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32

Los días pasaron, aún no había notícias de Moonbyul y de Pan, seguramente ya habrán llegado al segundo pueblo. Mientras tanto el reino estaba siendo vigilado desde las torres más altas, estaban listos ante cualquier ataque sorpresa.

En el segundo pueblo los enemigos ya habían llegado, lamentablemente los pueblerinos no pudieron hacer nada y todos habían sido asesinados, incluso los animales. Los soldados del reino Kim habían luchado hasta sus últimos alientos, pero los enemigos eran más.

Los cuerpos seguían regados en las oscuras calles, algunas casas aún seguían en llamas, todo estaba completamente destruído. Moonbyul veía aterrada todo lo que habían hecho, estaba escondida entre las rocas de la montaña cercana, estaba en la altura perfecta para tener la vista de los soldados de su padre, reunimos en un pequeño campo libre, comiendo de manera tranquila, como si no hubieran hecho una masacre.

La fogata estaba en medio, habían cocinado a las ovejas y cerdos. Parte de los cadáveres de aquello animales estaban tirados en conjunto a un lado. Moonbyul observó la luna, ya era de madrugada, muy pronto quedarían dormidos y ella debía aprovechar.

Pan recién iba despertando, se sentó medio moribundo y su pelaje era un desastre, sus ojitos apenas de abrían y miraba a Moonbyul sin entender.

_Por fin despiertas - Moonbyul susurró - ten - le dió un pedazo de manzana, Pan lo sostuvo confundido - come, tenemos trabajo por hacer.

Después de que ambos comieran, ahora Moonbyul le enseñaba a Pan cómo sostener el dardo, tenía que tener mucho cuidado en no tocar la punta. Moonbyul ató un pequeño tubo en su espalda y dentro colocó dardos utilizando un trapo.

Moonbyul se asomó detrás de la roca y la mayoría ya estaban dormidos, habían muchos soldados haciendo vigilancia. Moonbyul regresó su vista a Pan y se sentó apoyando su espalda en la roca, suspiró profundo y tomó el tubo que había hecho para ella.

_Bien, ¿Podremos con trescientos soldados? - preguntó a Pan, él negó temeroso - yo tampoco lo creo - tragó nerviosa - pero si solo tú regresas al reino, dile a Iu que me gustaba, ¿Sí? - Pan asintió, pero él tomó una ramita y comenzó a escribir, dejando extrañada a Moonbyul - ¿Lady? - Pan asentía - ¿Le digo que la querías? - asentía - vaya, hasta las ratas se enamoran - pronunció con confusión - está bien, le diré en caso te hagan rata frita - Pan se puso en posición - bien...- respiró profundo - aquí vamos - giró a la derecha, preparándose - suerte.

Ambos salieron a escondidas, Moonbyul tomó el camino cerca a los árboles y rocas, Pan se dirigió por el campo de hierba, se camuflaba perfectamente al ser muy pequeño. Llegó frente a un soldado dormido y usó su cuerpo como cubierta. Se inclinó un poco dejando caer varios dardos y con mucho cuidado tomó una. Vió temeroso la punta roja, lo que significaba veneno. Moonbyul no había visto a ningún conocido así que era mejor matarlos, Pan entendía que así eran las guerras y que ellos mataron a muchos inocentes. Tragó nervioso y se acercó al cuello del hombre, apuntó directo a su vena y cerrando los ojos, clavó con fuerza.

Pan retrocedió asustado ante el gemido del hombre, pero el veneno actuó tan rápido, que lo dejó paralizado. Pan observó como lentamente sus ojos se cerraban, dejando salir un último aliento. Rápidamente tomó otro dardo y salió corriendo a dos patas al siguiente hombre.

Moonbyul llegó al árbol más cercano y observó a los que caminaban. Tomó el tubo más delgado y colocó el dardo teniendo puesto un guante. Esperó que el guardia más cercano le dé la espalda y apuntó al que dormía. Sopló con fuerza, tratando de hacer el menos ruido, el fuerte viento la ayudaba a pasar desapercibida.

El dardo cayó directo en la mano del soldado que dormía, el resultado fue el mismo, el hombre murió a los pocos segundos. El guardia volvió a girar y Moonbyul se escondió de inmediato, el guardia no se percató de nada, todos seguían durmiendo.

Pan seguía corriendo de a dos patas de un lado a otro, su cuerpo se balanceaba por sus patas tan cortas y ya estaba agitado, no sabe cuánto tiempo pasó desde que comenzaron, pero el sol ya comenzaba a salir. Tuvo que regresar muchas veces para traer más dardos, pero se preocupó al ver que no habían más.

Moonbyul llegó junto a él y se dió cuenta que los dardos se habían acabado. No sabía cuántas había hecho, pero eran muchos los que había traído en su bolso, pequeños dardos tan diminutos y afilados como una aguja.

_¿Te equivocaste en alguno? - preguntó Moonbyul, ella también estaba exhausta. Pan negó - bien, lava tus manos - abrió una botella y dejó caer el agua, Pan comenzó a lavarse - es en caso de que hayas tocado el veneno, es una especie de antídoto. Pero no te toques la cara por unas largas horas.

Ambos escucharon gritos y se escondieron detrás de la roca, se asomaron y vieron a dos llorar sobre el cuerpo de sus amigos y otros dos intentando despertarlos, incluso los guardias estaban en el suelo, solo tres guardias que habían estado las alejados miraban desconcertados la escena.

_Vamonos - susurró Moonbyul - ya tenemos la información necesaria - Pan subió a su hombro - pero antes...- Moonbyul tomó el arco que cargaba en su espalda y sacó una flecha de su bolso - ¿Sabes cuál es un gran golpe para un gran grupo, Pan? - apuntó directamente a un hombre que gritaba a todos. Pan negaba a su pregunta - quedarse sin su líder - soltó la flecha.

La flecha se clavó en el cuello del mayor, dejando desconcertados a todos. El cuerpo cayó y el desorden comenzó, preocupados ante la caída de su líder. Buscaron de dónde había venido la flecha pero no hallaron nada, Moonbyul ya corría junto a Pan en su hombro, directo a su caballo.

Moonbyul iba tan rápido, que Pan volaba en el aire solo aferrándose de sus patas delanteras.

_¡Sujetate bien, panzón! ¡Que si te caes no regreso por tí! - Pan gruñó y usando su fuerza, saltó directo a su cara, mordiendo su nariz - ¡Era broma! - trataba de quitarlo sin dejar de correr, pero Pan batallaba - ¡QUE ERA BROMA!

De pronto Moonbyul frenó en seco, ignorando las mordidas de Pan y sus garras que se aferraban a sus mejillas. Tomó a Pan de su espalda y lo alejó, él la miraba extrañado al ver su expresión confundida.

_Oye, Panzón - lo miró - ¿Cuántos soldados estaban de pie? - Pan se puso a pensar, hasta que mostró siete dedos - ah, siete - captó la información - ¡¿Siete?! n-nosotros...¿Nosotros derrotamos a todos esos?

Pan también quedó boquiabierto. Moonbyul comenzó a reír sin poder creerlo, sorprendida.

_¡Y yo que pensaba que para ganar un batalla tenía que pelear! - dejó a Pan en el suelo - ¡Derrotamos a todo un grupo, panzón! - festejaba, Pan también estaba sonriente - hay que matar al resto - se inclinó para hablar con el roedor, él negó de inmediato, asustado, quizá solo había sido un golpe de suerte - podemos capturar a uno y llevarlo al reino - ideó - ¿Qué dices? - Pan estaba pensativo.

Minutos después, solo Moonbyul regresaba.

_Tonto panzón cobarde - murmuraba.

Se puso detrás de la roca y se asomó, los seis soldados que quedaban arrastraban los cuerpos de sus compañeros a un lado. Pan había dicho siete, pero Moonbyul había matado a uno con una flecha antes de ambos salir corriendo.

Tomó su arco con una nueva flecha, apuntó directo al más cercano y el que no usaba casco. El hombre se levantó después de dejar un cuerpo, y la flecha quedó clavada en su frente, dejándolo muerto al instante junto a los demás cuerpos.

