Se miro al espejo por enésima vez, luego de quedar sola con los hermanos sakamaki un silencio incómodo había reinado el lugar. Reiji decidió guiarla a su nueva habitación, ella no dijo nada y cuando se quedo sola se paró frente de al espero que había en el baño y se miro por largas horas.

No podía aceptar todo lo que estaba pasando.

-"debes estar tranquila, todo se va a resolver no puedes beber hasta morir porque darás una mala impresión, tampoco puedes ir de parranda y tomar hasta el agua de la zanja...esperen".

Ella reaccionó y luego sonrio, ella no tenía por qué mantenerse en buena imagen para agradarle a los vampiros. Ellos odiaban su imagen, así que ella haría lo que quisiera.

Primero debía de empezar por cambiarse ese horrible vestido negro, que parecía de luto.

Luego de bañarse abrio el armario, decidió ponerse una camisa azul oscuro y una pollera negra que marcaba su cintura, se puso unas botas negras y encima un montgomery.

Satisfecha con su nueva vestimenta, salió de la habitación y fue hacia la salida de la mansión.

-a dónde se dirige?.

Se exaltó por completo y miro con sorpresa al mayordomo que la miraba sereno.

-...tengo que salir, no me voy a escapar ni nada por el estilo pero no me gusta estar en un solo lugar -sonrio amable abriendo la puerta -por cierto!, no sé si esta noche vuelva o tal vez dentro de unos días vuelva, depende de cuánto tome.

Sin dejar que el vampiro vuelva a hablar salió de la mansión y se fue directo a la ciudad.

El mayordomo solo suspiro y desapareció. Qué hubiera pasado si la madre de los trillizos fuera alguien como Juliette?.

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Los hermanos estaban cenando en un completo silencio, cada uno se había encerrado en su habitación pensando en lo sucedido.

Ninguno podía entender lo que estaba pasando, pero les era sorprendente el que una mujer de otro mundo haya ocupado el cuerpo de cordelia.

Aunque al estar solos estaban tratando de juntar fuerzas para soportar que "cordelia" seguia viva. Solo que con otra actitud.

Los trillizos eran lo que estaban más pensativos, les iba a costar cruzarse todos los días con la imagen de su madre totalmente diferente a como ellos la conocían. Ellos creían que por fin se liberarían de la mujer que los atormentaba pero no todo sale como uno quiere.

-dónde está esa mujer?, se supone que debían de avisarle que es la hora de la cena.

Reiji miro al mayordomo que apareció a su lado haciendo una reverencia.

-principe, desde hace unas horas la señorita...Juliette salió de la mansión y dijo que no sabía a qué hora o qué día iba a volver -una gota de sudor corrió por su mejilla al tener todas las miradas de los vampiros en él -ademas dijo que no escaparía solo saldría a tomar ya que no le gustaba estar en un solo lugar.

Sin más que decir la sala volvió a quedarse en silencio.

Ellos siguieron comiendo aunque la curiosidad los carcomia por dentro.

Ella era una mujer adulta, se sabría cuidar, ellos no estaban preocupados solo estaban tratando de procesar todo lo que estaba pasando. Aunque sí temian por la reacción de su padre al saber que Juliette fue herida o algo le pasó. Aunque dudaban mucho de que esa mujer salga herida.

-...por más que tenga un Alma diferente sigue siendo igual.

Dejaron de comer al escuchar el susurro de kanato.

Los trillizos tenían un odio inmenso por su madre, ni siquiera con un Alma diferente podrían llegar a aceptarla.

O eso pensaban ellos.

En el caso de shu, reiji y subaru. A los tres les desagrada cordelia pero ellos eran los que procesaban más rápido la situación actual, esa mujer que vivía con ellos no era cordelia. La verdadera cordelia estaba muerta, por más que la madre de los trillizos los haya atormentado ellos no podían echarles su odio a esta nueva mujer.

Ella no era culpable de nada, al momento en que se vuelvan a encontrar sería incómodo eso estaba seguro. Pero tratarían de no tratarla mal, ya que como se dijo, ella no tiene la culpa de nada.

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-maldito viejo asqueroso.

Miro con desdén al hombre tirado a su lado con la marca de su puño en su mejilla.

Ella estaba bebiendo tranquilamente en un bar cuando de pronto se le acercaron unos hombres, se atrevieron a tocar su trasero y con el alcohol que había ingerido perdió todo su autocontrol y digamos que a unos cuantos los mandó al hospital.

-eres una fiera madame.

Sonrio divertida ante el halago del barman, ella lo miro atenta y luego de tomar su bebida de un golpe le sonrio de lado.

-parece que estás interesado en ese hombre.

El barman quedó estático y luego sonrio nervioso.

-tanto se nota?.

-jajaja algo así, pero debo decirte con sinceridad que harías mejor pareja con el que esta atendiendo a esas chicas en la esquina.

Los dos miraron de reojo al compañero de trabajo del barman, era peli marrón con ojos borgoña, era un hombre muy atractivo. El barman era rubio de ojos celestes.

-..b-bueno gracias por eso, pero él es el jefe del bar.

Ella rió enternecida por el sonrojo del rubio y luego reacciono.

-espera...ustedes dos -miro al rubio y luego al peli marrón -...son iguales a stony~.

Chillo por lo bajo con emoción dejando sorprendido al rubio que luego rió divertido.

-creo que te llevarás bien con nuestras madres, nosotros dos somos amigos de la infancia gracias a nuestras madres, las cuales nos pusieron el nombre de su pareja favorita, yo soy Steve y como te imaginaras, él se llama Anthony.

La peli Violeta sintió su corazón latir con fuerza y tapó su rostro a punto de gritar de emoción.

-ay soy tan happy!, esto no puede estar pasando, no me lo creo...tengo que juntarlos! -miro con determinación a Steve que sonrio con una gotita.

Era la misma miraba que ponía su madre y la de Anthony cuando los veían juntos.

Luego de hacerse amiga de Steve, salió del bar prometiendo llamarlo y salir los 3 juntos a tomar un café y que su plan de juntarlos comience por fin. Estuvo deambulando por la ciudad por largas horas hasta que decidió dormir en un hotel.

-"por lo menos algo bueno me paso hoy...luego tengo que buscar una solución para todo esto".

Ignorando los mareos que tenía producto del alcohol, cerró los ojos cayendo en los brazos de morfeo.

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《Luego de 2 días》.

Los sakamaki estaban nuevamente reunidos en el living en silencio. Hace 2 días que esa mujer se había ido y no tenían noticias de ella.

Si bien su padre no les encargó que la cuiden o algo así, ella estaba viviendo bajo el mismo techo que ellos y por lógica, al ser una persona de otro mundo sin tener conocimiento alguno sobre su mundo o al menos así lo veían ellos, ella estaba bajo su cuidado.

-y si la buscamos?.

Ayato fulminó con la mirada a su trillizo mayor.

-ore sama no buscara a esa mujer!.

-ayato, ella no es esa mujer.

-ha?!, tu dijiste que a pesar de tener un Alma diferente sigue siendo la misma persona.

Kanato fruncio el ceño sin tener argumento ante lo que dijo.

-ya basta, en algún momento volverá, solo debemos de esperar pac...

Se quedaron callados al percibir su presencia en la entrada de la mansión. Por inercia aparecieron en la entrada y ella los miro neutral.

-...hola?.

Los miro curiosa y al ver su silencio empezó a caminar hacia su habitación.

-dónde estuvo?.

Se extraño por la pregunta del primogénito pero los miro y luego se encogió de hombros.

-primero fui a beber, luego me embriague y dormi en un hotel, muy buen servicio por cierto, luego volvi a tomar con unos gays que me encontré por allí, después me volví a embriagar y creo que me metí a una pelea o algo así porque cuando me desperté estaba en el hospital ...aunque calma, no fui yo la que entro a terapia intensiva.

Sonrio levemente mirando divertida la boca abierta de los vampiros.

-ah!, por cierto reiji san, puede que un policía llame a la mansión ya que cuando inetaron culparme de la pelea, yo los golpeé y bueno una cosa llevo a la otra y no sé cómo pero se enteraron que vivía aquí...bien, me voy a dormir nos vemos.

Con unas bolsas en las manos subió a su habitación ignorando el shock de todos los vampiros.

-...esto no puede estar pasando.

Ahora estaba 100% claro que esa mujer no era cordelia.

See you...