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| propuesta cinco |

Se encontraban todos en la gran sala, comiendo de los bocadillos variados que NaRa había preparado como "pequeño" festejo de bienvenida.

 Entonces... ¿Cómo se conocieron? Entre todo el barullo de todas las personas hablando y riendo, el abuelo SeungMin les miró a ambos con una ligera sonrisa.

Como por arte de magia -y su preciosa mala suerte- todos los presentes dejaron de hablar y callaron para mirarles, expectantes a su historia.

Jimin dejó caer con "sutileza" su mano sobre la rodilla de YoonGi, clavando sus uñas en esta. YoonGi ahogó un quejido de dolor carraspeando con una ligera sonrisa, apoyando su mano sobre la contraria, pellizcando de esta, logrando que Jimin soltara un pequeño chillido que disimuló con una risita nerviosa.

 ¿Y bien? Insistió NaRa, tan sonriente y bonita para ellos. 

 B-Bueno... ¡YoonGi les contará! E-Él es grandioso contando nuestra... Preciosa historia Sonrió amplio, clavando más sus uñas en la rodilla del mayor que intentaba pellizcar su mano para que se detuviese. 

YoonGi resopló cuando la mirada de su madre se posó en él, sintiéndose de alguna manera culpable por tener que armar todo ese show de mentira.

 Vale, eh... 

 YoonGi narró como se habían conocido en la oficina, endulzando un poco el relato al alterar algunas cosas, evadiendo algunos detalles odiosos que había entre su relación jefe/empleado, dejando satisfechos y enternecidos a todos.

Jimin dejó de clavar sus uñas y sonrió ladino, mirándole de soslayo, satisfecho con el resultado.

 ¿Y la propuesta? ¿Quién le propuso a quién? Una de las primas de la madre de YoonGi cuestionó aquello con ligera emoción y todos asintieron, queriendo saberlo también.

 Aquí mi querido... ¿Retoño de primavera? Jimin arrugó su nariz con desagrado ante aquel apodo tan idiota que YoonGi usó pero que logró un 'aww' en los presentes. — Él les contará, ya que fue él quien me pidió matrimonio

Otro 'aww' hizo eco en toda la sala y Jimin sintió sus mejillas arder. 

 Como te detesto Murmuró entre dientes con una pequeña sonrisa para el rubio a su lado que le miraba divertido. — Bueno... Umh, e-él... YoonGi y yo hace tiempo que veníamos hablando sobre el matrimonio, siempre charlas así sin terminar en algo concreto —Comenzó, tan inseguro de sus palabras, sin soltar la rodilla de YoonGi, esta vez sin clavar sus uñas ni con intenciones de hacerle daño, más bien para no caerse de cara al suelo desmayado.  Y-Y una noche... Lo escuché hablando con un amigo por teléfono —YoonGi arqueó una ceja, mirándole. Estaban hablando sobre la idea de YoonGi de proponerme matrimonio ¡Él estaba tan inseguro! Era muy adorable verlo intentar planear algo, pero no es muy creativo, y es algo torpe también —YoonGi pellizcó su mano disimuladamente otra vez, y Jimin rió, reprimiendo otro gritito adolorido. Pasaron los meses y... No pasó nada —Jimin puchereó, logrando que todos rieran, y YoonGi realmente quería golpearlo. — Así que tomé las riendas del asunto y hace tan sólo unos días le pedí matrimonio 

NaRa chilló enternecida al igual que otros que silbaron y aplaudieron.

 ¿Y cómo lo hiciste? —Cuestionó alguien más.

Jimin resopló, sin saber como responder aquello.

