| propuesta nueve |
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Volvieron pronto a casa según la hora que marcaba el reloj de pared de la cocina. Jimin se encontraba apoyado en el mesón mientras entre sus manos sostenía un tazón donde yacían apenas los restos de unos cereales y sus labios bebían desde el mismo recipiente el yogurt de fresas restante en él.
— Oh, estás aquí —La voz rasposa del hombre se hizo lugar en el silencio que Jimin había disfrutado por un rato.
Levantó su mirada del tazón algo avergonzado y limpió con la manga de su suéter el resto de yogurt que se escapó de su comisura derecha, arrugando la nariz luego por su asquerosa acción.
— ¿Necesitaba algo? —Dejó el tazón en el fregadera a su vez que lavaba sus manos.
— Quería saber si todo va bien contigo y Yoon, los he notado algo distanciados —Jimin se giró hacia él, secando sus manos con el repasador de su lado con una ligera mueca. —, en realidad no lo he notado, Jungkook me ha ido con el chisme.
Jimin entornó sus ojos y se permitió reír ligeramente por lo del menor.
— ¿Y bien? —Insistió.
Jimin suspiró ligeramente y abrió sus labios para hablar, pero instintivamente volvió a cerrarlos cuando YoonGi se hizo paso en la cocina.
— Sí, está todo bien entre Jiminnie y yo, tan sólo han sido algunas diferencias que tienen todas las parejas —Jimin evitó la mirada de YoonGi. De alguna manera no se sentía de ánimos para verle. — ¿Verdad, cariño?
Jimin sonrió, tal vez muy forzoso, pero lo hizo para asentir a lo dicho y dejar tranquilo al hombre canoso que asintió con una ligera sonrisa.
— He escuchado también lo que ha pasado hoy en el almuerzo —Volvió a hablar. —, también chisme de Jungkook —Agregó apenas luego y YoonGi entornó sus ojos. — Pero al caso —Miró a Jimin dirigiéndose a él y este le miró también. — No hagas caso a lo que diga Donghae, mi hijo siempre ha sido un terco, si te dieras una idea de cuantos rezongos al día tenía mi esposa por ese chiquillo travieso —Jimin sintió tal vez una ligera alivianes al oír al hombre y sus hombros se destensaron un poco.
— Seguramente nana hubiese golpeado su cabeza con una cuchara de madera como lo hace mamá ahora —El hombre rió, asintiendo a lo dicho. Jimin frunció su entrecejo sin entender. — Así le decíamos a la abuela —YoonGi calmó su duda.
— A Taeyeon le hubiese encantado conocerte ¿Sabes? —Jimin sintió su corazón estrujarse al oír al hombre y más verle sonreír con una melancolía brillando en sus oscuros orbes. — Ella era una mujer... Increíble.
YoonGi asintió con su cabeza, sonriendo de igual forma, aunque un poco más triste y eso Jimin lo notó, sintiéndose repentinamente demasiado desanimado incluso si las intenciones de hablar sobre aquel tema no fueran precisamente para hacerle sentir así.
— Pero está en un lugar mejor, ahora no tiene que andar regañando cada dos por tres cada que yo no encontraba mis calzones o porque Jungkook se comía todas sus galletas —Agregó risueño, recordando con sumo cariño y felicidad a aquella mujer que había sido la razón de sus días. — Chicos —Jimin ya no quería alzar su mirada, no quería estar allí realmente, quería encerrarse en el cuarto de lavado y esconderse; Pero terminó haciéndolo, al igual que YoonGi. — No dejen que cualquiera logre tirarles al suelo. Mi relación con Taeyeonnie siempre fue mal vista por todos, más que nada por mis padres ya que ella era hija de la criada, pero el amor era más importante que todo —Comenzó a caminar fuera de la cocina, deteniéndose en la salida del comedor para mirarlos, sonriendo suavemente. — Ámense, que luego del amor, no existe nada —Y se retiró, dejándoles solos.
Jimin abrazó su propio abdomen, presionando con fuerza mientras intentaba controlar los fuertes latidos que arremetían contra su pecho dolorosamente y quiso llorar tanto.
Tan sólo no debía pensar en ello. No debía relacionarlo con lo suyo. No debía.
— ¿Te encuentras bien? —Cierto, YoonGi seguía ahí.
Simplemente asintió con su cabeza frenéticamente, sus dedos enfuscados en su suéter mientras seguía abrazado a sí.
— No mientas, tus orejas se colocan rojas cuando mientes —Jimin frunció su entrecejo, alzando su mirada finalmente al rubio que ahora pelaba la cascara de una mandarina sin mirarle ya que sus ojos estaban en la fruta entre sus manos. — ¿Tu herida sanó? —Se refirió a la vendita que aún seguía en su frente, y Jimin se encogió de hombros nada más.
Muequeó luego, sintiéndose repentinamente molesto.
Ese día se la había pasado así. Lleno de emociones raras que cambiaban de un momento a otro y le frustraba tanto. Tanto como para que le saliera un pequeño sarpullido en su nalga izquierda ya que cuando se frustraba o estresaba pasaba aquello.
Sí, su culo pagaba sus frustraciones con creces.
No dijo nada, tan sólo caminó hasta el desayunador para irse, pero una mano tomó su brazo, deteniéndole.
— Haz estado así desde temprano.
Jimin suspiró.
— Ha sido un día fascinante para estar lleno de risa ¿No crees? —Espetó con sarcasmo, intentando safarse del agarre, pero YoonGi no cedía. — YoonGi, suéltame.
—¿Estás así por lo que dijo mi papá? —Jimin frunció sus labios.
— Estoy así porque ha sido un jodido día de mierda y lo único bueno que ha pasado hoy es el bendito yogurt con cereales que acabo de comerme —Finalmente de un tirón se soltó del agarre del mayor.
YoonGi bufó cuando Jimin nuevamente comenzó a caminar para retirarse y le siguió, incluso en las escaleras.
— Para de seguirme.
— Deja de escapar.
— ¡YoonGi! —Jimin finalmente se detuvo a unos escalones al pasillo de segundo piso, girándose ya hastiado de la estúpida actitud que el mayor de ambos estaba tomando.
¿No podía solamente dejarlo ahí y ya está?
— ¿Qué mierda es lo que te pasa? No dejaré de joderte hasta que hables —Le jaló del suéter, tomándolo con fuerza como si aquello lo aprisionara para que no escapase. —, y no vengas con excusas baratas, Park.
Jimin explotaba en un rubor que se apoderaba de su cuello ante el enojo que estaba guardando hace rato.
— ¿Qué mierda es lo que me pasa? ¿Realmente lo preguntas? —Jimin sintió su voz temblar pero no le dio importancia, no tanto como YoonGi que dejó de fruncir su entrecejo al escuchar la voz del menor. — Estoy... Estoy harto, YoonGi, jodidamente harto, de ti, de la compañía, de las personas... De mí —YoonGi aflojó su agarre en la tela del suéter contrario cuando Jimin apartó su mirada, perdiéndose en el mármol de las paredes. — Si tan sólo... —Jimin apretó sus labios, deteniendo su hablar abruptamente cuando se percató que estaba hablando de más.
De más e innecesariamente. A YoonGi no le interesaba nada de él.
— ¿Si tan sólo qué? —Jimin no respondió, girándose, y el agarre en su suéter del contrario finalmente se soltó. — Jim-
— Déjame, tan sólo... Déjame en paz —Y se retiró, con unos minutos luego de que una puerta cerrarse se escuchó, indicando que el menor entró seguramente en el cuarto que compartían.
YoonGi se quedó ahí, estático, y sus manos se apretaban en puños tensos que no tenían razón alguna, o eso quería creer.
Día de mierda y en progreso.
YoonGi subió los últimos escalones y caminó en dirección también al cuarto, como si las ganas de pelear siempre estuviesen ahí sí del menor se trataba. Sus pasos se detuvieron justo en la puerta, pero su mano se frenó en el picaporte cuando escuchó la voz del menor hablando.
— Sí... He tenido un pequeño problema con el móvil, pero ya lo tengo de vuelta —Rió suave y YoonGi frunció su entrecejo. ¿Con quién hablaba y por qué reía tan fácilmente? ¿No que tan enfadada la hormiga hormonal? — ¡No seas bobo! ... Ah, Jaehyun-ssi, tonto, tonto —Nuevamente rió con un poco más de gana y YoonGi sintió su mandíbula doler a causa de lo tensa que se había colocado al escuchar al mencionado.
<< Tss, por supuesto que sería ese cara de manopla, gringo falso, come mier-Vale, ya >>
— Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas, hyung tarado —YoonGi dio un respingo del susto, girándose para ver al castaño apoyado en el marco de la puerta de su cuarto, comiéndose una mandarina.
— Es de mala educación comerte la fruta de otros —Arqueó una ceja hacia él.
