Nuestra comida
Tiana
El ambiente en el barco fue todo un sueño, me encantó la acústica y el Jazz alegre que Louis interpretó con los otros artistas. Pude ver como sus ojos brillaron al ver su sueño cumpliéndose.
Solo espero poder tener ese mismo sentimiento de felicidad cuando vea, por fin, las puertas de mi restaurante abarrotadas de gente.
Me distraje mucho con todo a mi alrededor que olvide que Naveen nunca llegó a donde Ray y yo nos encontrabamos.
—Ray ¿Has visto a Naveen por algún lado? —cuestione curiosa. Me preocupaba que se perdiera y no nos encontrará.
—No Cher, pero podemos buscarlo, el barco no es tan grande para que se esconda.
Ray me sugirió que nos separamos para buscarlo y sin más, comencé por la cubierta.
—¡Naveen!
Esto sería más difícil de lo que pensé, nunca lo encontraría; ahora, toda la cubierta, está repleta de gente. No fue como cuando llegamos, toda la cubierta estaba desolada.
Pronto sentí unas manos tapar mis ojos, el temor inundó mi cabeza pero al escuchar su voz me sentí tranquila y muy aliviada al saber que está aquí conmigo.
—Tiana, necesito que me acompañes. —escuchar su voz masculina me hizo sentir mejor y el temor se alejó.
—Naveen, creímos que te habías perdido. ¿Dónde estabas? —Gire a su dirección y él retiro sus manos de mis ojos.
—Estaba, haciendo unas cosas, por ahí, y es por eso que necesito que me acompañes. —Dijo tomando mi mano y dirigiéndose hacia el techo.
—¿A dónde vamos? —cuestione sin pensar. El rió.
Lo seguí, subiendo con dificultad el techo de la cubierta, hasta que se detuvo, haciendo que yo también me detuviera.
—¿Por qué paramos?
Tapo mis ojos con un pequeño pedazo de tela.
—¿Naveen qué haces?
Comenzaba a preocuparme el hecho de que todo esto era muy misterio, no recibía ninguna respuesta de su parte.
—Ahora Tiana, necesito que confíes en mí y que no te quites la venda. Yo te guiare y te diré en que momento podrás ver ¿Si? —La convicción de sus palabras me hizo sentir segura.
Rápidamente recordé las palabras de mi padre cuando tenía catorce años:
—Confia en mí y ten por seguro que yo nunca te dejaré sola.
Siempre me decía lo mismo cuando me asustaba por algo o tenía pesadillas. Fueron los momentos más felices de mi vida.
Sonreí a donde creí que estaba él y extendí mi mano hacia el frente para demostrarle que sí me fiaba de él. Por una extraña razón, me sentía segura a su lado, sentía que podía ser yo, puedo confiarle mis secretos y mis más grandes sueños.
Sentí el tacto de su mano sujetar la mía y camine hacia donde él me dirigía. Subimos un poco más, hasta que por fin llegamos hasta donde él quería.
—Muy bien. Cierra los ojos, te quitaré la venda —menciono, tras de mí. —Ya puedes abrirlos.
Me topé con una escena muy bella y romántica. Platos, unas copas, flores, velas y un ambiente cálido y muy acogedor .
—Naveen esto es muy lindo.
Sonreí a su dirección y se encontraba con un gran moño en sus cuello. Definitivamente tonto pero tierno al mismo tiempo.
Reí ante su acto.
—¿Es demasiado? —sonrió colorado y yo asentí afirmando lo que él había dicho, riendo de lo ridículo que se veía. —Gracias Mogh.
¿Mogh? ¿Quién era Mogh?
De pronto una mariposa salto de su cuello.
—Lastima, pienso que era un lindo detalle. —Expresó la mariposa.
Al marcharse "Mogh", Naveen se acercó a mí.
—Olvida que viste eso, por favor.
—Esta bien —sonreí —pero, ¿qué es esto?— volví a cuestionar con la esperanza de ahora sí obtener una respuesta de su parte.
—Pues...Solo es un pequeño detalle de mi parte hacia a ti.
Jamás en mi vida alguien había hecho algo así por mí. Esto conmocionaba mi corazón. ¿Será que estoy cruzando las barreras del amor y él tambien siente lo mismo por mí, como yo lo siento por él? ¡NO! Él se casará con Charlotte y yo tendré mi restaurante, ese era el trato.
—¡Oye, las rebanaste! —comenté impresionada por la fruta en la "mesa", tratando de alejar todos aquellos pensamientos relacionados con una oportunidad con Naveen.
—¡Si! Tú me enseñaste, ¿recuerdas? —Como no iba a recordarlo si fue uno de los momentos más tierno y fugaz que he tenido desde que mi padre murió.
—Claro, tú eres una de las chicas más normales de todas aquellas con las que he salido, porque de verdad, te soy sincero he salido con muchas mujeres y... —De verdad me parecía insulso saber sobre las pasadas citas que había tenido, al fin y al cabo, es un príncipe y puede hacer con todas las chicas lo que quiera, pero conmigo no.
Al darse cuenta de ello se retractó de lo que había dicho.
—Lo siento, no es que haya salido con otras mujeres, bueno si, pero tú no eres como ellas, eres diferente, como si fueras otro sujeto. —declaró de pronto mientras buscaba algo en el ¿suelo?