<< Pues, me ha obligado a arrodillarme frente a él en plena acera a la vista de todos los idiotas y pedirle matrimonio unas cuarenta veces >> Jimin lo meditó un poco; Sonaba pésimo. << Estúpido YoonGi >>

 P-Pues, yo...-

Él ideó algo taaaan bonito, así como él ¡No se dan una idea!Jimin sintió sus mejillas arder sutilmente ante aquel adjetivo, por lo que bajó su rostro, apartando su mano de la pierna de YoonGi. Una tarde, de sorpresa, él me esperaba en la oficina, cosas que nunca pasan porque siempre estoy antes que él, soy el más responsable de la relación Algunos rieron y Jimin entornó sus ojos con molestia. — Él estaba tan nervioso y rojo, parecía un tomatito enano todo tembloroso cuando se me acercó 

 ¡T-Tampoco exageres! Jimin se quejó, logrando las risas de todos.

Está bien que tuviese que ser una actuación de "Cinco estrellas" ¡Pero no era para que se burlase de su estatura! Tonto idiota de YoonGi.

— ¡No exagero! Es la verdad, incluso ahora eres otro tomate YoonGi pellizcó con suavidad una de sus regordetas y calientes mejillas y el peliplateado apartó su mano de un amoroso manotazo. — En fin; Jimin, a la vista de todos en el piso de la oficina, se arrodilló frente a mí y del bolsillo de su abrigo sacó una cajita pequeñita con un listón rosa en moño, bastante mal hecho debería decir Jimin arqueó una ceja al oírle.

— ¡Lo que pasa es que esa cajita la hiciste tú! Jimin interrumpió el relato armado del rubio a su lado y este le miró, desafiante. — Como tenías tanto miedo de pedirme matrimonio, pero ya tenías el anillo junto a su cajita, decidí hacerlo yo cuando encontré la cajita escondida entre tus cosas. ¡Fue muy adorable ver que la habías hecho tú! Aunque tuve que arreglarla un poco porque habían pedazos de comida pegados a ella Jimin sonrió ladino, burlón ante la mirada asesina del rubio.

— No importa mucho el envase, lo que importa es lo de adentro Ambos se miraban competitivos y YoonGi intentaba quedar bien frente a todos, pero Jimin se empeñaba en frustrar sus planes como niño caprichoso que era.

— ¿Hablas de tus intentos frustrados de corazones confetti? Era adorable como parecían más dos huevos pegados que corazones YoonGi resopló, rendido cuando todos rieron y ante la sonrisita victoriosa del peliplateado. — Bajo todos esos papelitos, estaba finalmente el anillo, el cual no lo tengo aquí ahora porque YoonGi lo rentó en una tienda de baratijas y tuvimos que devolverlo apenas me dijo que sí

<< Hijo de la gran- >> YoonGi respiró hondo, intentando calmar sus inmensas ganas de tirar al maldito menor directo al helado río, y sonrió, riendo falsamente entre dientes para disimular con todos.

— ¡Que dulces! Exclamó la tía Jae con una exagerada sonrisa amplia.

— Sí, muy dulces YoonGi sonrió, llevando su mano cautelosamente hacia la espalda baja del menor, pellizcándole con fuerza, logrando que Jimin volviese a dejar caer su mano sobre la rodilla del rubio para clavar sus uñas y ahogar un quejido. — Jimin y yo estamos muy cansados por el viaje ¿No es así? Nos gustaria descansar un poco después de tan largo camino Jimin asintió, fingiendo bostezar a su vez que apartaba la mano del rubio de su espalda a golpes disimulados.

— Oh, sí, deben de estar muy cansados, cariño, vayan tranquilos NaRa les sonrió a ambos con una maternal sonrisa e hizo una pequeña venia con su cabeza, correspondida por ambos muchachos una vez se levantaron del sofá donde se encontraban sentados.

— ¡Antes de que se vayan muéstrennos un beso! Exclamó el abuelo SeungMin, alzando su bastón hacia ellos.

Todos asintieron, exigiendo lo mismo con silbidos divertidos.

Ambos muchachos abrieron cual platos sus ojos y se miraron entre sí, negándose rotundamente en silencio.

— J-Jimin y yo no somos muy cariñosos en persona, preferimos reservarlo para cuando estamos solos Se excusó YoonGi, rodeando a Jimin por los hombros, el cual asintió con su cabeza, apartando su brazo de sus hombros de un rápido movimiento.

