Carrera
—¡Agh! —Iron se inclinó hacia adelante dejando caer al suelo la catana, alejándola de mí de mi cuello.
Avalon se abalanzó hacia él propinándole un puñetazo en la cara, este trastabillo hacia atrás y cayó al suelo, algunos dientes se desprendieron de su boca. La Nereida se agachó a recogerlos y tomó la catana de Iron.
—Te dije que te mostraría tus dientes en mi mano —le dijo a Iron mientras le abría la palma de su mano en la cara de Iron.
Se incorporó puso la catana aún costada de su cuello y piso el filo de la catana lentamente, los gritos de Iron fueron inundándose de sangre.
—Yo Avalon la Nereida de la venganza, comando tu muerte, tomare tu vida en nombre de la vida. —La Amazona sujetó el arma con ambas manos y puso su peso completó degollando a Iron por completo.
El sonido de las rejas abriéndose se escuchó al instante, yo aún estaba atónito, mi cuerpo temblaba, no entendía que había sucedido. Krist llegó corriendo, me abrazó y me lleno con un beso, profundo, húmedo.
Levanté mi mano para tocar su rostro, estaba húmedo por las lágrimas que brotaban de sus ojos.
—Yo...Yo... Creí —Krist estaba sobresaltado.
—¿Qué morirías? Creiste que morirías, yo también.
—¡Creí que tu morirías! Yo ya estaba muerto cuando vi la sangre recorriendo tu cuello —me dejó callado.
—Esto es un poco incomodo —Avalon estaba hablando. —No me molesta compartir, pero ¿Es necesario hacerlo frente a mí? —Tomaba a Krist del hombro —Vamos ya suéltalo, él es mío.
—¿Tuyo? —Krist sonaba molesto.
—Vamos chicos no es momento para. —intente calmar la situación.
—Esto se volverá una comuna sexual, haberme dicho con tiempo —Andrómeda se cruzaba de brazos. —Bueno dejen me desvisto, voy después de ¿Quién?
—Sí que saben divertirse, me dan permiso —El Carnero de la jaula se había liberado y hablaba detrás de nosotros.
Todos nos alejamos a prisa estando listos para combatir, Krist se puso a mi lado, Andrómeda se recorrió detrás de nosotros mientras Avalon estaba juntó a mi, opuesta a Krist.
—¡Hey! ¡Hey! ¡Calma! ... Serenos ... —Levantaba ambas manos al frente, detrás de él se encontraba su Nereida. —Yo solo quiero recuperar mi hacha.
Me agache para levantarla a prisa del suelo, él había perdido su oportunidad de tener su arma al arrojármela, no se la daría para que intentara atacarnos.
—Esa no topo —se agachó y giró el cuerpo de Iron —¡Esta! —sonrió —Es mi favorita.
Iron tenía un hacha clavada en la espalda debajo de la nuca.
—Lamentó haberme metido en su pelea, todo estaba tan tensó y ya me sentía muy apretado ahí dentro —señalo detrás de él por donde había salido.
—¿Por qué nos ayudaste? —pregunté esperando una respuesta elaborada.
—En realidad me ayude, se podría decir que también a ti, yo solo necesitaba salir de ahí y este pedazo de coagulo me iba a dejar morir.
—Gracias, aun así —le respondí cortante.
—Tú me debes una vida —extendió su mano hacia mi —Ahora pido el pagó de regresó —me quede observando su mano con desinterés. —Te prometo que está limpia ¡Vamos! Yo solo estoy pidiendo que no me maten, te salve, tú me dejas vivir, estamos a mano.
—¿Entonces no quieres pelear? —Avalon se mostraba curiosa. —Puedo enseñarte tus dientes si quieres —bromeaba cuando estaba tensa, comenzaba a entenderla.
—No me interesan, soy mejor que Iron al pelear, pero ustedes son cuatro y nosotros solo somos dos —se señaló a sí mismo y a su Nereida. —Por cierto, ella es Shyllphie ¿Entonces? A mano —volvió a estirar su mano.
—Sin duda alguna —Avalon había dado un paso adelante y tomó la mano del Carnero. —¿Te llamas?
—Lial, un placer.
Las rejas de la puerta de nuestra derecha se desbloquearon, y comenzaron a ascender, era la purta por donde habia entrado Iron.
—Vámonos —Krist sonaba impaciente. —Salgamos de este puto infierno.
Avalon levantó las catanas de Iron y me extendió la espada dentada.
—Gracias, ya no la necesito —me guiño un ojo.
Krist ya había recobrado su lanza y nos dirigimos a la salida mientras Lial se quedaba a recuperar sus hachas.
