Capítulo 46

Atrapada y libre (Nuevo mes - día 12)

El tono de espera fue insufrible–¿H-hola?

–¿Rin?–pregunto una voz al otro lado–¿Eres tú?

–Sí, soy yo y tengo algo importante que decirle–Anuncio afligida.

...

–Señor Taisho–llamo temeroso el medico desde una distancia prudencias, el mencionado ni si quiera lo miro–¿Señor?– insistió tragando saliva, la hoja de papel que traía en sus manos tembló–Tengo información–balbuceo con torpeza, ganándose una lúgubre mirada de soslayo–T-temo que le traigo malas noticias, la condición de su esposa ha empeorado–Sesshōmaru poso la vista por completo sobre la figura del medico, este tembló con notoriedad, mientras una sombría sensación le recorría la espina dorsal–Si- si continua decayendo, temo que no podremos hacer nada pa-para salvarla–Finalizo extiendo la hoja con dicha noticia, al ver que el demonio no se movía, pero seguía viéndolo con aquellos ojos que parecían querer penetrarle el alma para luego arrancársela de un sopetón–l-lo lamento–dejo la hoja sobre la cama y salió rápidamente de ahí.

Un segundo medico ingreso, este parecía más seguro y valiente que el anterior infeliz–Ya se e ha informado la situación, temo que solo es cuestión de tiempo para ambos mueran–Sesshōmaru gruño en advertencia, pero el hombre no estaba interesado en dar su brazo a torcer, como especialista era su deber informar con honestidad a los involucrados–Estamos retrasando lo inevitable–Soltó con crueldad.

–Debo dejarlos morir–azuzo apretando los dientes, mientras el filo de sus garras le rasgaba la piel de sus palmas, hasta teñirlas de un rojo carmín muy brillante.

–Temo que si, en este estado sufren los dos

–¡Largo!–siseo con los ojos inyectados, el doctor hizo una breve reverencia y salió sin decir más palabras.

...

Mientras tanto en la habitación de la niña–Iré de inmediato–aquella respuesta alivio gratamente a la pequeña.

Rin asintió a pesar de que no pudiera verla–Dese prisa–rogó cortando la llamada.

Listo lo había echo, tiro a la suerte su última carta y esperaba que funcionara, porque no sabía por cuanto tiempo su amo soportaría esta situación.

...

Si tan solo la hubiera marcado cuando tuvo la oportunidad, ella no estaría padeciendo este sufrimiento porque con la ayuda de su sangre la recuperación sería mucho más rápida y sobre todo efectiva.

Pero él se había dejado llevar por tonterías e inseguridades, ahora la mujer que amaba desde hace ya mucho tiempo estaba agonizando en sus narices.

Se sentía tan infeliz e impotente.

Tan desesperado y acabado.

Tan idiota, era realmente un gran idiota.

No quería vivir sin ella, no deseaba perderla, pero no podía ser egoísta y retenerla a vivir postrada en una cama sin ninguna noción de conciencia de lo que sucedía a su alrededor.

Quizás era lo mejor, desconectarla y dejar que se vaya.

Cogió la frágil mano de la morena y la guía hacia sus labios–Lo siento...–susurro besándola una y otra vez, cerró los ojos con fuerzas y mientras la besaba acaricio su no tan hinchado vientre–Perdóname.

–Sesshōmaru.

El abrió los ojos con sorpresa alzo la vista de inmediato–¿Madre?–estaba tan sumido en sus pensamientos que no había notado el Yuki de su progenitora.

Esta lo miro con calma–Hijo–llamo la mujer con suavidad, colocándose al lado contrario de la cama examino el cuerpo inconsciente de la joven azabache– ¿Te sientes triste Sesshōmaru?–inquirió alzando la vista, los ojos de su primogénito lo decían todo, aunque su rostro se mantenía sereno.

–¿Cómo es que estas aquí?

–Realmente lo estas–Se respondió así misma ignorando los interrogantes– ¿Cuánto tiempo lleva así?

Sesshōmaru volvió la vista sobre Aome–Más de una semana-musito volviendo sus labios una fina línea.

La dama se inclinó levemente sobre el cuerpo de Aome, y movió graciosamente la nariz–Ahora entiendo tu desesperación...–dijo echando un ligero suspiro, él ni si quiera les respondió tan solo la miro tan profundamente que la hizo sentir melancólica–¿Tiempo de gestación?

El dudo un momento antes de responder–Un mes...

Irasue arqueo una ceja con cierto aire de sorpresa–Sera un cachorro poderoso ¿Lo has notado?–ella dijo y el la vio sin comprender–Debes estar muy triste Sesshōmaru para no percibir su gran poder espiritual–Después de tantos días de reprimir reacciones, el demonio vacilo entre la intriga y la estupefacción–Es la criatura quien la mantiene aún con vida, porque ella ya ha perdido el alma. Está atrapada en el inframundo

De pronto él se sentía más devastado de la que ya estaba, sin su alma no sería capaz de volver a despertar jamás. Ahora mismo el cuerpo de Aome no era más que un recipiente vacío, aunque su corazón estuviera latiendo y podría darte la sensación de tener vida, sin la conciencia de su alma, esto no era más que una completa perdida solo era cuestión de tiempo para que el órgano fallara y volviera a marcharse, llevándose al cachorro de paso.

Sesshōmaru jadeo, cubriendo su rostro con la palma de su mano ahí frente a la figura de su madre él se estaba derrumbando, aquella actitud fría que había conservado sabiamente durante varias décadas, se cayó en un segundo, soltó un quejido doloroso.

Irasue dibujo una sonrisa triste en los labios, el no había movido ni un dedo para ocultar las lágrimas que corrían en silencio a través de sus mejillas–Tu madre está muy triste Sesshōmaru, no puedo verte así–la escucho decir, el demonio no hallo rastros de ironía en sus palabras, extrañamente estaba siendo sincera–Haré algo por ti–anuncio, Sesshōmaru alzo la vista en el mismo instante en que ella se quitaba aquel horrible collar que siempre cargaba en su cuello.

Siempre le disgusto el gran tamaño que este tenía, más aun no comprendía el interés y respeto que su madre tenía hacia él. Una vez le había cuestionado sus gustos, ella tan solo había sonreído antes de responder "Es mi regalo de bodas, tu padre me lo dio hace mucho tiempo atrás..."

Entonces ella coloco el collar sobre el pecho de Aome–Observa bien Sesshōmaru–pidió con una gentil sonrisa–El amor de tu madre–sentencio, en ese instante la reliquia comenzó a brillar la luz se esparció en oleadas sobre la figura, muy lentamente la piel pálida comenzó a recobrar su sonrojado color, sus labios ya no se veían fríos resecos... la morena dio una onda aspiración, durante todo ese tiempo Sesshōmaru no había siquiera parpadeado. Finalmente la luz seso–Solo está dormida, dale tiempo para despertar– ella dijo cogiendo el collar y devolverlo a su cuello, mientras que su hija seguía en estado de shock, al cabo de unos momentos este reaccionó y la vio con pintada sorpresa. Irasue supo lo que quería sin que este abriera la boca–Ahora conoces el poder de la Pierda Meido, es capaz de traer las almas del inframundo–ella se movió recogió su pequeño bolso de mano y miro arqueando una ceja el mutismo de su cachorro–¿Estas feliz Sesshōmaru?–pregunto al cabo de un rato sonriendo.

–¡Lo está!–salto una voz a sus espaldas, Rin entro con el rostro lleno de lágrimas las cuales aparto con el puño de su abrigo–¡Él está muy feliz, puedo asegurarlo!– y se inclinó frente a la dama como una muestra de respeto y agradecimiento–¡Muchas gracias abuela!

–Rin–susurro el youkai comprendiendo absolutamente todo lo que estaba pasando.

Irasue sonrió, echando un suspiro–Chiquilla, me haces sentir vieja–esta respondió en tono de regaño

–Madre –La llamo estando ya de pie, la susodicha lo miro anticipándose a sus palabras.

–No hay prisa cachorro, ya tendremos tiempo para hablar–aseguro esta con serenidad–Pero por favor arregla tu aspecto y date una ducha–aconsejo y como si fuera la primera que vez que pensaba en ello Sesshōmaru le dio una rápida mirada a su figura.

Si, estaba del asco.

–¡Que espera Amo, debe ponerse guapo para la Señorita!–Rin chillo y el tan solo le otorgo la más absoluta razón.

...

Unas horas después de haberse aseado, cambiado de ropa y comido algo se vio obligado nuevamente a esperar con impaciencia en aquel blanco y monótono pasillo.

Los doctores estaban estupefactos ante la repentina mejoría de la joven azabache, por su parte Rin había armado todo un revuelo, gritando al viento "¡Sea despertado!. ¡Sea despertado!"

Jamás había visto tantos especialistas ir y venir de un lado para el otro.

–Al fin despiertas, es bueno ver que te recuperaste muy pronto, el equipo médico se encuentra asombrado–se escuchó la voz de una mujer, una enfermera.

–¿Cuánto tiempo llevo dormida? –Aome gimoteo, parpadeando repetidas veces hasta que sus ojos se adaptaron nuevamente a la luz.

–Cerca de dos semanas ¿Recuerdas lo que sucedió? ¿Conoces tu nombre y edad?

La morena asintió–Me llamo Aome Higurashi y tengo 24 años... creo que tuve un accidente–agrego esto último con ciertas dudas.

