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Capitulo 8

A-Cheng miro a su alrededor.

Entendía por que tenía que salir con su suegra y con su hermano pero...¿Qué hacía él con el tío Lan y el ex novio de Xichen en un bar horriblemente feo?

Y eso no era todo. Las mesas eran de madera, el lugar parecía viejo y estaba apestado a humo por todas partes y olores de pescados, ya que el bar era al lado del mar. Suspiró cansado. Intentó alejar su bolso lo que más pudo de todo para no mancharlo. Además, de haber sabido que venían a un lugar como este, no se habría puesto su camisa Versace por ningún motivo.

— Espero que este listo para tu sorpresa. Porque es uno de los grandes tesoros que tenemos en Sidka ¿Oh no? — la madre de Xichen miró a los demás y asintieron de acuerdo.

Intentó sonreír aunque le estaba costando bastante el hacerlo realmente. Alejó sus manos de la mesa, no sabía qué personas habían puesto sus manos ahí. Esto no era nada parecido a los clubes de New York. De repente las luces se apagaron por completo dejando a oscuras todo el bar. 

—¡Está es la gran sorpresa! —su  hermano lo agito emocionado mientras sonreía —¿Estas listo? — 

De un momento a otro una luz se prendió y el pequeño escenario fue iluminado. Había una silla en el centro de este. A-Cheng alzó sus cejas. Comenzaba a plantearse muchas ideas, y esperaba con todas sus fuerzas que no fuera una de ellas, porque sólo se imaginaba cosas horribles.

La música se volvió mucho más ruidosa y una luz movediza apuntó a un punto en lo alto del lugar. Un beta bañado en un muy falso olor a alfa con un extraño y un diminuto traje apareció tras una cortina en lo alto.

A-Cheng abrió sus ojos grandemente y deseó con todas sus fuerzas haber sido deportado en ese momento.

Todas las omegas aplaudieron y gritaron con ánimo al ver al hombre. Con una cuerda se ayudó para bajar de la ventana de lo alto y llegar al centro del escenario.

—Mo XuanYu es el único bailarín exótico en la isla—le comentó A-Yao. Cheng arqueo una ceja e hizo una mueca al darse cuenta que aquel hombre era el mesero al que le había escupido.

El tío Lan chilló emocionado ante los pasos del bailarín —Tenemos suerte de tenerlo —

El beta se quito la pequeña prenda de su pecho, mientras una omega le metía billetes en el pantalón. Cheng no cabía en su asombro, pero su mente voló cuando Qi Ren llamaba al bailarín y ahora ella metía billete tras billete en el pantalón de Mo Xuan Yu. 

—¡Muéstrale de lo que se va a perder! —le ordenó el anciano al bailarín.

El "lunático" como le acaba de poner A-Cheng lo señaló  —Ven príncipe sexy— fingió lanzar un anzuelo y a traerlo con una caña de pescar. La madre de Xichen coloco en la cabeza del omega un pequeño velo de novia.

A-Cheng negó con la cabeza haciendo una sonrisa desesperada, e intentando sonar amable, comenzó a negarse.

—No, no, no es necesario. Es un gesto muy lindo, pero en verdad necesito —quienes venían con el animaron a gritos —Parece película de terror... —se levantó y siguió al bailarín al escenario, aún oyendo los gritos de la familia de Xichen—Si esta bien, de acuerdo— 

Llegó al escenario y todos corearon su nombre. El beta lo hizo sentarse, parándose delante de él movió sus caderas de un lado al otro, para sorprender al público arrancando sus pantalones de un tirón. Moviéndose alrededor del omega para "provocarlo". A-Cheng  dio un salto cuando este se puso de pie frente a él, dándole la espalda. ¡Esto definitivamente estaba lejísimos de ser genial!

El hombre comenzó a mover su trasero para que Cheng lo viera, sin embargo este simplemente se limitó a mirar la luz que lo enfocaba. Cualquier cosa menos mirarle ahí. Odiaba todo, quería irse, quería salir corriendo, quería desaparecer.

