Cuando finalizan su lectura se puede observar diferentes expresiones en los rostros perfectos de cada uno, Gadea tenía la intriga y la emoción de pensar que podría hacer algo distinto a probarse vestidos y repasar para ceremonias, en cambio, Harald pensaba que era absurda la idea de abrir una puerta la cual no sabían que había después ella tal vez sería un peligro para el reino y la población humana, con estos puntos de vista distintos se dirigieron a descansar en sus dormitorios, a la mañana siguiente Gadea se levantó decidida a ser ella quien abriese esa puerta sin importar quien se metiese en su camino y Harald bueno solo por el simple hecho de querer a su hermana le enseñó más técnicas de defensa para que pudiera protegerse mejor y no sufriera ninguna convalecencia en el camino mientras él seguía con sus entrenamientos para ser guardia real aunque deseara más ser rey, porque si estos mellizos querían el trabajo del otro, pero nada podría convencer a sus padres de cambiarles su futuro y tendrán que vivir con esto hasta el final de los días.