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| propuesta doce |


[...]

Jimin se encontraba sentado dentro de uno de esos tubos donde los niños juegan en aquel parque. Abrazado a sus piernas y con su rostro oculto en ella, llorando.

¿Por qué lloraba? Ni él podría saberlo del todo. Tenía tantas cosas en su cabeza en ese momento que no podía quedarse con una de ellas para convertirla en la razón de su llanto incesante de niño pequeño.

Su naricita roja goteando y sus mejillas de un color carmesí caluroso que le hacían molestarse aún más consigo mismo, no dejaban mucho para el dolor que sentía en su pecho, en lo profundo, punzante y lastimero.

Había pasado tanto tiempo desde la última vez que había llorado, que él mismo creía que se veía incapaz de volver a hacerlo, como si no tuviese emociones realmente y sólo fuese un zombie con dinero y un gato. Y sin embargo, anoche había roto en llanto frente a YoonGi. Tan vergonzoso recordarlo. Y los escasos recuerdos de lo que siguió de aquello, esos pequeños lapsos de segundos donde su subconsciente estaba despierto y pudo ver como su cuerpo era apresado por los brazos de YoonGi, ambos acostados en la misma cama donde estrictamente él mismo era el que realmente evitaba eso desde el primer día, no hacían más que alborotar todo su sistema de una manera molesta e irritante para él. Tan sólo así porque no lo comprendía, y él odiaba las cosas que no lograba comprender.

 ¿Niño? ¿Estás bien? Dio un respingo del susto, logrando golpearse la cabeza con el techo de donde se encontraba al oír aquello.  ¿Te encuentas bien? ¿Dónde está tu mami? ¿Te duele la cabeza ahoda?

La vocecita le estaba tapando en preguntas y él estaba lo suficiente aturdido aún como para responderlas mientras masajeaba su cabeza adolorida, hasta que su vista enfocó finalmente y un par de ojitos curiosos avellanados le miraban con curiosidad.

 ¿Estás bien? Hooolaaaa El pequeño pasó sus manitos por el rostro del peliplateado, a ver si le respondía finalmente.  Keo que es sodo, lo único que sé decid en señas es: "popo" y "pipi" pada cuando quiero id al baño El castañito señaló con dos de sus deditos aquellas dos palabras y Jimin realmente ya no entendía nada.  ¿Quiedes popo o pipi? Hay baños pod aquí ceca Hizo unos garabatos con sus manos en el aire, al parecer diciendo aquello en señas como dijo, y Jimin, entre toda confusión, negó con su cabeza a lo dicho.  Meno El pequeño se sentó como flor de loto dentro del tubo también frente a él, escrutándole con la mirada con toda la curiosidad posible que entraba en ese pequeñín cuerpo y Jimin ya hasta se sentía cohibido.  ¿Po qué llodabas?

Jimin negó con su cabeza.

 N-No estaba llorando Frunció apenas su entrecejo, agitando su cabeza.

Pedo te cae agua de los ojos ¿Te sudan los ojos entonces? Jimin volvió a negar, algo más confuso.  No edes un niño como yo ahoda que te veo mejod ¡Pedo te ves muy pequeño!

Jimin se golpeó la frente mentalmente al oír al menor decir aquello.

¡¿Acaso hasta un niño se burlaba de su estatura?! Ya está, apenas volviese a Seúl se pondría prótesis en las piernas de dos jodidos metros.

 ¿Cómo te llamas? El menor seguía ahí, ahora con sus dos manitos tomando su propio mentón mientras le miraba con esa curiosidad chispeante en sus ojos de avellana.

 Jimin... Me llamo Jimin... ¿y tú? Las mangas exageradamente largas de su sudadera limpiaron sus mejillas, quitando todo rastro de lágrimas tontas, también a sus ojos, mirando por fin al menor que le miraba con sus mejillas abultadas y el cabello castaño que le caía recto sobre parte de sus ojos.

