadas y se rindieron. No había forma de que pudieran enfrentarse a ese grupo de agentes armados hasta los dientes. Harry y Eric se acercaron, colocándoles las esposas, mientras que los iban sacando afuera y requisaban el contenido robado.
- Aquí el Oficial Kevin Ryman, hemos detenido a dos hombres en la "Armería MacLeed's", estamos revisando su botín y así avisarle a los dueños.- Se comunicó el castaño desde su radio portátil.
- "Recibido. Muy buen trabajo, chicos".- Les felicitó la operadora desde la Central.
- ¿Cuáles son sus nombres?.- Preguntó Elliot al Oficial Aaron, el cual estaba trayendo la información en su libreta.
- Se llaman Samuel Kirk y Nathan Donnelly. Son dos delincuentes de poca monta: Robos menores pero éste ha sido importante. En la Central van a cantar ambos.- Respondió el agente, mientras que se llevaban a los detenidos.
Kevin salió de la armería junto a Harry. Éste se hallaba enfundando su arma pero no puedo escapar de la mirada del otro Oficial, quien le dirigió una seria mirada al respecto.
- Esto no es un paseo por el Parque, Harry. Vas a tener que dejar de lado esos nervios y ponerte serio en el asunto. De lo contrario, uno de estos días, te matarán de un tiro y se terminó el asunto. Deja de ser tan cobarde.- Le dejó ese aviso y consejo al otro, quien tragó saliva y sentía su garganta seca.
- Yo...No sé qué me pasó...Cundió el pánico y no podía dejar de temblar. Lo siento, Kevin, yo...- Intentó en mantener el orden y su postura.
- Las palabras no te salvarán por si ocurre un problema mayor, solo tu Sentido Común y lo que aprendiste en la Academia. Recuérdalo, Harry.- Finalizó y de ahí se subieron a la patrulla que los llevó de regreso a su destino. Aquella hora terminaba el turno de Kevin y era un buen momento para irse a descansar.
Septiembre fue avanzando poco tranquilo, los días se iban acortando, el calor persistía pero no tan fuerte, el Sol salía un poquito más tarde y con ello llegaban los primeros cambios en las hojas de los árboles. El Verano se negaba a irse, resistía y de ahí daba una feroz "resistencia" enviando aquella alza de temperaturas en el ambiente. El asunto con los "S.T.A.R.S" se había desvanecido pero, una noche templada de finales de ese mes, llegó la catástrofe, un inicio que nadie se estaba esperando.
El sonido del ascensor que se detenía, en los niveles subterráneos de unas instalaciones de "Umbrella" revelaba la presencia de un nutrido y fuertemente armado grupo perteneciente al "U.S.S", el "Servicio de Seguridad" de la empresa farmacéutica encargada de llevar a cabo acciones militares como eliminar cualquier amenaza contra la misma, rescate de personajes importantes, entre otros "deberes" que tenían consigo. El Capitán Hunk, alias "Mr. Death", era el que estaba al mando y fueron abriéndose camino, por las alcantarillas, hasta llegar a los laboratorios donde se encontraba un hombre joven y de cabello rubio, quien abría una pequeña "heladera" para materiales biológicos y con ello tomaba una probeta en sus manos, sosteniéndola mientras que emanaban columnas de vapor gélido.
- Mi mayor creación. Tú serás la que me lleve a la victoria y no esos malditos de mierda de "Umbrella". Wesker, tu muerte no será en vano, amigo, ellos ya verán de lo que soy capaz.- Decía el científico cuando, de golpe, fue rodeado por los hombres armados. El Capitán dio un paso al frente y quedó cara a cara con éste, mirándose fijamente, a pesar de llevar su casco y la máscara anti-contaminación. Birkin, por su parte, sacó desde el interior de una de las gavetas de su escritorio, una Pistola 48 MM negra y les apuntó.- ¿Así que las putas de "Umbrella" vienen a por mí?. Qué lástima, me temo de que no se podrá hacer. Solo les diré esto: Dense la vuelta y terminemos con esta "Pelea de novios".
- Dr. Birkin, por órdenes de la Compañía y del "Alto Mando del "U.S.S", debo pedirle que nos acompañe.- Le leyó la orden de su arresto.- Usted ha cometido "Alta Traición" al querer entregar el "Virus G" a los militares de EEUU para su uso.
- ¿Y por qué debería hacerlo?. Preguntó yo, Capitán: ¿Quién es el verdadero esclavo de toda esta corruptela? ¿Eh?.- Le cuestionó Birkin.- Esto de aquí no me lo van a quitar. He invertido muchos años e investigaciones para poder perfeccionar lo que el Dr. Markus dio origen en el Pasado. Ninguno de ustedes tiene los huevos necesarios para venir hasta aquí y detenerme. Saben de que están en la cuerda floja y si yo caigo, entonces todo se vendrán conmigo.- Amenazó, protegiendo el cargamento que había en un maletín, estando bajo la mirada de la gente de "Hunk".
