Esto es tu culpa
- ¡Oh! lo siento mucho... - esperen un minuto ¿principe Naveen dijo? No, no es posible, el príncipe Naveen estaba abajo con Charlotte - aguarda, si tu eres el verdadero príncipe Naveen, cosa que no estoy muy segura a creer, quién estuvo bailando con Lotte alla abajo.
El sapo comenzo a levantarse, o mas bien el príncipe convertido en sapo, y quien sabe quien hizo eso o como llego él a ser un sapo; aun cuesta procesar esta información, no lo sé tal vez este delirando.
- No lo sé. lo único que puedo decir es que esta mañana yo era un príncipe encantador, simpatico, un gran bailarin - comenzó a bailar, se tropezo con sus mismas patas y se cayó de espaldas - y de pronto ya estaba caminando con estas cosas - y levantó sus patas hacia mi.
Me asusto al ver que sus patas se acercaban a mí y levanté el libro de nuevo, en señal de que lo golpearía si no se alejaba de mi; como reflejo se cubrió la cabeza y entrecerró los ojos.
- ¡Oye! - dijo feliz - conozco ese cuento - dijo viendo la portada del libro.
Baje el libro y lo observe. ¡Ah! Si, el favorito de Charlotte.
- ¿El príncipe sapo? - pregunte.
- Si, si, si, si - me extendió las patas para que se lo diera y así lo hice, lo tomo con sus manos verdes de sapo y lo puso en la mesa y comenzó a observar pagina por pagina - mi padre, les pedía a los sirvientes que lo leyeran para mi cada noche cuando era chico - llegó a la parte crucial y más importante del cuento: cuando la princesa besa al sapo y este mágicamente se convierte en un apuesto príncipe - ¡Si! Ya se que es lo que debemos hacer - expresó emocionado - tu me tienes que besar.
- ¿Qué?
¡No! No lo haria, habia prometido no hacerlo nunca.
- Lo que oíste, tienes que besarme para que yo vuelva a la normalidad.
- ¿Disculpa? No, no lo haré.
- Pero ¿por qué? - dijo confundido y con voz triste.
- Porque... yo no beso sapos - dije volteando y cruzandome de brazos.
- Pero... en el balcón tú... tú me lo pediste - dijo desilusionado.
- No esperaba que contestaras - respondi a mi defensa.
Luego de un silencio incomodo, el príncipe, se paró en dos patas.
- Bueno, hay que hacer un trato.
- ¿Cómo cual?
- No lo se, algo que quieras, algo que yo pueda hacer por ti. Vengo de una familia muy adinerada, tiene que haber algo, un sueño, no sé un deseo que quieras cumplir...
¿Como es posible que cada palabra que salía de su boca, me llevaba a creer tal incredula situacion, hasta el grado que creia que el podia ayudarme a mejorar la oferta para pagar el local?
Voltee y vi la hoja del restaurante; por el susto cayó al suelo y extrañamente estaba boca arriba.
Me convenció, luego de tres segundos de pensarlo muy bien.
- ¿Solo un besito? - dije temerosa.
- Solo uno, a no ser que supliques por más - y se preparó - nadie se resiste a los besos de Naveen - y su boca se agrando, me espanté - lo siento, eso es nuevo. Ahora síestoy listo.
Estiró sus labios, esperando el beso de mi parte; cerré mis ojos, estaba lista y dispuesta a darle el beso cuando de pronto abrí mis ojos y me asuste al verlo tan cerca de mi rostro; Voltee y me estremeci tratando de calmarme
- Tranquila Tiana, tranquilizate solo es un beso - susurraba para apartar todo aquello que me impedia besarlo.
Suspiré, calme mis nervios y pensé:
"Todo sea por cumplir tu sueño Tiana"
Reuní todo el valor que me quedaba, voltee y bese a ese sapo sin pensarlo dos veces. Era algo extraño para ser mi primer beso,además que sentia una sensacion tan rara por todo el cuerpo y escalofríos que me hicieron desmayarme unos minutos.
Al volver en mí, o sea, al despertar de mi loco desmayo me encontré en una obscuridad, en la cual no sabia que hacer y me di cuenta que me cubría una especie de tela o manta ¿estaba muerta o sigo soñando?
- ¿Princesa? - oí una voz lejana.
Me quite la manta o sabana, no sé que era, y observe a mi alrededor con la poca claridad que había entrado por la ventana.
- Princesa - me llamo de nuevo o voltee a ver hacia arriba de donde provenía la voz.
- Wow, creo... creo que no cambiaste mucho -le dije al sapo principe - y ¿como llegaste alla arriba? y ¿por que estoy yo aquí abajo en este...? - al levantar la sábana con mis manos vi que algo andaba mal, mis manos eran verdes y parecian las mismas patas del príncipe sapo. Curiosamente frente a mi estaba caido y algo roto, un espejo de mano, me vi a través de él y no podia creer lo que veía. El terror y la angustia se apoderaron de mí, que el miedo me hizo saltar y llegar hasta donde él se encontraba.
- ¿¡QUÉ ES ESTO!? ¿¡QUÉ ME HAS HECHO!? - le gritaba aterrada. Era un sapo, ¡UN SAPO!
- Tranquila princesa, tranquila...
- ¡NO! SOY VERDE Y CUBIERTA DE BABAAA..... - me lamentaba.
- No, no no - comento - esto no es baba... - tomo mi mano y agarro esa cosa viscosa que me cubria - ... estas secretando moco.
Me moleste por que yo sabia que era mala idea, él fue quien insistió.
- TODO ESTO ESTU CULPA - y me lancé sobre él,estaba destinado a darle una paliza, no pensaba que era un principe y podía mandar a su "calabozo". Con el impulso, caímos en un caballito de madera y de pronto un libro cayó y salimos volando por la ventana.
- Esto no hubiera pasado - dije y cuando sentimos estábamos sobre un platillo de bateria y todo el desorden comenzó.
Por tratar de escapar provocamos molestar al chico que tocaba la bateria y al huir caimos dentro en el vestido de alguien, tratamos de salir pero se retorcía bien feo esa persona. Cuando logramos salir del vestido, vi que era el vestido de Charlotte, al vernos pidio auxilio a su padre, el grito nos sorprendio y saltamos a una mesa llena de comida. Era un campo minado para dos seres pequenos con patas cortas y delgadas como las nuestras. El señor Lavoud mando a Estela que nos cazara, y corrimos por todos lados, haciendo revuelta por toda la fiesta; y el príncipe, o mejor dicho el torpe sapo, no soltaba mi mano, me halaba a todo lados. Llegamos a la última mesa de la fiesta y no había escapatoria.
- Estamos atrapados - dije al príncipe; cuando de repente me comence a elevar, el me había tomado del pie haciendo que colgara de cabeza,y casi fui atrapada por Estela.
- Estela soy Tiana - le grité por el miedo.
- ¿Tiana? - contestó; quede pasmada. Ella me contesto, ella me entendía y yo pude hablar con ella.
- Estoy hablando con un perro, estoy hablando con ella... - dije temerosa.
- Princesa, si vas adejar que cualquier cosita te sorprenda, entonces sera una noche muy larga.-reclamo el príncipe fastidiado.
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