 ¡Ji-sun-gie! Deletreó con entusiasmo. — Me llamo Park Jisung Sonrió, dejando ver dos ventanitas en su dentadura donde deberían ir unos dientes, y como sus mejillas se abultaban aún más.

Jimin no pudo evitar contagiarse de esa infantil y dulce sonrisita, sin poder evitar sonreír ligeramente con un poco más de ánimo por la ternura que el menor irradiaba y como la letra "R" no se le patinaba cuando debía decir su nombre, pero sí cuando decía otras cosas.

 ¿Cuántos años tienes? Yo teno cuato años Alzó sus cuatro deditos donde habían restos de chocolate y un poco de tierra.

 Veinticinco, tengo veinticinco Jimin frunció su entrecejo al enredarse con sus propios dedos para imitar la acción del castañito en indicar su edad, a lo que simplemente terminó mostrando dos dedos en una mano y cinco en la otra.

 ¡¿Tienes dos edades?! ¡¿O dea que dos cumpeaños?!Jisung abrió su boca en una gran "o" cuando vio al mayor alzar sus dedos.

Jimin se carcajeó, negando con la cabeza y sus manos también.

 No, no, tengo veinticinco; El dos, y el cinco Indicó nuevamente con sus dedos.

Ahhh Ahora finalmente sonrió con su dentadura brillante incompleta y dulce, asintiendo con su cabeza.  ¡Mi hyung también tiene veinticico! Pedo es muuuuy gande, yo apenas le acanzo el bazo Se cruzó de brazos con un puchero inocente, arrebatándole otra pequeña risita a Jimin.  Jimin hyung Le llamó.

 Huh, ¿sí?

 Ya no estás sudando pod los ojitos El menor colocó sus manos sobre las mejillas del mayor, y si hubiese sido otro momento, otra historia, lo que fuese, Jimin se hubiese apartado de inmediato de aquel toque puesto que el menor tenía sus manos muy sucias y simplemente porque era su espacio personal; Pero, ahora era ésta historia y éste momento, y Jimin no pudo más que sonreír con suma dulzura hacia el castañito de ojos brillantes.  No dejes que te suden los ojitos de nuevo ¿oki doki?

Jimin rió con suavidad, con su ánimo más por los cielos ante la extroversión que el pequeño poseía y esa simpleza con la que le decía a un desconocido que no llorase otra vez, como si fuese lo más sencillo del mundo.

Tantas sensaciones nuevas que jamás creyó sentir y que ahora, con la simple y mera sonrisa de un pequeño niño, estaba conociendo.

Oki doki poki, Jisung.

¡Jisung! Aggh~ ¿Dónde se habrá metido este enano ahora?

De seguro está por aquí, amor, tranquilo Dos voces a los alrededores hicieron a ambos muchachos dentro del tubo mirarse entre sí.

 Ese es mi hyung El pequeño Jisung entornó sus ojitos y Jimin rió por aquella acción.

 Será mejor que salgas o se molestará contigo por preocuparlo Jisung puchereó en desacuerdo.

— Sólo si Jimin hyung sale conmigo así mi hyung lo conoce ¿sip? Jimin suspiró apenas, sonriendo ladino luego.

 Vale, sip.

Jimin tomó la manito pegajosa del menor entre la suya y ambos salieron finalmente de aquel tubo del parque, encontrándose con un chico de cabellos rojizos tomado de la mano de otro de cabellos negros, más bajo que el anterior, ambos buscando algo.

 ¡Taeyong hyuuungEl chico de cabellos rojizos –aparentemente el tal "Taeyong"- se giró de inmediato al escuchar al menor que saltaba en su lugar sin soltarse de la mano de Jimin, el cual se encontraba un poco nervioso ante las miradas de aquellos dos chicos que ahora se acercaban hasta ellos.

