12.
𝚄 𝚗 𝚊 𝚙 𝚎 𝚛 𝚜 𝚘 𝚗 𝚊 𝚖 𝚞 𝚢
𝚌 𝚞 𝚛 𝚒 𝚘 𝚜 𝚊...
Un mes.
Un mes había transcurrido desde aquel día que comencé a aceptar que estaba teniendo otro tipo de sentimiento hacia Nabi. Un mes desde que no la había vuelto a ver aunque quise hacerlo. Parecía todo un acosador intentando contactarme con ella de otras formas que no fueran mensajes por Kakao o una llamada telefónica.
Había sido bloqueado.
Y aunque me costó aceptarlo aquel día, lo aceptaba. Ella no quería estar en medio de mi aún tormentosa y dificultosa relación. Quizás se aburrió de darme miles de consejos que me ayudaron para darme cuenta que mantenía un vínculo con Hani de manera equivocada. No era sano ni para ella, ni para mí.
—Jungkook, ¿me estás escuchando?
Despejé rápidamente mis pensamientos y miré a la antes mencionada que tenía dos vestidos en sus manos.
—Lo siento, ¿qué decías?
—¿Qué te pasa? — cuestionó arrugando su frente y luciendo muy, muy enfadada. Esa pregunta me la llevaba haciendo cada maldito día.
—Lo siento, la cabeza la tengo en otra parte.
—Actúas extraño, siempre estás pendiente del celular, expectante, como si estuvieras esperando algo. —lanzó los vestidos a la cama y conté mentalmente para no perder la paciencia. No quería discutir, no quería hacerlo.
—Estoy con mucho trabajo, ¿sí? Lo siento.
—¿Es todo lo que dirás?
—¿Qué mas quieres que diga? — pregunté extrañado.
—No lo sé, quizás el real motivo del porque te siento tan lejano, Jungkook. ¿Algo sucede?
—No... — suspiré con resignación. ¿Qué mas daba si era sincero alguna vez? — Sí, sucede algo, ¿sabes? Algo sucede hace mucho tiempo y yo quise hacerme el desentendido para no crear un conflicto entre tú y yo... — a pesar de que mi voz salia con total firmeza, estaba jodidamente nervioso por expresar mis inquietudes con ella como era debido. — siento que no estamos en la misma sincronía. Tú quieres otras cosas en tu vida que definitivamente no soy yo...
—¿Qué dices?
—Eso. Yo quiero formar una familia, Hani. Y tú estás experimentando cosas que yo ya viví. — intenté explicar acercándome a ella de manera cautelosa. — y está bien, ¿sí? Debes vivir tus procesos, tus experiencias, pero no dejándome con inseguridades a mí. Siento que lo mejor es que nos tomemos un tiempo y...
—No... — negó y pude notar como sus ojos se cristalizaron al momento en que dije esas palabras. — no digas eso, tú eres lo mejor de mi vida, Jungkook. Quiero casarme contigo, quiero una vida junto a ti...
—¿Realmente quieres eso, Hani?
—¡Si, maldita sea! Te amo, ¿no entiendes? — lágrimas corrían por su rostro, haciéndome cuestionar el porque tuve que hablar y arruinar un poco la paz que habíamos tenido. — ¿tú no quieres eso?
—Quiero formar una familia...
—¿Conmigo? — preguntó con su voz tambaleante, mirándome de manera inquisitiva. — mejor haré otra pregunta... ¿hay alguien más, Jungkook?
—¿Qué?
—Escuchaste la pregunta. ¿Hay alguien más?
—Hani... — quería hablar, juro que quería hacerlo, pero eran como si de pronto las palabras se quedaran atoradas en mi garganta, imposibilitando el habla con fluidez.
—Olvídalo. — secó su rostro con una falsa sonrisa. — es demasiado obvia tu respuesta.
—No es así. — intenté explicar vagamente. ¿Cómo se supone que le explicas a la persona que aún es tu novia que comenzaste a experimentar otro tipo de sentimiento por una persona que vino de la nada a alterarte por completo?
—No te perderé, Jungkook. — negó nuevamente. — no dejaré que otra se entrometa en nuestra relación. Somos el uno para el otro. Lucharé por ti.
—Hani...
—¿Qué vestido crees que me quedará mejor para la cena con mis padres? — volvió a tomar los atuendos que había lanzado, aparentando que nada había sucedido. — yo digo que el azul, pero sé que te encanta el negro.
Suspiré y me senté en la esquina de la cama, para apuntar con mi barbilla el vestido de color negro.
—Ese se te vería mejor.
—Gracias. Es mejor que comiences a arreglarte, la cena será dentro de dos horas.
Y siento que yo no podría aguantar esta actitud desentendida, como si nada estuviera pasando. No me dirigió la palabra en todo el rato que estuvimos cambiándonos, y era mejor. Si de nuestros labios solo salían cosas que nos lastimaban, mejor era no decir nada.
Llegamos a la enorme casa de mis suegros que estaba totalmente decorada para la ocasión. Tan elegante, como lo eran ellos. Arreglé mi traje y Hani caminaba a mi lado algo distanciada, pero cuando estuvimos lo suficientemente cerca, se agarró de mi brazo y es como si su chip hubiera cambiado por completo.
Tenía una gran sonrisa en su rostro.
—¡Hola, cariño! ¿Cómo estás? — la señora Chayeon llegó hasta donde estábamos situados y abrazó a su hija tan fuerte que sentí que la rompería. — te extrañé mucho...
—Ya mamá, basta. — respondió de manera sonriente.
—¿Cómo está el guapo de mi yerno? Oh, no puedo esperar a que se casen y me den muchos nietos.
Le sonreí algo incómodo. No sentía que lo mejor hablar justamente de ese tema cuando con Hani estamos algo distanciados, pero ellos no tenían idea de nada de lo que sucedía en las cuatro paredes de mi casa.
—Estoy bien, señora Jang. Estoy feliz de estar aquí hoy. — una mentira piadosa no le hacía daño a nadie. Y tampoco tenía ánimos de estar ventilando cosas de nuestra intimidad.
—Lindo. Bueno, ¿qué estamos esperando? Solo faltaban ustedes. Vamos a la mesa, no hay que perder más tiempo.
Al entrar al comedor, muchos pares de ojos se posaron en nosotros y la vergüenza se apoderó de mí. Odiaba seguir siendo tan tímido al punto de sentir mis mejillas calientes.
—Buenas noches. — Hani y yo hablamos al mismo tiempo, haciendo una corta reverencia.
—Llegó mi princesa. — su padre se levantó de la silla para saludar de manera ferviente a su hija. La relación que tenían ellos era muy estrecha, eran una familia muy unida. —¿Cómo estás, hijo? — se dirigió hacia mí palmeando mi hombro. Me encogí de hombros.
—Muy bien, ¿y usted?
—Ahora estoy mucho mejor. — tocó la mejilla de Hani. — Bueno, estamos todos, ¿no? podemos comenzar a comer.
La cena transcurrió con normalidad. Las personas que habían eran dueños de otras empresas dedicadas al mismo rubro de la construcción y la idea de esto era tener una mejor retroalimentación y darse ideas entre todos. Mis ojos bajaron a mi celular, queriendo que se iluminara por una notificación que quizás nunca llegaría. Sentí una ligera patada en mi pantorrilla y siseé de dolor.
—¿Por qué me golpeas? — pregunté en el oído de Hani, indignado al ser golpeado.
—¿Podrías dejar de ser tan obvio?
Me quedé en silencio mientras mantenía mi frente arrugada. No estaba cómodo aquí, quería ir a casa a ver una película o jugar algún juego que me mantuviera lo divertidamente ocupado.
—... y por eso, lo mejor es que mi hija y Jungkook se casen. Jungkook cada vez está mas consagrado y sería espectacular que las empresas pudieran ayudarse mutuamente. — el señor Hong bebió de su copa de vino, sonriéndonos a ambos. — es obvio que se aman muchísimo y ambos se beneficiarían de contraer matrimonio, ¿qué opinan ustedes?
—Por mi está genial, ¿verdad, amor?
Sentí una molestia en mi estómago y aclaré mi garganta al sentir la presión sobre mis hombros. Antes hubiera respondido que sí a ojos cerrados, pero dejé de mentirme a mi mismo por intentar tener la vida que siempre he querido junto a una persona que no es la indicada para mí.
