¿Te quieres casar conmigo?
—Jajajaja, y recuerdas el día en que encontramos a Luis, eso fue tan gracioso.
—Si, es verdad, recuerdo que tu saltaste sobre mi como una nena a los brazos de su madre y gritaste tan agudo y tan fuerte — continué riendo.
—Oh santo cielo, ni lo menciones, creo que viviré avergonzado contigo toda mi vida. — dijo después de reír.
Después de unos días de todo lo que habíamos pasado, lo de el hombre sombra, el Naveen falso, le fallecimiento de Ray, todo había pasado tan rápido y ahora solo era un recuerdo mas.
Fue difícil la ausencia de Ray, sin embargo las cosas en el pantano han ido muy bien.
— ¿Y que tal la vez que Louis nos enredo tratando de ayudarnos, y así zafarnos de nuestras lenguas? Sino hubiera sido por Ray no hubiéramos escapado de esa.
—Es cierto, estábamos en grandes apuros, quién diría que ser un sapo sería tan difícil.
—Al menos para nosotros sí lo es, cuando has vivido como humano toda la vida, ser un sapo es como volver a aprender a caminar —. Expreso mientras lanzaba una roca al pantano.
Siempre quise saber cómo, Naveen, siendo una persona de la realeza, no podría decir una persona muy lista, pero con un intelecto promedio, pudo caer en las garras del hombre sombra.
—Cómo fue que te dejaste engañar por el hombre sombra, digo por qué— pregunte finalmente.
Rió nerviosamente negando con la cabeza, supongo que aceptando que no había sido una buena idea.
—No lo sé, me pareció una persona carismática, era algo nuevo que podía probar y aunque tú no lo creas, soy una persona espontanea, bueno eso me decía mi madre; pero creo que en el fondo deseaba saber mi suerte, por un lado tenia a mis padres tratando de hacerme responsable del reino, teniendo que buscar una esposa y ser un buen rey, pero por el otro tenía mis propios deseos de ser una persona libre y vivir mi vida a mi manera, sea cual sea mi decisión debía ser muy sabio y no meter la pata, pues como te dije, sino escogía la decisión correcta toda mi vida se acabaría. —confeso en un suspiro. Levantó la vista y me sonrió.
De un momento a otro me percate que no lo había dejado de ver por más de diez minutos, y me sorprendí al notar que su sonrisa era tan brillante, como el día que bailamos en el pantano con Ray cantando su amor a Evangelyn.
—Dime nadie te advirtió sobre él, porque créeme que si así hubiese sido nada, pero nada, de esto hubiera pasado —Aclaré mientras seguíamos caminando.
Él suspiro y negó con la cabeza mientras reía bajo; seguido de eso el silencio se apodero del lugar, sin embargo era cálido y se mantenía un dulce ambiente.
—Sabes qué, si yo no me hubiese cruzado con el Hombre Sombra, nunca, así nunca de los nunca, te hubiese conocido. —escuché decir.
Me detuve a medio paso, para darme cuenta que él ya no se encontraba a mi lado, volteé y lo vi parado a mitad del camino, un tanto temeroso pero habia algo en él qeu se mostraba extraño.
—Ahh, Tiana yo quería preguntarte si... —, dijo con nerviosismo.
Lo observé y de un momento a otro se arrodillo, y saco un pequeño anillo que sotenia en una flor blanca; y ahí estaba él, arrodillado frente a mí con un pequeño anillo hecho de pequeñas ramas y una pequeña perla en medio, era tan hermoso y al verlo ahí arrodillado era una de las cosas más bellas que pude ver en mi vida.
—Naveen pero... —, traté de hablar.
—Tiana, ¿te quieres casar conmigo? —dijo finalmente con una enorme sonrisa.
¿Acaso había escuchado bien? ¿Acaso esto era real?
No pude evitar ver el brillo en sus ojos, llenos de ilusión y amor, era el mismo brillo que había visto antes, en el pantano mientras Ray cantaba su amor a Evangelyn, y el día en que cenamos sobre el ferri, recuerdo cuan nervioso se encontraba y la forma tan linda en que me miraba.
Me sentía asombrada por el gesto tan hermoso que veía frente a mí.
—Naveen yo... —quedé sin palabras. Estaba que me desmayaba.
—Tiana, antes de cualquier cosa, cualquier objeción déjame decirte que en verdad te quiero Tiana, desde hace mucho he tratado de decírtelo, pero no me atrevía, pero ahora solo quiero que sepas que quiero que sea mi esposa, mi amiga, esa persona que tanto he estado buscando; por favor Tiana déjame estar contigo siempre, en las buenas y en las malas, quiero que estés a mi lado siempre porque yo en verdad te amo Tiana, más que nada en el mundo. —me quede parada, sin poder decir nada, sin poder moverme. Al escucharlo pronunciar esas palabras tan dulces sentí que moría de amor, jamás nadie había hecho algo así por mí.
No podía creerlo, nadie en mi vida me había hablado así y me quería así como él lo hacía,y ahora podía comprenderlo. Su sacrificio de ser rico de nuevo, lo dejó de lado a fin de quedarse conmigo, no importara cómo y mucho menos dónde fuera.
Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, pero no era de tristeza sino de emoción, de alegría porque nunca creí que algo como esto pasaría.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro