Capítulo 25.

El plan (Día 19) Lemon suave

Ella no estaba cediendo.

Aome simplemente estaba poniendo una pausa a la situación.

Sesshōmaru podía hacerle el amor, pero después de eso ella seguiría enfadada.

Claro que Sí.

Por el momento ella permitiría que la besase, la tocara y la embistiera tanto como fuera imaginable, evitaría gemir en voz alta, o los agudos oídos de la madre del youkai se enteraría, de porque repentinamente estaban tardando más de lo normal en bajar a almorzar.

Aunque Sesshōmaru ya estaba comiendo, al menos eso sentía la morena cada vez que este se apoderaba de sus labios y la besaba hasta dejarla sin aliento.

Las piernas temblorosas de Aome, estaban firmemente colocadas en cada hombro del youkai, mientras este la sujetaba de las caderas y remataba con fuerzas la estrecha entrada de la joven, quien para impedir que los gemidos salieran de su boca se mordía los labios.

Algunas perlas de sudor decoraban el semblante del demonio, provocando que varios de sus hilos color plata se pegaran a la frente, mientras que otros se mecían al ritmo de sus embestidas.

Y cada vez que sus miradas se encontraban Aome no encontraba rastros de aquella frialdad que siempre había poseído, aquellos orbes estaban simplemente tranquilos, relajados. No era algo que le preocupase, sino todo lo contrario y eso era lo que la preocupaba, ella estaba percibiendo cosas con respecto al demonio, que al principio de los días los ignoraba.

Aome lo estaba viendo a él.

Y como si de una señal se tratase, Sesshōmaru la beso y el corazón de la joven comenzó a latir con fuerzas, este latido era distinto a cualquier otro que hubiera tenido antes.

Toda ella tembló notoriamente, el youkai se detuvo y la detallo con curiosidad.

– ¿Qué ocurre?–cuestiono, Aome podio jurara que era preocupación lo que algo en su tono, sin embargo ella simplemente negó con la cabeza, por lo que él frunció el ceño ligeramente–Estas temblando.

Ella volteo el rostro aun lado, había un suave tono rosa creciendo en sus mejillas–Solo tengo frío–murmuro una mentira.

– ¿Aún sigues molesta?–cuestión el demonio con interés, sin percatarse del engaño

Este fue el momento que Aome necesitaba para dejar a un lado su nerviosismo–Claro que sigo molesta–respondió haciendo un mohín.

El youkai río, el sonido danzo melodiosamente el los tímpanos de la joven– ¿Qué es gracioso?–cuestiono mientras su rostro lucia como una pequeña niña enfadada.

–Dices, que estas molesta–él dijo rosando la piel de su cuello con ayuda de sus afilados colmillos–Pero tu aroma me dice lo contrario–dejo que brotara un pequeño hilo de sangre, antes de posar su boca sobre este y succionarlo por completo.

Aome iba a protestas pero pronto esa idea desapareció de su mente, podría sentir la mano del Taisho jugar con uno de sus senos, mientras la cabeza de su miembro, cliente e hinchada rosaba suavemente su sensible clítoris.

El juego duro lo suficiente para hacer que esta volviera a soltar gemidos en voz baja, Sesshōmaru se adentró en su interior un par de veces más antes de correrse.

...

–Iré por el amo–dijo Jaken al notar la impaciencia de la dama

–No es necesario–se apresuró a responder esta, haciendo una seña con el mentón–Ya era tiempo–murmuro la dama, en el mismo instante que tanto Aome como el youkai se mostraban en la sala.

–Perdón por la demora–se disculpó la morena con amabilidad, tomando su lugar a un costado de la mesa, quedando justo frente a Rin.

La pequeña sonrió abiertamente el verla–La señorita Aome ama dormir–comento distraída.

Irasue sonrió con diversión–Seguro es muy duro para ella levantarse temprano–comento con evidente doble intención.

Aome se ruboriza y casi mando al diablo el vaso de jugo que estaba bebiendo.

Rin asintió con total convicción mostrando una sonrisa, totalmente ajena a su alrededor.

Sesshōmaru por su parte observo a su madre con una ceja alzada, pero esta simplemente lo ignoro sonriendo divertida.

...

–Dime Sesshōmaru–este la observo detenidamente–Esta mujer me resulta muy familiar, creo haberla visto antes–alego con seguridad y una mueca pensativa–En una fotografía–recordó para seguidamente ladear el rostro hacia un punto exacto, en el cual su hijo tenía una pequeña caja fuerte muy bien camuflada.

–Madre–Sesshōmaru dijo con seriedad–No te entrometas en mis asuntos.

La mujer río con suavidad–como tu madre, es mi deber hacerlo–respondió echando un suspiro.

El Inu masajeo con insistencia el puente de su nariz–Solo no digas tonterías–aquello fue más bien una petición.

La mujer asintió–De acuerdo–ella dijo–Pero a cambio necesito que me acompañes

Sesshōmaru arqueo una ceja interrogante– ¿A dónde?

Ella se encogió de hombros–A buscar papeleo sin importancia–respondió y el Inu supo que no mentía, porque de lo contrario no estaría tan relajada, lo más probable es que su madre quisiera estar un tiempo a solas con él para interrogarlo con respecto a la miko.