 ¡Jisung! Ya te he dicho que no te alejes de mí cuando salimos "Taeyong" le reprochó el menor una vez llegaron frente a ellos, frunciendo su entrecejo con desaprobación a lo que el pequeño Jisung entornó sus ojos otra vez.

 Hyung, edes muy exagedado, estaba con mi nuevo amigo Jimin en el tubo de allí Apuntó con su otra manito hacia donde ambos estaban hace un momento.

 U-Un gusto, soy Jimin, Park Jimin Jimin agitó apenas su mano en el aire en saludo y la sonrisa pequeña pero brillante del chico de cabellos negros le recibió con calidez, dándole un poco más de confianza.

 Un gusto, soy Chittaphon, pero puedes decirme Ten, y él es mi novio Taeyong, el hermano del pequeño diablillo de ahí Jisung le enseñó la lengua divertido al pelinegro "Ten" y este le devolvió el gesto de igual modo, sonriendo luego.  Amor, sé educado y saluda, le das un mal ejemplo a Jisung El pelinegro jaló de su novio de la mano, apuntando a Jimin con la cabeza en una indirecta algo-bastante directa.

Taeyong resopló, dando una pequeña venia con su cabeza.

 Soy Taeyong, un gusto Jimin asintió con su cabeza, un poco más tranquilo ahora.  Lamento que te hayas encontrado con mi hermano, es un poco escurridizo e insoportable, ya es la vez número seis que se me pierde en lo que va de mañana y sólo estamos de camino a casa.

 ¡Hey! Jisung se paró con sus dos pies juntos y cruzando sus brazos con un puchero molesto en sus labios, soltando finalmente al peligris que no pudo evitar reír un poco cuando vio al menor. — Yo no soy escudidizo ni insopo-pota-¡Como se diga esa cosa!

Ten y Jimin rieron nuevamente, a lo que Taeyong sólo negó con su cabeza, revolviendo los cabellos de su pequeño hermanito.

 Despídete de tu amiguito, Jisung, que tu mamá nos espera en casa con waffles y tu leche favorita Ten le sonrió al pequeño antes de abrazar la cintura de su pareja, quien le recibió con un abrazo en sus hombros.

Jimin sintió sus mejillas arder apenas ante la escena, por lo que optó a girarse hacia el pequeño Jisung, quien le miraba con un pucherito triste.

 ¿Qué es lo que pasa? Se hincó para quedar a su altura y apartar los cabellos que caían en su rostro, dejando a la vista mejor a sus ojitos.

 ¿Volvedé a vedte, hyung?

Jimin sintió su corazón estrujarse repentinamente y hasta sintió las lágrimas acumulándose en sus ojos otra vez.

¿Por qué era todo tan raro?

 Claro que sí, Jisungie Pero intentó sonreír, recordando las palabras del pequeño de no dejar que sus ojos sudaran de nuevo.  Ve a casa, ¿sí? Obedece a tu hermano y no vuelvas a perderte Apretó una de sus mejillas, borrando el puchero de Jisung y reemplazándolo por una bonita sonrisita.

— Adiós, Jimin hyung El menor se lanzó a los brazos de Jimin y este sintió como si todo su cuerpo se paralizara, no pudiendo atinar siquiera a corresponder el abrazo ya que Jisung se había separado ya de él y se encontraba ahora tomando la mano de su hermano mayor.  ¡No dejes que suden tus ojitos!

 ¿Los ojos sudan? Taeyong frunció su entrecejo, mirando a su pareja a su vez que le tomaba de la mano.

Ten entornó sus ojos, negando con la cabeza.

 No lo pienses mucho o la tintura hará que se te prenda fuego la cabeza ante el minino esfuerzo que hagas.

El pelirrojo le miró mal, y con un gesto con su cabeza se despidió de Jimin, al igual que su pareja que le sonrió una vez más. El pequeño Jisung agitando su brazo en el aire para despedirse también de él, viendo como aquellos tres se iban finalmente; Como Jisung daba saltitos mientras caminaba de la mano de su hermano y como este le sonreía a su pareja que estaba a su lado.