Estaba preparando otra flecha, cuando cruzó miradas con uno de ellos que estaba complemente cubierto, tragó nerviosa y se puso de pie para correr, pero el soldado sostuvo su casco y se lo quitó, ambas mantuvieron la mirada en la otra, nostálgica.

_Solar...- pronunció en casi un susurro.

Solar sacó su espada y en un giró inesperado, clavó su espada a su compañero que arrastraba un cuerpo, atravesando su espada por su estómago por el ligero borde descubierto que dejaba la armadura al agacharse.

_¡¿Qué mierda haces?!

Los tres restantes sacaron sus espadas y se fueron contra ella. Comenzaron una pelea en donde Solar retrocedía cubriéndose de todos los golpes de las espadas.

_¡SOLAR!

Moonbyul se apresuró a bajar. Uno de ellos la vió y quiso recibirla de un golpe con su espada, pero Moonbyul se cubrió con su brazalete de hierro justo a tiempo. Pateó el hombre en su estómago mandándole al suelo y sujetando su mano rápidamente, lo torció para que soltara su espada, el hombre soltó un gritó desgarrador. Moonbyul sostuvo la espada, sacó su casco de una patada y levantó la filosa arma en lo alto, mató al hombre cuando lo clavó directo a su garganta.

Solar pelea con ambos sujetos, su mejilla sangraba de un corte, una de las espadas logró alcanzarla. Moonbyul giró a uno y golpeó su cabeza directo con su codo, tenía casco, pero al menos esto lo sacudía con cada golpe. Sostuvo su brazo y girando, lo hizo dar un giro golpeando su espalda contra el suelo.

Solar enterró su espada en su contrincante y lo empujó al suelo, dejándolo ya muerto. Iba por el hombre que estaba en el suelo frente a Moonbyul pero ella la detuvo.

_¡No! - sostuvo su brazo - debemos tener a alguien que sepa los planes de mi padre.

_Conmigo es suficiente - pronunció Solar, antes de clavar la espada con fuerza en la cabeza del mayor.

_¿Vas a venir conmigo? - Moonbyul estaba desconcertada - Solar, si vienes conmigo te convertirás de inmediato en el enemigo de mi padre. ¿Al menos sabes qué estoy haciendo?

_No lo sé, pero desde que éramos pequeñas le prometí...que siempre estaría de su lado protegiéndola - pronunció jadeante - iré con usted...a cualquiera lado que camine, en cualquier decisión que tome, siempre pelearé a su lado, princesa.

Moonbyul la miró conmovida, sonrió nostálgica y la atrajo en un necesitado abrazo. Solar se aferró a ella escondiendo su rostro en su cuello, pensaba que no la iba a volver a ver. Ambas alejaron sus rostros y sonrieron, los ojos de Solar estaban cristalinos.

_Gracias...- pronunció Moonbyul.

_¿Usted hizo todo esto sola, princesa? - preguntó asombrada al ver a todos muertos.

_No...un pequeño panzón me ayudó - rió levemente.

_¿Pequeño panzón? - preguntó extrañada.

De entre la colina, Pan llegaba corriendo en dos patas, levantando en alto una pequeña espada y chillando. Saltó sobre uno de los hombros y golpeaba entre saltos, enloquecido.

_Panzón - Moonbyul llamó, pero no le hacía caso - ¡Hey, panzón! - levantó la voz, Pan levantó la mirada a ella, agitado - ya está muerto. Tranquilo - Pan cayó exhausto y aliviado.

_¿Me estás diciendo que esa rata mató a la mitad? - Solar estaba en shock.

_Así es - Moonbyul se acercó a Pan, lo cargó y lo recostó en sus brazos - descansa, Panzón. Ya hiciste mucho por hoy - sonrió - vamos, Solar. Debemos regresar de inmediato al reino de Jennie.

_Me lo imaginaba - se acercó a ella, caminando a la par - ¿Nos llevamos a los caballos también?

_Me parece buena idea.

Al poco tiempo, Solar y Moonbyul regresaban en sus respectivos caballos. Detrás, una gran fila de caballos las seguían atados para que no se perdieran. Caminaban tranquilos después de ser alimentados. Y en los brazos de Moonbyul, Pan dormía como si fuera un pequeño bebé.

Voten ❤️

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