Los dos fueron criados juntos, puesto que los reyes pensaban que era absurdo enseñarles separados sabiendo que en caso tal de una tragedia podrían relevar al otro, aunque sí tenían unas que otras actividades separadas porque Gadea se preparaba para ser reina y Harald guardia cosas muy distintas a los ojos de cualquiera, la exigencia era notable ser una heredera al trono no era fácil, ya que tenía que hacer y aprender muchas cosas postura, caminado, vestimenta, como actuar en una reunión, hacerse valer como reina, en cambio, Harald tenía que aprender a combatir, liderar, pero sabiendo seguir órdenes de la ley suprema, tuvo muchos problemas porque no le gustaba combatir o tener que defender a todo un reino sabiendo que en una guerra muy probablemente el primero que moriría sería él a pesar de todo los mellizos no refutaron acerca de su destino y siguieron aprendiendo su labor para no decepcionar a sus padres. Una noche, a la edad de diecisiete años, Gadea se encontraba en la biblioteca del palacio leyendo las bellas historias de sus antepasados y en un rincón con algo de polvo encontró un libro titulado “la historia de la puerta misteriosa” salió del lugar y se dirigió a los aposentos de su hermano para mostrarle el libro: