Tabatha.

Y si eso no era suficiente para levantar un muro para poner un alto a cualquier tipo de relación más allá de la fraternal, tú jamás me viste como algo distinto a una hermanita pequeña, te llamara o no "hermano". Después de jugar la Bella Durmiente dejaste de hacerme segunda y empezaste a ser el lejano humano que intentaba caer bien en la definición de "hermano" que te pusieron después.

Creo que cualquier persona podía verlo, tú no te fijaste en mí como una mujer, sobre todo años después, cuando le pediste a Emma que fuese tu novia cuando estaban por terminar último año de preparatoria. Sólo tenías ojos para ella, ¿cómo podía pensar mamá que estando tú y yo en casa de la abuela, sin vigilancia, podía suceder algo?

Supongo que mamá jamás dejaría a su hija dormir bajo el mismo techo que el chico que le gustaba, aunque se empeñara en decir que era mi "hermano" y nada podía suceder.