— No tiene tu nombre por ningún lado -Se metió una rodaja a la boca, sonriendo burlón.
— ¡Yo la pelé!
— ¡Que le haz sacado apenas un pedazo de cascara mentiroso!
— ¡Dame la mandarina, Jungkook!
— ¡Oblígame, anciano!
Jungkook salió corriendo cuando el mayor se saltó hacia él para quitarle la fruta, correteando escaleras abajo y luego hacia afuera de la casa entre carcajadas.
— ¡Siguen igual de peleadores que siempre! —Una voz femenina se hizo presente, deteniendo la pelea que el par de hermanos estaba teniendo en el suelo.
Ambos alzaron su vista para encontrarse a una cabellera pelinegra decorada de un precioso moño amarillo a lunares café junto a una rosada sonrisa.
YoonGi frunció su entrecejo, levantándose del suelo a su vez que sacudía su camiseta repleta de pasto.
— Tanto tiempo sin vernos chicos —La muchacha se acercó hasta ellos.
— Noona, pensé que estabas en Busan —Jungkook le sonrió con suavidad, recibiendo un beso en la mejilla de la mencionada.
— He vuelto apenas me llegó la noticia de que tu hermano estaba de vuelta en Daegu —Desvió su mirada radiante hacia el rubio que permanecía en silencio a su lado. — ¿No me saludarás? —Rió ligeramente y con picardía.
YoonGi dio un respingo, rascando su oreja cuando acercó su rostro al de la contraria para depositar un suave beso en esta, algo incómodo.
— Un gusto en verte de vuelta, Jennie.
Jimin sonrió una vez cortó la llamada y rió tontamente cuando vio que esta había durado una hora.
¿Tanto? Siempre pasaba eso si se trataba de Jaehyun; Siquiera se había percatado de cuán rápido se habían ido los minutos.
Pero de lo que sí se percató fue de aquella muchacha del moño amarillo que vio desde la ventana que recibía risueña un beso en la mejilla de... ¿YoonGi?
¿Qué demonios hacía YoonGi besando la mejilla de esa chica?
¿Y quién demonios era esa chica?
¡¿Y por qué demonios su nalga estaba picando tanto?!
Jimin frunció su entrecejo y abultó sus labios como inconscientemente hacía siempre que algo le molestaba. Porque sí. Aquello que había visto le había molestado y todo el humor que había recuperado luego de la llamada con Jaehyun se había ido al drenaje.
Sus pies nuevamente se calzaron con sus botas y echando humos salió del cuarto, bajó las escaleras y salió de la casa en dirección a las tres personas que se encontraban hablando animadamente.
Sus pequeñas pisoteadas eran bastantes graciosas, más luego de haber pisado eses de -seguramente- Min Holly que le hacían resbalarse apenas por el rocío del pasto.
— Oh, Jimin hyung, creí que estabas durmiendo —Jungkook tragó su última rodaja de mandarina al ver al peligris llegar hasta ellos, no de muy buen humor al parecer...
YoonGi frunció su entrecejo al escuchar a su hermano y se giró para ver al igual que la pelinegra del moño amarillo.
— Noup, estoy bastante despierto -Sonrió de manera ¿Adorable? O algo así, eso intentó para verse "natural". — Yoonie~ ¿No me presentarás? —Jimin se colocó al lado del rubio aún con una ligera sonrisa en sus labios.
... ¿O tal vez sí estaba de buen humor?
YoonGi arqueó una ceja ante aquella actitud del menor, incluso tal vez divertido por recordarle la escena de la cafetería.
— Claro... Eh, Jimin, ella es Jennie, y Jennie, él es Jimin-
— ¡El prometido de hyung! —Jungkook agregó y Jimin reprimió una sonrisa de satisfacción al ver como la sonrisa de la pelinegra comenzaba a borrarse de su perlado rostro.
<< ¡Já! Toma eso, flacuchenta aplanada >>
— ¿Prometido? —Cuestionó Jennie sin comprender, desviando su mirada al rubio a su lado.
YoonGi resopló, llevando su mano a su nuca para rascar de esta con cierta incomodidad.
— Sip, YoonGi y yo nos casaremos pronto ¿No es lindo? —Jimin entrelazó su brazo con la del contrario a su lado, apretando de este casi con posesión y celosía.
Angelina Jolie, ya tienes rival en el mundo del cine y es un coreano de metro cincuenta y tanto.
— Oh, eso es... Bueno, es genial ¡Realmente me alegro por ti, Yoon! —La muchacha volvió a sonreír, dándole una suave palmada en el hombro al mencionado. — Por ambos, me alegro por ambos y les deseo mucha suerte en todo —Finalmente sus delgados brazos rodearon a ambos muchachos con una amplia sonrisa bastante sincera.
Jimin "correspondió" el abrazo con unas apenas palmaditas con las puntas de sus dedos en la espalda de la muchacha y YoonGi simplemente miraba a la nada demasiado mareado con todo.
— En fin, debo ir a ver a la señora SunHee, he quedado de ir a ayudarla para los preparativos del festival del vino de este fin de semana —Jennie les soltó y con una suave sonrisa se inclinó apenas como despedida, incluso a Jungkook que jugueteaba con su móvil distraído. — ¡Nos veremos luego chicos!
Y se fue agitando su mano en el aire en despedida a ellos, desapareciendo luego del pequeño portón de madera que había que Jimin jamás percató antes.
— Iré a... Darme una ducha —YoonGi comenzó a caminar hacia la casa nuevamente.
Jimin frunció su entrecejo ligeramente.
Él ya se había bañado antes del almuerzo... Fue cuando pasó eso; Jimin reprimió el calor que quería subir abrazándose a sí mismo, viendo como YoonGi finalmente entraba y desaparecía tras la puerta de entrada del gran hogar.
— No te preocupes, Jimin-ssi —La voz de Jungkook le recordó que seguía ahí con él, girándose con su mirada a su dirección. — Es por Jennie noona que está así seguramente.
Jimin alzó sus cejas hacia él.
— Huh ¿Hyung no te ha contado aún? —El peligris negó con su cabeza, sin comprender realmente. — Jennie noona fue novia de YoonGi por un largo tiempo hasta que él se fue a Seúl y su intento de relación a distancia no funcionó. Pero ambos quedaron como buenos amigos luego, como siempre lo fueron —Jimin se sintió repentinamente pesado y sus dedos se aferraron a la tela de su suéter a su vez que sus brazos abrazaban con más fuerza su propio cuerpo.
¿Novia?
— Pero a hyung aún se le hace algo difícil ver a noona, se nota que se incomoda bastante, como ahora —El menor rió ligeramente, concentrado en la pantalla de su móvil. — Ellos se querían mucho, debe haber sido difícil para ambos terminar —Agregó.
Y Jimin se sintió con los ánimos por el suelo repentinamente y no quiso realmente pensar por qué ya que seguramente terminaría con unas ganas inmensas de darse la cabeza contra la pared o que el pajarraco que se llevó su móvil se lo llevara a él también.
— Vamos adentro, hyung, mamá quería hacer galletas y podríamos ayudarle.
Jimin asintió algo desorientado a lo dicho, tal vez las galletas le harían sentir más normal.
Jungkook tomó su mano para llevarle con él, dándole ligeros apretones al mayor para que cambiase un poco la cara; Realmente creía que su hyung tenía una bonita sonrisa y que debía mostrarla más, era algo en lo que concordaba con su primo Taehyung y también con el abuelo Seungmin y, bueno, con mamá y la tía Jae... Vale, con todos en casa creía aquello.
Por ello no dudó en hacer cuanta payasada se le ocurriese para hacer reír a los mayores que intentaban cortar la masa de galletas con formas de corazones entre intensas carcajadas por el menor.
— Gracias por la ayuda, chicos, aunque creo que tardé más que lo normal con ustedes que cuando lo hago yo sola —Jimin rió suavemente, terminando de lavar el último cortador de galletas. — Iré a darme un baño mientras se hornean. Jiminnie, te dejo a cargo del horno, no me fío para nada de mi hijo —Jungkook frunció su entrecejo al oír a su madre. — ¿Qué? La última vez se te quemó la sopa ¿Crees que puedo fiarme de ti?
Jimin se echó a carcajear.
— ¡¿Cómo quemas una sopa?! —No podía aguantar las risas que contagiaron a la rubia a su lado.
El menor resopló.
— ¡A todo mundo puede pasarle!
— ¡No, sólo a ti se te quema una sopa! —El castañito gruñó cuando su madre despeinó sus cabellos, cruzándose de brazos. — Vale, iré a por mí merecido baño, Jimin, te dejo a cargo —El peligris asintió con una suave sonrisa, limpiando sus manos en el delantal que tenía atado a su cintura.
La mujer desapareció finalmente por las escaleras y el menor también un rato después que estuvieron ambos mirando algunos memes en el móvil del contrario.
