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14.


ʏ ᴀʜᴏʀᴀ ᴅᴇʙᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴊᴜɴᴛᴀʀ ʟᴀꜱ ᴘɪᴇᴢᴀꜱ, ᴄᴜʀᴀʀꜱᴇ, ᴀᴍᴀʀꜱᴇ ᴀ ꜱɪ ᴍɪꜱᴍᴏ ꜱɪ Qᴜɪᴇʀᴇ ᴀᴍᴀʀ ᴀ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴍÁꜱ...




Ambos manteníamos un silencio sepulcral. Me separé lentamente de ella sintiendo como el nudo en mi garganta se intensificaba cada vez un poco más.

—Te lo juro, Jungkook. Mírame... — volvió a tomar mi rostro para lograr que nuestros ojos conectaran. Y me perdí en su mirada, su color de ojos me encantaba y podría estar horas solo admirándola como toda una obra de arte. — quise decírtelo apenas entré a ese auto, pero yo no tengo ninguna relación con ellos. Nunca quise tenerla y nunca la tendré. Puede ser mi media hermana, pero no tengo ningún lazo con ella, ni con su madre, ni con el idiota de mi papá...

—Sabes como yo estaba, Nabi. Me viste angustiado, me viste sufrir a causa de ella, ¿por qué no decirme la verdad? — pregunté, anhelando que ella me explicara todo, pero el dolor que tenía en mi pecho era casi asfixiante.

—Porque no me correspondía decírtelo, Jungkook. — sus ojos comenzaron a brillar, indicando que estaría próxima a llorar. — por orden del juzgado ese señor me llevaba con su familia cada fin de semana cuando era pequeña y para mí era lo peor que podía ocurrir. — explicó con voz tambaleante. — Chayeon me odiaba, no soportaba la idea de que Hong haya tenido un amorío con otra persona y ella... simplemente me odió. Cuando nació Hani, fue cuando todo definitivamente cambió. Ella no quería que siguiera yendo a su casa y para mí era mejor, no quería seguir sufriendo sus malos tratos y palabras hirientes...

—Nabi...

—Cállate y escúchame. — me interrumpió seria y lo mejor era hacerle caso. — ese señor seguía llevándome a pesar de todo, creí que de verdad yo le interesaba, pero no era así. Nunca le importé en realidad. Para él estar con mamá fue una equivocación y que yo naciera, el peor error de su vida.

—No es necesario que recuerdes cosas que te hicieron sentir mal. — pedí mirando hacia un lado, evitando por un momento el contacto visual y deshacer aquel hechizo en el que me encontraba.

—Pero yo quiero hacerlo... — respondió enseguida. — los años comenzaron a pasar, yo tenía trece y Hani había cumplido sus once años. Ni siquiera hablábamos porque su madre se lo tenía prohibido, pero siempre hayaba el momento en que a escondidas de ella me invitaba a jugar con sus muñecas. No era el mejor panorama para mí, y menos cuando veía que hacía cosas muy extrañas. Hacía que sus barbies se besaran y me decía que nosotras deberíamos hacer lo mismo...

Comprendí a lo que iba y miré hacia el cielo, respirando profundamente cuando nuevamente sentí náuseas, cuando nuevamente caí en cuenta que estuve casi dos años con una persona que le gustaban las mujeres, con alguien que solo me utilizó.

—Ya no digas más...

—Apenas sucedió eso, yo le conté a mi madre. Ella quedó sorprendida y decidió reprocharle a papá de las conductas de Hani, pero ellos dijeron que yo estaba mintiendo, Chayeon afirmó que era una envidiosa que quería la vida de Hani y fue todo lo que tuvo que suceder para que mamá no quisiera que yo siguiera conviviendo con ese tipo de gente y yo no podía estar más feliz de ya no tener que compartir con ellos nunca más, Jungkook. Quizás cuantas veces Hani hizo algo como aquello con sus otras amigas y ellas por miedo no dijeron nada...

—Nabi, por favor, no sigas... — pedí cerrando mis ojos a causa de su tacto.

—Conocía también a Jiyeon, sabía antes de conocerte que ellas tenían algo extraño... también conocía al tipo con el que Hani estaba almorzando esa vez que te dije, es el hermano de Jiyeon, trabaja en otra empresa de cosméticos y...

—¿Por qué ahora me estás diciendo todo esto, Nabi? — estaba pasmado ante toda la información, absorto ante su revelación.