— ¡Oh, vamos, estamos en familia!

— N-Nosotros no-

— ¡Bésense! Exigió el hombre canoso con más insistencia, casi golpeando a ambos con su bastón.

— ¡Vale, vale! Dios... YoonGi resopló rendido y se giró hacia Jimin, quien le miraba con cierta timidez y un rubor sutil pintando sus mejillas. — Eh... tú sólo... Agh YoonGi tomó una bocanada de aire y cerró sus ojos, pensando en algo lindo y para nada berrinchudo para tener el valor de unir sus labios con el más bajo.

Jimin cerró también sus ojos y se dejó besar, siendo así un simple beso casto de apenas un segundo.

Ambos les sonrieron a los demás, rogando que les dejaran ir, pero estos comenzaron a abuchearles disconformes.

— ¡Eso no es un beso, hijo! SeungMin se burló del rubio.  Pobre de ti Jimin si así te besa todos los días Los presentes rieron ante el comentario.

YoonGi gruñó con molestia, girándose nuevamente hacia Jimin, quien le miró desconcertado y miedoso cuando le tomó de las mejillas. Jimin abrió sus ojos cual platos cuando los labios contrarios se estrellaron con los propios, esta vez con más intensidad y por más tiempo.

YoonGi movió sus labios tras unos segundos quietos, meditando realmente si Jimin le acogotaría luego con el cable del teléfono o una toalla del baño una vez estuviesen solos en el cuarto.

Jimin, por su parte, sintió sus mejillas arder demasiado fuerte cuando los labios ajenos se movieron sobre los suyos, buscando que este respondiese también, pero ¡Jimin jamás había besado a alguien! Era su jodido primer beso, sí.

Era un exitoso empresario que desbordaba atractivo por los poros que jamás en su vida había sido besado por alguien.

Era la meca de la irreverencia.

YoonGi destensó su cuerpo cuando Jimin finalmente movió sus labios, correspondiendo el beso.

<< Piensa en cosas bonitas, cosas bonitas, cosas bo-... ¿Jimin? >> YoonGi estaba acogotándose mentalmente.

Las pequeñas manos de Jimin fueron a parar a las de YoonGi en sus mejillas, sosteniendo estas cuando su labio inferior fue lamido apenas por la lengua de YoonGi.

<< Oh por la mierda ¿Esa fue su lengua? >> Jimin estaba entrando en pánico y saltaría de una ventana apenas pudiese.

<< Oh por la mierda ¿Acabo de hacer eso con la lengua? >> YoonGi realmente quería que la tierra le tragase.

¡Pero tampoco es como si alguno de los dos se soltase las truchas!

Fue YoonGi quien acabó finalmente con aquel beso una vez comenzó sentirse demasiado raro. Jimin agradeció internamente cuando su rostro y boca fueron liberados, sintiéndose demasiado mareado y sonrojado.

— ¡Ahora eso sí que es un beso! Todos aplaudieron para ellos, satisfechos finalmente.

— Vayan chicos, por favor NaRa sonriente les apuntó la escalera con su mano para que pudiesen retirarse ya de una vez.

Ambos hicieron una pequeña venia nuevamente antes de encaminarse hacia la escalera y Jimin subió casi a las corridas, tropezándose algunas veces. YoonGi le observó desconcertado y tratando de acallar las carcajadas que querían escaparse con cada tropezón que tuvo.

Una vez llegaron al cuarto, Jimin corrió de inmediato hacia la cama para taparse con las mantas hasta la cabeza y hacerse un pequeño bollito.

 Huh... ¿Estás bien? YoonGi le observó desde los pies de la cama, quitándose la sudadera que traía para quedarse sólo en su camiseta lisa.

Jimin hizo un sonido en afirmación sin siquiera asomar su cabeza fuera de la manta.

YoonGi se encogió de hombros restándole importancia y se encaminó hacia el armario donde se guardaban las mantas y sabanas limpias.  

