Era una hermosa mañana, un lunes donde todos los niños iban a sus escuelas y los adultos a su trabajos. Pero para Xichen era el mismísimo infierno, estaba llegando tarde a su trabajo y no era recomendable ya que su odioso jefe es demasiado estricto y malhumorado cuando algo no sale como quiere, tres faltas y estas fuera de la empresa.

Se encontraba corriendo con todas sus fuerzas hacia la tienda donde su jefe lo mandaba a comprar su café favorito, pero al llegar al lugar estaba repleto de personas, esa tienda siempre estaba vacía, pero justo hoy la gente quería joder a aquel pobre hombre. Pero como si el mundo tuviera pena una chica de cabello castaño lo llamo con dos vasos en sus manos que reconocería fácilmente, se saltó la enorme fila y le dio una sonrisa de agradecimiento.

— Acabas de salvar mi pellejo MiamMian 

En otro lado Jiang Cheng caminaba con toda tranquilidad, su traje siempre bien acomodado haciéndolo ver joven y atractivo, si no fuera por su siempre ceño fruncido atraería mucho mas miradas.

Caminando tal elegante saco su teléfono y decidió hacer una llamada.

— Hola Yan Ling Dao Ren mi escritor favorito — dijo cuando su llamada fue contestada— Pero claro que lo has pensado bien, por que es la verdad... Yan Ling la gente esta ocupada, quebrada y odia leer necesita a alguien en quien confías diga "Oye no veas las telenovelas, lee un libro el libro de  Yan Ling" y esa persona es Bao Shan San Ren —

Xichen  seguí con su carrera contra el tiempo, rezaba y rezaba para que su jefe no llegara antes y lo mandara al carajo. Pasaron unos minutos más llegando a la editorial, subió en el elevador llegando al último piso, al parecer su jefe aún no había llegado y eso le dio un poco más de calma, pero era demasiado bueno para ser cierto...

Choco con un chico de mensajería el cual lo hizo derramar uno de los cafés. 

—¿Que- —Xichen pudo sentir como todo su ser hervía de enojo— ¿Que hiciste? —

—Lo siento —dijo aquel chico mientras salia de ahí lo mas rápido posible.

— Ni como ayudarte amigo —Ese fue el comentario de Xichen escucho entre los murmullos y risas de sus colegas.

Rápidamente fue a dejar sus cosas a su escritorio para después correr con la persona que el creía que podría ayudarle.

— Quítate esa camisa —le dijo a Nie Huaisang

— ¿Qué? ¿Es enserio? —dijo mientras se abanicaba con uno de sus preciados y amados abanicos 

— Abanico, caro, de colección por tu camisa —antes de que Huaisang pudiera decir algo rápidamente Xichen volvió a hablar.- tienes 5 segundos 5,4,3,2,1-

Con una camisa limpia salió de aquel baño directo a la oficina de su jefe, las puertas del elevador alertaron a los trabajadores, unos de los primeros mando un mensaje a todos en la oficina "Ya está aquí" todos se quitaron de los pasillos dejando pasar a su gruñón y estricto jefe, que se tomó frente a frente con Xichen entregándole su café de la mañana.

— Buen día jefe —Lo saludo por educación, pero este tan solo lo ignoro tomando el vaso de café para toma asiento en su escritorio — tienes una conferencia en 30 minutos —

— Si sobre los libros de primavera, lo se 

— Reunión de empleados a las 9 —Xichen se posiciono al lado de Cheng esperando los manuscritos de los libros.

—¿Llamaste a...— A-Cheng intento recordar el nombre de quien sea que estuviera hablando — La loca de las agujas — 

 — ¿Wen Qing? —

—Si, ella — dijo A-Cheng sin quitar la mirada del manuscrito.

— Si, llame a la señorita Qing para avisarle que si no tenía su manuscrito a tiempo se considerara muerta —Dijo mientras recogía varias carpetas y seguir recordándole a su jefe— Llamo tu abogado de inmigración dijo que... —Sus palabras no fueron terminadas al ver que este lo miraba con odio.

— Si, si no me interesa, cancela la conferencia, pásala para mañana y que espere el abogado. Y llama a relaciones publicas que haga un comunicado: Yan Ling ira con Bao Shan 

— Wow excelente — dijo de forma sarcástica

— Oye si quiero que me halagues te lo diré —giro en su silla hacia su computadora, pero algo en su vaso le llamó la atención— Espera —Xichen se detuvo justo antes de salir de la oficina— ¿Quién es MiamMian? Y ¿Porque quiere que la llame? —interrogó.