—Porque si me vas a odiar ahora, ódiame por haberte dicho todo, absolutamente todo... — las primeras lágrimas lastimeras salieron de sus ojos. — ódiame por no haber sido sincera por el miedo, ódiame por haber echado a perder algo bonito que estaba sucediendo en mi vida, algo que me estaba dando felicidad absoluta, ódiame, Jungkook, pero no me alejes de ti...

—No puedo... — dejé que la vulnerabilidad saliera a la luz. Permitiéndome mostrar debilidad frente a ella. No tenía caso aguantar todo el remolino que tenía en mi interior. No tenía sentido ocultar que estaba completamente roto por dos situaciones que llegaron directamente al corazón. — me siento completamente herido. Me enteré de la peor forma que Hani me engañaba y enterarme también de lo tuyo fue la gota que derramó el vaso. Pudiste alertarme, pudiste darme alguna señal, pero preferiste hacer el papel de amiga que da consejos espectaculares...

—Sé que cometí un error, estoy consiente... — sus palabras salían de manera rápida y algo torpes a causa de los nervios y eso hizo que mi corazón nuevamente se apretujara. —pero entiende que no me correspondía decirte algo así. Si te hubiera alertado, si te hubiera dicho, ¿algo sería diferente?

—Prefería mil veces saber la verdad que me dolería en algún punto, pero después sanaría, que decir una mentira que da consuelo y luego mata. — mis palabras salieron desde lo más profundo de mí. — desde un comienzo hice las cosas horribles, yo tuve que haber terminado con Hani a la primera desconfianza, tuve... que haber evitado encontrarme contigo, porque así mi corazón no sentiría calidez estando cerca de ti, mi corazón no se acelerará cada vez que ve... hubiera evitado enamorarme de ti.

—No digas eso... — negó ferozmente su cabeza y con su antebrazo tapó su boca. — podemos intentarlo, te demostraré lo que amar de manera sana, sin mentiras, sin ataduras, te amo, Jungkook. — confesó sin dejar de llorar haciéndome sentir miserable. — Me enamoré de ti a primera vista, me enamoré de lo hermosa persona que eres, de lo atento, cálido, de como tratas a los demás, a tu madre, a tu hermana... pequeños detalles que hicieron que ya no tuviera escapatoria. Te amo... por favor, perdóname por haberte mentido...

—No puedo entregar mi cien por ciento estando en esta situación...

—Jungkook...

—Desearía que las cosas hubieran sido diferentes entre nosotros. — me encogí de hombros dando una fingida sonrisa, porque mi rostro estaba empapado en lágrimas. — gracias por abrirme los ojos, hacerme ver lo que valgo, lo que merezco y lo que quiero en mi vida. Y lo que quiero es estar tranquilo, alejado de todo lo que me está causando daño en este momento...

—Lo siento mucho, si pudiera retroceder el tiempo te juro que lo haría...

—Pero no se puede. — la interrumpí, retrocediendo lentamente. — es algo que no se puede hacer.

—Jungkook, por favor...

—Cuídate mucho y mantente saludable.

—Jungkook, no, por favor. Escúchame...

Giré mi cuerpo para comenzar a caminar hasta mi auto ignorando sus palabras, sintiendo sus gritos detrás de mí, dejándome aún mas roto de lo que me encontraba.

Cuánto cuesta dejar atrás algo que nos hizo felices. Cómo cuesta cambiar de compañías o cerrar etapas. Qué daño hace a veces saber que tenemos que participar de una despedida sin retorno. Cuánto duele separarse de algo que te gusta, de algo que sabes que no debes seguir teniendo, pero qué difícil sigue siendo decir adiós.

No mires atrás.

Me repetía en mi interior.

Porque ella no merecía a alguien quien lamentablemente luego de toda la mierda siempre tendría inseguridades y miedos. Tenía que trabajar en mí, en lo que perdí y lo que quizás, mas adelante llegaría.

Porque lo bueno sé que tarda, pero llega.




Gruñí al sentir la alarma a mi lado y como pude la apagué para volver a cerrar mis ojos intentando recuperar un poco de paz.

Había pasado una semana del caos en que se había transformado mi vida y yo me estaba hundiendo como un maldito imbécil, porque me prometí buscar ayuda, quería sanar, pero no he hecho absolutamente nada por mí. Suni estaba preocupada por mí, mamá no sabia absolutamente nada y me sentía sofocado, a un punto pequeño de estallar.

Nabi todos estos días se ha intentado comunicar conmigo, me ha llamado, escrito y hasta fue a buscarme al trabajo.

—Dile que no estoy, por favor... — le pedí a mi secretaria mientras miraba por la ventana, sintiendo una punzada justo al medio. Apreté la mandíbula sintiendo que nuevamente me largaría a llorar y es que toda esta situación ha desencadenado un estrés en mí y la sensibilidad a flor de piel. He llorado mas estos días que durante toda mi vida.

—Pero Jungkook, ella se ve desesperada...

—Solo cumple con tu trabajo, ¿sí? No te entrometas en esto. — rugí mirándola a través de mi hombro. Al ver su cara de asombro me arrepentí al segundo, pero necesitaba que hiciera lo que le pedí. — no me lo hagas más difícil, Suni, por favor.

Solo asintió para salir de la oficina y hacer lo que le pedí, porque en esto lamentablemente me había vuelto muy bueno. Evadir para protegerme a mi mismo, estaba construyendo una coraza para evitar salir nuevamente lastimado.

Y esperaba que funcionara.

Solté una risa incrédula al recordar ese momento. No funciona una mierda. He faltado a la cita con la psicóloga porque no me han dado ganas de ir y estaba funcionando mal en mi trabajo. Cada vez que pasaba por la oficina de la competencia no podía evitar sentir una rabia carcomiendo todo mi interior al pensar en cuantas cosas tuvo que decirle Hani sobre los proyectos de mi empresa, proyectos que hablaba con total felicidad con ella y eso lograba que sintiera odio, un odio tremendo, pudriéndome por dentro. Pudriendo todo mi ser.

Yo no era así.

Pero saber lo descarada que estaba siendo la castaña me ponía de los nervios. Seguía buscándome, quizás que cosas les dijo a sus padres para que ellos llegaran hasta mi casa a decirme que por un error no podía acabar nuestra relación. Ganas no me faltaron de decirles la verdad, pero no era tan maldito de hacer algo como aquello.

Semanas fueron transcurriendo y decidí cambiar mi número. No quería seguir leyendo mentiras de Hani y no quería que mi corazón doliera cada vez que me llegaba un mensaje de Nabi pidiéndome hablar.

Fingía cuando iba a ver a mamá, aunque su intuición era muy buena. Podía jurar que ella sabía que algo sucedía conmigo. Prometí que todo estaba bien.

O la respuesta correcta era que estaría bien.

Comencé a ir a terapia, ayudándome con todo este proceso que tuve que pasar, siendo un apoyo fundamental para poder volver a rendir en mis cosas, para entender que no todo estaba perdido. Me hizo comprender que cuando alguien no es para nosotros, la vida nos da señales claras. Cuando una persona no para nosotros, tarde o temprano todo por si solo se destruye, se rompe, se acaba.

Comencé a salir con otras personas, nuevas amistades, que lamentablemente había dejado de lado por concentrarme en hacer feliz a alguien que no valoró. Pero todas estas sesiones me han ido sanando el corazón, que el odio ya no exista más, porque no debería arrepentirme de amar de verdad, incluso si ahí terminé con el corazón herido, que di mi confianza, mi tiempo, di cariño desinteresado y sincero, incluso si no recibí lo mismo a cambio. Porque son cosas que me me estaban ayudando a crecer como individuo, como persona.

El tiempo estaba pasando tan rápido que hasta me sorprendía. Cuatro meses transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos.

Volvía a despertar con energía y ánimo. Volvía a estar bien luego de estar estar con el corazón hecho pedazos.

Pero a pesar de todo lo positivo, aún sentía un vacío en mi interior.

Rechacé a muchas chicas que se me acercaron para coquetear y es que simplemente no se me aparecía ser esa clase de persona y de hombre. Recibí un mensaje de Namjoon, un amigo que hice en la sala de espera de aquel centro psicológico. Él había perdido a su hermana y yo me había perdido a mi mismo. Dolores completamente diferentes, pero que nos permitió entendernos a la perfección a pesar de todo. Ha sido un muy buen amigo, un buen oyente y el la causa principal de que saliera a esos encuentros para beber algo. Como ahora, que nuevamente quería salir.

Con Nabi, bueno, ella había dejado de insistir al segundo mes y para mí, fue lo mejor que pudo hacer. Ella debía encontrar a alguien estable y que la hiciera completamente feliz. O que viviera su soltería sin ataduras.

Sin embargo, me lo debía repetir muchas veces, porque a pesar del tiempo que ha pasado, no puedo olvidarme de ella aunque quiera.

Sentí el timbre sonar y con paso lento bajé las escaleras para llegar hasta la gran madera y girar el pomo, encontrándome a mamá justo fuera. Abrí mis ojos totalmente sorprendido al verla y también curiosidad. Mamá rara vez salia de casa.

—¿Qué haces aquí? — pregunté haciéndola pasar de manera rápida. — ¿viniste en autobús?

No. Tomé un auto, la señora Cho le dio la indicación y ella se quedó un momento con tu hermana.

Hice que se pusiera cómoda en el sofá y me senté justo frente a ella, pero termine cambiando de lugar para sentarme a su lado. Esta casa se estaba sintiendo muy grande y vacía.

—¿Qué te trae por aquí? — estaba curioso. Hoy era viernes, el domingo ya estaría por allá para que me hubiera dicho lo que tenia que decirme.

—¿Tú estás realmente bien, Jungkook?

Me quedé pasmado ante su pregunta y tragué saliva con algo de dificultad.

Si, mamá, ¿a qué se debe todo esto?

—¿Por qué si estás bien, tus ojos ya no tienen ese brillo particular?

—Mamá... no sé de que hablas... — hacerme el desentendido era un alma infalible para estos casos, pero ella seguía seria, con sus brazos cruzados, viéndome fijamente. — no sé a que viene esto...

—Ya no tienes ese brillo que pude observar cuando veías a Nabi.

—No mamá, basta...

—A ti te dolió muchísimo más la mentira de Nabi, que la traición de tu novia.. ¿Y por qué, Jungkook? ¿Por qué fue así?

—¿Ahora quieres ser mi psicóloga? — pregunté de manera divertida, mientras negaba con la cabeza.

—¿Por qué sucedió eso?

Basta... — moví mis manos y mi semblante era serio.

Entonces se sincero conmigo y dime porque fueron así...

—¡Por que la amo, mamá! — la interrumpí sintiendo nuevamente un nudo en la garganta. Algo que no había tenido hace muchísimo tiempo. — porque Nabi fue totalmente diferente y se incrustó en mi corazón, ella se ancló a mí. Por eso me dolió que me mintiera, por lo mismo la dejé ir, ¿qué iba a ser capaz de darle alguien lleno de rencor en su interior? Nada, debía pensar en mí antes que en los demás...

—¿Y por qué no la has vuelto a buscar?

—Ella debe estar bien sin mí. La dejé ir y ella a mí para emprender rumbos diferentes y sanar. ¿No es eso un acto de amor verdadero y toda esa mierda?

—¡No digas groserías! — golpeó mi hombro, enojada. — ella es tu alma gemela, Jungkook. No dejes que el tiempo siga corriendo y en un futuro te arrepientas de no actuar.

—¿Mi alma gemela?

Sí, podrán llegar nuevas personas, nuevos amigos, nuevos amores, quizás... — hice una mueca ante su último comentario sin querer haciéndole soltar una risita. — pero nunca borrarás ese espacio en tu corazón, que es solo tuyo, y que vivirá intacto y agradecido de alguna vez tenerle. Nabi dejó una huella. Dejó anécdotas, memorias y recuerdos  que te hacen sonreir y otros que te hacen sentir amargura. Pero es el equilibrio idóneo para lo perfectamente imperfecto.

—Ay mamá... — tomé mi cabeza entre mis manos para suspirar. — ¿por qué me haces esto?

Porque no quiero que vivas con arrepentimientos, Jungkook. ¿Sabes como estuve después de que murió tu padre? Estábamos enojados, lo último que se llevó de mí fue que estaba cansada de aquella situación, en vez de decirle gracias o un te amo. — una gota cayó por su ojo izquierdo y levantó su mano para acariciar mi mejilla. — quiero que seas feliz. Te mereces ser feliz, hijo. Y ella definitivamente te hacía feliz.

Y volvía a entrar en un debate de hacerle caso a mi cerebro o a mi corazón. Toda esta conversación me dejó con un lío mental.

Pero algo era cierto: la vida es muy corta, así que lo importante ahora es pensar menos y arriesgar más.


Bueno, aquí termina la ronda de actualizaciones seguidas yyyy avisar que este es el penúltimo capítulo 🥺. De verdad que espero que les guste como tengo planeado todo y no quiero que sufran tanto 💔.

Sin más que decir, me despido, adiós, las kiero, el final será publicado el fin de semana 😔.

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