No pude disimular mi estupor luego de escucharlo decir que yo era otro sujeto. ¿A qué se refería? ¿Y qué tanto esmero por estar agachado? ¿Que estaba buscando?
Mi curiosidad era tanta que comencé a buscar con mi mirada, por sobre la mesa, que era lo que él estaba haciendo.
Su mirada se cruzó con la mía y rápidamente, en cuestión de segundos se levantó y se paró a un lado de la mesa improvisada por una copa boca abajo, al recostarse sobre ella, está se volteó haciendo caer toda la fruta cortada y a él junto con la misma.
Me sorprendí ante su comportamiento tan extraño.
—¡TIANA! —grito de pronto, haciéndome dar un respingo.
Se levantó con unas cáscaras de almendra en su mano.
—Lo siento, estoy..estoy gritando ¿no es cierto? —se disculpo con pesar. —Has de pensar que soy un tonto.
Reí sutilmente. Me parecía lindo lo que hacía.
—No, es tierno. —Declare mientras quitaba un poco de fruta de su cabeza.
—Tiana yo...
—¡Ahí está! —expresé emocionada al ver el local de mi futuro restaurante.
Eso era una muy buena señal. Pronto llegaríamos al pueblo y podrías concluir con todo esto.
Corrí a la orilla del techo y me senté observando, con el lento pasar del ferry, el edificio viejo y abandonado.
—¿Tu restaurante? —oí decir a Naveen a mi lado.
—Solo imaginalo, ahí. Con luces por todos lados y con la gente haciendo fila. —suspire mientras soñaba despierta.
—¡Oh sí! El jazz explotando las ventanas y animando el ambiente. —Toco una trompeta invisible —¿Oye por casualidad yo no podría trabajar ahí? —sugirió Naveen.
—Espera le preguntaré a la Jefa. — voltee a mi izquierda y finjí que hablaba con "la Jefa". —¿Sabes algo? Ella dice que si.
—Achidanza... Eso sería asombroso.
Reí ante su entusiasmo, era lindo ver cómo era tan activo y optimista.
—Tan solo imaginar que muchas personas vendrán de todas partes solo para probar nuestra comida. —inconcientemente recosté mi cabeza sombre su hombro. Mi padre estaría orgullosa de mí al saber que estoy más cerca de lo que pienso de cumplir nuestro sueño.
—¿Nuestra comida? —cuestionó.
Luego de eso me di cuenta de mi error, no aclaré mi idea. Aunque no sería una mala idea trabajar con.... ¡Concéntrate TIANA!
—No. Lo siento, hablo de mi padre. Él siempre soñó con montar su propio restaurante y ahora todo eso será posible si cumples con tu promesa Naveen, si no obtengo el dinero para mí restaurante no podré cumplirlo. —Exprese con tristeza. No sé qué haría si él no lo hace. Es mi única esperanza.
Él tomó mi mentón e hizo que viera sus hermosos ojos marrones.
—Tiana yo amo... —por un par de milisegundos se quedó en silencio —Amo ver como tu rostro se ilumina con gran entusiasmo cuando hablas de tu sueño. Es un gran ejemplo a seguir para cualquiera que en sus cabales quiera ser alguien en la vida. Eres asombrosa y muy activa, no te rindes por nada. No dejes que nadie te diga lo contrario. —Mi estupor no tardó en aparecer al igual que mi conmoción y mis lágrimas humedecer mis ojos. —No te preocupes —Senti sus manos tomar más mías y apretarlas contra sí —Te hice una promesa y mañana se cumplirá. No dejaré que pierdas tu sueño. Yo lo haré realidad. —Poco a poco la situación se volvió más inexplicable a mi propio padecer. Mi corazón rebosaba de alegría, mis ojos querían soltar las cataratas de agua que resguardaban y mis emociones dentro de mi pecho saltaban tratando de salir y desbordar el cause de la cordura.
Se acercaba a mí con sutileza y dulzura, cada vez más a mi rostro y por instinto una fuerza me empujaba a seguirle el juego.
Centímetros nos separaron de lo que pudo haber sido un sueño, y la realidad martillando el momento, anunciaba que el momento mágico y feliz había concluido sin haber comenzado.
—Creo que ya es hora —Expreso suspirando luego de escuchar al capitán mencionar que habíamos llegado a nuestro destino. —Iré a buscar... Iré a buscar a los chicos.
Soltando mis manos, se puso en pie y se alejó hasta perderse de mi vista, llevaba algo en sus manos, más no pude, en todo el tiempo en que estuve con él, descifrar lo que era.
Mi corazón estaba confundido y mi mente se volvía loca.
Suspirando hacia el cielo, una bella estrella resplandeciente se cruzó en mi campo de visión.
—Evangelyn, siempre supe, desde lo más profundo de mi alma, que era lo que más anhelaba mi corazón, pero ahora no lo comprendo. Juega conmigo y no sé qué hacer ahora. Ayúdame ¿quieres?
Era algo tonto pedírselo a una estrella, pero en estos momentos de soledad es la única que me entiende, es la única con quién puedo hablar abiertamente de mis sentimientos. No tenía sentido, pero tampoco perdía nada en intentarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro