Comenzaba a amanecer, unos pasos caminaban con firmeza en dirección a la princesa Jennie y Lisa que dormían recostadas sobre el árbol. Lisa abrazaba a Jennie al rededor de sus brazos y la castaña la abrazaba de la cintura mientras su cabeza descansaba sobre su pecho.

Aquella desconocida figura se acercaba, llevó su mano a sus espaldas y sacó una pequeña cuchilla, mirando directamente a Lisa. Llegó frente a ellas y sin perder tiempo, se inclinó y sostuvo el brazo de la castaña.

_Princesa - susurró. La castaña abrió los ojos con pereza.

_¿Jael? - salía de los brazos de Lisa, ella también despertaba.

_Debe volver a su habitación, la princesa Moonbyul acaba de despertar y está dándose una baño ahora mismo. Lo más probable es que al terminar vaya a buscarla. Por favor, vaya. No quisiera que se desquite con usted o con la dama Lisa.

Jennie giró a ver a Lisa, ella se quejaba levemente por las heridas de su espalda al levantarse.

_Ve - pidió Lisa - estaré bien.

Jennie la observó preocupada, pero asintió no sin antes abrazarla con cuidado. La castaña agradeció con un gesto a Jael y se apresuró a correr a su habitación.

_¿Cómo se encuentra? ¿segura que puede continuar? - Jael tomó las sogas en el suelo y los cortó, atrayendo la mirada confundida de Lisa - la princesa Moonbyul me mandó a bajarla del árbol, es mejor cortarlas, así es más creíble.

_Entiendo, gracias...- tocó su labio, soltó un leve quejido al tocarlo, ¿Por qué no lo sintió cuando besaba a Jennie? - y estoy bien...es soportable.

_Dama, Lisa - Jael la miró directamente, algo que estaba prohibido hacer por los subordinados, pero se sentía seguro con Lisa - yo sí creo que usted es mejor que la princesa Moonbyul.

_¿En serio lo crees?

_Estoy seguro de eso. Usted puede no tener los lujos que la reina espera - sacaba una botella de agua, entregándole a Lisa - pero tiene una gran mente, algo que a la princesa Moonbyul le falta. Estoy seguro que con usted al mando ganaríamos muchas guerras. Los lujos se pueden conseguir con una mente perseverante, así como se puede ir con una mente mediocre.

_Gracias, Jael...- el chico sonrió.

_Veo que estás de pie - Jael se hizo a un lado al escuchar la voz de Moonbyul y se inclinó ante su presencia, ella se acercaba de manera tranquila - pensé que estarías en el suelo. Debo admitirlo, estoy sorprendida - aplaudió con sarcasmo - felicidades.

La sonrisa de Moonbyul se fue borrando cuando Lisa también comenzó a aplaudir con sarcasmo.

_"Déjeme encargarme, yo haré que renuncie. Confíe en mí, esta misma noche planearemos la boda" Oh, ¿Qué es eso? - Lisa miró el cielo - ¿Es el sol? ¡oh, mira! ¡es el sol! Eso significa que ya amaneció, ¿Verdad? - sonrió con burla - las palabras sobran, así como usted en este reino.

_Estás sonriendo ahora porque mi castigo fue leve - pronunció seriamente - aunque no lo creas, tuve piedad de tí. Lástima que eres una idiota.

_Haga lo que quiera. Lo repito ahora y lo repetiré las veces que sean necesarias, no voy a renunciar.

_Veamos si sigues diciendo eso en unos minutos.

***

Jisoo estaba peinando a una de las ratas, cuando la puerta de su tienda se abrió, iba a decir su frase de bienvenida hasta que vió a Rosé mirándola con timidez.

_Dígame, ¿En qué la puedo atender? - preguntó Jisoo sin ánimo.

_Quisiera saber...si podría cuidar a este roedor - de entre sus brazos mostró a Pan, él estaba abrazado a ella, temía de las demás personas - en el palacio hay problemas y...no quisiera que lo lastimen.

_¿cuánto va a pagar? - preguntó sin siquiera verla - aquí no hacemos favores.

_Pagaré lo justo - mostró dos monedas de oro - él es muy valioso, quiero que lo cuides bien.

_Está bien - se acercó a ella - dámelo.

Rosé quiso entregarlo, pero Pan se aferró a ella, comenzando a temblar.

_Pan, puedes confiar en ella - Pan se negaba - no te hará daño, Pan. Ella no es como los demás - Pan comenzó a chillar, tratando de esconderse entre sus brazos.

_Tiene demasiado miedo - Jisoo se dirigió a cuarto trasero, regresando con un pedazo de queso - debe estar tranquilo, los roedores tienen el corazón muy sensible - se inclinó un poco a Pan, este escondía su rostro entre temblores - hey, Pan - agudizó su voz para darle más tranquilidad - mira, tengo comida. ¿te gusta el queso? Es rico - Jisoo comió un poco - ¿Ves? No es peligroso, puedes confiar en mí.