Xichen se volteó lentamente, miró a su jefe y sintió tanta vergüenza al ver la nota en el café junto al número de la chica de la cafetería 

— En realidad... esa era mi bebida 

 — Y voy a tomar el tuyo ¿Por qué? —Jiang Cheng ya se imaginaba lo que pudo haber pasado con su estúpido ayudante

—Porque derrame tu café.

Cheng asintió un poco mientras tomaba otro sorbo para luego decirle con una diminuta sonrisa.

— ¿Bebes café con leche light, con canela y sin azúcar?

— SI, claro es mi nueva adicción —Dijo Xichen en un tono calmado, pero por dentro se moría de los nervios— Es la navidad en un vaso —

— Que coincidencia —

— Increíblemente lo es. Bueno... —el teléfono comenzó a sonar y Xichen fue lentamente a contestarlo— la verdad no sería posible beber el mismo café que el tuyo solo por si acaso se derrama el tuyo, eso sería patético —levanto la bocina— Buenos días, Oficina del Señor Jiang — trato de no mirar a su jefe y su gran ceño fruncido — Hola, Wen Chao — Cheng le hizo una seña que el entendió de inmediato— De hecho vamos para tu oficina justo ahora — colgó — ¿Para que vamos a su oficina? —

Cheng se giro en su silla y sonrió, palmeando su escritorio lentamente. Xicheng entendía cada cosa que aquel chico hiciera, así que sin chistar se dirigió a la puerta, corrió hacia su escritorio y tecleo un rápido mensaje para todos.

"¡El Pikachu va a electrocutar!" Decía el mensaje.

Todos en la oficina se miraron entre ellos, para correr a sus puestos de trabajo casi cayendo al suelo sin problemas. Cheng salió de su oficina.

— ¿Leíste el manuscrito que te mande? —preguntó muy ansioso.

— Leí unas páginas. No me impresionó.

Siguieron andando

 —¿Quieres escucharme?

— No.

Pero Xichen siguió hablando.

— He visto toneladas de manuscritos y este es el único que me a convenido. Hay una increíble novela ahí, la clase que publicamos...—

Xichen seguía hablando sobre la gran historia que había escrito intentado tener una mínima oportunidad de cumplir su sueño de ser escritor. Pero Cheng no prestaba la más mínima atención, miraba como la camisa de Nie Huaisang estaba completamente manchada, una sutil sonrisa salió, sus sospechas eran ciertas su asistente en verdad que era torpe.

— No me interesa y si creo que ordenas el mismo café que yo por si se te derrama, que patético.

Llegaron a aquella oficina que era un poco mas pequeña que las demás, pero eso no era lo malo nono si no que su escritorio estaba repleto de comida y envoltorios por todos lados, la papelera estaba repleta, Chao hacia un trabajo impecable, pero se podría decir que era un cerdo en cuanto a orden.

El Lan abrió la puerta de una oficina.

— ¡Miren! Nuestro líder y su aliado, pasen es su oficina 

Jiang Cheng volvió a aclararse la garganta. Miró la oficina y señaló un mueble 

— Hermoso librero ¿Es nuevo? —

— Es del siglo 17,pero es nuevo aquí —le sonrió al chico mas joven.

A-Cheng acarició el costado del mueble— Que gracioso —murmuró— Chao te voy a despedir — los dos hombres miraron asombrados al Jiang.

— ¿Perdón?

— Te pedí mil veces que pusieras a Yan Ling con Bao Shan y no lo hiciste. Estas despedido —sentenció. Xichen se movió incómodo en su lugar, mirando a cualquier lado.

Chao se retiro sus lentes de lectura— Ya te dije que es imposible, Yan Ling no ha dado entrevistas en veinte años —

— Si eso es interesante porque, acabo de hablar con él y lo hará

— ¿Disculpa?

— Ni siquiera lo llamaste ¿Cierto?

Chao se quedó mudo, mirando a su jefe y luego a su asistente —Pero...

— Se que Yan Ling puede ser aterrador, para ti —camino hasta Chao— Te voy a dar dos meses para que busques otro empleo y le vas a decir a todos que renunciaste ¿De acuerdo? —sin mas se retiro de la oficina.

Tanto jefe como asistente salieron de ahí— ¿Qué esta haciendo? —le preguntó Cheng a Xichen.

El mas alto regresó a ver al hombre.

— Camina, creo que enloqueció.

Cheng siguió caminando, cerró sus ojos.

— No lo hagas, Chao, no lo hagas — murmuró, deteniéndose de golpe.

Pero era tarde el hombre salió gritando— ¡Tu venenosa escoria!- grito llamando la atención de todo los empleados cercador— No puedes despedirme —Cheng volteo, muy tranquilo sin mutarse— ¡Tu crees que no se lo que estas haciendo! Me regañas por lo de Bo Shan para quedar bien ante el consejo ¡Por que solo eres un omega! —

Con ese comentario hizo que Xicheng se pusiera enfrente de su jefe para proteger a...Chao obviamente, todos sabían que si decían algo del segundo genero de aquel hombre acabarían sin cabeza.

— ¡Eres un omega, que se siente amenazado por mi! —Chen aguanto la risa haciendo a un lado a Xicheng— Y tu eres un monstruo —

— Chao, ya basta.

— Solo por que eres un omega sin nada parecido a una pareja, marca o una vida fuera de esta empresa no significa que puedas tratarnos como tus esclavos personales ¿Sabes que? Siento pena por ti, por que ¿Sabes que habrá en tu lecho de muerte? ¡Nada ni nadie! 

Xicheng se había arrimado a un escritorio y esperaba incómodo a que terminara esa escena sin ningún muerto de por medio. Cheng solo soltó aire y con una voz muy tranquila respondió.

— Quiero que pongas atención, Chao. No te despedí por sentirme bajo amenaza, poderoso alfa. Te despedí por holgazán, arrogante, incompetente y pasar más tiempo acostándote con pobres omegas que se cruzan en tu camino que en esta oficina. Y si dices otra cosa, Xichen tendrá que ponerte en tu lugar. ¡Otra palabra! Y saldrás de aquí por la maldita ventana, Xichen lo filmara con la cámara de su celular y lo subirá a ese sitio de internet ¿Cómo dices que se llama? —

— ¿YouTube? — Dijo Xichen de manera nerviosa al ser nombrado por su jefe, todo lo que menos quería era meterse en problemas

— ¿Eso mismo es lo que quieres? —

Chao tan solo se quedo mirando al suelo ante tales palabras no podía decir que no le tenia miedo a ese hombre, tampoco entendía el como sabia de su vida privada, quería decir algo, pero no tenía nada.

— Perfecto, ahora vete tengo trabajo — Cheng se dio la vuelta y siguió con su camino al igual que los demás volvían a sus puestos fingiendo como que nada hubiera pasado — Xicheng quiero ese mueble en mi oficina y te necesito el fin de semana para que archives sus manuscritos —

— ¿Este fin? 

— ¿Algún problema? 

— Bueno es que este fin es el cumpleaños 90 de mi tío y... —Cheng lo ignoró como siempre y es que le daba igual la vida fuera de lo laboral, de todos modos, no le iba a dar el día libre— Esta bien lo cancelare, me estas salvando de sufrir esos días, linda charla si —

Fue a su escritorio y marcó el número de su casa. Intentó explicar brevemente la situación, pero su madre parecía no entender 

— Si, lo se, dile al tío que lo lamento. Mamá que puedo hacer, trabajaré el fin de semana. No, no pienso renunciar —levanto un poco la voz— Escucha he trabajado muy duro para subir de puesto y no lo pienso arruinar, pues si se que esta muy molesto, pero tomamos todos los documentos muy serio y y yo le llamare en cuanto tenga algo —corto la llamada al ver como su jefe se posaba a lado de su escritorio con los brazos cruzados 

— ¿Era tu familia?

— Si

— ¿Te piden que renuncies?

— Como todos los días — A-Cheng iba a decir algo pero fue interrumpido debido a que de nuevo el teléfono sonó, y Xichen no tardo ni un segundo en contestar— Oficina de Jiang Cheng, oh si claro, entiendo —Corto el teléfono— El consejo lo llama, dice que es urgente y quiere que valla de inmediato—

—Bien, pasa por mi en diez minutos, tengo trabajo —

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Publicada: Dic. 30, 2021

Editado: ene. 22, 2022