Algo cliché, sí.

Y Jimin se quedó ahí, una vez más, solo, pero ahora ya no se sentía tan perdido o incluso vacío. Se sentía mejor, muchísimo mejor que antes, olvidando por un momento lo que vio en la cafetería, los recuerdos que le golpearon anoche en el peor momento, olvidándose de todo tal vez. Se encontró a sí mismo sonriendo como un tonto alegre cuando su mano pasó por su mejilla derecha y encontró una pequeña mancha de chocolate en ella.

<< Daegu no es tan malo después de todo, ¿no? >> Eso quiso pensar. Quiso creer realmente.

Enderezándose con algo de decisión y más ánimo en su sonrojado rostro, con los mocos casi colgándole de la nariz y un brillo en sus ojos, se dio la vuelta en su lugar, retomando sus pasos que le llevaron hasta allí en un primer momento, dispuesto a ya no dejar que algo le tirase abajo o arruinara el resto del día.

Porque, al fin y al cabo, él era Park Jimin, y nada podía contra él.

A excepción de la oscuridad, los bichos grandes, las arañas, el polen y la señora SuNi cuando está en sus días.

Sep, nada podía.

[...]

 ¡MinHo, bájate de ahí, maldita sea! YoonGi gruñó con molestia al ver como su pequeño primo saltaba de silla en silla seguido de otros niños de la misma edad y aproximada.

<< ¿Viene de fábrica lo exasperante acaso? >> Lo consideró bastante.

 Eh, hyung, ¿has visto a Jimin hyung? Lo he estado buscando para darle esta carta que le llegó desde Seúl, pero no lo he visto desde hoy en la mañana Taehyung se dirigió a él mientras bajaba a su hermano de la silla junto a los demás, invitándoles a ir a jugar afuera con los demás amigos y vecinos que habían.

 ¿Carta? YoonGi fue hasta él, tomando el sobre que el rubio le tendía y sintió su estómago encogerse apenas leyó el remitente.

"Oficina de migración"

Joder, joder, joder.

¡¿Qué hacía eso aquí?! ¿Por qué una carta? Aún faltaba tiempo, la fecha límite de Jimin no era hasta dentro de unos días, exactamente el miércoles, entonces no había razón para que llegase una carta, y más aquí.

Además, ¿cómo sabían que Jimin está en Daegu?

<< Ustedes lo dijeron cuando fueron a la oficina, estúpido >> Oh, cierto.

 Yo se la daré, no te preocupes Taehyung asintió con su cabeza y una ligera sonrisa, dándole una palmada en su hombro antes de retirarse y perderse entre las personas.

El reloj marcaba las doce de la noche de aquel sábado donde el gran festival de vino que cada año se realizaba, y como tradición del sector de la ciudad al que pertenecía desde pequeño, la señora SunHee organizaba una gran fiesta donde no había más que comida, música y, obviamente, bebidas alcohólicas donde los mejores vinos eran las estrellas. Habían niños corriendo de aquí a allá, entre ellos algunos de sus primitos; Gente mayor riendo, bailando o simplemente charlando tranquilamente. La comida había estado estupenda en su gran mayoría y valió la pena realmente el haber estado picando frutas como locos junto a Chanyeol y Baekhyun, aunque el último se quejó más del sueño que tenía y el dolor de culo que lo que ayudó, para los postres que muchas personas de allí adularon satisfechos.

En fin, iba todo de maravilla, a excepción de la carta que ahora tenía entre sus manos y se sentía demasiado inseguro de echarle siquiera un vistazo a su contenido, porque aún se estaba debatiendo las razones por las cuales podrían haberla enviado y qué es lo que podría decir en ella.