—Aún es muy pronto... — comencé a decir. Pero fui interrumpido por la señora Chayeon.
—Nadie está apurado, cielito. Queremos que la boda sea en el nuevo hotel que se construirá en Tailandia. Llegamos hace una semana luego de que comenzaran con las obras. — explicó demasiado emocionada. — las islas Phi Phi son un sueño y sería el lugar idóneo para una boda.
—¿Llegaron hace poco?
—Así es. Fue muy ajetreado todo.
—¿Cuánto estuvieron ahí? — pregunté curioso, queriendo que hablaran de ese tema en vez del matrimonio.
—Un mes y una semana. Incluso le mandamos muchas fotos a Hani, ¿no te las mostró? — preguntó mirando de manera desaprobatoria a su hija. —Espera, las buscaré.
Se levantó a buscar la cámara fotográfica y yo me quedé pasmado ante la información. Recuerdo aquella última interacción con Nabi, Hani me había enviado un mensaje que decía que estaría aquí, con ellos.
—Mh, ¿Entonces les fue muy bien? — seguí hablando de manera completamente normal, al parecer la castaña no había captado lo que su madre había dicho, porque aún revolvía su comida sin probar un solo bocado.
—Excelente. Pudimos hacer las negociaciones correspondientes y tenemos un terreno en un lugar muy turístico y concurrido. Será asombroso. — habló ésta vez el señor Hong. — por eso fue el motivo de esta cena. Decir las buenas nuevas y también, que comiencen a planear un futuro juntos de manera correcta...
Creo que dejé de prestar atención a sus palabras y le presté una gigantesca atención a mi plato de comida. Aclaré mi garganta y sentí una mano de Hani en mi muslo haciéndome sobresaltar. La observé de soslayo y pude notar que tenía la misma cara de aburrimiento que hace minutos atrás, entonces pasaba totalmente desapercibida que me estaba toqueteando cerca, muy cerca de mi parte íntima.
—¿Qué haces? — murmuré de la manera más tranquila posible para no levantar sospechas. Cuando definitivamente sentí su mano en mi pene, di un brinco que llamó la atención de los presentes. — lo siento, fue sin querer. — Tomé la mano de Hani con cuidado y la quité, no quería problemas aquí. — si me disculpan, vuelvo enseguida.
Hice una corta reverencia para caminar al baño de manera torpe. Cuando entré, no dudé en lavar mi rostro con abundante agua y miré mi reflejo en el espejo, debatiendo el próximo paso qué debería tomar. Sentí el tono de notificación de mi celular y saqué el celular de mi bolsillo delantero.
Me sorprendí al ver que había desbloqueado mi número y sentí un nerviosismo inaudito cuando leí su mensaje. ¿Qué era esto? Parecía un puberto feliz y nervioso de que la chica que le gusta le escribiera.
Golpeé la suela de mi zapato repetidas veces contra el piso a causa de los nervios malditos. Veía que estaba escribiendo y estaba tan jodidamente emocionando que me sorprendí de mi mismo y de mi actitud.
—¿Jungkook? ¿Estás bien? — la voz de Hani me hizo sobresaltar. Y quise guardar mi celular como si estuviera cometiendo el peor crimen de la vida.
—Sí, salgo enseguida.
Dejé mi celular en el lavamanos y tomé mi cabeza exasperado. No podía llegar y salir de aquí como si nada. Pero tampoco quería negarme a la idea de verla aunque sea unos minutos.
—¿Estás seguro?
—Sí, Hani, salgo de inmediato.
Y fue la respuesta que estaba esperando para guardar mi celular nuevamente en mi bolsillo, tirar la cadena del baño para aparentar que estaba haciendo mis necesidades, volví a mojar mi rostro porque tenía que estar centrado, respiré profundamente mirándome en el espejo y abrí la puerta, viendo como Hani lucia molesta, tenía sus manos cruzadas en su pecho y su frente estaba levemente arrugada.
—¿Qué tienes?
—Me dolió el estómago. — mentí de manera rápida. — lo siento, tenía que venir al baño.
—¿Por qué me estás mintiendo tanto? — preguntó haciendo un leve puchero, indicando que lloraría en cualquier momento. Me sorprendí y me acerqué a ella, para tomar su barbilla con cuidado. — y-yo quiero arreglar nuestra relación, quiero hacer que funcione, pero tú... quieres echar todo por la borda. Eres un egoísta. — Quedé pasmado ante su acusación. ¿Estaba siendo egoísta? — Jungkook... si tú no estás conmigo, yo no funciono, tú eres parte de mí, no quieras acabar con lo nuestro, por favor...
Un sollozo se escuchó en todo el lugar y solo atiné a abrazarla fuertemente, diciéndole de alguna manera que yo estaba ahí.
Y aquella noche, tampoco pude ir con Nabi.
Le escribí diciéndole que no podría ir hoy, pero mañana iría sin falta, no recibiendo respuesta alguna. Esa noche, abracé a Hani hasta que pudo conciliar el sueño y yo me quedé mirando el techo pensando en lo que era mi vida ahora.
Sentía que Hani era todo para mí y me costaría dejar ir lo que tuviéramos, como si jamas pudiera volver a encontrar a otra persona igual, que vivir sin esa persona pudiese resultar fatal. Y ahí entro Nabi, para enseñarme que merezco ser amado de la misma forma en la que yo lo hago. Pensamos que nos hacen falta muchas cosas para ser completamente felices y además, tenemos un temor tremendo a quedarnos solos. Y por este miedo nos lleva a tener conductas que jamás habríamos imaginado: Soportar indiferencia. Toleramos, permitimos, mentimos, nos engañamos a nosotros mismos y vamos más allá de nuestros propios límites, ocasionando daños emocionales a nuestra persona.
Vuelvo a hacerme la misma pregunta: ¿hasta cuando es bueno ceder?
Los días transcurrieron de manera normal, ansiando que Nabi volviera a escribirme, pero eso estaba siendo algo imposible. Por otro lado, Hani seguía con su actitud deprimida y me hacia sentir miserable. Si no tomaba una decisión pronto, después podía ser mucho peor.
¿Cuándo me convertí en alguien que hace daño a causa de sus indecisiones?
—Me iré a bañar. ¿Podemos ir a tomar un helado hoy? — preguntó poniendo su mejor mirada de perrito y asentí, para hacerla sentir aunque sea un momento feliz. — Genial. No me demoraré.
Dio un corto beso en mis labios y se levantó para ir directamente al baño. Pasé mis manos por mi rostro con brusquedad y suspiré pesado. Tenía que ser honesto de una vez por todas.
El sonido de una notificación me hizo poner alerta y de la mesita de noche tomé rápidamente mi celular para ver si efectivamente era un mensaje. Pero no. Era el celular de Hani que no paraba de sonar.
Lo tomé para ver su barra de notificación y vi el número de una persona que no estaba agendada. Fruncí el ceño ante la duda y apreté el mensaje sin importarme si estaba invadiendo su privacidad.
¿Hasta que punto aguantarías, Hani?
9:20 am
Te amo y sé que tu también lo haces.
9:23 am
Conmigo todo sería diferente. Si fueras sincera ya seríamos completamente felices.
9:25 am
Si quieres continuar con esto, si yo de verdad te importo aunque sea un poco, te espero en Lotte Hotel a las 9 pm. La habitación es la 605.
9:27 am
No me había percatado que estaba aguantando la respiración y cuando caí en cuenta, solté el celular de manera veloz. Mi corazón latía desenfrenado y sentía náuseas. Sentía leves temblores en todo mi cuerpo, estaba totalmente descompuesto. Caí en la realidad de que había hecho algo incorrecto, él que busca encuentra y aquí estaba confirmando que no eran imaginaciones netamente mías... realmente Hani me estaba engañando. Dejé el celular donde estaba y actué como si nada hubiera sucedido.
La llevé a tomar ese helado pretendiendo que no estaba herido, fingir se estaba volviendo un cruel hábito estos días. No hay nada más doloroso que intentar aparentar estar bien cuando algo nos está lastimando por dentro. Esto acaba volviéndose en nuestra contra, pues acabamos metiéndonos en una espiral que nos absorbe y nos aprieta el alma.