A-Cheng puso sus manos frente al trasero del hombre para taparlo y así no mirarle, como un tipo de armadura para que no se acercara más. El hombre se agachó y se estiró en el piso. Puso sus piernas a cada lado de la silla del omega y se apoyó en ella mientras comenzaba a elevarse y bajar una y otra vez en el suelo en su intento de hacer un baile sensual.

A-Cheng apretó sus labios asintiendo mientras miraba hacia el frente. Todos gritaban emocionados, y él sólo trataba de sonreír aunque sea un poco para que la familia Lan viera que lo estaba "pasando bien".

— No vomites, no vomites — susurraba Cheng para el mismo.

El hombre se puso de pie y se acercó desprevenida mente a Mo XuanYu, tomó la silla donde estaba sentado y comenzó a subir y bajar en ella acercando su pelvis. A-Cheng alejó su cara y no pudo evitar su expresión de asco ante eso.

—¡Disfrútalo! —Gritaron.

¡¿Qué era lo que debía disfrutar?!

El hombre tomó su mano desprevenida mente y entonces Cheng abrió mucho sus ojos e intentó soltarse, más él era fuerte.

—No quiero tocarlo. Por favor no- —El omega no pudo hacer nada, y entonces el sujeto besó la palma de su mano. —Está bien, qué amable. —Ya estaba resignado. Sonrió grandemente como si lo estuviera pasando de lo mejor y entonces todos gritaron emocionados mientras el hombre acariciaba su mano. —Muy lindo —Sonrió una vez hacia adelante y luego lo miró. De pronto, el hombre comenzó a chupar sus dedos y ahí Cheng se alarmó de nuevo — ¡No, no, no, no! —Lo alejó con su mano contraria y se soltó de su agarre. Miró su blanca mano e intentó respirar. El hombre le dio la espalda a su vez y entonces el tío Lan le gritó.

—¡Pégale!

—¿Perdón? —A-Cheng preguntó sin entender 

¿Que lo golpeara? Con todo el placer del mundo.

—¡Dale una nalgada!

Ah era eso... ¿¡Qué hiciera que!? 

¿No se supone que cuando te hacen una despedida de soltero el hombre que lo hace debe ser más guapo que tu prometido? ¡Lan Xichen era mil veces más apuesto y sexy que ese sujeto!

Cheng con mucho asco hizo caso, y levemente le dio un intento de golpe en el cuerpo del beta. El omega gruñó y se levantó —¿Ya me puedo bajar? —

Bajo por las gradas con el beta aún bailando muy cerca de él. Se alejo entre la multitud, mientras aún todos ahí adentro festejaban.

En el camino le dieron un vaso con un pequeño animal adentro —Libre, se libre —dijo, mientras lo lanzaba al océano. Se quito el velo y trató de calmar su enojo.

—Ahí estás. —Se giró y vio a A-Yao salir con una botella de cerveza. —¿Cómo estás? —

—Bien. Estoy tratando de bronceame. —Inventó cualquier estupidez.

Se sentía incómodo. Miró hacia el horizonte sin saber qué diablos decirle.

A-Yao asintió —Si, a veces la familia de Xichen puede ser muy abrumadora —le consoló

 —Si...si

—¿Es muy diferente de New York?

—Un poco, un poco —volteó a ver al omega —¿Has ido?

—No, siempre fue el sueño de Xichen pero no el mio—

A-Cheng arqueo una ceja —Ustedes iban enserio, no—

A-Yao sostuvo su cerveza con sus dos manos —Bueno, estuvimos juntos el bachillerato y la universidad, pero sólo eso— le sonrió.

—Y luego ustedes terminaron ¿Por qué...?

El omega miró a sus manos unos segundos —Bueno... Ahm— lo pensó unos segundos —La noche antes de graduarnos... Me propuso casarnos, dijo que quería escapar a New York conmigo y... —

—Dijiste que no

—Y yo dije que no. Nunca he estado en otro lugar más que aquí. Este es mi hogar. —Explicó, casi como queriendo ponerse una excusa. —De todas maneras, eres afortunado. Xichen es un gran hombre, pero seguramente tú ya lo sabes —

—Ah, sí. Me doy cuenta. —A-Cheng sonrió y asintió mientras ella daba un trago a su cerveza.

El omega giro y extendió su bebida en lo alto —Bueno, a salud de ustedes—

Cheng tomó el vaso vacío que había tenido hace rato y brindó —Gracias —

Del lugar salieron unas cuantas omegas, dejando escuchar los gritos y la música más fuerte —Oh, creo que Mo XuanYu ya va a terminar —A-Yao entró sonriente —¡Si, Mo Xuan! —grito, perdiéndose en la multitud.

Cheng se quedó ahí, sonriendo un poco. Ese chico... era realmente un encanto. Aunque en parte, ese pensamiento le desagradaba en su mayoría, y no sabía por qué.

A los pocos segundo la puerta fue abierta de nuevo dejando ver a su hermano. 

— ¿Ese bailarín fue mucho para ti? — dijo burlona mente Wei Ying 

— ¿Una jauría de perros seria mucho para ti? — dijo A-Cheng mientras cruzaba los  brazos 

— A-Cheng siempre siempre eres tan malo—Wei Ying se colgó del hombro de su hermano— Parecía que ibas a desmayarte en cualquier momento — Wei Ying le dio una sonrisa burlona.

— ¡Claro que si! —grito A-Cheng — ¿No viste al hombre que me bailo? ¡Dios que asco! —Wei Ying rio. 

— Lo sé, lo sé— Wei Ying le dio un gran trago a su cerveza — Cuando Lan Zhan y yo anunciamos nuestro compromiso tambien me trajeron aquí, pero vamos ¿Piensan que veré a alguien atractivo después de conocer a mi Lan Zhan? —

A-Cheng solo rodó los ojos. Ambos hermanos se quedaron en silencio, pero claro que Wei Ying jamás fue fan de este asi que rápidamente lo rompió. 

— ¿Y ya te acostaste con Xichen? —

Ante aquel comentario A-Cheng se ahogo con su propia saliva mientras que su rostro se tornaba completamente roja. 

— ¿Qué mierda Wei Wuxian?— De todas las cosas que pudo preguntarle ¿Enserio le pregunto eso?— Eres todo un desvergonzado—

Wei Ying rió— Vamos A-Cheng es obvio que ya se acostaron—

— No todos somos unos calenturientos como tu— dijo A-Cheng defendiéndose  

— Ay por favor, tenemos 24 años, además se van a casar es obvio que ya se acostaron — Wei Ying le dio un trago a su bebida, pero al darse cuenta que su hermano desviaba la mirada mientras se sonrojaba escupió todo lo que tenía en la boca — ¿¡Enserio jamás has estado con Xichen!? —

— ¡Y a ti que te importa!— grito con la intención de empezar a caminar pero su hermano lo retuvo 

— A-Cheng como tu hermano tengo el deber de advertirte —

— Estas loco— dijo A-Cheng pero al ver la seriedad de su hermano, decidido escuchar— ¿Qué tienes que advertirme?—

— Sobre los Lan— A-Cheng arqueo una ceja confuso 

— ¿Qué?—

— A-Cheng por mas serio que sea un Lan, cuando están en la cama es su lado animal el que controla y créeme — tomo a Cheng por los hombros—  Su apetito sexual es muy grande —

A-Cheng solo miro desconcertado a su hermano, ¿Enserio el tonto de Xichen, la persona que siempre sonreía para todo, podía llegar a ser una lascivo en la cama? 

No, jamás. 

La fiesta pasó, así que era momento de volver a casa, tomaron el bote, con el tío Lan, muy divertido y hablador, la madre de Xichen venia sonriendo escuchando a QiRen y Wei Ying conducía el bote.

Llegaron a casa, riendo. Pero vio la madre de Xichen algo que no le gustó.

