Quinta prueba: Parte cuatro
Ni qué decir sobre la pelea de Rafael. En cuanto llegaron a la cámara en la que se realizaban las peleas, fue evidente que Rafael había ganado. Keri Cáceres y un chico cuyo nombre Alyssa no conocía, estaban hablando con él. A estas alturas, muchos ya tenían en claro si habían clasificado o no, pero todavía dependían de esta última pelea. Podría ser que, dependiendo de si Helio o Tristán ganaban, uno o dos se salvasen (o no).
El chico contra el que peleó Rafael solo había tenido una victoria, así que, desde antes de enfrentarlo, ya sabía que había fallado la prueba. Golpeado y sin moral, decidió irse a tirar por la enfermería en vez de presenciar el combate final, que, a todas luces, seguía viéndose como una paliza segura para Tristán a ojos del resto de los aspirantes.
— Esfuérzate y te irá lo mejor posible - Lo alentó Alyssa, intentando creer en sus propias palabras. Al menos, ahora creía que su pequeño amigo podría defenderse antes de ser noqueado por Helio.
Violet, por su parte, se decidió a besar a Tristán, ahora por un par de segundos.
— Sé que puedes - Sonrió Violet - Aquí estaré. Suerte.
Tristán avanzó hacia la arena mucho antes de que Helio Soto se levantase de su lugar. Pese a que seguía siendo el mismo chico escuálido y de piel lechosa que antes, se veía ligeramente distinto. Caminaba distinto. Respiraba distinto. Tal vez era impresión de Alyssa, pero se veía más confiado. No le temía a enfrentarse a Helio, aunque quizá fuese exageración afirmar que se veía muy feliz con esa perspectiva.
— Esto será divertido - Musitó Keith May, uno de los examinadores y probablemente, el bully de tu escuela de cuando eras pequeño.
A su lado, Amelia negó con la cabeza, probablemente aguantándose las ganas de cogerlo de las greñas frente a los aspirantes. Alyssa sonrió. Extrañaba a su amiga Amelia, aunque ahora no hablaban casi en lo absoluto.
— ¿Listos? - Preguntó Carol, la examinadora titular de aquella prueba.
Helio por fin se puso de pie: ese sujeto tenía músculos hasta en los músculos. Sopló el mechón de cabello que se le cruzaba frente al rostro y, como si Tristán no fuese más que una cucaracha en su camino, lo miró con desdén, como si no pudiese creer que enfrentarlo contara para ganar la prueba.
"Debe pensar que la prueba ahora es ver cuánto tiempo tarda en exprimirlo", pensó Alyssa, dejándose llevar por sus pensamientos más negativos. Si Tristán hubiese ganado uno o dos combates más, no la tendría tan difícil, pero ahora, ganarle a Helio era su única oportunidad para calificar, y eso seguía siendo casi imposible, pero él no lo sabía.
Sonó el silbato.
Helio cargó contra Tristán, dispuesto a romperle algún hueso lo más pronto posible. Tristán se agachó, esquivando el primer golpe, para después acomodar un gancho en el abdomen de Helio, quien apenas lo sintió. Tristán se hizo a un lado cuando sintió venir el codazo de su enemigo en respuesta.
No iba a ser fácil. Sin embargo, a su alrededor, todos guardaban silencio. Todos parecían esperar mucho de él, ahora que no había sido descalificado por knockout durante los primeros seis segundos de la pelea. Además, logró asestar el primer golpe de la pelea. ¡Realmente le estaba yendo bien!
Ese pensamiento lo distrajo, haciendo que casi recibiera un puñetazo directo a su cara. Esquivó y, cuando se dio cuenta de que Helio estaba a punto de arremeter contra él, tal y como Rafael le había dicho que haría, se hizo a un lado de último segundo, arrastrando las plantas de los pies a un lado, sintiendo aquél sonido que producían contra el suelo de la cámara.
Entonces, vio la oportunidad. Arriesgándose un poco, decidió patear a Helio al costado. Eso le valió para hacerlo perder el equilibrio. Cayendo con una rodilla apoyada en el suelo, Helio lo miró con el odio creciendo en su interior. Tristán supo en ese momento que ya no podía prolongar más la pelea. Helio iba a tirar a matar ahora que lo habían humillado de esa manera, tirándolo al suelo cuando no había encajado ni un golpe contra el flacucho.