Finalmente, a los simples segundos, tomó un cuchillo que había en una mesa de por ahí y se dirigió a un lugar más tranquilo, fuera de la vista de arpía de su padre que estaba por ahí junto a su madre y de cualquier otro intruso, terminando por entrar en un pequeño cuarto que se usaba como despacho con varias cajas apiladas en algunos lados. Se apoyó en el viejo escritorio que había allí y tomó una honda bocanada de aire mientras abría el sobre con el cuchillo que había llevado, soltando el aire una vez sacó del sobre la carta de contenido perfectamente doblada en sus correspondientes veces. Le sudaban las manos y sentía sus pies hormiguear tanto que hasta llegaba a sentir molestas cosquillas.

Mierda, ¿por qué se sentía tan nervioso?

Desdobló la hoja luego de darse a sí mismo un poco de valor y comenzó a leer;

∞∞∞

Viernes, 16 de noviembre.

Al día de la fecha, se le informa al señor/a Park Jimin, que el plazo respectivo acordado con respecto a su proceso marital se verá acortado por un día, quedando así en aviso que su plazo se verá reducido hasta el día martes para presentar los papeles correspondientes que dictamen su unión conyugal con el/la señor/a Min YoonGi.

En caso de no cumplir con los requisitos y la fecha, el individuo se verá lamentablemente afectado con el fin que llevará con respecto al problema de la expiración de su Visa, viéndose en la obligación de abandonar el país en menos de 24 hs para el mismo día en el que el plazo se acabe.

Sin más que agregar, muchas gracias.

Oficina de emigración.

∞∞∞

 ¡Puta madre! Pateó una de las cajas que habían ahí cerca, escuchando como el sonido del vidrio romperse se encontró dentro de la misma caja, a lo que nuevamente masculló entre dientes.

Tenían dos días menos para hacer todo ese papelerío ¡Dos jodidos días menos! Y aún estaban en Daegu, ni siquiera sabía dónde cuernos estaba metido su "prometido", porque cuando fue a casa para darse un baño y arreglarse para volver a la cafetería para la fiesta, Jimin ya se había ido junto a su madre y los demás, así que no le veía desde la mañana en el cuarto.

Sintió sus orejas arder al recordar una vez más aquello.

¡¿Le va a pasar siempre que lo recuerde?! Estaba demasiado hastiado de todo que cavaría un hoyo en la tierra y metería la cabeza ahí como una maldita avestruz para que nadie le tocase los huevos otra vez con otra cosa.

Debía avisarle a Jimin cuanto antes y adelantar los planes ¡Pero no sabe dónde este estaba! ¿Es que no puede salir algo bien en su estúpida vida al menos una vez?

 ¿Yoon? ¿Qué haces aquí? La melena pelinegra decorada de pequeñas flores en una trenza se asomó en la puerta de aquel cuarto, dejando ver la mirada curiosa de Jennie hacia él.

 No... Nada Ocultó la carta detrás de sí, suspirando.  ¿Has visto a Jimin de casualidad? Lo he estado buscando desde hace horas, pero ni las llamadas contesta.

Jennie tensó su mandíbula, pero esbozó una suave sonrisa para disimularlo.

 Mh, no, no lo he visto, pero tal vez no quiere verte y quiere tomar un poco de aire solo, ¿no crees? YoonGi tragó algo de saliva, temiendo que la "desaparición" de Jimin se debiera a que él supiese lo que YoonGi hizo mientras dormía. Por favor, que no fuese eso. — Ven, volvamos a la fiesta Jennie tomó de la mano libre contraria, jalándolo hacia ella para salir de aquel cuarto.

YoonGi paseó su mirada aturdida hacia todos lados, apretando la carta contra su espalda para ocultarla y tampoco perderla mientras buscaba a Jimin entre la multitud.

De verdad que debía encontrarlo cuanto antes.

 Estás muy tenso La voz de la pelinegra se alzó un poco ante el volumen de la música a la cual muchos de todas las edades seguían el ritmo divertidos.