—Ay no—dijo el omega, al ver a su hijo destruir sin compasión una canoa de madera –¡Xichen, tesoro! —llamó a gritos —¿¡Todo está bien!? —

A-Cheng levantó sus gafas de sol —¿Que? ¿Qué está haciendo? —

Xichen había tomado ahora un tipo de navaja algo larga y comenzaba a pegarle al bote con ella. Lo hacía realmente fuerte. A-Cheng estaba algo sorprendido jamás había visto a su asistente tan enojado, bueno, jamás lo había visto enojado y ahora verlo asi...hacia que su corazón doliera.

Todos avanzaron a la casa. Lan QiRen le respondió —Algo pasó. Será mejor dejarlo solo, ven, lindo— extendió su mano mientras avanzaba a la casa.

A-Cheng perdió a todos en el camino, pues el se quedó demás viendo a Xichen desquitar su ira con la madera.

La madre de Xichen llegó a paso firme frente a su esposo, quien miraba la televisión como si nada mientras acariciaba al conejo. La mamá de su ''prometido'' tomó el control y apagó el plasma.

—¿Que está haciendo? Estoy viendo eso—se quejo el alfa, con el conejo descansando en sus piernas.

La mujer gruñó —¿Por qué Xichen esta destrozando otra vez esa vieja canoa? —

QingHeng-Jun negó con la cabeza —Bueno tal vez planea escapar ¿Por qué? —

Cheng se sentía incómodo, ¿En serio iba a presenciar una discusión matrimonial? Miró hacia el techo, nervioso.

—Ehmm... Estoy muy cansado. Creo que iré arriba y me daré una ducha para quitarme el aceite de coco de Mo Xuan. —Informó, tratando de aligerar el ambiente. La madre de Xichen le sonrió sin muchas ganas. —Pasé un gran día hoy, muchas gracias. —Dijo respetuosamente para después retirarse.

Caminó un par de pasos y escuchó, sin querer, cómo proseguía la discusión. No es que él fuera una persona demasiado entrometido. Solo... le preocupaba Xichen, nunca lo había visto enojado. No se preocupaba de una forma demasiado íntima, claro que no; Pero después de todo iban a hacerle preguntas de él, ¿no? Debía saber ciertas cosas que Xichen no le contaría ni en un millón de años.

La mujer  volvió a mirar a su alfa con expresión seria —¿Qué hiciste?

QingHeng-Jun coloco disimuladamente a copito de escudo —Yo no hice nada—copito salto de sus brazos y se alejo de la sala —Bueno, solo tuve una franca conversación con el sobre su futuro —

—Ah, excelente, excelente. ¡Qué buena idea! —Ironizó ella. —Porque ahora jamás volverá a casa. ¡Es mi hijo! Y hasta ahora sólo lo veo cada tres años debido a ti. ¡Por tú culpa! ¿Sabes? Aunque no te guste la idea, vas a tener que asumir su matrimonio como sea —

Cheng sintió unos pequeños ruidos seguidos que le parecían familiares, luego vio al conejo acercarse a él. El pequeño le miró mientras este le devolvía la mirada de reojo. El conejo  se posiciono a su lado y le comenzó a brincar mientras volvía a hacer el molesto ruido "rabbit, rabbit".

—¡Shh! ¡Shh! ¡No me dejas oír,conejo tonto! —Pidió en un susurro casi inaudible.

El conejo no dejaba de saltar, por lo que el omega sólo atinó a correr de puntitas a su habitación y dejar de escuchar a escondidas. En cualquier momento podría ir sus "suegros" a ver el motivo de sus saltos, y sinceramente, no quería dejar una mala imagen con ellos.

—¿Sabes? Si no tenemos cuidado, al final vamos a terminar tú y yo en esta enorme casa absolutamente solos. Con todo lo que hemos odiado, y luego, te aseguro, que años después vas a tener a un hermoso nieto que jamás conocerás, ya tengo suficiente con que no veamos seguido a A-Yuan solo por que aun no logras aceptar el matrimonio de Wangji y Wei Ying.

Xichen entró a la casa con audífonos y la música a máximo volumen, completamente ajeno a la pelea de sus padres, el solo quería ir a tomar un baño.