No le quedaba más que aceptar.

...

Así que Sesshōmaru se había ido, él había lanzado algo que sonaba como "enseguida regreso" justo antes de atravesar la puerta e compañía de su madre, la que por cierto había vuelto a colocarse esa extraña peluca, Aome no sabía el motivo de ello, pero suponía que tendría que ver con el hecho de ser una dama de alta sociedad y estaba más que claro que sería reconocida a donde sea que vaya.

Tal vez a Irasue no le gustaba llamar la atención.

A pesar de todo Aome estaba preocupada, estaba claro que ya Irasue sabía de lo suyo con Sesshōmaru, no era para menos después de todo también era un ser sobrenatural, sin embargo, la morena no sabía cómo sentirse exactamente, aunque se inclinaba más por el temor y la vergüenza.

La mujer era extremadamente elegante y parecía bien educada, Aome se preguntaba si en ella también habría ese rechazo a la vida humana, a pesar de que esta no fue para nada hostil ante su presencia.

–Luce preocupada–sonó la voz del doctor, Aome parpadeo varias veces antes de centrarse en él, sonreír y negar suavemente. El suspiro y se colocó a su lado, permaneció en silencio varios segundos antes de volver a hablar–Se, que es por la señora Taisho–Aome lo observo con sorpresa–Teme que ella la rechace.

El doctor parecía saber más de lo esperado, si bien era verdad que contaban con su presencia desde la mañana, este se mantuvo alejado en otro sector de la casa. Definitivamente Kōga era sumamente inteligente o muy intuitivo.

Aome no podía darle una negativa porque había pensado en esa posibilidad, y no le hacía muy feliz la idea de que Irasue no la aceptara.

¿Aceptara?

Ella estaba pensando como si tuviera una relación formal con el youkai, lo cual era absolutamente todo lo contrario. No había ningún tipo de sentimiento en esta situación.

Nuevamente se sentía desanimada

El moreno coloco una de sus manos sobre el hombro de la joven, y lo apretó suavemente–No debes de preocuparte–comento suavemente–Estoy seguro de que él no te dejara ir.

Aome jadeo y lo detallo con un gesto de desconcierto–Que dice...–balbuceo avergonzada–Habla como si Sesshōmaru sintiera algo por mí–ella sonrió amargamente–Es imposible–Kōga estudio en silencio aquella nueva facción.

Él se inclinó hacia ella–Yo no estaría tan seguro...–susurro tan cerca que la morena se sintió avergonzada.

–Solo lo dices porque no lo conoces–hablo ella con voz pausada y la respiración entrecortada.

Kōga río con suavidad–No necesito conocer a un hombre, para saber cuándo no le agrada que este cerca de su mujer.

La morena enrojeció por completo–Yo no diría que soy su mujer.

–Él no lo cree así. Siente celos por ti–aseguro.

Aome jadeo con sorpresa, sus ojos grandes, ampliándose–Qué cosas dices...–dijo al borde de la estupefacción–Eso no puede ser...

–¿Entonces debemos comprobarlo?–la acercó hasta quedar a tan solo un paso de distancia–Si en algún momento trato de besarte–los orbes de Aome temblaron, al mismo instante en que el doctor acariciaba su nuca con la yema de sus dedos– Y él se molesta, entonces eso significaría que le gustas.

Aome estaba roja, tratando de esforzar sus labios para emitir algún sonido, sin embargo por más que sus labios temblorosos se movían, ninguna palabra coherente salía de ellos.

Ella simplemente estaba muda, entonces él comenzó a reír de repente dejando a la morena extrañada–Solo bromeaba–dijo logrando que ella suspirara y sonriera también–Pero podemos tener una cita.

Aome dejo de reír pero lo observo con aire juguetón– ¿Es otra broma?–respondió y el doctor negó con serenidad.

–Sera una cita falsa, pero una cita al fin de cuentas–ella parecía dudosa ante la propuesta–Sera una forma de despertar los celos en él y posiblemente ponga mi vida en peligro.

Kōga parecía realmente divertido, como si repentinamente en su cabeza estuvieran pasando cientos de escenas.

Aome río–Nada de eso sucederá–aseguro, y en el fondo se sentía decepcionada.

Kōga se encogió de hombros–Entonces hagámoslo, nada perdemos–animo.

Ella permaneció en silencio, no estaba analizando la opción de los celos, porque eso era irreal e imposible, pero si le agradaba la idea de salir con alguien por la ciudad, hace mucho tiempo que no compartía una cena y una conversación amena. Además Kōga era amable y apuesto.

Sonrió y asintió–De acuerdo.

El lucia realmente satisfecho–Excelente ahora solo debo esperar el momento exacto para volver a pedirte la cita y que él lo escuche–comento con cierto aire de diversión–Tu solo acepta y sonríe–le dio un guiño con picardía.

Aome no pudo evitar soltar una carcajada, él se alejó con las manos en el interior de sus bolsillos–y no olvides sonrojarte–agrego antes de perderse escaleras arriba, hacia el cuarto de la pequeña Rin.

Ese doctor estaba mal de la cabeza

Continuara...

*Bueno alguien mas tiene la sensación de que aquí va a correr sangre (?*

Mi reacion al plan de Kōga :v