 Realmente necesito encontrar a Jimin Jennie gruñó por lo bajo. ¿No podía olvidarse de él por un rato?  Debería preguntarle a Jungkook si es que sabe dónde está...

Jennie se apresuró en apresar el brazo del contrario, evitando que este se fuera.

 Jennie, de verdad que es urgente La pelinegra simplemente sonrió ante el ceño fruncido del contrario hacia ella.

Y tal vez era el efecto del alcohol en su sistema, había tomado unas cuantas copas apenas la fiesta comenzó, y se sentía tal vez un poquito mareada, pero lo que no tenía 'tal vez' era el hecho de si haber visto a Jimin a tan sólo unos metros de ellos dos, viéndolos con clara confusión y hasta molestia en su expresión, y como sus manos tomaron el rostro del contrario para acercarse finalmente y unir sus labios en un descuidado beso.

Tanto Chanyeol como Baekhyun abrieron en una gran "o" sus bocas al ver aquello de lejos.

 ¡Te dije que era una jodida zorra! Pisoteó el suelo con recelo, dispuesto a tomar una botella y partírsela en la cabeza a la pelinegra que no sacaba sus garras del rubio que estaba lo suficiente aturdido como para hacer algo.

 No, dijiste que desconfiabas de ella Chanyeol arrugó su nariz, intentando calmar a su pareja tomándole de la cintura para que no saliese a matar cual desquiciado.

 ¡Es lo mismo! ¡Mira lo que está haciendo! Quiso arrancarse de los brazos de su novio, pero este no le dejaba ni oportunidad.  ¡¿Mira si Jimin aparece y los ve?! ¡Lo destrozará!

Chanyeol frunció sus labios en una mueca triste, al igual que sus ojos que miraban hacia otra dirección, contraria a la de Baekhyun.

 Creo que tal vez es un poco tarde... Murmuró, soltando el agarre en su pareja.

 ¿Qué? ¿De qué hab-... Oh, mierda Baekhyun finalmente desvió su mirada hacia el mismo lugar que Chanyeol, sintiéndose demasiado apenado por lo que estaban viendo.

Jimin estaba ahí, estaba jodidamente ahí, parado en mitad de todos los demás, viendo como a lo lejos YoonGi era besado por Jennie, ninguno con ademán alguno de separarse, incluso si YoonGi siquiera había correspondido a aquel beso, ellos seguían asquerosamente pegados de la trucha. Viendo luego como el peliplateado agachaba la mirada y en silencio se daba la media vuelta, retirándose por la puerta de entrada luego de tomar una botella cualquiera que había ahí y desapareciendo finalmente de la vista de la pareja.

Jimin se equivocó tal vez un poco al pensar que nada podía contra él.

 ¡Juro que voy a matarla! Baekhyun agarró un tenedor que estaba en la mesa a su lado, dispuesto a salir corriendo en dirección a aquel par de estúpidos, pero nuevamente los brazos de Chanyeol en su cintura lo frenó.  ¡Suéltame! ¡Tú lo viste al igual que yo! Jimin, él quedó... Está destrozado, Chany El pelinegro dejó de forcejear nuevamente, puchereando.

 Y tú estás ebrio, Baek Chanyeol le quitó el tenedor, dejándolo a un lado, y girando a su pareja para que este le viera.  No te metas en esto, ¿sí? Ellos deben arreglarlo como la pareja que son; Aunque de seguro será difícil, tampoco le veo muy buena pinta Muequeó.

 Maldita zorra, siempre la detesté por alguna razón ¡Y ahora sé por qué! Se cruzó de brazos, casi expulsando humo por las orejas.

Chanyeol sonrió ladino, depositando un beso en la nariz del contrario, logrando que se calmara un poco.

 Eres un desquiciado y a veces me das miedo, vamos a por un poco de postre para calmar tus hormonas, ¿eh?

YoonGi finalmente sintió su cuerpo reaccionar y lo primero que hizo fue apartar a la pelinegra de él, terminando con aquel... ¿Beso?

