12. La puerta granate
Al final hemos recorrido todo el mundo con Sofi, el recuerdo de Javi y Sarah me persigue pero el show debe seguir. Le he pedido para detenernos en el primer poblado que estuve porque pasábamos cerca. Allí me encontró Javi y conocí a Sarah. Necesitaba hacer este viaje, creo.
Me he encontrado con el poblado intacto pero vacío. En la placeta de reuniones hay colocada una losa de piedra grabada que reza:
"La ciudad de Villaluna fue un lugar rebosante de vida y de convivencia. Sus habitantes eran valientes y sensatos. El lugar neurálgico del poblado fué la plaza en la que usted se encuentra ahora. Aquí se realizaron los primeros cantos en la hoguera, las primeras fiestas de bienvenida y también las primeras convenciones de puertología."
Sofi se ha puesto a leer conmigo.
—Es la primera vez que veo que una sociedad habla de sí misma como si fuese una sociedad extinta.
—¿A quién crees que se dirige?— le pregunto.
—No me atrevo a decírtelo, al estar grabado en piedra diría que quieren hablar a gente del futuro, de un futuro muy lejano.
—¿A las siguientes horneadas?
—Es probable.
Como el texto señala a la biblioteca busco algún edificio o tienda nueva. Hay muchos, pero hay uno que parece fabricado en piedra y metal, como una caja fuerte gigante, no destaca mucho porque está semienterrado. El techo de la caja me llega a los hombros y hay un mecanismo, como de un volante, que debe ser para acceder. Al lado hay otra losa que dice:
"Nuestra misión era contarte lo que hemos descubierto. Ahora te toca a tí descubrir lo que necesites, espero que la puertología pueda ayudarte"
Sofi gira el volante y se activa un mecanismo que levanta una parte de la caja y sumerge la otra. Nos planta frente a una escalera que desciende. Todo está forrado de una lámina dorada que desprende luz propia por lo que no hacen falta ventanas, bajamos hasta una sala llena a rebosar de libros. La temperatura parece estar siendo regulada constantemente y la humedad más de lo mismo.
—Es imposible que hayan escrito esto en 6 o 7 años— comento.
—Estamos en un mundo sin imposibles ¿Recuerdas?— Se acerca a una estantería y toma un libro —Creo que cada libro está traducido a todos los idiomas, tenían muy claro lo que querían transmitir.
Yo lo de los idiomas no lo sé ver porque al entenderlo todo y siempre para mí es como si no percibiese la manera que tiene de llegarme el mensaje. Si ella lo dice debe ser verdad y al mirar más detenidamente descubro que en muchos libros se repiten los títulos, puedo leer muchas veces "El sentido de la puerta azul" o "La sociedad de los miedos irracionales" pero hay uno que me llama mucho la atención y lo tomo para ver qué cuenta, su título es "Lo positivo de la puerta Amarilla"
Leo un poco en voz alta y voy saltando páginas. Me detenido en estas palabras
"La puerta amarilla estará siempre en algún lugar, y el enigma es porqué solo está en uno. Parece que la lógica indica que debería encontrarse siempre allá donde no se sitúa la puerta roja pero nunca ha sido así. Siempre se sitúa en lo que hemos llamado "Allino", o para que se entienda mejor, se sitúa en el peor lugar posible.
El Allino siempre va a ser un lugar perjudicial para uno mismo porque nada se puede sacar del Allino, lo bueno es que la puerta del Allino muestra el camino en sentido negativo y ayuda a corregirlo."
Tras leerlo y seguir ojeándolo un poco cierro el libro y lo guardo en su sitio. Descubro que cada libro tiene el color de la puerta sobre la que habla. Pero solo hay 5 colores. El azul, el amarillo, el rojo, el Cian y el Granate. No hay ningún libro negro.
Me acerco al granate y lo abro.
"Las puertas son entes vivos, se relacionan entre sí y se unen. Se han dado algunos casos en los que a algunas personas se les han fusionado su puerta azul con su puerta roja y ha aparecido una única de color granate, su dibujo es un ciervo encaramado a un árbol mientras come de sus frutos, lo hemos estudiado y el árbol parece un granado. Un color muy apropiado. A quienes tienen esta puerta especial les llamamos sabios"
—¡Ja!— Me interrumpe Sofi— A partir de ahora vas a tener que llamarme sabia porque desde hace una semana mi puerta es granate.
—No pienso llamarte sabía.
—Eso te convierte en necio— dice mientras me mira por encima del hombro.
—¿en qué se parece un sabio y un árbol?— la carta del chiste malo es mega eficaz para bajarle los humos.
—Ni se te ocurra.
—Pues que...
—¡No!
—Sabes que lo voy a decir— procedo a amplificar mi voz y continuar, obviando sus ruidos— pues que al final ambos piensan con los pies.
Sofi después de reírse y de decir que no tiene ningún sentido me señala que en la biblioteca no hay ningún libro negro. Toma una piedra del bolsillo y hace aparecer uno que me da junto a un boli.
—Toma, creo que lo que has aprendido tiene que estar en la biblioteca.
—¿Y no puedes escribirlo tú?
—No, los sabios pensamos con los pies ¿recuerdas?
Crea una mesa y una silla, me siento y escribo un resumen de lo que conozco de la puerta negra. Me sorprende que no la conociesen pero pensándolo mejor, nadie con una puerta negra lo suele decir y creo recordar que en el poblado expulsaban a los puertas amarillas. Cuando he redactado todo lo necesario pongo una reflexión final:
"Con la muerte llegan las puertas, se materializa esa puerta que te persigue en ese momento. El efecto de la puerta abierta resulta irresistible, solo se puede aguantar unas horas como máximo y si lo alargas más se empieza a sentir el aliento. Creo que lo mejor es tener cerca las puertas roja y azul porque la negra da muy mala espina y la amarilla nunca es recomendable"
Sofi está leyendo por encima del hombro y no parece muy convencida
—Creo que te iría bien aprender a expresarte. De todas maneras nos quedamos sin tiempo.
Coloca el libro en una de las estanterías y me insta a que empiece a subir. Salimos otra vez al poblado, verlo me produce cierta angustia.
—¿Qué crees que les pasó?
—Lo he estado pensando, puede que se les hayan abierto sus puertas cuando acabaron la biblioteca ¿No crees? Al final es como si hubiesen cumplido su objetivo— me responde Sofi.
—¿y las inscripciones?
—Eso no lo sé. Dudo que pudiesen hacerlas con la puerta abierta y no creo que lo pudieran preveer porque no había nada en los libros que hablase de puertas abiertas. Has hecho bien en escribir el tuyo.
Al mirar a mis puertas me doy cuenta de que se están fusionando y empieza a aparece una puerta granate.
—¡Ja! Yo también soy sabio.
—Que no me esté riendo ahora mismo me sorprende ¿Se te han fusionado las puertas?
—¡Sí! Supongo que es por el libro que me has hecho escribir, pensaba que la puerta sería más fea pero ¡me gusta!
***
La montaña está llena de gente que se ha ido uniendo a la expedición. Ha pasado una semana y se nota mucho lo de las nubes porque el verde está volviendo a aparecer. Sofi dejó encargado a Mike que fuese seleccionando a las personas por sus habilidades y los fuese organizando.
Mike ha hecho equipos de diez por compatibilidades, lo ha llamado partys y su criterio ha sido juntar gente que pega cuerpo a cuerpo con gente que actúa a distancia y ha intentado poner en cada grupo gente con habilidades especiales de curaciones o potenciación. Me ha parecido súper inteligente.
A Lucas no ha sabido donde colocarlo, creo que es porque no le ha contado sus poderes o bien se ha callado el de ver los secretos. Le pido a Sofi si lo puede poner conmigo y Sofi me mira extrañada.
—Tu no tienes nada que hacer con los dragones.
Me ha dejado de piedra, llevo desde lo de las ninfas con los dragones entre ceja y ceja y de pronto me excluye del plan. No le he dicho lo de los colores porque me da vergüenza, en verdad no sé lo he dicho a casi nadie, pero ¿de ahí a considerarme un inútil?
—¿Mike no te ha contado mi papel en la ciudad nevada?
—Precisamente por eso tomó esa decisión, me dijo que tienes herramientas poderosas como las telarañas y quizás otras pero que no las sabes usar cuando es necesario. En lugar de lanzarte con una telaraña te pusiste a volar como un pajarito, eso puede aniquilar a una party entera.
No lo dice para herirme. Está convencida de sus palabras y lo que quiere es que lo entienda. Intento convencerla de que sirvo y mucho. Estoy por contarle cómo ayudé a que se acabaran los problemas en la ciudad nevada pero ¿De qué serviría?
—Confías mucho en Mike, ¿no?
—Claro, llevamos toda la vida juntos.
—Creo que Mike se equivoca al dejarnos fuera a Lucas y a mí.
—No te está dejando fuera, solo que no has estado ni en las simulaciones ni en los entrenos. Además que esto es el último paso y en todos los otros tú has participado como el que más. Si sale bien habrá sido gracias a tí.
—Para, a ti sí que te ha asignado un grupo ¿Verdad?
No me contesta .
—Tú tienes equipo ¿No?
Después de un silencio afirmativo se levanta diciendo que tiene que crear naves anti-fuego y se va, dejándome solo en la sala pequeña, una más privada que han creado para reuniones. Lamento muchísimo que Javi no esté, lo habría puesto a morder calcetines para conocer los poderes de los descartados y montarme un equipo yo. ¿Me habría odiado? quizás, pero creo lo hubiese hecho. Era una persona muy metomentodo. A lo mejor debería explicar lo de los colores a Mike pero no confío nada en él. Lo de los colores son un seguro de vida.
Aún sin Javi creo que intentaré hacer un equipo paralelo al plan. Quiero ver cómo son esos dragones y además que tengo grabado en la mente el mensaje de Sarah de llamar a la naturaleza y encauzarla. Empiezo a andar buscando a Lucas, quizás si le engaño haciéndole creer que me han pedido montar un equipo especial me crea y se una, si no es así dudo que acepte por lo legal que es.
Lo encuentro fuera, en una zona de la montaña que está tallada creando así un mirador con un banco muy cómodo tallado también. Hasta ahora era absurdo porque todo era desierto pero ese banco ahora resulta mucho más agradable porque ya reluce el verde. Me siento al lado suyo y le pregunto qué tal. Me mira y hace una sonrisa amarga.
—Veo que también han prescindido de tus servicios.
Le miró sorprendido hasta que recuerdo que es capaz de ver los secretos de los otros. Allí se me ilumina la cara.
—Tu puedes saber qué poderes tiene la gente, ¿no?
—Solo los que la gente conoce y no quiere decir, hay poderes muy raros. El tuyo de los chistes es de los más normalitos.
—¿Te animas a montar un equipo paralelo? Me niego a que me dejen fuera.
Después de un rato y de fijarse en mi puerta dice —Sí, creo que es una buena idea.
Que se una Lucas es buenísimo. Él ha estado en el equipo de investigación de dragones y si a eso le añadimos que la puerta que me sigue continúa siendo la granate, creo que vamos en el camino correcto.
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