Atravesamos las puertas, Krist iba por delante para estar preparado de cualquier percance mientras yo me había quedado atrás cuidando nuestras espaldas de Lial.
—Estamos casi completos —le dije a Krist desde atrás.
—Busquemos a Linar y acabemos con estos Carneros para largarnos de aquí —Krist me sonreía a la cara mientras tomaba la mano de Andrómeda.
—Enterremos a todos bajo tierra —le comenté sin dejar de observar su mano.
Pude sentir como mi pecho se comprimía y me obligué a contener un suspiro, caminábamos por otro pasillo de concreto, esta vez no había pasillos a los costados, era todo recto.
El sonido que advertía la entrada de la voz de Artemides no estuvo fuerte, no necesitaba forzarnos a detenernos para prestarle atención.
—Felicidades por haber sobrevivido al laberinto del óbito —se tomaba su tiempo para hablar dejando el tiempo suficiente para que nuestras palpitaciones se aceleraran. —Pero me gustaría saber si ustedes aún tienen fuerzas para correr —se reía con entusiasmo. —Hoy me encuentro de buen humor, me han conmovido, ojalá la purga anterior hubiera sido de esta forma, así que decidí ayudarlos un poco.
—Por supuesto ¿Tú quieres que te crea? Eres asquerosa, solo te gusta el placer —Avalon hablaba como si Artemides pudiera escucharla
—No la hagas enojar Avalon, sabes lo sensible que puede llegar a ser —Andrómeda intentaba calmarla.
—No me interesa la opinión de los cadáveres ambulantes —Artemides estaba respondiéndoles a la Nereida y la Amazona. —Han dejado atrás su única oportunidad de negociar para continuar con la purga será mejor que regresen y se aseguren de mantenerlo vivo.
—Se refiere a Linar —Krist parecía estar a punto de correr de regreso. —Primero esperan que los matemos y después que los mantengamos con vida, su maldito juego.
—Ire yo —Avalon se apresuró hablar —Vamos Rey —me sujetó del brazo.
—Espera —Krist había tomado terreno y me sujeto de la mano.
—Suéltalo —Avalon se veía amenazante.
—No juegues con mi paciencia maldita Amazona —Krist se mostraba firme.
—No te metas con una Amazona Krist —Andrómeda lo sujetaba del hombro —Perderías —se acercó a su rostro dejándole un beso en la mejilla.
Krist me soltó la mano dejando mi brazo colgando, tomé con fuerza la mano de Avalon intentando contener las ganas de aventarme a la Nereida para decapitarla.
—Nadie ira a ningún lado, no volveré a perderte de vista Krist, iremos todos, no podemos perder tiempo, andando —desfunde de mi pantalón la espada y jale a la Amazona para que caminara juntó a mi sin soltarla de la mano.
—Todo estará bien Rey —Avalon me susurraba —Yo no te cambiare por nadie, matare a todo aquel que intente lastimarte.
Respondí sus palabras apretando su mano con ligereza para que entendiera que agradecía que estuviera conmigo en ese momento.
No tardamos en encontrarnos con Lial y su Nereida.
—Que gusto volvernos a ver —estaba alzando sus dos hachas de doble filo, tomaba una posición de ataque —Se arrepintieron de dejarnos con vida —su Nereida se posicionaba a sus espaldas.
—Podría intentarlo si tú haces algo—Krist sujetaba su lanza y la apuntó hacia Lial.
—Puedes calmarte Krist —estaba cansando de sentirme enojado con él —No Lial no nos interesa matarte, debemos mantenerte vivo si queremos continuar en la purga.
—Qué suerte la mía —se mostraba alegre mientras bajaba sus hachas —entonces nos volvemos a presentar; ella es Shyllphie y yo Lial del sector de los carneros, en mi sector me conocen como; el destripado —alzó el mentón con orgullo. —Sera un placer acompañarlos, espero nos mantengan a ambos con vida.
Caminó hacia nosotros haciendonos aun lado y poniendose a la delantera, estaba preparado por si aprovechaba la oportunidad para atarcarnos. Para continuar nosotros vivios, debiamos tenerlo a él con vida, pero eso no significaba que él no podia intentar matarnos, tenía toda la ventaja de su lado. Avalon y Krist parecía que pensaban lo mismo pues no soltaban las armas de la empuñadura.
—¿Qué estamos esperando? —se detuvo después de unos pasos.
—Andando —Krist iba detrás de él y todos los demás íbamos a sus espaldas.
Parecía no tener intención de atacarnos en estos momentos, aun así, no podíamos confiarnos.
Un sonido de interferencía se volvió a escuchar y eso solo significaba.
—Perdón topos me equivoque —era la voz de Artemides —Presione algo sin darme cuenta —parecía disfrutar este momento —Corran.
—¡Maldito caballo de tres patas! Cuando te vea me vengare de ti, escucha bien; Yo Avalon la Nereida de la venganza comandare tu muerte, tomare tu vida en nombre de la vida —Avalon parecía querer golpear a cualquiera de nosotros.
El sonido de los engranes volvió hacerse sonar, voltee a ver a Avalon, su rostro pasó de la ira al miedo.
—¡Corran! —Andrómeda gritaba delante de mí.
Los muros se accionaron y comenzaron a moverse, tomé a Avalon de la mano y corrí a prisa, delante de nosotros los demás parecían ir lo más rápido que podían, pero no parecía ser suficiente. Esta vez no había secciones en los pasillos, todo el corredor se movía al mismo tiempo y delante de nosotros no se veía nada para poder salir.
—¡Perdón! —Artemides se reía, su voz resonaba por todo el laberinto —Apresúrense o no llegaran a tiempo.
—¡Ah! —el gritó de Avalon estaba cargado con ira.
Los muros no se cerraban a prisa a nuestros costados, sin embargo el pasillo parecía no tener fin, el sudor en mi espalda me recordaba el esfuerzo en el que estaba sometiendo mi cuerpo, mis piernas comenzaba a sentirlas entumidas, Avalon no tardó en ser la que tirará de mi sujetando mi brazo, su condición era mejor que la mía.
—¡No! —Lial gritaba delante de nosotros.
Shyllphie se había tropezado cayendo de narices al suelo. Avalon me soltó de la mano y se quedó para levantarla.
—¡Rey no te detengas! ¡Continua! —intente disminuir mi carrera, pero había aprendido a confiar en la Amazona.
Delante de nosotros se comenzó a divisar una pequeña puerta, se veía diminuta.
—¡Ahí está la salida! —Adromeda gritaba para informarle a todos.
—¡Mierda! ¡No cabremos por ahí! —Lial gritaba para todos.
—¡Eres un estúpido! Es por la percepción, corre maldito caballo te necesito vivo —Avalon le contestaba detrás de mí.
Estábamos cerca podíamos lograrlo si no disminuíamos el pasó, Shyllphie parecía no poder correr más a prisa, pero no podíamos dejarla ni reducir la marcha. El pecho comenzaba a arderme y las costillas me dolían, no podía parar, utilizaba el dolor para intentar acelerar.
Por más que intentara continuar mis piernas no me respondían, se volvía más pesadas y mi respiración ya era un jadeo constante.
—¡Vamos Rey! —Krist me alentaba desde adelante —¡Por Linar! ¡Vallamos por Linar!
—¡Por Linar! —Alcé la voz como protesta.
—¡Por Linar! —Avalon respondía detrás de mí y a su vez lo hizo Andrómeda.
—¡¿Quién carajos es Linar?! —Lial no se mostraba muy convencido —¡Por Linar! —sin embargo, se unió a nuestro gritó.
La puerta comenzaba a mostrarse de un tamaño considerable estábamos cerca, sin embargo, los muros estaban muy cerca de nosotros, no tardaríamos en tener que reducir el paso para poder continuar andando.
Krist no redujó su marcha mientras alzaba su lanza, apuntó a prisa y la arrojo, esta se clavó en la puerta y se abrió, era de madera del otro lado podiamos ver un pastisal y un cielo azul.
—¡Ah! —Todos gritamos al mismo tiempo, los muros comenzaban a rosar nuestros hombros.
La adrenalina, desesperación y esperanza era una acumulación extraña cuando estabas corriendo por tu vida.
El primero en salir fue Lial y detrás de él Krist se arrojó al exterior. Andrómeda por el contrario solo redujo su marcha para salir con calma, parecía tener templanza de sobra.
Nuevamente había tenido que torcer el tronco de mi cuerpo para continuar corriendo, estaba en la misma situación que hace un rato, pero no tarde en salir, voltee hacia atrás buscando a Avalon.
—¡Lo logramos! —le dije a Avalon, esta aún se encontraba más atrás halando a Shyllphie que estaba llorando.
—¡Rey! —Avalón estiraba su mano hacia mi mientras gritaba mi nombre.
—¡Avalon! —Intenté volver al túnel, pero Krist estaba sujetándome de la cintura.
—¡No! ¡Reinar detente! —me sujetaba con fuerza.
—¡Avalon! —nunca había sentido tanta desesperación, estaba frente a mí, la vería ser aplastada.
Mi Amazona estaba a punto de morir delante de mí.
Siguiente capitulo; "El juego de la conquista"
Gracias por seguir hasta este punto. Buena ventura y espero verlos pronto.
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