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24

CUATRO AÑOS DESPUÉS

── ¡CHOU TZUYU!

La alfa corrió medio castillo cuando escuchó el grito de su omega, abrió la puerta de la habitación de golpe.

── ¡¿QUÉ PASÓ?!

── No puedo ponerme los zapatos, ¿Me ayudas, por favor?

Tzuyu suspiró, asintiendo y acercándose a la omega, quien tenía una gran barriga de nueve meses.

Si, Sana y Tzuyu tendrían un bebé, el cual estaba a nada de nacer.

Es por eso que la alfa se había vuelto más protectora y la omega más sensible, como pudieron leer.

── Podrías haber llamado a alguien para hacerlo, cielo. ── Dijo mientras le ponían los zapatos.

── Pero me gusta más que lo hagas tú. ── Le dijo con un puchero en sus labios.

Últimamente Sana se negaba a que las sirvientas la tocaran, quería que solo su esposa lo hiciera .

── Lo sé corazón, pero no puedes llamarme de esa manera, sabes que mi loba ha estado paranoica por el bebé. ─ Le dijo con un tono suave, sin buscar de que sonara que lo estaba regañando, aunque al parecer no funcionó.

── Si ya no me quieres está bien, solo me lo tienes que decir y yo no te molesto más. ── Dramatizó, últimamente todo lo que Tzuyu le dijera se lo tomaba bastante personal.

Cómo la vez que Tzuyu estaba hablando con Miyeon y Sana le dijo que no podía creer que la estaba engañando con su amiga, la beta y la alfa tuvieron que sentarse como por una hora para explicarle que no la estaban engañando.

Si, eran las hormonas.

── Sana, sabes que te amo más que a nadie en este mundo y que no me molesta hacer esto. ── Se acercó y le plantó un beso en los labios. ── No te enojes, omega.

── ¿Me sigues amando aunque ahora este así de fea?

── Estás más hermosa que nunca, el embarazo te ha vuelto más hermosa de lo que eras.

De repente, un snif se escucho.

Sana había empezado a llorar.

── ¿Por qué tienes que ser tan linda conmigo? Me haces llorar.

La alfa se acercó para abrazar a la omega, dejando besitos en la zona donde se encontraba su marca.

De repente, Sana dejo de llorar.

── Chewy.

── ¿Mhn?

── El bebé, Tzu. ── La separó. ── C-creo que ya viene.

Tzuyu miró hacía abajo, notando que Sana tenía las piernas mojadas.

El bebé ya iba a nacer.

── Oh Dios, ya va a nacer. ── Se dijo.

── ¡Alfa, haz algo!

Tzuyu asintió, saliendo de la habitación y diciéndole a algún sirviente que llamarán con urgencia a un médico.

Volvió a la habitación y ayudó a Sana a acostarse en la cama como el doctor les había dicho.

── Tzu, tengo miedo. ── Dijo en un susurro apenas audible, lágrimas de dolor y miedos saliendo por sus ojos.

── Vas a estar bien omega, tú y mi cachorro van a estar bien. ── Le prometió mientras tomaba su mano.

Luego de unos minutos en los cuales las contracciones habían empezado a ser más frecuentes, haciendo a Sana sacar una fuerza que ni el sabía que tenía pero que ahora la mano de Tzuyu estaba siendo testigo de esta, por fin llegó la doctora.

── Parece que el bebé tienes muchas ganas de salir. ── Dijo la beta, acomodando todo con ayuda de otras omegas para recibir al bebé. ── Ahora, puje alteza, lo más fuerte que pueda.

La omega empezó a pujar lo más fuerte que podía, Tzuyu diciéndole palabras alentadoras al oído mientras le acariciaba la mano, además de quitarle con un trapito el sudor de la frente.

Luego de unos minutos, los cuales a la omega se le habían hecho los más eternos de su vida, escucho un llanto.

── Felicidades alteza, es una niña. ── Dijo la beta.

Sana sonrió para después llorar, acaba de tener una hija.

Luego de limpiarla, le dieron a la omega su hija.

── Mira, omega, es nuestra bebé. ── Le dijo Tzuyu, besando la cabeza de Sana. ── Se parece a mí.

── Hola pequeña, soy tu mami. ── Se acercó y dejo un besito en su pequeña frente. ── Estoy muy feliz de tenerte.

Tzuyu miró la escena con lágrimas en sus ojos, jamás pensó vivir algo parecido.

── Y aquella alfa llorona que ves allá. ──, Señaló con su dedo a Tzuyu. ── Es tu mamá, ella también está muy feliz de que estés aquí. ── La alfa ahora soltó una pequeña risita.

── Y... ¿Qué nombre le ponemos?

Cierto, aún no tenían un nombre definido para la bebé.

── Mm, me gusta Minju.

── Ya está, Minju será.

La omega sonrió volviendo a mirar a su bebé.

── Bienvenido al mundo, MinMin.

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