Jimin se encontraba nuevamente solo en la cocina y sus pies comenzaron a balancearse en el aire cuando se sentó sobre el mesón, como acostumbraba a hacer en su casa.
Ah, extrañaba su casa. A Kkanji. A la señora SuNi y sus ricas tartas de manzana...
Jimin abultó su labio inferior en un puchero al ver la foto que la señora SuNi le había enviado una vez tuvo su nuevo móvil esa tarde; Su pequeño Kkanji se encontraba jugueteando con su ratón de juguete rosa que tanto le encantaba y que tenía desde pequeñito mientras SuNi miraba con dulzura al animal, saliendo también en la foto. Una sonrisa pequeña borró aquella mueca tristona y todo lo malo de hace un momento, esa mañana, tal vez todo lo malo de hace tiempo que tenía guardado, se disipó con tan sólo aquella foto donde yacía su única familia.
La única desde hace tanto tiempo...
— Se te queman las galletas —La voz ronca de quién conocía bien le hizo sobresaltarse y abrazar a su pecho el aparato, mirando en el desayunador como YoonGi finalmente comía una mandarina.
Jimin frunció su entrecejo y no dio atención a lo que debía hasta que el mayor apuntó con un movimiento de cabeza el horno y Jimin sintió el aroma a tostado dulce.
Dio un brinquito rápido y corrió hacia la cocina, apagando esta y abriendo la puerta del horno, dirigiendo sus manos hacia la bandeja con galletas.
— ¡Jimin, espera, no lo tomes sin-
— ¡AAAAAAAAAAAAAH!
— Manopla —Completó la oración, dándose un golpe en la frente ante la idiota acción del menor.
Jimin se dejó caer de culo al suelo, lloriqueando y entre pequeñas lágrimas que salieron rápidamente de sus ojos mientras tomaba su mano derecha donde ahora había un insoportable y doloroso ardor acompañado de un rojo que comenzaba a intensificarse por toda su palma y parte de sus dedos.
— Solamente a ti se te ocurre tomar una jodida bandeja del horno sin usar una manopla, Park Jimin —El mayor dejó su mandarina a un lado ¿Cuándo podría comerse la bendita fruta en paz? Y fue hasta el menor, hincándose frente a él para tomar su mano.
— A-Auh, auh, duele —Jimin mordió con fuerza su labio inferior mientras el mayor inspeccionaba su mano quemada.
YoonGi suspiró.
— Ahora vengo —Jimin le vio irse y lo único que pudo hacer por mientras para intentar aliviar el dolor fue soplar su mano. YoonGi volvió sólo unos minutos después con... ¿Pasta de dientes?
— ¿Por qué traes pasta de dientes? ¡Me he quemado una mano, no me ha salido una carie! —Frunció su entrecejo y puchereó, ahogando un quejido cuando el mayor jaló con suavidad su mano.
— Cierra la boca por un rato ¿Quieres? —Jimin apretó sus labios resignado. — Y la pasta de dientes es para calmar el dolor y evitar que se forme una ampolla de agua que seguramente te duela hasta el culo cuando explote —Los ojos del menor se abrieron exageradamente con terror a lo dicho.
YoonGi untó un poco de pasta de dientes por toda la quemadura del menor, intentando ser suave cuando veía a este dar pequeños respingos ante el roce mínimo, hasta que la cubrió por completo.
El ardor comenzó a disminuir y Jimin finalmente suspiró con alivio a su vez que se levantaba del suelo, viendo como YoonGi tomaba la jodida manopla y sacaba la bandeja con las galletas ya cocinadas, dejándola sobre el mesón para que enfriaran.
— Mhh, gracias —Jimin cuidó de que nada rozase su pobre mano, agradeciendo casi en un susurró al mayor.
— ¿Ah? —YoonGi se giró hacia él, metiendo otra rodaja de la fruta a su boca.
Jimin resopló.
— Que gracias. Por lo de recién... Y el móvil... Y lo del parque, supongo —YoonGi ladeó su cabeza un poco y asintió a su agradecimiento sin decir palabra alguna.
A Jimin le molestó aquello; Que no haya dicho un misero "de nada", pero realmente ya no tenía ganas de pelear. Al menos por lo que restaba de día.
Y así fue hasta que llegó la hora de dormir, cuando al salir del baño se encontró con un dormido YoonGi desparramado en la cama, la cabeza colgando del colchón y roncando con la boca abierta.
— Ew —Jimin se acercó hasta él a pequeños pasos, arrugando su nariz en desagrado ante la baba que caía de la mejilla de mayor. — YoonGi, eh, despierta, estás en la cama... Vamos, despierta —Sacudió ligeramente el brazo contrario, pero no dio señales de vida.
Ok, pero seguía vivo, tranquilos todos.
Bufó rendido, dejando de intentar despertar al contrario.
YoonGi estaba del lado izquierdo de la cama, desparramado como dijo, y tan sólo bastaba con correr el brazo del otro apenas y tendría su lado derecho libre para dormir.
El problema era que Jimin no quería dormir con YoonGi ahí ¡Que por algo el otro dormía en el suelo!
Jimin nuevamente bufó, dando vueltas de lado a lado mientras pensaba como deshacerse del rubio para poder dormir finalmente.
¡Hasta que lo consiguió!
Tomó el cubrecama entre sus manos y comenzó a tirar de él de manera en la que el mayor se movía con ella los pocos centímetros que el menor lograba mover. Así estuvo un rato hasta que, sin darse cuenta, el estruendo del cuerpo del mayor caer al suelo le hizo detenerse.
— Uy —Jimin se esperó una posible patada de parte del otro por haberle tirado y además despertado, pero la patada no llegó, sino más bien un ronquido.
YoonGi seguía durmiendo plácidamente en el suelo sin problema alguno y eso para Jimin fue más que suficiente para apagar las luces y meterse de un saltito en la cama, enrollándose entre las mantas como siempre, complacido ante lo fresco de las mismas.
La hora en su móvil marcaba las dos de la madrugada, pero para él se sentía demasiado tarde, como si hubiese estado la madrugada entera despierto, o más bien su subconsciente que comenzó a largarle una bomba tras otra sobre diferentes temas.
¿Y que había en común con todos esos temas?
¡Ding, ding, ding! >Min YoonGi<
Primero que nada; La ex de YoonGi. ¿Por qué no le contó que tuvo una novia?
Segundo; La indiferencia de YoonGi. ¿Estaba aún molesto con él acaso?
Tercero; Lo que pasó en la mañana con YoonGi.
El jodidamente incómodo almuerzo.
El padre de YoonGi.
La conversación con Jungkook donde su 'pero' quedó en el aire por culpa de YoonGi.
El incómodo regreso a casa con YoonGi luego de ir a por su nuevo móvil.
YoonGi.
YoonGi.
YoonGi.
— Estúpido fideo plano —Jimin frunció su entrecejo con molestia oculto en las mantas cuando todo terminó girando en torno al rubio que roncaba cual maldito oso con gripe.
E intentó dormir, realmente hizo el intento, pero no lo consiguió hasta casi dentro del alba, luego de haber estado horas observando el perfil de YoonGi en silencio y pensando que, tal vez, su pequeña nariz perlada era linda y adorable.
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holaaaaa~
lamento mucho la tardanza:( y también por mi ausencia, pasa que han cortado el internet en casa y hasta dentro de semana y media seguramente no tenga, pero en mi tiempo libre logré escribir este capitulo en Word(? por lo que seguramente se vea muy corto, lamento eso:(. Ahora mi viejo me está pasando internet como puede desde su celular así que estoy aprovechando ajajajajaj.
vengo a contarles también que el día viernes fui internada por unas horas en el hospital; una ambulancia fue por mí a la escuela ya que comencé con un dolor abdominal horrible que no me dejaba siquiera respirar ni caminar. Me hicieron radiografías y encontraron una mancha extraña en el lado izquierdo de mi abdomen, no saben los doctores qué es y quedó ahí, así que bueno xdddd Por ahora esa mancha se llamara Felipe y veremos si en un tiempo Felipe desaparece o pasa algo con él ahre. Actualmente estoy bien; les mantendré al tanto ^^
en fin, espero lo disfruten el capitulo, lamento nuevamente si es muy corto:(, muchísimas gracias a todas esas personitas nuevas que encontraron mi historia y le están dando mucho amor al igual que las que están conmigo desde el principio ¡En serio gracias! Lxs quiero muchísimo como no se dan idea <333
¡¡¡LA PROPUESTA ha llegado a las 500 leídas y 100 votos!!! No me lo creo aún TT
y ya mejor me voy que estoy alargando mucho esto xd.
¡Cuídense y manténganse sanxs, por favor!
pd al edit ahre; Jennie es ésa Kim Jennie de Blackpink, sólo para aclarar xq por ahora no puedo poner foto(?
— MinJi
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