–Un accidente de auto, llegaste en compañía de una pequeña niña y un hombre de cabellera blanca–aporto

–¡Rin!–Aome se apresuró a intentar salir de la cama– ¡¿Cómo esta Rin?!

La mujer la detuvo con un gesto de mano–¿Adónde crees que vas?–la regaño–La niña está bien ha venido a verte todos los días...

–Pero yo-

–Acuéstate, es una orden–le advirtió mientras prácticamente la recostaba contra su voluntad de nuevo en la cama.

La morena hizo un mohín pero obedeció, suspiro con la mirada perdida en el techo.

–Tu esposo también está aquí...–la mujer dijo de forma inocente, la mirada de Aome fue sobre ella–Debo decirle que es el demonio más guapo que he visto en mi miserable vida.

–Sesshōmaru... su nombre es Sesshōmaru–comento mientras acariciaba gentilmente el anillo en su dedo– Y si está bien guapo el condenado– agrego con una sonrisa boba

–Chulísimo

Aome rió y en ese instante un doctor entro a la habitación, este al verla sonrió gentilmente–Me alegra verla bien Señora Taisho–saludo metiendo sus manos entre los bolsillos de su bata blanca.

La morena se preguntó ¿Porque todos la trataban como si fuera la esposa de Sesshōmaru? ellos apenas estaba recientemente comprometidos.

–Me siento mucho mejor, aunque un poco cansada de estar acostada–confeso.

–Si continuas mejorando, te daré autorización para que des un paseo, mientras tanto deberás continuar en observación–agrego son serenidad, tanto Aome como la enfermera asintieron esta última siempre tomando nota.

Ella sintió–Dr... Mi bebe ¿Mi bebe está bien?

–Está muy bien, fuiste muy fuerte y lo protegiste, no tienes de que preocuparte.

La morena suspiro aliviada, acaricio la superficie pequeñamente abultada de su vientre– Me hace muy feliz–dijo sonriendo– ¿Y Sesshōmaru? ¿Puedo verlo?

El hombre sonrió–Por su puesto a estado esperando por ti–comento–Enseguida lo llamare–agrego antes de salir.

...

Esto era realmente tan alocado y tan extraño, no podía ser otra cosa más que...

–¿Señor Taisho cree en milagros? Porque eso es lo que acaba de pasar. Un milagro, uno real

El tan solo escucho las teorías del médico, no desmintió sus argumentos para decirle la verdad–Se lo agradezco...–y aquí es cuando se dio cuenta que realmente estaba mal.

Sesshōmaru agradeciendo.

El doctor sonrió y asintió –Puede pasar a verla ahora, ha estado preguntando por usted.

...

–¿Está molesto?–Aome pregunto a la joven quien tomaba apuntes de su mejoría.

Le enfermera le sonrió con suavidad–¿Molesto? Cariño jamás he visto a un hombre tan enamorado como este, con decirte que no se despegó ni un solo día de tu lado–informa con una sonrisa cargada de complicidad.

Aome se ruborizo–Usted cree...–Ella murmuro.

La contraría bufo colocando las manos sobre sus caderas–Ni Dios podría apartarlo de ti querida–aseguro con sinceridad, en ese instante Sesshōmaru entro y la mujer se retiró rápidamente sin decir una palabra, estaba sobrando en ese lugar.

La miro con cierto grada de incredulidad, luego de tantos días de agonizante espera, finalmente volvía a ver el brillante azul de sus ojos, ella le sonrió tan suavemente que el corazón le dio un brinco, sentía que en cualquier momento saldría atravesándole el pecho.

–Sesshō–el nombre se atoro en sus labios, su demonio la estaba estrujando entre sus cálidos brazos, ella se perdió en la calidez que emanaba su cuerpo y el aroma de su colonia volvió todos sus sentidos en gelatina.

Arrastro los dedos en la abundante cabellera azabache, aspirando su aroma una y otra vez–Jamás vuelvas a hacerme esto–lo escucho decir y Aome sonrió dejando sus lágrimas caer.

–Lo siento–balbuceo buscando su rostro– Tuve tanto miedo de no volver a verte–confeso con angustia, el seco sus lágrimas con la yema de sus dedos.

Sesshōmaru beso su frente, sus parpados y mejillas, sellando sus bocas al final con el beso más ansiado de toda su vida, cargado de emociones que chocaban entre sí, entrelazo su lengua con la contraria, mientras acariciaba lentamente la línea dorsal de su espalda.

Aome se estremeció bajo su toque, suspiro sin ganas de alejarse, pero el bendito oxigeno de sus pulmones pedía ser renovado–Te amo

La escucho decir en un jadeo.

Sesshōmaru volvió a besarla.

Continuara...

*Si ven ya actualice de nuevo

y me llamaban cruel :,( 

hieren mis oscuros sentimientos

Xd neee, admito que amo verlas sufrir y entrar en desesperación :+

¡Nos vemos!

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