—Hoy tengo que ir a casa de mis padres. ¿Quieres ir?
Dejé de aparentar leer ese estúpido libro del cual no había ojeado ni siquiera la primera página, porque solamente estaba esperando este momento.
—No, me quedo aquí. ¿A que debes ir? — cambié la página y observándola de vez en cuando.
—No lo sé, quizás mamá solo me extraña. Ya sabes como es.
Sonreí falsamente y asentí, aparentando qué todo estaba de maravilla. Se despidió de mí con una gran sonrisa y apenas salió por la puerta, esperé a que partiera su auto para tomar rápidamente una mascarilla, un gran gorro y salir justo detrás de ella.
—Ay Jungkook, ¿en qué te has convertido? — me pregunté a mí mismo, encontrando que esto era de esos comportamientos que estaba teniendo en un comienzo.
Completamente erróneos.
A una distancia prudente, conduje unos tres vehículos detrás de ella, hasta que llegó al Lotte Hotel, y nuevamente sentí mi estómago retorcerse.
Esto era real.
Esperé a que entrara y la seguí como todo un acosador. Entró al elevador y esperé un momento ,preguntándole a un trabajador en que piso estaban las habitaciones del número seiscientos en adelante y él amablemente me respondió.
Tomé el ascensor sintiendo mis piernas querer convertiste en gelatina. El ascensor llegó hasta el piso siete y bajé, sintiéndome enfermo. No estaba completamente seguro de estar haciendo esto. Pude haberla increpado en el momento y así evitar estas cosas.
Esperé, esperé diez minutos y cuando finalmente estuve frente a la puerta que marcaba un 605 en colores dorados, respiré profundamente apoyándome en mis muslos.
—Tú puedes hacerlo, Jungkook. Tú puedes, después de esto por fin podrás ser sincero...
Y dándome esa clase de ánimo, toqué el timbre. Toqué mi frente y mordí mi uña, esperando a que alguien me abriera la puerta, ver frente a frente al tipo con el que Hani se ha estado riendo de mí quizás hace cuánto tiempo.
Cuando vi a Hani abrir con una basta puerta sonriendo hacia atrás, sentí que mi alma abandonaba el cuerpo. Cuando nuestras miradas conectaron, pude percibir que quedó en shock.
—J-Jungkook... — mi nombre le salió en un delicado tartamudeo. Mordí mi labio y aclaré mi garganta.
—¿Con quien Hani?
—E-esto no es lo que parece, Jungkook...
—¿Con quién mierda me has estado engañando y hace cuánto? — pregunté nuevamente, sintiendo mis ojos arder ante el descubrimiento.
—No, Jungkook, yo...
La hice a un lado sin hacerle daño y entré a la habitación, viendo prendas de ropa en el suelo. Miré hacia todos lados esperando ver al idiota y decirle unas cuantas cosas, pero no lo veía.
—¿Dónde está?
—Por favor, cálmate...
Escuché el sonido del baño y golpeé repetidas veces para que saliera lo mas rápido posible.
—Veo que estás muy intensa hoy...
Tapé mi rostro sintiéndome levemente mareado. No podía creer estar viendo esto, las náuseas eran cada vez mas prominentes, me sentía completamente enfermo, traicionado, herido y juraría que podría vomitar aquí mismo.
—¿Desde cuándo te ves con Jiyeon? — cuestioné, negando con la cabeza. Hani solo lloraba tapando su rostro y Jiyeon estaba estática, sin mover ni un solo músculo, encontrando increíble que estuviera aquí, justo ahora.
A causa de mi curiosidad, me sentía el hombre mas idiota de este planeta.
La curiosidad puede llevarte a conocer nuevos mundos, pero también puede ser la causa de tu perdición.
Yo había leído comentarios que si descubrieron mis planes en el primer capítulo lpm uno no puede tener una trama sin que le achunten 😭 kaksjs
En este capítulo damos inicio al drama 🤝🏻.
Este capítulo fue mm medio extenso, pero muy necesario para el siguiente.
No quedan muchos, así que disfrutennnn 👩🏻🦯.
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