Tristán no cometió la bajeza de atacarlo cuando aún no se incorporaba. Eso pudo valerle la victoria, pero no pensaba jugar sucio como Helio. Tan pronto el contrincante se puso de pie, atacó como un gorila rabioso, tal como Rafael explicó. Tristán logró bloquear el primer manotazo, desviándolo a un lado. Helio lanzó dos o tres golpes más, todos desviados por las manos de Tristán, quien pronto se dio cuenta de que Helio estaba aumentando la velocidad y, en unos cuantos golpes más, iba a salir muy lastimado si no se apartaba.
Tristán decidió hacer lo que antes le había funcionado con Mariela y abrazó a Helio, quien, confundido, no pudo encajar su último golpe (no pudo encajar ninguno, de hecho). La estrategia de Tristán, ya conocida por sus anteriores rivales, parecía dar resultado (al menos, la primera vez). Tan sólo debía evitar que le pegaran y...
— ¡Malnacido, pelea de verdad! - Gritó Helio.
Entonces fue cuando Tristán lo empujó con ambas manos y, tomando un gran riesgo, dio un giro en el aire, encajando una patada voladora al pecho de Helio, haciéndolo retroceder un poco más en dirección a la línea.
— ¡Vamos Tristán! - Gritó Violet desde donde los aspirantes observaban.
— ¡Tú puedes, muchacho! - Alzó la voz Rafael.
Helio respiraba pesado, como si su ira estuviese a punto de desatarse. Iba a protagonizar otro de esos ataques de gorila, eso seguro.
Tristán calculó la distancia que le quedaba a Helio para salir del área. Retrocedió rápidamente un paso y después, emprendió una corta carrera, casi vertical, que terminó en un salto. Dio el giro para su patada voladora una vez más y apuntó de nuevo, ahora a la cara de Helio Soto, quien abrió los ojos, dilatándose sus pupilas al ver el pie de Tristán aproximarse a su rostro.
Y entonces, rápidamente, en una fracción de segundo invisible para la mayoría de los presentes, Helio extendió el brazo derecho y, con la palma de su mano, detuvo la patada de Tristán. No solo eso: cogió su pie y, en un movimiento que debió ser fatal, le dio una vuelta en el aire para después, azotarlo contra el suelo.
Lo había cogido.
Helio Soto por fin había cogido a Tristán.
Sonó horrible al azotarse contra el suelo.
Violet ahogó un grito. Alyssa apretó los puños, resistiéndose a correr a la arena para frenar a Helio. Rafael cerró los ojos, llevándose una mano a la cara para cubrirla. Los examinadores se quedaron fríos.
Como si eso no fuera suficiente, Helio levantó a Tristán del suelo, cogido de una pierna, y lo volvió a azotar contra el piso. Lo repitió una o dos veces más hasta que se cansó y, lanzándolo al aire, lo cogió con ambas manos, de cabeza, listo para quebrarle algo más que uno o dos huesos.
La nariz de Tristán sangraba. Le costaba respirar después de ser azotado contra el suelo cuatro veces. Y sin embargo, no lo había dicho: no había dicho "me rindo". La pelea continuaba.
Con una mano, cogió a Tristán del cuello y con la otra, intentó cogerlo del cabello, ya alzado del suelo. Sin embargo, Tristán reaccionó, mordiendo la otra mano de su enemigo, hincándole los dientes con toda la furia que Helio había descargado sobre él antes de eso.
Helio lo soltó, lo que Tristán aprovechó para prenderse de él para no caer directo al piso en un último intento de no lesionarse antes de quedar inconsciente por la asfixia. Accidentalmente, desgarró la playera que usaba su rival, justo cuando Helio estaba a punto de clavarle un codazo en la nuca para noquearlo.
Alyssa pudo ver un tatuaje asomándose en la espalda de Helio: su tinta era roja y rápidamente, el examinador Keith atravesó la distancia que lo separaba del área, cogiendo a Helio del cabello y azotándolo a él contra el suelo.
— ¡Suficiente! - Gritó - ¡Ya estaba medio muerto! ¡No era necesario! Se te advirtió, Soto.
Pero esa no fue la razón por la que Keith saltó al ring. Desgarrando todavía más la playera de Helio Soto (y de paso, dejando al descubierto su musculatura perfecta), un tatuaje malasangre pudo verse abarcando la mayor parte de su espalda alta.
Antes de que Helio contestase, Keith le asestó un golpe en la nuca, dejándolo inconsciente.
— La pelea terminó - Anunció.
El cuerpo de Tristán, inmóvil, seguía tendido en el suelo. Entonces fue cuando Violet, seguida de Alyssa, corrieron hacia él, voluntarias para llevárselo a la enfermería.
Al final, no pudo vencerlo.
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