── ¿S-Sana Noona? ── El alfa la miró aterrorizado.

De un momento a otro, vio como Tzuyu se había librado de los alfas que la sostenían y se acercaba a ella.

El alfa menor empezó a temblar, soltando a su primo, aunque Tzuyu fue más rápida y no pudo escapar.

── ¡Tzuyu, déjalo! ── Pidió Sana, siendo ignorado por la alfa.

── ¡¿Cómo te atreves a tratar así a mí omega?! ¡Alfa irrespetuoso! ── Le gritó Tzuyu mientras tiraba de la camisa del joven.

── ¿P-princesa Chou? ── Oh por la luna, estaba frito.

── ¿¡Acaso tu madre nunca te dijo que es muy irrespetuoso y repugnante tratar a un omega así!? ── Tzuyu estaba conteniendo las ganas que tenía de golpearlo, no podía cometer algo de lo que después se arrepentiría.

── Y-yo.

── ¡Princesa Chou! ── Se escuchó la voz de uno de los guardias del castillo.

── Tzu, déjalo. ── Volvió a pedir Sana. ── Es mi primo.

── ¿Ese idiota es tu primo?

── Sí, me sorprendió mucho cuando lo reconocí, no pensé que sería de ese tipo de alfas...

── Pues lo es, y debe pagar por ello.

── ¿Q-qué les harás? ── Preguntó con algo de miedo, no sabría de que sería capaz Tzuyu cuando está enojada.

── No podemos hacer mucho, sigue siendo menor de edad.

── Tzuyu. ── Le tomó la mano a la alfa. ── Sé que lo que hizo Riki está mal, pero tal vez podríamos-

── Lo siento, Sana, pero él y los otros chicos eran concientes de lo que hacían, ahora deben pagar por lo que hicieron.

La omega bajó la mirada, Tzuyu tenía razón, no podía defender a su primo cuando era obvio de que lo había hecho estaba mal.

── Acosaron a otros cuatro omegas, no podían salir de sus casas por el miedo de que esos alfas volvieran y los volvieran a tocar, mi deber como futuro Rey es detener esto, no puedo darme el lujo de librar de esto a alguien que se lo busco.

── Yo... Sí, lo siento. ── Se disculpó. ── Es que yo, siempre le tuve mucho cariño a Riki y pues, ver que se convirtió en alguien así es muy... Difícil de aceptar.

── Lo entiendo. ── Se acercó a la omega y dejó un beso en la frente. ── Me enojé bastante cuando ví sus intenciones contigo.

── Yo me asusté cuando esos dos alfas fueron hasta ti, tenía miedo de que te hicieran algo. ── Le confesó mientras la abrazaba.

── Es porque no me había visto en acción, mi madre siempre me obligó a exprimir mis habilidades de pelea, aunque considero que soy mucho mejor en esgrima. ── Dijo con orgullo la alfa.

── ¿Me estás dando a entender de que no tengo que preocuparme porque te ataquen o estás presumiendo tus habilidades? ── Preguntó riéndose.

── Un poco de ambas.

Ambas rieron esta vez, luego se quedaron en un profundo silencio, disfrutando del calor corporal de la otra.

─ Tzu.

── ¿Mhn?

── Te amo.

La alfa miró a la omega, esta hizo lo mismo.

── Yo también te amo, mucho más de lo que puedo decir.

La omega se acercó y la besó, enrollando sus brazos al rededor del cuello de la alfa, mientras esta tenía sus manos en su cintura.

Luego de unos segundos de separaron, manteniendo el contacto visual.

── ¿Sabes que me encanta cuando te vuelves romántica?

── Es bueno saberlo.

La omega volvió a sonreír, volviendo a abrazar a su alfa.

Amaba sentirse así, protegida y amada.