 Jamás me contaste que tuvieses tanto dinero Habló finalmente Jimin, debajo de las mantas aún.

YoonGi rió apenas.

 Yo no tengo dinero, mis padres sí, es distinto YoonGi acomodó una manta en el suelo lo suficiente "cómoda" junto a otra manta y una almohada.

Jimin finalmente salió de su pequeño escondite luego de un rato y bostezó, esta vez de verdad.

Fue hasta su equipaje y sacó las prendas que usaba para dormir. Su suéter color vino y sus pantaloncillos rosa pálido. Corrió ya descalzo hacia el baño, pasando de un saltito sobre el cuerpo de YoonGi que yacía en el suelo bajo las mantas. YoonGi le vio pasar por el rabillo del ojo, distrayéndose un rato leyendo un par de cosas en las redes sociales. 

 ¿Estás dormido ya? Tan sólo unos minutos después, Jimin asomó su cabeza por la puerta del baño.

Sep Respondió el rubio con sus ojos cerrados.

Jimin entornó sus ojos y bufó.

 N-No abras los ojos Exigió, sintiendo sus mejillas arder avergonzado.

 No los abriré "Prometió"

Jimin asintió, y respiró hondo, saliendo fugaz del baño y corriendo a saltitos directo a la cama para envolverse cual panqueque entre las mantas. 

 ¿Usas un suéter de cuarenta tallas más grande para dormir? Jimin gruñó al oírle y YoonGi no pudo evitar reír con sorna.

 ¡Dijiste que no mirarías! 

Digo muchas cosas Sonrió cuando escuchó al peliplateado burlarse de él como siempre hacia. Lindos pantaloncillos por cierto Se acomodó mejor en el no-tan duro suelo y posicionó sus manos tras su nuca, cerrando sus ojos al escuchar al peliplateado gruñir ante su comentario.

Jimin observó distraído el ventanal del balcón, donde se veía como algunos pájaros revoloteaban por el claro cielo.

 YoonGi Le llamó luego de replantearse el callarse y dormir, pero siempre hacia lo contrario a lo que pensaba. Gran idiota. 

YoonGi hizo un sonido con su boca, afirmando que le escuchaba y aún estaba despierto.

¿Y tu padre? 

<< Metiche tonto >> Una voz le reprendió mentalmente y le dio toda la razón ¡Pero se supone que eran esposos! Al menos debía saber sobre su suegro ¿No? << Ajá, seh >> Tú cállate.

YoonGi resopló al escuchar la pregunta y simplemente chasqueó la lengua, ocultando su molestia.

 No sé ni me interesa, él jamás está en casa cuando yo estoy YoonGi se giró, dándole la espalda a la cama enfurruñado.  Duérmete, Jimin

Jimin se encogió entre las mantas, reprendiéndose por hablar cuando no debía.

El sol me da en la cara... Murmuró, cerrando sus ojos contra los rayos del sol que habían escapado de entre las nubes.

YoonGi entornó sus ojos y, con un control remoto, hizo que las persianas se bajasen, quedando el cuarto casi en completa penumbra.

Jimin murmuró un pequeño 'gracias' y YoonGi un desairado 'ajá' antes de caer dormido finalmente, luego de encontrar una posición cómoda en el frío suelo.

Jimin se encogió aún más, casi quedando como un pequeño bollito de arroz, y se acomodó entre todas las almohadas, cerrando sus ojos para darle paso finalmente a Morfeo con un pequeño puchero en sus labios. 

[...]

Un móvil comenzó a sonar a lo lejos.

Jimin estaba demasiado sumido en sus sueños donde el protagonista era no más ni menos que el rubio que yacía roncando desparramado en el suelo. 

Quisiera o no, el beso que YoonGi le había dado horas atrás había repercutido en él, tanto que en su sueño se encontraba repitiendo esa escena una y otra vez. Jimin juraba aún sentir los labios de YoonGi sobre los suyos, y le molestaba tanto eso, que se despertó enfurruñado y entre maldiciones -sin contar el fuerte sonrojo de sus mejillas- mientras se desenrollaba de las quinientas mantas que traía encima, en busca del móvil que sonaba el cual era el suyo.

