Todos estábamos en el camión en silencio, íbamos directo al siguiente sector para continuar con la purga de eros. En un instante todo había cambiado, me había convertido en el portador del diamante negro, Linar se volvió un asesino y a mi lado tenía una Nereida.

La purga de eros se había vuelto la tumba que me mantenía vivo.

—Rey... —era la voz de Avalon —Se que no es el momento correcto —puso su mano encima de la mia —volteame a ver —me forcé a hacerlo—Rey debes entender algo —Estaba buscando las palabras correctas se le veía en su mirada. —Las carencias pertenecen a todos los sectores, la ciudad blanca es una fantasia, ustedes no trabajan para nosotros, tampoco ayudan a mantener a la humanidad existiendo, trabajan para... Personas con un poder mayor, si lo entiendes podremos salir de esto pronto.

—Avalon ¿Por qué me lo dices ahora? Eso ya no importa.

—Baja la voz —Avalon observaba a sus alrededores —Por que solamente durante los trayectos no pueden observarnos o escucharnos.

—Pero los eros que ganen, podran disfrutar de ese poder, no me interesa, no quiero fortuna, tranquilidad. Avalon no quiero ser un eros. —Estaba temblando

—No, los eros que ganen, los matan.

Todo se venia abajo, mi aliento, mis ganas de continuar, mi sangre, mi visión, me aleje de Avalon cayendo del asiento del camion. Todo esto era solamente un juego para ellos, cual era el verdadero sentido de la purga, cual era el sentido del sacrificio de Krist.

— ¿Porque no me lo dijiste antes?

— No podía hacerlo, si lo hacia podías decidir morir y dejarnos morir ambos.

— Pero Krist ¿Lo sabia? —la mirada de Avalon respondio mi pregunta —¿Por que?

— Andromeda me dijo que cuando tuvo que confesarle la verdad no se inmuto en ningún momento, solamente dijo que te mantendría con vida mientras pensaba en algo.

Tenía razón, nadie pelearia por sobrevivir para adentrarse a su propia muerte, al menos que tuvieras algo que proteger. Todo era un engaño, todo este tiempo me había dedicado a sobrevivir para permanecer en un mundo cruel, abominable, sin sentido ¿Cuál era el verdadero significado de pelear? Aunque quisiera aceptar esos pensamientos, mi cuerpo continuaba activándose para mantenerse vivo.

—Porque nunca me quitaron el diamante si hubo oportunidades.

—Todo fue un espectáculo. Esta purga ha sido de las más reconocidas y seguidas en la ciudad blanca, desde un principio montaron un gran espectaculo; tú y Krist. No podían interrumpirla, posiblemente esperaban que Krist nunca hiciera uso de la piedra y solamente quitarsela una vez que muriera, pero durante la seleccion de los topos la sacó y todos supieron de su existencia, no les dejó otra opcion.

— Lo siento Rey —Podia ver la culpa en Avalon.

— No te disculpes, entiendo porque lo ocultaste —intentaba controlarme, algo dentro de mi estaba rugiendo —Si ellos han decidido tratarnos como animales —venganza, así se sentia —Entonces ¿Que somos? En que nos convertimos —Vi a Avalon directo a los ojos.

— Lo siento Rey —no dejaba de disculparse.

— No buscan eros, buscan animales.

— Entonces, me convertiré junto contigo en un animal, solo no me odies —Avalon parecía querer cargar con mi dolor.

—No te odio Avalon... mi amor tú estás en esto al igual que yo —buscaba ordenar todo en mi cabeza. — No, no seremos animales, no les daremos ese placer.

— ¿Entonces que somos? —Avalon me observaba preocupada.

— Somos topos, Avalon, somos familia y pelearemos como tal.

— ¿Familia?

— Una que convertirá el mundo en una revolución, el error de esta purga fue enseñarnos a asesinar, toda la competencia termino siendo una preparación para forjar asesinos. Matemos a todos.

Continuara.

Libro 2: La sublevación de thanatos.