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Ahora debo regresar con el profeta Samuel y contarles que sucedía mientras todo ocurría. Samuel llegó al templo sintiéndose preocupado por como terminarían las cosas en el campo de batalla. Uno de los sacerdotes le alcanzó un recipiente con agua y Samuel se sentó para que le lavaran los pies. Con otro recipiente se lavó las manos y cuando se secó fue a comer en la mesa junto con los levitas.
–¿Escuchó tu advertencia? –el sumo sacerdote pregunta.
–¿Escuchar? Casi me mata con su lanza. Quiso lanzarmela, pero un elfo lo detuvo –Samuel dijo agarrando un trozo de pan– Habrá juicio, eso está asegurado
–¿Debemos llevar el arca hacia allá?
–No importa si llevan el arca o hacen sacrificios. El Señor está enojado por ese insulto de Elliot. No solo tiene dioses falsos, también comete violaciones y solo porque es el Rey. Es corrupto –Samuel se queja acercando el cuenco con el estofado de verduras a sus labios para tomar un poco.
Uno de los siervos sirve un poco de vino en una copa de barro. Samuel agradeció mientras daba un sorbo al vino. El sumo sacerdote escucho las preocupaciones de Samuel sobre que el nuevo rey estaba en una misión suicida.
–Ese Elliot, mira que engañar a un niño para algo como eso –el sumo sacerdote habla enojado.
–¿Saben por qué pasa esto? El Señor había dicho que los reyes serían así con el tiempo. Lo advirtió pero nadie lo escuchó –Samuel habla molesto.
El pueblo pide un rey para ser como las demás naciones aunque Dios se niega sabiendo las graves pero el pueblo insistes. Dios acepta a pesar de saber que esto solo traerá malas consecuencias, pero lo hizo para respetar el libre albedrío de su pueblo. Una decisión que Aureus lamentaria más tarde
Hace tiempo que todos sabían de la corrupción del Rey, peor como era el Rey no podían hacen nada. Todos esperaban que el Señor enviara juicio tarde o temprano pero jamás imaginaron que fuera así. Los sacerdotes comenzaron a hacer sacrificios para pedir ayudar al Señor y para que protegiera a la embarcación del futuro rey.
No puedo describir todo lo que pensaban los levitas por distintos motivos, pero deben saber que estaban muy enojados con el rey. La última vez que hubo corrupción el Arca de la Alianza había sido robada y todos sabían las consecuencias terribles de ofender al Señor y a los hijos de Aureus eso sucedió cuando el profeta Samuel era más joven. Con hijos de Aureus me refiero a los habitantes que viven en este reino, tanto hombres, mujeres, niños, elfos y enanos
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Capítulo corto, pero para que sepan que piensa la mayoría del Rey Elliot. Este es un tirano y parece que todos esperan que el Señor se encargue de hacer justicia.
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