Jimin apenas había podido abrir uno de sus ojos, intentando encontrar el aparato entre las penumbras.

 YoonGi, YoonGi, el móvil Jimin le llamó, pero el rubio balbuceó dormido en el suelo.

Jimin tomó una almohada y se la lanzó, logrando que se despertase finalmente.

 ¿Qué demonios quieres ahora? YoonGi apenas podía hablar, sentía hasta la lengua dormida, y el sonido de aquel móvil le estaba taladrando la cabeza.

 ¡El móvil! Le lanzó otra almohada que YoonGi alcanzó a agarrar y le devolvió justo en la cara.

¡En tu abrigo! Masculló, envolviéndose otra vez en las mantas entre maldiciones.

Jimin se cayó de la cama al enredarse con las sabanas y se arrastró hasta su abrigo que yacía en el sofá de un rincón, sacando finalmente el móvil del bolsillo y respondiendo la llamada.

 ¡Ho-Hola, Jaehyun-ssi! ... Sí, lo lamento, es que no encontraba mi móvil Jimin rió suave, levantándose del suelo finalmente. Estoy bien, sí ¿Y-Y tú? Caminó descalzo hasta la puerta del cuarto y salió de este, dejando a YoonGi solo.

Jiihyin-ssi. Istiy biin ¿y ti?~ Se burló al aire con molestia. Maldito idiota —Murmuró entre dientes, levantándose del suelo, lanzando las mantas bruscamente a un lado.

Se colocó un par de pantuflas de mala gana y salió del cuarto, en dirección a las escaleras y directo a la cocina a por un bocadillo.

Jimin se había colocado unas botas de lluvia que habían fuera en la entrada de la casa y se encontraba caminando a pasos lentos por el gran patio frontal que había, sonriendo mientras hablaba con el castaño al otro lado de la línea.

 ¿Cómo va todo con tu... Matrimonio? 

Jimin boqueó, deteniendo sus pasos.

 Bu-Bueno... Va bien, bastante bien. Conocí a la familia de YoonGi, ellos son muy... ¿Agradables? Rió apenas.

No suenas muy convencido de eso —También rió el castaño por el móvil. 

 ¡No es eso! Es sólo que ellos son muy, huh ¿Exagerados? Muy emotivos y es muy woh para mí porque no he tratado con personas así antes Jaehyun rió nuevamente, comprendiéndolo.

 No te preocupes, es bueno que haya sido así desde la primera vez, pero te hará bien este descanso y estar con personas agradables a tu alrededor Jimin vaciló un poco antes de afirmar con un sonidito. Me alegra que estés bien, Jimin-ah 

 Jimin sintió sus mejillas arder con fuerza y su estómago se revolvió con pequeño entusiasmo al escuchar su nombre dicho por esa suave voz. 

¿Había que mencionar lo obvio que era el gusto de Jimin por Jaehyun? Creo que sí.

Jimin sentía atracción por Jaehyun desde el primer momento en el que se conocieron en una reunión de trabajo hace un año. Jaehyun era un productor bastante famoso en la industria musical, con títulos de universidad impecables, una caballerosidad perfecta y un aspecto maduro y atractivo de pies a cabeza, que las mujeres en el mundo de la música no habían tardado en caer por él -llevándose también a Jimin entre ellas-.

Jaehyun y Jimin tenían una buena amistad más allá del trabajo, y el tiempo que pasaban juntos no era mucho, pero si lo suficiente para que se riesen un poco y hablasen de cosas variadas, como libros y autores de los mismos.

Jimin no se sentía "enamorado" de Jaehyun, él siquiera había dado un beso en su vida -bueno, hasta hace unas horas- ¡ Y del amor no tenía ni idea! Pero no podía negar que Jaehyun lograba hacerle sentir esas raras cosquillas en su estómago y de sonrojarse con los halagos que el castaño hacia su persona de vez en cuando.