 ¡¿Qué mierda, Jennie?! YoonGi pasó la manga de su chaqueta por su boca, intentando borrar ese extraño rastro de sus labios con gusto amargo, arrugando su nariz con disgusto.

Jennie titubeó, intentando acercarse al rubio, mas este se apartó, negando con la cabeza.

 L-Lo siento, no sé qué me pasó... Agachó su mirada, sintiéndose "claramente" mal.  Es sólo que... Jamás dejé de quererte, Yoon YoonGi destensó sus músculos al oírla.  La única razón por la que tú y yo nos separamos fue por la distancia y tu maldita carrera de música, no porque alguno de los dos se haya dejado de querer, ¿o no?

Y nuevamente sus músculos se tensaron.

 ¿"Maldita carrera de música"? Jennie frunció su entrecejo, asintiendo con decisión cuando alzó su vista hacia él.

 Si no fuese por tus estúpidos sueños ridículos de música, lo nuestro hubiese seguido ¡Incluso hasta ahora! Y te estarías casando conmigo, no con ese niñato ricachón con nombre de prostituta barata.

YoonGi se mofó, riendo con incredulidad y molestia latente en la vena de su cuello a punto de explotar, arrugando con fuerza la carta que aún yacía en sus manos en su espalda para controlarse.

Vete-a-la-jodida-mierda-Jennie Escupió a un lado de ella, antes de darse la vuelta en su lugar para comenzar a caminar entre todas las personas, lejos de la voz –que ahora se le hacía malditamente irritante- que le llamaba detrás.  ¡Y, por cierto, la chupabas pésimo! Agregó por último antes de perderse entre la gente del todo, escuchando claramente sobre la música el gritito irritado que la pelinegra dio.

Siguió caminando, chocando con unos cuantos por un rato, hasta que finalmente llegó a la entrada, divisando a un lado a lo lejos a su pareja de amigos que le miraban; Chanyeol con una extraña mirada de ¿Decepción? Y Baekhyun con dos tenedores en cada mano, siendo retenido por el castaño, dispuesto a lanzarse al primero que se le cruzase, vete a saber tú por qué le veía tan desquiciadamente a él precisamente. Y terminó por salir para ver en las afueras del local, dispuesto a encontrar a Jimin cuanto antes entre las personas que habían por ahí.

Y Jimin, bueno, Jimin estaba a sólo unos pasos de él, exactamente en la entradita de madera que daba al gran patio trasero que tenía la cafetería a un costado (pero YoonGi siempre tan distraído viéndose las patas que ni la notó) donde algunos niños jugaban a las escondidas, y él se encontraba sentado en una hamaca vieja de ahí apartada del patio, con una botella de vino o sidra -realmente no lo sabía- en su diestra y el corazón doliendo sin razón como el infierno en su izquierda.

 Perdón, Jisungie... Susurró para el aire, o lo que fuese, dándole otro sorbo a la botella a la cual ya no le quedaba casi nada.  P-Pero no puedo evitar sudar por los ojos Y se tomó el último trago, sintiéndose mareado y en cualquier otro lugar, balbuceando incoherencias que tal vez no eran realmente incoherencias de un ebrio, sino más bien lamentaciones en susurros de todas las cosas que le salían mal en la vida, de sí mismo, y de todo lo que sentía o creía sentir por YoonGi.

Y ahí estaba otra vez, solo y llorando, arruinando el ligero maquillaje que se había colocado, su peinado, todo, como un niñito tonto, con aquel detalle jodido de siempre quedarse solo.

A veces la vida se volvía demasiado dramática. La de Jimin tal vez se había pasado un poco esta vez.


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dramarama ahre

¿me dirían sus canciones favoritas? para conocernos mejor, dreamies (lxs apodé así xq son mis sueñitos, apoko no es lindi(?)<33


 MinJi 

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