Pan no le creía, no creía en nadie solo podía confiar en Lisa, Jennie y ahora en Rosé, ella no le había hecho daño durante ese tiempo.

_Pan - Rosé trató de alejarlo, pero su corazón se sensibilizó al escuchar un ligero chillido de Pan, parecía estar llorando - está bien, está bien. Te quedarás conmigo, ¿Sí? Tranquilo - lo abrazó a ella.

_Es entendible que no confíe en nadie - pronunció con lástima - las personas que ven a un roedor - regresó a su asiento - lo primero que hacen es agarrar una roca, ya sabes cómo termina eso. Tal vez, solo tal vez, pueden llegar a sentir un poco de lastima si el roedor es bonito ante su perspectiva, como lo es Pan.

_Eso suena...muy cruel - Rosé observó a Pan, este seguía temblando.

_Si no tiene nada más que decirme, puede retirarse - pidió dejando a la rata panzona en su jaula, aún nadie la compraba.

_Jisoo...

_¿Sí? - respondió sin verla, estaba sacando a otra para peinarla.

_Lo siento...por ese día. ¿podemos olvidarlo y comenzar de cero? Por favor.

_¿Comenzar qué? - giró a verla confundida - ni siquiera éramos amigas.

_¿Crees que no sabía que ese paseo era una cita?

_No era una cita - desvío la mirada.

_¿No? ¿entonces porqué fuimos al campo a ver las nubes? ¿por qué fuimos a comer en todos esos puestos? ¿por qué tuve que pasar horas sacando las espinas de erizo de tu cara? - las mejillas de Jisoo se sonrojaron avergonzada al recordar - ¿Por qué pasaría todo el día con alguien a pasear en distintos lugares si ni siquiera somos amigos?

_¡Ya, está bien, sí era una cita! - confesó - pero dejó de serlo cuando no dijiste nada, estaban así de cerca de matarme - hizo una seña - si no te hubiera nacido esa poquita de valentía, ya no estuviera aquí.

_Lo sé, por eso he estado arrepentida desde ese día. En serio lo lamento, Jisoo.

_Espera, hay algo que no entiendo - Jisoo comenzaba a analizar la situación - ¿Yo te intereso? - frunció los ceños con confusión.

_Bueno...no es así como lo diría pero...

_Ok, te puedes ir - regresó a peinar a su rata.

_¡Está bien, está bien! Me interesas...un poquito.

_¿Solo un poquito?

_Por algo se comienza, ¿No?

_Lo acepto - asintió Jisoo con una sonrisa - ¿Y puedo saber...qué te interesa de mí?

_La verdad no lo sé.

***

Lisa esperaba nerviosa en el suelo, su respiración comenzaba a acelerarse del temor. Tenía vendada la boca, sus manos y pies estaban atados con una soga y uno de los soldados terminaba de atar la cuerda que la conectaba con el caballo.

_Trate...de cerrar los ojos...- susurró el soldado con preocupación - y cubra su cabeza, por favor...- Lisa asentía, sintiendo sus ojos cristalizarse - ¿Desea que le informe de este a la princesa Jennie? - Lisa negaba.

_¡¿Qué haces?! - el soldado fue empujado con el pie por Moonbyul - ¡¿Qué es lo que estás hablando con ella?!

_S-solo le informaba de qué trataba el castigo, princesa - el soldado se inclinaba a ella.

_Retirate - ordenó con seriedad. El soldado se retiró de inmediato, dejándolas solas. Moonbyul se acercó a Lisa y sonrió divertida a verla así, presionó su mejilla con su pie y Lisa sacudió la cabeza para quitarla de encima, mirándola desafiante - ¿Lista para dar un paseo? Tranquila, me encargaré de que no mueras. Bueno, eso depende si no te das un mal golpe - sonrió divertida - solo daremos una vuelta al palacio - observó al rededor - sí que será un largo tiempo para tí - se dirigió al caballo. Se subió y observó sobre su hombro, mirando a Lisa - cuidado con las piedras - ordenó al caballo correr.

En una sacudida fuerte, Lisa fue arrastrada por el duro suelo lleno de tierra y pequeñas piedras filosas.

***

Jennie esperaba nerviosa en su habitación, su mente la torturaba con miles de escenarios al no saber lo que Lisa estaba pasando. Había tratado de hablar con su madre pero no quería atender a nadie y cuando insistió solo logró que la echaran de la habitación.

_Por favor...- Jennie pronunció desde su ventana - sea lo que estés pasando...por favor, Lisa, resiste.

***

Lisa abría los ojos débilmente, su vista borrosa, el ruido a su al rededor solo eran ecos, su respiración era algo lenta. Podía sentir el sabor de la sangre en su boca y su cabello despeinado y con tierra cubría parte de su vista.

Unos pies aparecieron frente a su vista aún borrosa y giraron su cuerpo de una leve patada, dejándola boca arriba. El rostro que se inclinó a ella se fue aclarando, mostrando a Moonbyul mirándola seriamente.

Su rostro y cuerpo estaban llena de pequeñas cortada las cuales sangraban. Parte de su ropa estaban quemadas por la fuerza en el suelo, todo su cuerpo y cabello cubiertos de tierra mezcladas con sangre.

El cuerpo de Lisa estaba muy golpeado como para moverse por su cuenta, o al menos por el momento, no sabía cómo estaba realmente, solo sabía que si Moonbyul decidiera dar otra vuelta, su cuerpo no lo resistiría.

_Dime - Moonbyul pronunció, Lisa le dirigió la mirada, ni siquiera podía poner su rostro - ¿Renuncias a casarte con la princesa Jennie?

Lisa se mantuvo en silencio, Moonbyul esperaba una respuesta y observó con curiosidad como una de sus manos se movía entre temblores. Lisa levantó débilmente y apenas su mano derecha y le mostró el dedo del medio. Una leve sonrisa apareció en Lisa al ver el enfado de Moonbyul.

_¡Imbécil! - pateó su rostro con furia al levantarse, Lisa se desmayó ante el golpe - ¡Me tienes harta! - caminaba impaciente de un lado a otro, llevando sus manos a su cabeza - no sé lo que haré...pero me voy a casar con Jennie.

***

_Princesa - Jael aparecía frente a Jennie, ella giró a verlo al estar en su ventana - tengo noticias...- la castaña se preocupó al ver su gesto nervioso.

_¿Qué pasa? - se acercó a él - ¿Es sobre Lisa? - Jael asintió - ¿Qué es lo que pasa con ella?

_Ella...- cerró los ojos, suspirando - ella renunció.

Jennie se mostró desconcertada, comenzó a negar levemente, eso era mentira, no iba a creer eso.

_Eso no es verdad.

_Lo es...renunció hace unas horas. La princesa Moonbyul la ató a un caballo y...cuando terminó de torturarla, la dama Lisa renunció. No podía soportar más.

_¡Eso es mentira! - hizo a un lado a Jael. Corrió escaleras abajo y llegó a la gran sala, Moonbyul estaba conversando con el juez, mantenía su sonrisa tranquila y eso hizo enfadar a la castaña. Jennie se dirigió a ella y ante la sorpresa de todos, la castaña la sujetó con fuerza de su uniforme - ¡¿dónde está Lisa?! - la enfrentaba - ¡Ella no renunció¡ ¡Ella me dijo que no lo haría!

_¡¿en verdad crees que eres tan importante como para perder su vida?! - Moonbyul sujetó con fuerza sus muñecas, lastimando a Jennie quien trataba de alejarse - ¡Ella renunció! Y si no me crees, el juez está aquí presente - la empujó lejos de ella.

Jennie guío su vista al juez, él no podría mentirle, era un viejo amigo del reino desde hace años.

_Ella...¿En realidad renunció? - sus ojos comenzaron a cristalizarse al ver el gesto de lastima hacia ella - dígame. Mi prometida...¿Renunció?

El juez asintió levemente, suspirando.

_Estaba muy lastimada...ella renunció. Apenas podía levantarse y me imagino que ante el miedo...prefirió romper el compromiso.

Las lágrimas de Jennie cayeron, entonces...sí era verdad, Lisa había renunciado. Aquello le dolía, ¿Pero porqué podía culparla? No tenía derecho a enojarse, Lisa trató de no renunciar, pero los demás tenían razón...era su vida.

_¿Dónde está? - preguntó por lo bajo.

_Ella se fue - respondió el juez - dijo que la perdonaras...pero que ya no podía luchar por tí.

_Puras cursilerías - bufó Moonbyul.

_Entiendo...- Jennie asintió, trataba de no llorar, pero sus lágrimas seguían cayendo - iré a mi habitación.

_Ve a cambiarte - pidió Moonbyul - iremos al pueblo, quiero conocer el reino en compañía de mi futura esposa.

Jennie asintió decaída, no tenía otra opción, solo obedecer.

***

En lo más oculto del bosque, detrás de una montañas, Solar bajaba de su caballo y desataba los nudos al rededor del cuerpo inconsciente de Lisa.

La dejó caer y tomando sus manos, la arrastraba cerca un pequeño abismo que caía a un río. Solar dejó por un momento el cuerpo y observó la altura. El río parecía profundo y había rocas debajo, se veía muy peligroso si hay caía desde esa altura.

Sola regresó al cuerpo de Lisa, tenía dudas si dejarla caer o no. Dió un suspiro y se puso de pie, retrocediendo hasta donde estaba su caballo.

_De todos modos - se subió a su caballo - no creo que sobrevivas en esas condiciones y sin que alguien te cuide - la observó una última vez y se alejó del lugar.

Lisa estaba abandonada a su suerte, herida, sin comida y sin poder levantarse. Sus ojos se abrieron débilmente, mostrándose cristalinos.

_Jennie...- su voz se quebró al saber que no podía hacer nada.

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