—¡Quiero que arregles esto, Lan QingHeng-Jun! —ordenó la mujer—¡De verdad! Vas a arreglarlo—miró con rabia y tristeza a su esposo, para retirarse de la sala y aguantar la ira que deseaba salir en forma de lágrimas.

Mientras la pelea se daba abajo. A-Cheng había tomado un baño con la música muy fuerte, no lo pensó y se metió en la ducha, quería quitarse la suciedad.

Cuando terminó noto lo que había olvidado: una toalla. Busco por todos lados, se vio obligado en salir de la ducha, pero no, las toallas estaban afuera de la habitación de baño.

Miró una pequeña toalla de manos y la tomó —¿Esta es la única toalla? Es ridículo, no me secará— se seco el rostro con la pequeña toalla.

De repente, oyó el golpe de algo en la habitación, como una puerta.

—¿Quién llegó? —Preguntó.

Al mismo tiempo, Xichen, escuchando música a todo volumen, se encontraba buscando una toalla para meterse a bañar. Todo el asunto de su padre ya lo tenía más que aburrido. Ya se había desquitado bastante con aquella pobre canoa, por ende estaba muy sudado y relajado, ahora se debía refrescarse.

—¿Hola? —grito el omega, pero no recibió respuesta. Abrió la puerta del baño un poco para mirar el exterior. A lo lejos vio la puerta del armario media abierta justo donde daban las toallas. Se cubrió su entrepierna con la pequeña toalla y camino sigiloso.

Iba a mitad de camino cuando el conejo apareció comenzando a brincar como loco hacia el. ¡En serio ese maldito animal iba a matarlo! ¡Era del demonio! ¡¿Qué se creía apareciendo de la nada y asustarle así?!

Retrocedió, pero el conejo no dejaba de brincar. El pequeño animal se acercó aún más a él, arrinconado lo sin dejarle en paz.

—N-no, déjame ya. Yo sólo quiero pasar... —Gruñó un poco y se sentó en parte de la bañera mientras cruzaba sus desnudas piernas. —Lo lamento, ¿sí? Lamento haberte ofrecido al águila. —El conejo sólo seguía brincando. —¡Lo lamento! —

Xichen mientras, estaba en el balcón, aún con audífonos, se alejo un poco para desvestirse, aún dándole la espalda al cuarto. Inconsciente que detrás de él una pelea se daba.

A-Cheng había tomado la secadora de pelo y con eso detenía el ataque del conejo—Eso, eso es ¿te gusta? —le pregunto amenazante, pero el conejo se recostó y cerró sus ojos complacido — Ohh...Te gusta —concluyó.

Lo apagó, y el conejo se paró de inmediato, comenzando a brincar de nuevo. A-Cheng tiro el guante hacia la bañera, ya ni siquiera le importaba taparse, ¡Simplemente quería que esa pequeña bola blanca lo dejara en paz! Tocó una pequeña alfombra rectangular que había en el baño con el pie.

—Ven, sube a la alfombra. —Ordenó con suavidad, el conejo se acercó de a poco al menor. —Eso es, buen chico. Ven con papá... —

Cuando el pequeño conejo yacía en la alfombra, A-Cheng lo movió un poco para que quedara dentro del baño; él salió corriendo y cerró la puerta con fuerza mientras comenzaba a alejarse rápidamente, sin percatarse de que Xichen estaba entrando desnudo a la habitación. Aunque eso no fue lo peor, sino que ambas anatomías chocaron de frente al no darse cuenta que venían en contra.

—¡¿Pero qué?! —

A-Cheng cayó encima de Xichen, mientras este le miró sorprendido, sacándose los audífonos de un solo jalón. No sabía en qué momento había chocado con alguien, se suponía que estaba solo. Abrió sus ojos desmesuradamente cuando vio a su jefe encima de él...

—¡Oh por Dios! ¡Estás desnudo! ¡¿Por qué tú estás desnudo?! —grito Cheng asustado.

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Publicado: Dic. 06, 2021

Editado:  Ene.27,2022

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