- Nuestras órdenes han sido entregadas. No le queda más remedio que rendirse pacíficamente. Su vida y la de su esposa serán perdonadas, solo no cometa una tontería.- Pidió el hombre del casco y máscara anti-contaminación pero Birkin no pensaba rendirse. No se sentía intimidado y cuando "Lone Wolf" lo tenía bajo la mirada, avanzando con cautela hasta el maletín, el científico dejó caer un par de frascos vacíos y con ello hicieron un ruido tan parecido al disparo de un arma, provocando que varios de los Soldados abrieran fuego contra él.
Las balas de los rifles M-16 penetraron la carne y los huesos. Su bata de laboratorio y su camisa se "pintaron" con la sangre que manaba a borbotones junto al humo caliente, ya que había sido a quemarropa. Se apoyó contra el escritorio y se deslizó hasta tocar el piso cubierto con cristales y su sangre. Los casquillos rebotaron contra la misma y éstos seguían disparando.
- ¡Alto! ¡¿Qué hacen?! ¡Lo necesitamos vivo! ¡Lupo, Four Eyes!.- Les detuvo el Capitán "Hunk" y mandó a las dos miembros más importantes para ver si aún vivía. La francesa de cabello pelirrojo se arrodilló y tomó su pulso, pidiendo unos segundos de silencio. Éste no respondía como lo esperaban ellos.
- Está muy débil, Señor. No resistirá.- Le informó la que era conocida como "Madre Lobo".
- Mierda.- Ladeó el Capitán la cabeza, en señal de decepción.- Tomen las muestras y nos largamos de aquí. Ahora.- Ordenó y se llevaron lo que buscaban.
Unos segundos después de que el "Wolfpack" abandonara los laboratorios, Annette Birkin, esposa del científico rubio, entró en escena y halló a su marido herido de muerte contra el piso.
- ¡William, no! ¡¿Qué te hicieron, cariño?!.- Le preguntaba ella, al borde de la desesperación y éste se giraba para tomar sus manos.-
No podía hablar, la pérdida de sangre lo había dejado muy débil y sus funciones se iban apagando, poco a poco.
- No te muevas, iré a buscar un botiquín de primeros auxilios. Resiste.- Pidió pero cuando ella fue a cumplir esa función, el hombre tomó una jeringa que estaba cargada con el "Virus G" y con las últimas fuerzas que le quedaban, se lo inyectó en su cuerpo. Pasaron unos pocos segundos y de golpe fue como si todo su interior estuviera "hirviendo". Comenzó a moverse y sacudirse, igual que alguien al dar sus últimos estertores de vida o que estaba sufriendo algún paro cardio-respiratorio. Cerró sus ojos y los volvió a abrir, cambiando de color al rojo sangre.
- Ya casi llegamos al ascensor.- Dijo "Spectre" a "Beltway", el experto en demoliciones.
- Sí, pero ¿en dónde estarán los otros?.- Quiso saber el grandote al francotirador proveniente de Rusia.
- No lo sé, espera que me pondré en contacto con ellos.- Pidió éste.- Capitán, Comandante, ¿están en camino?.
- Estamos cerca, Spectre, ¿qué ocurre? ¿Se han topado con el "U.B.C.S"?.- Preguntó Hunk a él.
- Negativo, Señor.- Respondió el ruso.
- Muy bien, quédense allí. Ya estoy viendo, en mi sistema, que "Four Eyes", "Vector" y "Lupo" van en camino. Permanezcan allí y...- Cuando estaba por terminar con la oración, una serie de disparos provino desde el lado Sur de las alcantarillas.
- ¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESA COSA?! ¡SI NO ESTABA AQUÍ ANTES!.- Quería saber uno de los Soldados, mientras que uno de sus compañeros era atravesado por unas gigantescas y afiladas garras que le abrieron el torso, derramando su sangre y los órganos quedaban expuestos bajo el agua que se teñía de rojo.
- ¡AHHHHHHHHHHHHHHHH! ¡NECESITAMOS REFUERZOS! ¡REPITO: NECESITAMOS REFUERZOS! ¡NOS ESTÁ MASACRANDO!.- Gritaba su compañero, quien no paraba de disparar. Un segundo de aquel grupo terminó con el pecho abierto por esas "cuchillas", revelándose el corazón que aún latía. Otro acabó con el cráneo partido. Oyeron un fuerte "crac" y al voltearse, su colega tenía una mezcla repugnante de sangre y materia gris que le caían sin parar contra el piso, llevando a que el más cercano vomitara por el horror que estaba sintiendo.
- ¡Maldito monstruo, muérete!.- Le maldijo un cuarto y le tiró una granada, la cual explotó pero no le hizo ningún daño. La criatura tenía aspecto humano pero una musculatura muy desarrollada, aparte de llevar una enorme tubería de metal en sus manos y en sus brazos podían verse una serie de "tumores" junto a un ojo que se abría y miraba a los presentes. Tras la deflagración, ésta lanzó un feroz rugido y cargó contra su atacante, estampándolo contra una pared y matándolo, producto de que su cuello se partió igual que una nuez.
Pronto, volvió a desplegar sus garras y dejó una senda de destrucción. Los refuerzos poco pudieron hacer, salvo morir de la peor manera. Uno de ellos fue lanzado por los aires y rescatado por sus compañeros, herido, mientras que dos eran masacrados de una forma espantosa. El primero terminó con el estómago abierto y el otro fue partido a la mitad, igual que el filo de un cuchillo sobre una barra de manteca.
- ¡Aquí "Lupo"! ¡"Lone Wolf", responde, ¿qué ocurre?! ¡Informa!.- Pedía la francesa, acompañada por "Bertha" y de ahí vio llegar a los pocos supervivientes, siendo acompañados por "Four Eyes" y "Vector".
- ¡Hay que salir de aquí!.- Le dijo el hacker.- ¡Han masacrado a casi todos! ¡"Lone Wolf" está desaparecido!.
- ¿Qué?. No...- No tuvo tiempo la alemana en completar su oración. De golpe, el rugido de aquella criatura y un tubo que era lanzado, terminó por empalar al hombre herido que cargaban, quedando atravesado contra una pared.- ¡HIJO DE PUTA!.-
- ¡Olvídenlo, tenemos que retirarnos, ya!.- Les ordenó "Hunk" pero, en aquel momento, cuando estaban por escapar, el Capitán recibió un feroz golpe que lo dejó inconsciente.
- ¡Tenemos que ayudarlo!.- Exclamó "Vector" pero "Spectre" le agarró.- ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame, nos necesita!.-
- No podemos: Él sabe lo que. Depende de nosotros ahora, "Vector".- Sentenció "Lupo", seriamente, mientras que cerraban la puerta de seguridad y se dirigían a la superficie.- La próxima nos la pagará esa maldita cosa.
- Mató a varios de los nuestros. Era imparable, ni las granadas le hacían daño, solo lo empeoraban aún más en su estado de emoción.- Advirtió "Bertha", mientras que se quitaba su máscara anti-contaminación, revelando su bello rostro y un cabello rubio tan radiante como el Sol.
- Oigan, esa cosa que nos atacó era el Dr. Birkin.- Intervino "Four Eyes", también sin aquella protección.-
- ¿Qué dices?.- Preguntó "Beltway" asombrado.
- No es broma: El "Virus G", algo debió de haber hecho con él. Tal vez se lo inyectó él mismo y mutó en esa horrible criatura. Y para colmo de todo, se perdieron las muestras.- Advirtió la viróloga japonesa, pateando el suelo con furia ante la incapacidad de poder recuperarlas.- Espero que "Umbrella" sepa de lo que acaba de hacer. Esto no puede terminar igual que el "Incidente de la Mansión Spencer".- Finalizó, haciendo alusión a lo ocurrido en aquella edificación que servía como fachada para las investigaciones científicas de la empresa.
- Eso espero yo también, amiga.- Se unió Spectre, mientras que iban llegando a la superficie.
Volviendo a las alcantarillas, en medio de los cadáveres de los miembros del "U.S.S" que no pudieron escapar. Algunos agonizaban lentamente, mientras que la criatura estaba devorándose los frascos con aquella cepa, regando el piso con sus cristales empapados y atraía a las ratas, las cuales se dieron un festín, sin saber del peligro que estaban portando dentro de su organismo, mientras que, desde afuera, se podía apreciar la vida tranquila en Raccoon City.
Había comenzado su peor pesadilla. Una de la que nunca podrían recuperarse tras esto.
El Sol comenzaba a despuntar sobre Raccoon City, la gente se despertaba y muchos iban a lavarse o bañarse ante de empezar con la rutina, desconociendo del peligro que se hallaba en el suministro de agua de la ciudad bajo un día de mitad de Septiembre.
[Nuevo capítulo y en el que viene ya estaremos metidos en la parte Central de la historia. ¿Cómo seguirá? ¿Qué ocurrirá en Raccoon City con la amenaza que se cierne sobre ellos?. Eso se resolverá en el capítulo que viene.
Cuídense, amigos. Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes.
Buena semana de mi parte.].
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