Y ahí se encontraba otra vez, sonriendo como tonto a la nada mientras Jaehyun hablaba sobre su trabajo, demasiado ensimismado en lo lindo de su voz, tanto, que no notó cuando una pequeña bola de pelos café se aproximaba a él y mordió su pierna desnuda, provocando que chillase del susto y del pequeño dolor.

¿Estás bien? ¿Ha pasado algo? Jaehyun frenó su hablar al oírle, preocupado.

 S-Sí, estoy bien, tan sólo era un... ¿Perro? Jimin frunció su entrecejo al ver como aquella bola de pelos le comenzaba a ladrar. — Sht, cállate Jimin se alejó de la pequeña criatura para seguir hablando, pero esta se acercó nuevamente y comenzó a ladrarle más y más. ¡Yah, tonta rata marrón! ... ¡N-No, no te decía a ti, Jaehyun-ssi! —Jimin comenzó a correr por todo el patio buscando deshacerse de aquella bola de pelos que seguía persiguiéndole y ladrando.

Jimin frenó, intentando recuperar el aire e intentar hablar por teléfono, pero volvió a chillar cuando, de la nada, un pájaro inmenso se arribó en dirección a aquella bola de pelos café. Jimin corrió hacia ella cuando vio como el pájaro había tomado entre sus garras al pobre perro, intentando llevarselo.

 ¡Ay, no, suéltalo, suéltalo! Jimin sacudía sus brazos, intentando ahuyentar a aquel pajarraco y salvar al pobre animalito, y no tuvo mejor idea que tomar su móvil y lanzarlo hacia al ave, logrando que esta soltase al perro. Jimin corrió hasta ella para poder tomar al animal en brazos que caía desde arriba. ¡Te tengo! Jimin sonrió hacia el animal en sus brazos una vez lo atrapó, pero volvió a chillar cuando su móvil estaba ahora entre las garras del pajarraco. ¡No, no, no, dame mi teléfono! ¡Dámelo! ¡Toma al cachorro, si, toma al cachorro, mira que lindo es! ¡Tómalo, tómalo!

Jimin comenzó a correr con el animal alzado hacia arriba para que el pájaro le devolviese el móvil y se llevara al cachorro.

 Dentro de la casa, por la ventana que daba al patio delantero, se encontraban la tía Jae junto a NaRa, ambas tomando té mientras veían enternecidas como el peliplateado jugaba con el pequeño Min Holly.

 Se ven tan lindos~ Ambas mujeres rieron y asintieron ante ello, disfrutando la adorable vista.

¿Qué tanto ven? YoonGi apareció con una bolsa de frituras en su manos, comiendo de ella mientras caminaba hacia la ventana donde veían ellas dos.

 ¡Mira como Jiminnie juega con Holly! ¿No se ven adorables? YoonGi frunció su entrecejo al escuchar aquello, realmente sin creérselo.

Jimin odiaba a los perros.

Pero se llevó la sorpresa cuando finalmente vio por la ventana como el peliplateado corría por el patio con el pequeño cachorro en sus manos alzado hacia arriba.

 Okay... Iré a meterlos adentro, está algo frío para que jueguen fuera YoonGi dejó a un lado la bola de frituras y salió de la casa, temblando al instante por el frío repentino en sus desnudos brazos.

¡Devuélveme mi teléfono! Jimin lloriqueó, dejando de correr y soltando finalmente al cachorro que corrió directo hacia la casa. 

 ¿Y ahora porqué lloras? YoonGi llegó hasta él finalmente, luego de saludar al pequeño Holly con unas cuantas caricias antes de que se fuese a corretear por allí.

 Ha-Había un pájaro y luego esa bola de pelos y después el pájaro vino y la bola de pelos, se la quiso llevar y yo le tiré mi móvil para que no se la llevara y ahora el pájaro se llevó mi móvil Jimin puchereó, aún aturdido con todo lo que había pasado.

YoonGi ahogó una carcajada que amenazó con salir al ver como Jimin se cruzaba de brazos e inflaba sus mejillas con clara molestia, tiritando del frío también.

 No te preocupes, pediremos un nuevo móvil con el mismo número y todo estará bien YoonGi intentó no reír mientras hablaba.

Jimin balbuceó y asintió, enfurruñado, viéndose tan pequeño e infantil que a YoonGi realmente se le petaría un pulmón si seguía aguantando la risa.

Ven aquí —Se acercó más a Jimin, jalándole del suéter hacia él.

 ¿Qué? ¿Q-Qué haces? Jimin frunció su entrecejo al ser arrastrado y finalmente rodeado por los largos brazos desnudos de YoonGi.

 Nos están mirando desde la ventana, deberías corresponder si aún quieres pasar desapercibido ante el haber querido ofrecer a mi perro a ese pájaro para salvar tu móvil YoonGi sonrió ladino y victorioso cuando el menor gruñó y correspondió a regañadientes el abrazo. Jimin se veía tan pequeño entre los brazos de YoonGi, que las mujeres en la ventana chillaron enamoradas de aquella adorable escena. Eso es... ¿Ves que no es difícil ser un terrón de azúcar? YoonGi apretó su agarre en la cintura de Jimin, apoyando su mentón en la cabeza del mismo gracias a su estatura. Eres más enano de lo que creí Jimin resopló.

 Cierra la boca, álamo estúpido Apretó sus pequeños dedos contra la camiseta del mayor, aún maldiciendo entre dientes lo de su móvil, pero deteniéndose cuando sintió como las manos del contrario se deslizaban desde su cintura hacia abajo, justo sobre sus glúteos, dando pequeños suaves golpes en ellos. Saca tus sucias manos de mi culo o te daré un punta pie que dejará tus testículos en tu garganta

 ¿Hace falta ser tan gráfico? YoonGi quitó sus manos horrorizado y finalmente deshicieron el abrazo. 

 Contigo sí Sonrió con burla antes de caminar nuevamente hacia la casa, abrazándose a si mismo por el frío.  Mhh, muero de hambre Sacudió sus brazos una vez estuvo dentro, intentando disipar el frío de su cuerpo.

 ¿Quieres comer algo, Jiminnie? Cuestionó NaRa una vez llegó hasta ellos.

Jimin sonrió ligeramente hacia ella, asintiendo con la cabeza.

 Entonces ven, que también quiero presentarte a alguien Le sonrió de vuelta, tomando su mano para llevarle con él.

YoonGi les vio irse y suspiró, tirándose en el sofá de la sala dispuesto a dormir otro poco.

 Oh, no, mocoso, tú vendrás conmigo a comprar para la cena La tía Jae llegó hasta él y le tomó de los pies, arrastrándolo fuera del sofá.

¡Yah, tía! YoonGi gruñó cuando fue tirado del cabello para que se levantara de una vez, y a regañadientes fue a cambiarse para acompañar a su tía al almacén.

Jimin junto a NaRa llegaron finalmente a la espaciosa cocina que tenía un aroma a galletas que hizo gruñir hambriento al estómago de Jimin.

 Jimin, te presento a mi hijo menor Jungkook, Kookie, él es Jimin, el futuro esposo de YoonGi NaRa abrazó por la cintura a un castaño despeinado que jugaba con una consola portátil, el cual levantó su mirada hacia él y le regaló una amplia sonrisa que dejaba ver sus dientes delanteros cual conejito

<< O H ¡Que adorable! >> Jimin no pudo evitar contagiarse del risueño rostro del menor.

 Hola, Jimin-ssi~ Jungkook extendió su mano hacia él y golpeó amistoso con suavidad su hombro.

<< O H ¡Que irrespetuoso! >> Resopló al ver la gran diferencia de altura que tenía con el menor, casi igual a la que tenía con YoonGi.

 ¡Jungkook, no faltes el respeto, Jimin es mayor que tú! NaRa le reprendió, golpeándole con la manopla de cocina antes de abrir el horno a un lado.

Jungkook entornó sus ojos y volvió a sonreírle al platinado.

 ¿Te casarás con mi hermano entonces? Jimin asintió, apoyándose en el mesón tras él, abrazándose a si mismo. Waaaah, aún no me la creo de que hyung se case, tampoco me creía la posibilidad de que alguien se haya enamorado de él, es un enano gruñón, cuando tenía el cabello verde le llamábamos "grinch coreano" con mi primo Taehyung Jimin se carcajeó al oírle, imaginándose a YoonGi más malhumorado de lo que ya era con su horrible cabello verde. ¡Debes conocer a Taehyung! A él también le agradarías El menor se encontraba tecleando en su móvil y sonrió hacia él. — Ya le dije que viniese mañana así vamos de paseo por la ciudad ¿Te parece? 

Jimin boqueó por unos segundos, sintiéndose extraño.

Era la primera vez que alguien le invitaba a salir.

Finalmente, sonrió con suavidad, y asintió con su cabeza, logrando que Jungkook nuevamente le sonriera y golpease suavemente su hombro.

 ¡Aquí están las galletas!~ La mujer canturreó, acercando sonriente una bandeja hacia ellos con galletas de chocolate en forma de corazoncitos. Come Jiminnie NaRa le sonrió a él, acercándole la bandeja para que sacase una.

Jimin vaciló, tomando una y haciendo una pequeña venia con su cabeza en agradecimiento.

La llevó a su boca y dio un mordisco, saboreando de inmediato el suave y dulce sabor del chocolate, y una sonrisa no se tardó en aparecer en sus pomposos labios.

 ¿Y? ¿Que tal? NaRa llevó una galleta a su boca también y rió suavemente cuando vio al castaño menor llevarse más de dos a la boca. 

Jimin de alguna manera se sintió tanto cómodo allí como fuera de su zona de confort. Jimin no tenía contacto con más familiares porque tan sólo eran él y su tío. Desde el fallecimiento de su padre y de su madre -lamentablemente a temprana edad- Jimin se quedó solo y fue así como se acostumbró a vivir. No recibía muestras exageradas de afecto -nada, en realidad-, no convivía con personas con las que tuviese algún lazo o cariño, más allá de su gato Kkanji y su empleada domestica SuNi, la cual era casi como una tía para Jimin. 

Solo era él, y así se sentía cómodo, o se había acostumbrado a estarlo. 

Él no sabía lo que era un Domingo en familia, salir de paseo con ellos, hacer juegos por las noches, o simplemente compartir un té o galletas en la cocina, como estaba ahora junto a NaRa y Jungkook.

Jimin no estaba seguro de como sentirse, y se frustraba tanto por ello, al pensar que todas esas personas, la familia de YoonGi, le habían dado la bienvenida tan cariñosos y cálidos desde el primer segundo, y ellos les estaban mintiendo tan descaradamente con su falso matrimonio, pero por otra parte también se sentía, sin poder evitarlo... ¿Querido? No realmente, sino más bien reconfortado por aquellas personas. 

Él tan sólo... Tan sólo esperaba no sentir algo fuerte hacia esas personas. Nada más.

Jimin finalmente asintió hacia la pregunta de NaRa, afirmando que las galletas estaban deliciosas.




- - - - - - - - - - - - - - 

ella es Kim NaRa, la madre de YoonGi<3
(imagínensela rubia(?)

ella es Kim Jae, la tía de YoonGi<3

(imagínensela pelirroja(?)

nuestro Jungkookie<3

y el amor platónico de Jiminnie (?, Jung Jaehyun-ssi de NCT <3



EEEEEN FIN espero hayan disfrutado el capitulo y gracias por el apoyo<3

Gracias por los comentarios, me río tanto 😹😹

¿Podrían pasarse por mi oneshot YoonMin? ¡Sería genial! Lo encuentran en mi perfil <3


kisseu kisseu~ 💞



 MinJi. 

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